Daily Archives: 16 setembre 2009

La página escrita

lapaginaescrita1
LA PÁGINA ESCRITA,
DE Jordi Sierra i Fabra, SM, 2006.

Anabel Sáiz Ripoll

“La página escrita” se inicia con unas aseveraciones rotundas. Jordi Sierra i Fabbra asegura que “No hay un método para escribir” y añade: “No existe un manual”. No obstante, sí es capaz de escribir cómo escribe él, de qué manera organiza sus materiales, cómo crea las secuencias, las historias, los personajes…; en definitiva, sus propios recursos de escritor, su experiencia a la hora de crear una historia y su, por qué no, instinto e intuición. Estos ingredientes, y toda la fuerza de un hombre apasionado por su trabajo, son los que encontraremos en “La página escrita”.
Sierra i Fabra no da la fórmula para la novela perfecta, porque no existe, no quiere hacer clones, antes al contrario, huye de los estereotipos y de las fórmulas manidas, por eso “La página escrita” no es un manual académico, y sin embargo su utilidad es superior nos atrevemos a decir porque está escrito desde la experiencia, desde la ilusión y con la fuerza y energía que siempre derrocha este escritor camaleónico y visceral.
“La página escrita” se divide en 9 capítulos y, fiel al estilo del autor, cada capítulo está subdivido en otros apartados breves que es donde Sierra i Fabra desarrolla sus propias técnicas, inspiradas en la libertad y el respeto, porque él no quiere imponer nada a nadie, solo muestra cómo escribe y por qué lo hace así. De esta manera, ejemplifica sus técnicas narrativas con fragmentos de sus novelas y hace, así, un ejercicio importante de autoanálisis.
En cada uno de los apartados, Jordi Sierra i Fabra hace preguntas y las responde, se pone en la piel de los jóvenes narradores que es a quienes, en definitiva, va dirigido el libro, aunque nos puede interesar a todos los que amamos la palabra escrita y queremos mejorar nuestras habilidades.
Sierra i Fabra, fiel a su estilo rápido, de párrafos breves e impactantes, va desglosando aspectos como los géneros literarios, los personajes, el guión, la narración, el diálogo y va demostrando que es un escritor que cuida mucho sus novelas, aunque a menudo se le critique por su rapidez a la hora de escribir. Este libro demuestra que sus proyectos nunca surgen de la nada, sino que se crean a partir de un buen guión y una buena reflexión previa.
Son interesantes las pequeñas frases entresacadas del texto que aparecen resaltadas en gris y que resumen lo que se está diciendo a cada momento, así: “El arte de contar historias es la suma de muchos factores” o “Un buen guión te asegura en un gran tanto por ciento una buena novela”. Tampoco son infrecuentes los decálogos a los que Sierra i Fabra es aficionado.
En suma, un libro práctico, lleno de vida y de garra, también de ironía y de honestidad, que puede ayudarnos a escribir mejor, aunque, como dice el propio escritor al final, lleno de ironía: “Por lo tanto, el último consejo es: no hagas caso de nada de lo que te he dicho y móntate tu propia película. Sé feliz”.
“La página escrita” se lee de manera rápida y con mucho interés, puesto que Sierra i Fabra se dirige continuamente a un tú, al propio lector, y lo implica en la lectura como si de una novela de suspense se tratase.

CAMINOS Y CANTARES

caminosycantares1
CAMINOS Y CANTARES,
ANTONIO MACHADO Y MANUEL MACHADO.
SELECCIÓN ANTONIO RODRÍGUEZ ALMODÓVAR,
EDELVIVES, 2009

Anabel Sáiz Ripoll

El libro que estamos reseñando es un volumen de gran calidad, tanto por el contenido como por la forma. Se trata de una pequeña joya, encuadernada con tapas duras, e ilustrada por Patricia Metola con unos trabajos hermosísimos que dignifican la palabra de los hermanos Machado al tiempo que enriquecen su mensaje gracias a la finura y a la sutileza de sus creaciones.
Antonio Rodríguez Almodóvar ha unido en el libro a los dos hermanos Machado, Manuel y Antonio, como lo estuvieron en vida, ya que ambos fueron inseparables y se educaron siguiendo una misma línea de pensamiento, la propia de la Institución Libre de Enseñanza. No obstante, ambos sufrieron peripecias vitales distintas. Cuando estalló la guerra, Manuel optó por permanecer en Sevilla y Manuel siguió el itinerario de la República, por lo tanto, el exilio y una serie de penurias que ya todos los que gustan de su poesía las saben. La historia ha sido injusta con Manuel y lo relegó a un segundo término, aunque sus poemas son de gran calidad literaria y su pensamiento también es digno de tenerse en cuenta. No hay por qué comparar a los dos hermanos, sino darles a cada uno su relevancia.
En el libro, Antonio Rodríguez Almodóvar escoge una serie de poemas populares, de tema tradicional en su mayoría o cercano, que tratan de recoger el sentir de la tierra andaluza, pero muestra cómo Antonio y Manuel a veces tratando el mismo tema lo hacen de manera distinta. Antonio mira más hacia dentro, en un modernismo sobrio y contenido, mientras que Manuel es más vistoso, sigue más de cerca la estela rubeniana y da más color y más alegría a sus poemas, aunque quizá Antonio sea el más profundo.
Merece la pena revisar a los clásicos y releerlos y darles nuevo brillo y nueva luz para que los jóvenes se acerquen sin prevención a la poesía, sin pensar que se trata de textos polvorientos y anquilosados que nada dicen. No hace mucho, con una alumna leí unos poema de Manuel Machado, de este mismo libro, los que dedica a la pintura y me confesó que le habían impactado sus imágenes y que le gustaría leer más. Eso es lo que pretende Antonio Rodríguez Almodóvar y lo va a conseguir.
“Caminos y cantares”, como el buen vino, contiene una serie de poemas reposados y meditados que darán al lector joven la idea de que lo añejo no tiene por qué estar anticuado y que, en definitiva, desde que el mundo es mundo, las aspiraciones de los seres humanos han sido siempre las mismas, y eso bien los saben los poetas. Los saben Don Antonio y don Manuel.