Mejor sola que mal acompañada

Soledad. Que palabra tan triste, ¿no? Seguro que para muchas personas la soledad implica desolación, desánimo y pena. Muchos sentirán que es un tormento. Otros pensaran que es lo peor que te puede pasar en la vida. Que la soledad no es buena. Que la soledad mata muy lentamente, pasito a pasito, arrancándote trocitos de vida. Despellejando tu alma y tus ganas de vivir.

“prefiero vivir rodeada por una auténtica soledad que no por un falso abrazo de amistad”

Las personas piensan que la soledad no es algo que se pueda escoger. Creen que la gente rodeada por ese misterioso vacío necesita de alguien para rellenarlo. Algunas miran a los individuos solitarios con lástima, debatiéndose en su interior entre acercarse o no. Entre hablarle o seguir observándole por el rabillo del ojo. Y otros, un poco más crueles, se ríen. Se divierten analizando a aquella persona. La miran con superioridad mientras dicen: “¿La has visto? Está sola. No tiene a nadie”.

Pero la soledad es más bondadosa de lo que todo el mundo se imagina. La soledad te evita tener que soportar a ese tipo de gente. Te ayuda a no acostumbrarte a tener alguien al lado en el cual apoyarte. Te fortalece. Y, sobre todo, te aleja de aquellas puñaladas traperas que todo el mundo sufre al menos una vez en su vida. Esas mentiras, esas acciones o esas palabras que dañan igual o más que un disparo directo al corazón.

Puede que sea por eso por lo que me gusta tanto la soledad. Quizás sea un simple muro contra el dolor. Quizás sea mejor dejarla de lado y arriesgarse a sufrir. Quién sabe. Pero, de momento, prefiero vivir rodeada por una auténtica soledad que no por un falso abrazo de amistad.

Arantxa

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Una resposta a Mejor sola que mal acompañada

  1. Josep M. Altés Riera diu:

    Arantxa, estic totalment d’acord amb el teu “elogi de la solitud”. Ens obliguen a estar sempre en companyia, i ens costa molt viure satisfactòriament la solitud i el silenci. Quan no hi ha persones, posem la música, els xats, el facebook o el mòbil omnipresent. Haurem d’aprendre a conviure amb nosaltres mateixos? Potser així podrem començar a conviure bé amb els altres, sense trampa.
    M’ha agradat quan dius “la soledad es más bondadosa de lo que todo el mundo se imagina”. Potser no comparteixo la visió tan negativa de la solitud (“te aleja de aquellas puñaladas traperas”), perquè penso que té un valor positiu (el de l’autoconeixement, la reflexió silenciosa, la tranquilitat…)
    No m’embolico més. M’ha agradat molt el que has escrit i la manera esplèndida (sempre!) com ho expresses. Gràcies.
    Josep Maria

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