Su llamada se ha convertido en algo rutinario e inconscientemente me he ido acostumbrado. Desde hace unos meses cada tarde me llama, podemos pasarnos largos minutos sin parar de hablar o sencillamente unos segundos. Me cuenta sus inquietudes, sus alegrías, sus miedos, sus sueños, o simplemente me explica lo que ha hecho esa misma tarde. La verdad es que ahora los días sin esos minutos no serían lo mismo.
Llevábamos yendo juntas al colegio desde pequeñas, todavía recuerdo las tardes en las que jugábamos a muñecas o en las que nos entreteníamos mirando una película. Recuerdo los días en los que quedábamos para dormir después de volver del entrenamiento de baloncesto y nos sentábamos en su magnifico sofá nuevo a mirar la televisión. Al subir al instituto, nos cambiaron de clase, y cada vez nos veíamos menos. Poco a poco, nos fuimos distanciando hasta el punto de únicamente saludarnos al vernos por los pasillos.
Todo cambió en el cuarto curso. Era el último en el que estábamos todos juntos ya que mucha gente se iba a hacer el bachillerato a otro sitio o simplemente se iba a hacer un módulo. Teníamos que organizar el esperado viaje de fin de curso, y para ello teníamos que preparar muchas actividades para ganar entre todos la mayor cantidad de dinero posible para así rebajar al máximo el precio del viaje. Gracias a estos preparativos y toda la organización que conlleva, ella y yo nos fuimos uniendo de nuevo. Además, en cuarto hacemos el llamado proyecto de recerca, que es un previo al gran trabajo de recerca de segundo de bachillerato. Este proyecto se hace en grupos y aunque no íbamos a la misma clase, lo hicimos juntas. Volvimos a reencontrarnos las cuatro.
Ahora, en primero de bachillerato, nos hemos vuelto bastante inseparables, y en parte todo esto se lo debo al proyecto de recerca y al viaje de cuarto. Ahora, volvemos a quedar por las tardes para sentarnos en el sofá a ver una película, volvemos a quedar para dormir… volvemos a hacer lo que hacíamos, con la diferencia de que en cambio de jugar a muñecas, ahora nos vamos de fiesta.
Marta, gracias por estar ahí, y gracias por esa llamada.
Paula
Paula, m’ha agradat la teva narració d’una bonica història d’amistat, amb les seves inevitables anades i vingudes. Cuideu-la!
L’article està molt ben construït. És planer, senzill i ben estructurat. Molt correcte.
No deixis d’escriure!
Josep Maria
Saber que et tinc em fa estar tranquila. Gràcies per esperar i acceptar la meva trucada tots els dies, no puc dir-te res és perque ja ho saps tot. Inseparables!