En el árbol de la noche
cuelgan espléndidas
frutas;
yo quiero la más hermosa,
redonda y blanca: ¡la luna!
¿Su pulpa, será de coco,
de guineo o de naranja?
¿Tendrá jugo delicioso
como piñas o granadas?
de guineo o de naranja?
¿Tendrá jugo delicioso
como piñas o granadas?
¿Cómo será su perfume:
suave y puro de violetas,
fuerte y raro como
orquídeas
o de todos tendrá mezcla?
suave y puro de violetas,
fuerte y raro como
orquídeas
o de todos tendrá mezcla?
Si yo comiera esa fruta
no sé qué me pasaría…
Si tan solo con mirarla
¡me emborracho de
alegría…!
no sé qué me pasaría…
Si tan solo con mirarla
¡me emborracho de
alegría…!
(María Olimpia de Obaldía)
Poesia extraída de Poesia infantil i juvenil