Occidente reconoce a Kosovo
EE UU y las potencias europeas abren relaciones en cascada con el nuevo Estado – La UE acepta un ‘caso especial’, que no afecta al principio de integridad territorial
RICARDO M. DE RITUERTO – Bruselas – 19/02/2008
Estados Unidos y las grandes potencias europeas comenzaron ayer a reconocer en cascada la independencia de Kosovo. Francia, Reino Unido, Alemania e Italia anunciaron el inmediato reconocimiento. París lo dio por hecho en el momento en que el presidente kosovar recibiera ayer mismo la carta que le enviaba Nicolas Sarkozy. En total, docena y media de Gobiernos lo harán en cuestión de días.
España reiteró que no reconocerá de ninguna manera la “ilegal declaración unilateral de independencia del Parlamento de Kosovo”, que para la UE es un caso sui géneris que no establece precedentes, según la declaración del Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión en que se acordó que cada país es libre de reconocer o no esa independencia.
Los ministros europeos acudieron a su regular reunión mensual de Bruselas acuciados por el hecho sin precedentes de que una provincia de un Estado europeo, como es Serbia, con fronteras reconocidas por todos, se proclamara independiente de forma no pactada y sin el reconocimiento de Naciones Unidas. Algunos de ellos y no pocos politólogos consideraban tal declaración como una flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas y del Acta de Helsinki. Era y es la posición mantenida por España, que acudió a la cita dispuesta a defender su punto de vista sin dar su brazo a torcer.
A la Unión se le presentaba el problema de cómo mantener la fachada de unidad entre los Veintisiete una vez resquebrajada de hecho esa unidad por la negativa de algunos Gobiernos, entre ellos el de Madrid, de someterse a la política de hechos consumados en Pristina.
A la propuesta de la presidencia eslovena de dar libertad a cada país de actuar como considere pertinente ante esta declaración de independencia, teniendo siempre en cuenta el carácter sui géneris del caso kosovar, añadió España que la UE mantiene su compromiso con el principio de la integridad territorial de los Estados consagrada por la Carta de Naciones Unidas y el Acta Final de Helsinki. Tras largas discusiones a puerta cerrada, los ministros consiguieron consensuar una declaración de cinco párrafos en la que se establece que “los Estados Miembros decidirán, de acuerdo a sus procedimientos nacionales y el derecho internacional, sobre sus relaciones con Kosovo”. El texto se cierra con la reiteración del Consejo de Ministros comunitario de “la adherencia de la UE a los principios de la Carta de Naciones Unidas y el Acta Final de Helsinki, entre ellos los principios de soberanía e integridad territorial y todas las resoluciones correspondientes del Consejo de Seguridad”.
Todos los Gobiernos reconocen, además, que “Kosovo constituye un caso sui géneris que no pone en cuestión los principios y resoluciones” de la controvertida resolución 1244 de Naciones Unidas, en la que partidarios y enemigos de la independencia kosovar se envuelven para defender sus respectivos criterios. Lo que hace de Kosovo un caso que no debe interpretarse como un precedente, según los ministros, es el sangriento “conflicto de la década de los noventa y el extenso periodo de administración internacional bajo la resolución 1244? acordada en 1999.
Bernard Kouchner, ministro de Exteriores francés, que fuera representante del secretario general de Naciones Unidas en Kosovo entre 1991 y 2001, dijo sentirse feliz, en lo personal, por la evolución de los acontecimientos que, presentó como “la victoria de la comunidad internacional, del multilateralismo y una gran victoria para Naciones Unidas”. También de la UE, que, según él, con esa declaración había mostrado estar unida.
“Tenemos intención de reconocer a Kosovo” agregó. “El presidente a escrito al presidente kosovar. “La carta va a salir esta tarde. En cuanto llegue el reconocimiento de la independencia quedará hecho”.
En el momento de hablar Kouchner creía que EE UU ya lo había hecho “hace una o dos horas”, cuando el presidente George Bush declaró en Arusha (Tanzania) a una televisión de EE UU: “Los kosovares ya son independientes. Es lo que he defendido junto a mi Gobierno”. La portavoz del Departamento de Estado, Dana Perino, salió al paso de quienes interpretaban las palabras de Bush como el reconocimiento oficial. Tal medida es responsabilidad del Departamento de Estado, que ejerció más tarde Condoleezza Rice. “EE UU ha reconocido hoy formalmente a Kosovo como un Estado soberano e independiente”, anunció la secretaria de Estado.
Article publicat al diari El Pais el dimarts 19 de febrer de 2008
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