Anabel Sáiz Ripoll
EN CASA DE… María García Esperón
Hoy día 15 de octubre, la festividad de Santa Teresa, la santa escritora y andariega, estamos en casa de otra mujer escritora, la mexicana María García Esperón. María vive en Tequisquiapan, en un poblado apacible, que no tiene ni semáforos. Su casa se halla cerca del río San Juan, en un locus amoenus perpetuo, aunque, según ella misma nos comenta, no es tanta la alegoría ya porque la contaminación ocasionada por las fábricas de papel hacen que el río no sea tan hermoso como debiera. Acaso por eso, a María, que tanto ama los libros, le da pena que se gaste tanto papel, de ahí que sea una animadora de Internet (prueba de ello son los blogs que alienta) y de otros sistemas de impresión, como el formato pdf. Hay pocas cosas en su casa, pero todas son esenciales. Nos encontramos en una habitación sobria, limpia. Un cartel para la presentación Querida Alejandría en la cadena mexicana de librerías Porrúa preside la estancia. En esta habitación, además, María ejerce una de sus actividades primordiales: el baile y, ocasionalmente, da alguna clase particulares de baile flamenco, “solamente a personas que se interesen mucho”, añade.
“No tengo muchos libros míos en mi casa, -nos sigue contando- es más, ahora mismo no tengo más que un ejemplar de El Duende No, porque lo estuvieron leyendo niños de toda la República Mexicana a través del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), una actividad simplemente maravillosa, pues durante dos semanas no dejé de recibir cuentos, chistes, colaboraciones periodísticas y hermosos dibujos de los niños, enviados por internet y canalizados a través de mi blog El Duende No. Ahora puedo decir que el más popular de mis personajes es este duendecito, que fue un regalo de mi sobrina Sol, cuando tenía siete años: lo obtuve directamente de su mundo infantil y de su mirada hechizada de niña”.
Hay un autor por el que María siente especial predilección y cuya influencia podemos rastrear en la obra de María: Jorge Luis Borges. Ella misma nos lleva a “su rincón” y, sonriente, explica que: “ Mis libros no los tengo, pero los de Borges, ¡todos! No me gusta leer biografías ni estudios sobre su literatura y mucho menos sobre su vida . Me gusta ir directamente a sus textos y en particular este libro de su poesía completa me encanta, porque los editores tuvieron a bien poner su rostro, que me es muy querido. Y si te fijas bien, junto al libro de Borges hay un cristal violeta que me regaló una lectora de Querida Alejandría, y que yo considero mi aleph particular (por eso está junto a Borges). Por la ventana de atrás se filtra la luz y ejecuta sobre mi aleph toda una sinfonía de reflejos, muy inspiradores por cierto”.
En cuanto a sus proyectos literarios, de los que hablamos largo y tendido en esta entrevista concedida a Pizca de Papel, comenta: “Estoy velando las armas por la aparición en primavera 2009 de mi novela “Copo de Algodón”, sobre Tecuixpo, la hija de Moctezuma. Me da mucha emoción porque es un personaje poco conocido por los jóvenes de México, a pesar de su importancia. Y por la hermosa relación que tengo con la editora, Ana Laura Delgado, directora de Ediciones El Naranjo , con quien comparto la emoción por este personaje y un amor por las tradiciones, historia y cultura de México. También está a punto de aparecer en Colombia mi novela o más bien dicho, noveleta, Berenice la Sirena a la que defino como una “fantasía barroca para niños”. Me ha divertido mucho escribirla, imaginar a una niña española desembarcada en pleno siglo XVII mexicano, en medio de la exuberante vegetación veracruzana y haciéndose amiga de una niña indígena que se llama Elotito y de un niño afroamericano, muy sabio, que se llama Nicolás. La sirena Berenice se le aparece en su plato de sopa y es terrible… ¡una desvergonzada! que no deja de meterlos en problemas. Se llama Berenice, que significa “portadora de la Victoria, en griego”. Ella no es griega, sino veracruzana. Estoy muy satisfecha con este libro: todo un cuadro de encuentro hispanoamericano narrado con una prosa muy viva y a ratos teatral”.
Cuando le preguntamos, ya casi para despedirnos, acerca de la opinión que le merece “Pizca de Papel” afirma categórica: “Te cuento Anabel que soy una gran entusiasta de las reseñas de Pizca de Papel y que estoy convencida que este tipo de trabajos, publicados en internet son incomparablemente más efectivos que las reseñas en medios impresos. En primer lugar, porque en este tipo de publicaciones impresas el espacio que se le concede a los libros es mínimo. Quienes hacen las reseñas por lo general no tienen idea ni de literatura infantil y juvenil ni de literatura. Las revistas especializadas tienen una periodicidad demasiado espaciada y no pueden cubrir el bullente mundo de la LIJ. Con el inmenso agravante de que algunas no están disponibles en internet. ¡En pleno siglo XXI!Yo estoy en contacto vía Internet con muchos niños, con muchos chicos y chicas, con muchos maestros. Tengo algunas reseñas de otros autores de LIJ en mi blog. ¡Son muy consultadas! Las mías también lo son. No estoy hablando del “mundo fan”, sino de estudiantes que buscan enriquecer el trabajo escolar sobre la lectura que han hecho de alguno de estos libros. Y muchos de ellos presentan proyectos interactivos. Mi sueño a corto plazo es que tengan disponibles pequeños videos con opiniones de los autores o con un pequeño fragmento de la obra leído por el autor y que lo incluyan en sus presentaciones, que los maestros abandonen el esquema de lectura-resumen y busquen caminos más creativos para hacer de la lectura una experiencia placentera e inolvidable. Así que el futuro de la LIJ y su buena salud están en Internet. También la salvaguarda de muchos árboles, de muchos ríos, de muchos manantiales. Y uno de los rostros tempranos de ese futuro es, no me cabe la menor duda, Pizca de Papel.”
Agradecemos, pues, a María García Esperón que nos haya recibido y, con ella, miramos a través de la ventana de la habitación en la que hemos realizado la entrevista y no podemos menos que afirmar, como la propia escritora que “Es una gloria ver amanecer por esa ventana. Me entero de primera mano cómo está el cielo. Y el cielo queretano es famoso en el mundo por la calidad de sus rosas, de sus azules, de sus nubes que parecen estar tan bajas que las puedes tocar. En el horizonte se recorta la sierra y puedo escuchar los ruidos de la naturaleza. Este octubre en Querétaro parece abril. Las lluvias, por desgracia para los agricultores fueron muy escasas, dan ganas de llevar al río un vaso de agua…”