LA ORDEN DE SANTA CECLINA
(PUERTA COELI, I)
SUSANA VALLEJO, Edebé, 2008
Anabel Sáiz Ripoll
Susana Vallejo con “La orden de Santa Ceclina” inicia una tetralogía muy ambiciosa que, seguramente, dará mucho qué hablar y será muy leída que es lo que importa cuando se escribe y publica un libro.
“La orden de Santa Ceclina” es una novela que se sitúa en la Edad Media y que nos habla de un nuevo mundo, un mundo al que se puede acceder desde el nuestro y que, sin embargo, no tiene nada qué ver ya que allí, en el mundo al que se accede por la Puerta, las criaturas, las estaciones, el paso del tiempo… todo es distinto, más diáfano, misterioso y lleno de magia, puesto que las pequeñas criaturas que allí habitan se nutren de los sentimientos de quienes viven en ese mundo.
Nuño y Bernardo, dos antiguos monjes de la Orden de Santa Ceclina reciben la misión, junto a Yebra, una joven que ya ha visitado ese mundo y ha vuelto cambiada por él, de cerrar la puerta, de volver con el libro “Puerta Coeli” para que nadie más pueda traspasarlo y, sin embargo, todo será muy distinto a como pretendía el prior de Santa Ceclina.
Santa Ceclina era un centro de estudio, de investigación y también de formación militar. Un centro que, con el tiempo, empezó a caer mal entre los señores feudales y comenzó a sufrir el acoso de uno de ellos, Arnau. Lo mismo le pasó al convento femenino, Las Inviernas. En este orden acaso podemos ver un trasunto de los templarios, aunque la imaginación supera la realidad.
Bernardo y Yebra han ido a ese otro mundo y han regresado de él muy cambiados. Lo que se encuentran es muy distinto a lo que dejaron y de alguna manera, gracias a esa experiencia, emprenden otra vida, ellos y los monjes y monjas que han sobrevivido al sitio de Arnau; aunque eso debe descubrirlo el lector.
Sea como sea, Nuño es el juglar que recoge estas aventuras y que siembra el ansía de conocimiento entre sus oyentes, los más jóvenes siempre. Nuño es el encargado de encontrar habitantes para ese otro mundo.
“La Orden de Santa Ceclina” es una novela llena de sugerencias en donde el narrador deja paso a menudo a sus personajes quienes, mediante los diálogos, se dan a conocer al lector. Amor, magia, misterio, ideas preconcebidas que se vienen abajo, respeto hacia lo distinto y mucha mucha fantasía son ingredientes básicos de esta primera entrega de “Puerta Coeli”.
Susana Vallejo nos ofrece una nueva forma de ver el mundo en donde nosotros podemos labrar nuestro propio destino. Es respetuosa con el hecho histórico, aunque, por supuesto, se deja llevar por las intuiciones y la fascinación que despierta en ella, y en sus personajes, la posibilidad de que nuestro mundo no sea ni el único ni el menor.
Uno de sus aciertos es empezar la tetralogía en la Edad Media, una época aparentemente oscura que demuestra no serlo tanto gracias a hombres de la talla de Bernardo y a mujeres como Yebra que osaron plantarle cara al destino y ser como ellos quisieron, no de otro modo.
El lector disfrutará sin duda con este volumen y con las descripciones que Susana Vallejo nos ofrece de ese otro mundo, de su fauna, su flora y su especial devenir temporal.