EL LLENGUATGE

[kml_rm movie="http://video.xtec.cat:8080/ramgen/edu3tv/video/tvc/qkicom/001_755184.rm" width="352" height="288"/]

“A los seis años un niño conoce unas seis mil palabras. Un adulto educado puede comprender y usar al menos setenta mil. La velocidad de nuestra memoria resulta escandalosa. Reconocemos y encontramos las palabras que necesitamos con una rapidez inexplicable. Comprendemos veinte sonidos por segundo, que es más de lo que puede analizar nuestro sistema auditivo. ¿Es que adivinamos lo que oímos? Pues en parte sí. Al hablar tenemos que lograr una coordinación motriz con un margen de tolerancia de sólo veinte milisegundos (el mismo que necesita un pianista para interpretar el “concierto para piano nº 3” de Rajmáninov). Es decir, un fantástico alarde al alcance de todos los seres humanos, que en esto somos genios cotidianos. Mientras conversamos, atendemos a lo que oímos y preparamos a la vez nuestra respuesta. Podemos producir y comprender frases que nunca habíamos escuchado. Y todo esto el niño lo aprende en situaciones lingüísticas confusas, donde se habla mal, rápida, entremezclada e imperfectamente. Hay razones para la admiración y el apasionamiento”

Marina, José Antonio: La selva del lenguaje, 1998