En el momento que te hundes, que no te quedan fuerzas ni para luchar por lo que quieres y encima solo hacen que venirte malas noticias, ¿vale la pena luchar?
Un mal dia, llueve, hace frio y tu estado anímico es deplorable, llegas a casa esperando a que aquella gente que te quiere, te apoye y te ayude a levantar cabeza. En vez de eso solo encuentras malas caras y un pasotismo extremo, no te dan ni los buenos días, al contrario, solo llueven malas noticias de donde no las hay. Al dia siguiente llegas al instituto esperando buenas noticias para intentar desconectar del ambiente del hogar, en cambio solo calificaciones negativas. Las afrontas con una sonrisa en la cara y haces ver que todo tiene solución, dejas ir un: ¡Ah bueno, el siguiente será mejor! Pero en los momentos de soledad te paras a pensar y es entonces cuando realmente te das cuenta de la situación en la que te encuentras.
Llega el siguiente día, y sigue pasando lo mismo… Vuelves a casa con la esperanza de que te apoyen y te hagan sentir mejor, vuelve a caer bronca porque mantienen que no haces nada en todo el dia. Y así, continuamente…
La solución: ¿Rendirse? ¿Luchar?… Cuando no te llega la energía y el apoyo que necesitas para superar algo, las fuerzas de las que disponen son mínimas. Entonces te paras a pensar, piensas en que hace menos de medio año podías con eso y más… Entonces, ¿Dónde está el fallo? ¿Falta de atención, poco rendimiento, nervios, malestar, poca estimulación…? Por qué elegir una de esas opciones pudiéndose quedar con todas ellas?
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero como bien he dicho lo dicen… Realizarlo es un poco más complicado. En resumen, todos necesitamos algo que no estimule para poder logar nuestros sueños con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.
Laura Alarcón Gazulla
Laura, fas una molt bona pregunta, però la resposta és més complicada. Et veig desesperançada i enfonsada. En podríem parlar, si et sembla.
Deixant de banda el contingut, el que expliques està molt ben expressat. Directe, nítid i clar, com ha de ser.
M’ha agradat llegir-te. Gràcies.
Josep Maria