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Cada familia tira a la basura 76 kilos de comida al año
1El pan y la pastelería, la fruta y la leche son los productos que más se desechan
Los hogares españoles tiran a la basura una media de 76 kilos de alimentos cada año, según una encuesta realizada por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop).
Según informó Eroski, que forma parte de Hispacoop, para realizar este estudio se controlaron, durante el pasado noviembre, los alimentos que desechaban a lo largo del día 413 hogares escogidos de forma aleatoria. Para ello, se realizaron diferentes visitas a las viviendas, en diferentes horarios y durante siete días consecutivos.
Durante las semanas en que se realizaron las visitas, los 400 hogares encuestados rechazaron cerca de 554 kilos de alimentos, lo que supone más de 30.000 kilos al año.
Por otro lado, para determinar la percepción de despilfarro de alimentos entre los consumidores, se realizó una encuesta ‘online’ y telefónica a las personas encargadas de gestionar y preparar la comida en los hogares. En líneas generales se comprobó que los consumidores creen desperdiciar menos alimentos de los que en realidad tiran a la basura. En concreto, pese a que se comprobó que cada hogar analizado desecha una media de 76 kilos de alimentos al año, solo un 9% de los encuestados reconoció que suele tirar comida a la basura, lo que en absoluto se ajusta a la realidad.
PAN, LA MAYORÍA
En el análisis se tomaron en consideración aquellos alimentos susceptibles de ser consumidos directamente, por lo que se excluyeron peladuras de patatas, frutas u hortalizas, huesos o cualquier otro componente que no estuviese destinado al consumo directo. Tampoco se tuvieron en cuenta todos aquellos desperdicios destinados al abono, a la alimentación de animales y a destinos similares.
De los alimentos arrojados a la basura durante el periodo que duró el estudio, casi 554 kilos, un 19% eran pan, cereales y otros alimentos de pastelería; frutas y verduras, un 17%; leche y derivados, un 13%, y pasta, arroces y legumbres, un 13%. El tercio restante son carnes y comidas preparadas o precocinadas (un 6% cada grupo), embutidos (5%), snacks (4%), alimentos en conserva (4%), pescados y mariscos (3%), huevos (3%) y bebidas (7%).
La comida es el momento del día en el que más alimentos se tiran (un 35% de ellos), seguida de la cena (27%), los desayunos (el 20%) y otros momentos del día (el 19%).
http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/cada-familia-tira-basura-kilos-comida-ano-2289015
Barcos sin caladeros
0España es uno de los principales países comunitarios en el consumo de pescado, con un volumen medio de más de cuarenta kilos por persona y año. La falta de recursos suficientes para atender esa demanda hizo que tradicionalmente España dispusiera de una flota esparcida por los mares de todo el mundo para lograr las capturas suficientes y atender el consumo del mercado interior. En función de esta necesidad, España fue un país pionero en el desarrollo de acuerdos bilaterales con países con caladeros ricos especialmente en África y América, así como en la constitución de empresas mixtas para poder pescar.
Tras el ingreso en la Unión Europea, los acuerdos, actualmente una veintena, pasaron a estar gestionados por las autoridades comunitarias, desde donde se ha mantenido la misma política, aunque cada día con más dificultades por tres razones. La primera, por las mayores demandas económicas de todos los países a la hora de ceder la explotación de sus aguas, tanto para las arcas comunitarias como en los cánones a pagar por los armadores. La segunda, por el aumento de las exigencias en materia de artes o vedas, alegando el agotamiento de los caladeros, unos recursos que en muchos casos, como sucede con Marruecos, esos mismos países adjudican a otras flotas fuera de la UE con acuerdos bilaterales. Hay una tercera razón: los Gobiernos han decidido explotar directamente sus recursos propios y proceder a la exportación de los productos a países como España.
Este contexto se ha traducido en los últimos tiempos en suspensión de acuerdos de pesca y muchas dificultades para suscribir otros nuevos, lo que ha obligado a la constitución de sociedades mixtas para acceder a esas aguas.
La actividad de la flota española tampoco ha tenido una vida fácil en las aguas comunitarias, donde en cada campaña se distribuyen las cuotas de capturas. Cabe señalar un dato que lo pone en evidencia: en el momento del ingreso de España en la Unión Europea operaba en esas aguas la llamada flota de los 300. Año tras año, por el recorte de las posibilidades de capturas, esa flota se ha ido reduciendo hasta el centenar.
