Para ti

Te escribo esta carta, sin saber aún si algún día llegará a tus manos. Lo dudo mucho la verdad, esto de los “sentimentalismos” no va con nosotras querida hermana. La gente a menudo nos dice que por nuestra diferencia de edad nos TENEMOS que llevar bien, como si eso fuera una obligación, pero como tu, yo y toda la gente que vive a unos 10 km a la redonda sabemos que eso es totalmente falso. Nos peleamos, y bastante a menudo, como si tan solo tuviéramos 5 años, y es que hermanita yo ya tengo 17 y tu 27 (sí 27 aunque no te guste oírlo).

Evidentemente no toda nuestra relación es mala. Cuando llegas cansada de una larga y dura jornada de trabajo siempre estás dispuesta a ayudarme con ese ejercicio de mates que tengo atascado. O cuando me agobio y no sé qué hacer, la primera en aparecer siempre eres tú, con tus famosos consejos que no siempre sigo. Echaré de menos todos nuestros pequeños grandes momentos que pasamos en casa riendo, llorando, hablando.. Ahhh y por supuesto no se te vaya a olvidar las horas que pasamos viendo vídeos de erizos.. (tu ya me entiendes, no te preocupes. Algún día tendremos uno). TE INDEPENDIZAS, sí señor. Más bien tarde que pronto (con 27 años ya era hora hermanita), aún así te echaré de menos. Me alegro mucho por ti, de verdad, pero algo quedará vacío en esta casa. Ya no podremos desahogarnos la una con la otra cuando nos enfademos con papá y mamá (ya sabes que suelen ser bastante insoportables), o al menos no de la misma manera. 17 añitos llevamos aguantándonos mutuamente, dándonos las buenas noches y los buenos días. Gracias por estar ahí, por ayudarme, escucharme y tranquilizarme cuando más lo necesito, sé que por muy lejos que estés nunca dejarás de hacerlo. Disfruta de esta nueva etapa, has encontrado el amor, trabajas de lo que más te gusta (que tal y como están las cosas no está nada mal), y eres feliz. ¿Qué más puedes pedir?

¿Qué por qué te escribo? Pues no lo sé la verdad. Quizá porque no soy capaz de agradecerte todo lo que has hecho de otra manera, o quizás por ese insomnio nocturno que tanto nos caracteriza y que ayuda a la imaginación. Solo me queda algo más por decirte: Recuerda, sé feliz, vive el momento, disfruta de cada segundo y sobre todo y más importante ven a verme cada semana (pobre de ti que no lo hagas)
Aunque te lo digo más bien poco, te quiero, te quiero mucho.
Tu querida hermana,

Núria

Aquest article ha estat publicat en Carta, Germans, Núria Rueda. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà Els camps necessaris estan marcats amb *