Una gran noche

Este verano he podido contemplar uno de los paisajes más bonitos. Era un viernes por la noche, yo estaba de vacaciones en un crucero por el mediterráneo y cuando acabé de ducharme y me puse la ropa de gala, ya que esa noche se celebraba la noche especial en el barco, salí al balcón de mi camarote y pude apreciar un paisaje increíble.

La luna estaba totalmente llena, en el horizonte se podía ver una Italia totalmente iluminada, si te fijabas bien, podías ver el puerto y algunos pequeños barcos en el embarcadero, era increíble. Esa noche el mar tenía un color especial, no era del todo azul, sino que tenía pinceladas de color verde e incluso lilas. La fuerza del barco, hacía que la parte del agua más cercana al barco, fuera totalmente azul cielo. Las estrellas esa noche brillaban más de lo habitual, e incluso creo recordar que vi una estrella fugaz.

Por si fueran poco las maravillosas vistas, se podían oír los violines y el piano, que sonaba desde la parte de arriba del barco. Puede que fuera casualidad o que fuera el destino, pero en ese momento estaba sonando una de mis canciones favoritas, la banda sonora de Titanic. Era todo increíble, el mar, la luna, las estrellas, la música.

Podría decir que esa fue una de las mejores noches de mi vida. Cuando fuimos a cenar, ni más ni menos, había mi plato favorito, pasta a la carbonara. Durante toda la noche me estuve preguntando si eso era real o estaba soñando, era demasiado bueno para ser real.

Al acabar la cena, mi familia y yo nos fuimos al teatro donde los maravillosos actores interpretaron la obra de Alícia en el país de las maravillas, nunca había visto esa película, ni tampoco la obra de teatro. Era un musical, salia Alícia con un pequeño vestido blanco y azul, que le hacían unas piernas muy pequeñas y parecía realmente que fuera una niña pequeña.

Cuando finalizó la obra, mis padres y unos amigos se fueron al casino a jugar un poco y a beber. Mis amigos nuevos y yo, nos fuimos todos juntos a la discoteca donde conocimos a unos italianos muy simpáticos y que nos hicieron pasar una espléndida noche.

Gracias al mar, al cielo, a la luna, a la música, a la cena, al teatro y a los italianos, esa fue una de las mejores noches de toda mi vida.

Sandra.