Daily Archives: 18 maig 2010

Les gallines troianes

gallinas

Les gallines troianes

 

Pero los troyanos tenían otra preocupación: los robos de gallinas. Muchos pensaban ya en encantamientos porque, pusieran las gallinas donde las pusieran, siempre se las robaban; vigilase quien vigilase, nadie veía ni oía a los ladrones, que ahora, junto con las aves, se llevaban las cestas de pan, quesos y mantas. ¿Qué sería lo próximo? Por si acaso, Acates escondía los esquejes de olivo y de vid para los enfermos. Anténor temía que el rey de Sicilia espiase los almacenes para pedir nuevos tributos. Sergesto vigilaba las armas. Niso dormía junto al caballo y al escudo de hierro de su príncipe. Iulo, mientras tuviese a mando algún corderillo que dejar en los huesos, no iba a ser de los que sufrieran por las gallinas; pero temía que aquellos ladrones fuesen también salteadores de caminos (Eneas no había regresado). En cambio, Aqueménides no se preocupaba. Pensaba. Desde que la gente le escuchaba, no dejaba de tener buenas ideas. De él salió el invento de encerrar a las gallinas en el mismo cercado que las ocas y esperar a que los ladrones se dejaran caer por allí.

 

 

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Per llegir el text sencer

FERNÁNDEZ,  Loren: El hijo del héroe, Madrid, Gran Angular, 2003. (Gran Angular +, 14), pp. 171-172.

 

El moo`, un bolet molt gustós

les-veus-protectores

Ja em ve al cap una altra vegada l`ocellot negre, tinc com una angoixa a dins, un pes, però sé esborrar els pensaments dolents. La Teresa era tossuda en això que havia de posar-me al cap postaletes, paisatges bonics, pensar en el que més m`agradava. I jo veia l`àvia i la mare ballant, i ja oloro la terra molla, busco el moo`, un bolet molt gustós que sembla carn, i tinc traça a trobar-lo, i n`omplo el cistell per vendre`n a mercat; penso en quan ens trobàvem tots i explicàvem llegendes i menjàvem coques de panís; veig quan vaig trobar aquell ou de quetzal, que ni sabia de quin ocell era i amb les gallinetes e vaig posar; veig els color de la selva, del mercat d`Alto Tajuná, i veig la María Bendita i el pare, i ja ho veig tot…

 

BOGUNYÀ, M. Àngels: Les veus protectores. Barcelona. Baula. 2004, (La llum del far, 43), pàg. 13.

 

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