Disculpe, ¿me podrías dar alguna moneda? Gracias

Disculpe, ¿me podrías dar alguna moneda? Gracias. A lo largo del día repito esta misma frase cientos de veces. Hay días como hoy que alguien como tú, me da alguna moneda y otros en que nadie me da nada. No les culpo, ya que yo antaño tampoco me paré a pensar en su situación. No te das cuenta de que piden por necesidad, hasta que te encuentras en sus mismas circunstancias. Eso sí, intento ser lo más respetuosa y educada posible para causar la mínima molestia.

Llevo sin casa desde hace un año y es realmente difícil de llevar. Pero aun dentro de mi dificultad puedo sentirme afortunada de no tener que dormir en la calle, ya que conservo el coche y puedo dormir en él. La noche es muy peligrosa, le tengo miedo. Y miedo tengo también a coger algún tipo de infección entre tanta suciedad que acompaña a la gente que está en la calle.

“yo antaño tampoco me paré a pensar en su situación. No te das cuenta de que piden por necesidad, hasta que te encuentras en sus mismas circunstancias”

Hoy sueño lo que ayer fue realidad. Yo aquí tal y como me ves he estado en los mejores restaurantes de Barcelona y hoy me veo en esta deplorable situación. Ya te puedes imaginar por dónde van los tiros. Efectivamente lo perdí todo. El que era mi pareja, un empresario bastante reconocido, se cansó de mí y me dejó por una más joven. Antes eso sí, se preocupó de que no pudiera reclamarle nada, ya que aparentemente nada tenía.

Perdón me he ido por las ramas… Cuál era tu pregunta? Que si estaría mejor en Barcelona antes que en Madrid con familiares y amigos? Probablemente… pero como ya has visto mi vida ha cambiado mucho. Me conoce mucha gente allí, que no me gustaría que me viese así. Llámalo vergüenza.

Sandra

Aquest article ha estat publicat en Pobresa, Sandra Moradell. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà Els camps necessaris estan marcats amb *