Sin dudarlo, voy a escribir sobre ti. Ocupas largos y tendidos ratos en mi cabeza así que por qué no, voy a plasmarlo nuevamente sobre el papel. No estoy del todo convencida de que esto algún día, tras uno de mis muchos impulsos traicioneros, te lo vaya a enseñar… pero sigo en mis trece, quiero conservar este sentimiento para siempre, al menos para mi persona. Hace exactamente un mes desde la última vez que escribí sobre ti, pero esta vez es diferente, siento frío en mis manos y apenas me salen las fuerzas para sujetar el bolígrafo.
Algo está cambiando dentro de mi, y me temo lo peor. No has estado cuando más lo he necesitado, es cierto que no sabes nada de lo que me está ocurriendo últimamente pero igualmente te extraño. Estoy convencida que si estuvieras a mi lado, todo esto que se me está echando encima sabría llevarlo mejor, con una sonrisa dibujada.
De todas formas, nada ha salido como esperábamos, al menos no como esperaba yo, pero así es la vida, muchas veces une todo tipo de problemas con el fin de que cada uno, individualmente, se de cuenta de lo que es capaz de superar lo que se hace más cuesta arriba. Pero repito, así es la vida. Todo esto no quita que tu calor no me lo hubiera hecho más llevadero, claro está.
Y ahora, me decanto por uno de mis típicos cambios de tema que tanto te desconcertaban pero que estoy convencida que te volvían loco. Mi rodilla anda mejor, también extraña que le preguntes cómo está, pero poco a poco se va acostumbrando a no recibir noticias tuyas…
Como puedes ver, se vive sin ti pero hace frio. Y es que mi coraje se transformó en miedo, porque comprendí, que ya no habría un antes, que ya no habría un volver atrás. Que vida sin ti, la mía ya no sería. Y es que el tiempo pasa volando, ya verás como en nada nos plantamos en fin de año, en tu cumpleaños, en el mio, y así, como si nada, sentirás como todo vuelve a su cauce.
Porque es cierto, estoy intentando de todas las maneras posibles dejarte atrás por un tiempo para así poder apreciar todo aquello que se me presenta novedoso e interesante, pero es que en cuanto me detengo a coger aire, me alcanzan las ganas de rescatarte de ese lago al que llamamos olvido. Y no, no debo.
Sigo adelante, más cerca de ti de lo que puedas imaginar. Más sabia de lo que jamás me hayas visto, con mucha más experiencia que cuando tú eras quien debías ser y hoy no eres. Experimenté, cometí el error y no aprendí. Eres mi excepción. Y yo fui la tuya.
A pesar de ello, seguimos cada uno en nuestra orilla; ajenos. Con esto solo quiero advertirte que es muy probable que la próxima vez que me veas, no me reconozcas como aquella “niñata” sino como una mujer a la que dejaste demasiado ir y al final, una enérgica ráfaga de viento se la llevó para no volver.
Laura Morales Moreno
Laura, no sé a qui va adreçat l’escrit, ni tan sols si va adreçat a algú. El cas és que està molt ben redactat. Expressa i provoca una colla d’emocions. M’ha agradat llegir-te.
No paris d’escriure, d’acord?
Josep Maria