Con el ingreso en la UE, en materia de pesca, España sufrió la presión de los intereses de otros países miembros con la aplicación de la llamada estabilidad relativa. En otras palabras, la asignación de cuotas en función de las capturas existentes antes de la integración. España ha intentado reiteradamente, sin éxito, modificar esa distribución. Sin embargo, esa política supuso una reducción de su flota de un 40%, mientras que otros países mantuvieron e incluso aumentaron las mismas para vender sus capturas en España. Esta situación ha obligado a que algunos armadores españoles hayan adquirido barcos en otros países comunitarios para desarrollar su actividad.
En lo que afecta a los acuerdos con terceros países, el panorama no es el mejor.Hace poco más de un año, el 14 de diciembre de 2011, los barcos que faenaban en aguas de los caladeros de Marruecos y de Sáhara se vieron obligados a volver a puerto ante la decisión del Parlamento Europeo de rechazar la prórroga de un año que había acordado la Comisión el mes de febrero anterior. El Parlamento alegó que Marruecos no cumplía los derechos humanos. Era el mismo Parlamento que meses antes había dado luz verde al acuerdo agrícola con el mismo país, pero con una diferencia: el acuerdo pesquero perjudica a España y el agrícola beneficia a consumidores del centro y norte de la UE y perjudica también a España.
Sobre el papel, el último acuerdo con Marruecos permitía faenar a un centenar de barcos españoles. Pero las mayores exigencias en materia de vedas y artes de pesca y la disminución de los recursos dieron lugar a que en ese acuerdo solo estuvieran pescando unos 70 barcos, que regresaron a puerto. Las buenas relaciones del ministro Miguel Arias Cañete con Rabat no han acelerado la firma de un nuevo acuerdo por las nuevas exigencias de Marruecos ante la UE. En condiciones normales, una parte de los barcos que operaban en el caladero marroquí tenían la posibilidad de acceder a las aguas del caladero mauritano. Hoy esta posibilidad no existe. Bruselas suscribió en agosto un nuevo acuerdo con ese país por un periodo de dos años con un coste anual de 70 millones de euros para las arcas comunitarias, a los que se sumarían otros 30 millones de euros a pagar por los armadores. En virtud de ese acuerdo, faenaban en esas aguas 24 barcos cefalopoderos y otros 23 barcos marisqueros. Hoy, tras la firma de ese acuerdo, ambas flotas han renunciado a operar en esas aguas por considerar que las condiciones impuestas por Mauritania hacen que la actividad no sea rentable. De los dos años que dura el acuerdo, los barcos cefalopoderos no podrán faenar durante un año. Por su parte, a los barcos marisqueros se les obliga a faenar a ocho millas de la costa frente a los seis del acuerdo anterior, lo que rebaja las posibilidades de capturas. Mauritania alega problemas en los recursos, mientras España considera que no hay datos científicos que los confirmen. España ha intentado en Bruselas el rechazo de un acuerdo inútil y caro impulsado por la comisaria María Damanaki.
En el continente africano, entre otros países, no se utiliza el acuerdo con Guinea-Bissau por razones de seguridad; están muertos los de Senegal, Angola o Guinea Conakri; no hay acuerdo con Gabón por la denuncia sobre el incumplimiento de los derechos humanos; funcionan otros como los de Madagascar, Cabo Verde, São Tomé, Mozambique, Seychelles, Costa de Marfil o Kiribati. Pasaron a la historia los acuerdos con países sudamericanos y constituyen una salida para la flota congeladora las posibilidades que se mantienen en caladeros de aguas internacionales. Armadores y tripulaciones reciben ayudas por parada temporal.
España tiene una demanda de pescado de 1,5 millones de toneladas. Importa una media de 1,6 millones y exporta casi un millón, sobre todo de pescado congelado. Destacan las compras a terceros países como Argentina, Marruecos, Namibia, China y Vietnam de donde se han multiplicado las ventas de panga. En la UE se ha registrado un fuerte aumento de compras a otros países. Las capturas propias se elevan a unas 700.000 toneladas, aunque solo menos de 300.000 corresponden a los caladeros nacionales. En conjunto, dos terceras partes de las capturas proceden de los caladeros exteriores.
