Sea cual sea la causa, la cuestión es quejarse

– Qué día más triste que hace hoy… está lloviendo. ¡Que venga el buen tiempo ya, por favor!
– Buf… Este verano hace un calor insoportable. Tan bien que estábamos hace unos meses atrás… ¡Mira, es que no paro de sudar!

– Qué rollo ser pequeño… no se nos tiene nunca en cuenta. Hay un montón de lugares que no nos dejan entrar por el simple hecho de ser demasiado jóvenes. ¡No hay derecho! Tengo ganas de ser mayor de edad y hacer lo que me apetezca sin tener que dar explicaciones a nadie. ¡Qué demonios! Será tan genial…
– Que piel más arrugada, cada día me veo peor. Dolores de cabeza en el trabajo, dolores de cabeza en casa, que si la hipoteca, que si las obligaciones, que si… Mira estos niños que felices que son jugando a la pelota. Quién pudiera volver atrás…

– No encuentro trabajo en ningún sitio. ¡Maldita crisis! Lo que daría por ir a trabajar… Es tan aburrido estar en casa todo el día. Te sientes inútil sin hacer nada.
– ¡Qué pereza tener que ir a trabajar! Y además hoy somos Lunes… puf Que llegue el fin de semana ya, así podré descansar y pasar todo el día tumbada en el sofá.

Que incongruentes que llegamos a ser a veces. Y yo, me quejo de la gente que se pasa la vida quejándose. Otra incongruencia. Ajá.

Andrea