Lo que me gusta de ti

Me gusta que me mires, que me sonrías y que me pienses. Me gusta cuando callas y cuando hablas para no decir nada. Me gusta que me hagas vivir sin darme cuenta y que te alimentes de nuestros recuerdos. Me gusta atrapar tu aroma en el tiempo y grabar tu voz en los rincones de mis pensamientos. Me gusta que sepas hacerme sonreír cuando estoy triste, que acaricies mi pelo y que me defiendas cuando lo necesito. Me gusta que respetes mi independencia, que me rodees con tus brazos por la espalda y que tus manos siempre encuentren las mías. Me gusta que me ofrezcas masajes y que reacciones bien cuando te duelen mis golpes. Me gusta que me aprecies y que te rías conmigo. Me gusta que me des besos, que me cantes, que seas creativo y que me hables sin ninguna razón. Me gusta que busques estar cerca de mi, que me recuerdes como estrategia para existir, que no hagas de mis defectos y errores una distancia y que me mires a los ojos en silencio. Me gusta que te escribas mi nombre a boli en la piel, que me cuentes chistes malos y apoyarme en tu pecho para oír los latidos de tu corazón. Me gusta acariciar tu espalda, hacerte cosquillas y que hagas que mis sueños sean mas fuertes que la realidad. Me gusta que cojas mi mano mientras haces otras cosas, que me hagas preguntas sobre mi vida y que tu proyecto sea hacerme feliz. Me gustan tus ojos, el sonido de tu risa, tu voz y cada rincón de tu cuerpo.
Me has enseñado que la mente ociosa es el patio donde juega el diablo, que poco hombre es aquel que aún teniéndolo todo y más sigue buscando lo imposible. Me has enseñado que para nosotros no hay victorias si no estamos juntos, sólo batallas. Me has enseñado que la vida es mejor en compañía y a hacer aquello que más se teme. Me has enseñado que cada instante tiene su propia belleza, que la locura nos hace especiales y que una vida sin amor dura dos muertes. Me has enseñado la oscuridad es necesaria para observar las estrellas y que las sonrisas y caricias no se pueden considerar demasiadas. Has sido un sueño roto, pero sobre todo un sueño cumplido.

Marta Álvarez