¿Somos libres realmente?

¿Somos libres realmente? ¿Podemos hacer o dejar de hacer lo que nos apetezca o lo que no en ese momento sin que nadie nos juzgue? ¿Dentro de la legalidad, somos libres de elegir nuestros actos, nuestra manera de vestir, nuestra orientación sexual o nuestra religión?

A lo largo del tiempo me he dado cuenta de que no, de que siempre habrá algo o alguien que nos diga o nos impida hacer aquello que queremos y que nos define realmente. La gente no se da cuenta de que una simple broma puede molestar o incluso doler. La gente no es consciente de lo que significa que te digan cosas o te insulten, por tu forma o manera de hacer las cosas y de ver la vida.

“no debemos sucumbir ante las críticas de los demás”

En realidad creo que la gente que no te deja hacer lo que quieres, lo hace simplemente porque se siente inferior o amenazada. No puede comprender que llega un momento en el que dejas de hacer cosas que antes te gustaban, por el simple hecho del “qué dirán”.

Está claro que no debemos sucumbir ante las críticas de los demás, que no debemos hacer caso, pero llega un momento en el que te planteas si realmente estás haciendo algo malo, o si lo que haces es incorrecto, simplemente porque eres tú mismo.

Desde aquí quiero decir que no tenemos que juzgar a nadie y tenemos que dejar que todo el mundo sea libre de hacer lo que quiera cuando quiera.

Sandra.

Aquest article ha estat publicat en Jutjar, Llibertat, Sandra Muñoz. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent.

Una resposta a ¿Somos libres realmente?

  1. Josep M. Altés Riera diu:

    Sandra,
    El que els altres pensen de tu t’afecta, és veritat, en alguna mesura. Però també és cert que necessitem com l’aigua l’aprovació (o no) dels que ens envolten: són el nostre mirall. Llibertat? Al final acabes triant, suposo, no et sembla?
    No deixis d’escriure, d’acord?
    Josep Maria

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