Todas las historias tienen un principio y un final. Ahora yo, después de tanto tiempo esperándote solo me queda decirte adiós.
Decidiste perderme y yo no quise aceptarlo en su momento, perdoname por mi comportamiento pero no podía aceptar que ya no quisieras estar conmigo. Me prometiste que sería para siempre y ahora ya no queda nada. Me ha costado meses asimilarlo y ahora sé que si no te olvido jamás podre volver a sonreír. He de aprender a vivir sin ti, a caminar hacia adelante.
En todo este eterno tiempo han sido demasiadas las noches que me he dormido llorando pensando en ti. He deseado tantas veces volver al pasado para cambiar el presente… Aun y así, cada vez que me acuerdo de ti los malos momentos no existen, me quedo con todo lo bueno que vivimos. Gracias y mil gracias por haberme enseñado el significado de la palabra amor.
Aunque nos separaran 60 km de distancia te puedo asegurar que fui la niña más feliz del mundo al poder estar entre tus brazos. Recuerdo aquellas noches mágicas en las que nuestros cuerpos se fundían en uno, cuando me mirabas y mis ojos brillaban de felicidad y cada vez que nuestros labios se besaban no existía nadie mas en el mundo, solamente tu y yo…
De ti me llevo multitud de recuerdos felices que siempre permanecerán dentro de mi memoria y supongo que no hará falta que te diga que una parte de mi corazón siempre será tuya.
Después de todo esto he aprendido a quererme un poquito más, a valorarme, a saber ver que mi felicidad nunca puede depender de nadie.
Hoy miro hacia adelante y me siento orgullosa de ti, de mi, de nuestra historia. Tengo que pasar página, le digo adiós al pasado y hola al futuro, pero antes de irme quiero que sepas que sé perfectamente que nada es para siempre pero tú, siempre serás el amor de mi vida.
Melany