MESURES DE MERCAT PROPI
0MARIA CARRERAS
En diverses rodes de premsa al territori, Unió de Pagesos va presentar, el 30 d’octubre, el document ‘Mesures catalanes per consolidar la pagesia professional’, que recull les propostes sindicals que també van lliurar als partits polítics amb representació al Parlament amb l’objectiu que les incorporin als seus programes polítics de cara a les eleccions autonòmiques del 25 de novembre. El document posa sobre la taula la falta de viabilitat de moltes explotacions agràries degut, entre d’altres factors, a la reducció dels ajuts percebuts, a l’augment continuat dels costos de producció o al retrocés dels preus percebuts a causa, sobretot, de l’abús de la posició de domini de l’oligopoli de la distribució. El coordinador nacional d’Unió de Pagesos, Joan Caball, tradueix aquest escenari en una xifra molt explícita: “En els últims deu anys, la renda agrària ha disminuït un 43%. Això vol dir que les polítiques i els mecanismes que s’han aplicat fins ara no han funcionat”. El sindicat incideix en propostes sobre els mercats i el finançament per revertir aquesta situació.
MESURES DE MERCAT • Unió de Pagesos demana al futur Govern que endegui una campanya per acabar amb els abusos i competències deslleials en els mercats. “La pagesia catalana viu, principalment, de la venda dels seus productes. Per tant, s’han de corregir les deficiències del mercat en relació amb la seva gestió, i cal aconseguir que la distribució i l’agroindústria compleixin; per fer-ho, ja tenim lleis, però s’han d’aplicar i posar sancions en cas de pràctiques il·legals”, diu Caball. Com a proposta innovadora, el sindicat demana que s’estableixi una legislació catalana de contractes agroalimentaris. “Hauria de servir per garantir contractes justos entre el productor i el comprador, i es traduiria en més estabilitat a l’hora de produir i en unes rendes més altes per a la pagesia”, explica el coordinador nacional. I afegeix: “Un motiu important que explica la davallada de la renda agrària és que la llei de l’oferta i la demanda no acaba de funcionar”. Per millorar-la, el sindicat considera que les explotacions necessiten participar en l’obtenció del valor afegit i, per aconseguir-ho, calen mesures per ampliar, millorar i consolidar els productors que venen directament les seves produccions, així com una important promoció de les produccions de qualitat o d’origen certificat, de la producció ecològica i de la integrada.
FINANÇAMENT • La principal proposta d’Unió de Pagesos en aquest apartat és la creació d’una entitat pública de finançament per donar liquiditat al sector agrari. Segons el document: “Tot i ser un dels sectors amb menys problemes d’impagats patim com mai una restricció d’accés al finançament”. Aquesta entitat pública hauria de possibilitar l’accés de la pagesia a les opcions financeres necessàries per poder desenvolupar la seva activitat, un accés que s’ha restringit des de la integracció de l’Institut Català de Crèdit Agrari a l’Institut Català de Finances, “que es comporta com una banca privada més”, opina Caball. En aquest capítol, el sindicat proposa tres mesures més: insta el Govern a millorar l’accés a les línies de finançament públic directe o mitjançant conveni amb les entitats financeres; demana per al sector una nova llei per al salvament d’empreses en crisi; i, per últim, proposa salvaguardar i actualitzar la regulació i el control de les seccions de crèdit de les cooperatives per assegurar-ne la viabilitat i els drets dels impositors.
PROPOSTES DEL SECTOR ECOLÒGIC • Per la seva part, el 25 d’octubre, el sector ecològic del sindicat va lliurar a les formacions polítiques un document que va consensuar amb altres entitats del sector. Destaca la demanda que els ajuts agroambientals en agricultura i ramaderia ecològica s’obrin a nous beneficiaris al 2013. Entre d’altres propostes, també insten a millorar els ajuts de les mesures agroambientals i de benestar animal per fomentar la producció ecològica, a garantir la producció de blat de moro ecològic, i a revisar el programa de foment i que es prorrogui fins al 2016.
ALTRES PROPOSTES • Unió de Pagesos tracta uns quants temes més en el seu document de propostes. Demana una llei de caça catalana que resolgui la problemàtica que suposen els danys de la fauna cinegètica degut a la seva sobrepoblació; exigeix que es planifiqui i es destinin recursos al Pla de formació per als professionals agraris, aprovat el 2007; considera necessari donar ple suport als joves que es volen incorporar com a professionals agraris, i garantir que la convocatòria de cessament anticipat sigui anual i amb recursos suficients; aposta per redactar la llei d’espais agraris i també per concertar un pacte nacional de l’aigua; i considera que cal desburocractitzar l’Administració i treballar per una PAC útil per a la pagesia catalana.
Article publicat a La Terra, revista de la Unió de Pagesos, núm. 387, novembre-desembre 2012.