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El caballero del jubón amarillo

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El caballero del jubón amarillo,
de Arturo Pérez-Reverte
(Madrid, Alfaguara, 2003)

Anabel Sáiz Ripoll

Con este título, llegamos a la quinta entrega de las aventuras de Capitán Alatriste, que se iniciaron en 1996 y que están formadas por El Capitán Alatriste, Limpieza de sangre, El sol de Breda, El oro del rey y la que hoy reseñamos.
Iñigo Balboa, el joven escudero o acompañante del capitán en los relatos, recuerda en sus años ancianos todas las aventuras que vivió al lado de Alatriste, que era un hombre de honor, valiente, piadoso a su manera, honesto según su propio código, amigo de sus amigos, de talante especial, en suma. Iñigo asistió, y es muy consciente de ello cuando lo narra, al final de una época de grandeza, asistió a la caída del gran gigante con pies de barro que entonces, ya con Felipe IV, empezó a ser España y nos lo cuenta con nostalgia, con un punto de pena, con melancolía también, pero con orgullo de haber estado en ese momento al servicio de alguien tan especial como el capitán Alatriste.
En El caballero del jubón amarillo, nuestro capitán, esta vez, se las tiene que ver con un rival de altura, de tanta altura como el propio rey Felipe IV, quien se ha encaprichado de la misma mujer que Alatriste. Bien, Pérez Reverte no hurta al lector algunos secretos de alcoba, mal guardados como se ve, entre el rey y la reina, quien hubo de aguantar toda clase de engaños sin merecerlos.
La novela interesa mucho, aparte de por su hilo argumental, porque nos sitúa de lleno ante el espectáculo popular más querido por las gentes de entonces: el teatro. Antes nosotros surge un teatro vivo, rebosante de color, con todos los matices que nos lleva de lleno a cualquier corral de comedias de los que hubiese entonces por Madrid. Justamente el propio capitán era aficionadísimo al teatro.
Al lado del capitán sigue, otra vez, don Francisco de Quevedo, con toda su carga de ironía y de humanidad, y también se añade, esta vez, a María de Castro, una actriz bellísima y a su marido, que conocía y aceptaba las infidelidades de su mujer. No falta, por supuesto, el enemigo del capitán, Gualterio Malatesta quien aquí está al punto de acabar con Alatriste y al que dejamos bastante malparado. No falta tampoco la pérfida Angélica Alquézar con quien Iñigo vive su primera aventura sentimental, que le deja honda huella.
La novela se lee con creciente interés y está llena de referencias literarias a Quevedo, sobre todo, aunque sin olvidar a Góngora, Tirso de Molina, Lope de Vega (un hijo suyo juega un papel importante en la trama) y Calderón de la Barca.
En suma, Pérez Reverte con su pluma ágil y afilada, con una prosa de periodo amplio y muy vivaz, sigue retratando con veracidad, con autenticidad y con total maestría un momento del Madrid de los Austrias que esta vez se trasladan a El Escorial; del Madrid de capa y espada, del de los duelos, del de las romerías cerca del río, del de los paseos por el Prado, del de los que nada hacían y querían aparentar, del lujo y la pobreza de sus habitantes.
La serie protagonizada por el Capitán Alatriste es fundamental, por la plasticidad, por el dominio del relato, por las descripciones, para conocer un momento básico de nuestra historia, acaso el más importante, el S. XVII, el Barroco, magnífico en cultura, desolador en política. Las dos caras mismas del Barroco, el claroscuro; por un lado la más espectacular de las bellezas, por el otro la más terrible de las fealdades. Y es el propio narrador, Iñigo, quien, cargado de experiencia, reflexiona sobre todo esto, sobre las glorias y las vanidades humanas.

Wendy ataca

wendy-atacaWENDY ATACA,
Andreu Martín, Algar, 2009 (Algar Joven)

Anabel Sáiz Ripoll

“Wendy ataca” es una nueva aventura protagonizada por la joven mosso d`esquadra a quien conocimos en su primera entrega, “La noche que Wendy aprendió a volar”. Wendy es una joven de no más de 24 años que tiene sus miedos y sus dudas, que no es una policía de película y que, sin embargo, ya sea por intuición, por tozudería o por casualidad, Wendy acaba tirando del hilo que le lleva a la resolución de los casos en los que participa. No obstante, como lo hace de manera poco ortodoxa, sin prestar atención a las normas, sus superiores no la felicitan, sino que la regañan por exponerse tanto, por no pensar mejor las cosas. Wendy, por lo tanto, es una joven como todas las demás, aunque ella se dedica a una profesión, hasta no hace mucho tiempo, considerada solo de hombres.
En “Wendy ataca”, nos encontramos a Wendy en compañía de Roger, con el que tiene una extraña relación, una especie de tira y afloja. Ambos patrullan por la ciudad y resuelven distintos altercados. Es de noche y las patrullas son de 12 horas. En un momento han de acudir a una discoteca en donde se está librando una batalla campal entre hispanoamericanos y autóctonos. Es tanto el atropello, que un joven hispano resulta muerto por arma blanca y aquí empieza el caso de Wendy que la llevará a averiguar quién está detrás de esa muerte y a involucrarse de manera directa en su resolución; tanto que, su vida también llega a correr peligro.
Conectando con la anterior entrega, de nuevo la niña Mon protagoniza parte del relato y ayuda a Wendy de manera directa.
Andreu Martín escribe un texto que dura prácticamente lo mismo que su lectura, por lo tanto se ajusta muy bien el ritmo narrativo al cronológico. Por otra parte, “Wendy ataca” responde al género de novela negra que tanto gusta al autor y tan bien domina. No faltan notas de ironía en el relato, ni diálogos chispeantes y fluidos. Distintos y dispares son los personajes que pululan por las páginas de la novela y para todos Andreu Martín tiene la descripción más certera y el retrato más preciso, no exento de crítica social.
“Wendy ataca” alude también a distintos temas que tienen que ver con la vida nocturna y los oscuros de una gran ciudad: forofos del fútbol, bandas organizadas, vagabundos, malos tratos, robos… Todo ello contado de manera directa, sin aspavientos, muy cercana al lector porque Wendy, insistimos, no es una superheroína, es una chica de barrio que aspira a ser buena en su oficio, que tiene sus debilidades y sus afectos, que le gustaría mayor reconocimiento de sus padres y que, en fin, es humana. Ésa es la característica que la hace entrañable y cercana.

Sangre de tinta

sangre-de-tintaSangre de tinta
Cornelia Funke, Ediciones Siruela, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Sangre de tinta” es la segunda parte, como sabemos, de “Corazón de tinta”. Si entonces vimos a los personajes del mundo inventado por Fenoglio habían cobrado vida gracias a la lectura de Mo, Lengua de Brujo, y habían ocasionado más de un problema en nuestro mundo real (Capricornio y sus secuaces); en esta ocasión vemos que hay tres líneas narrativas que, en algún momento, confluyen, algunas de ellas, al menos:
1. Orfeo es tan buen lector como Mo y consigue que Dedo Polvoriento vuelva a su país. Farid tiene tantas ganas de ir con él y convence a Meggie para que lea el texto de Orfeo y puedan ir los dos. Meggie, imbuida por las explicaciones que la ha dado su madre del país de Umbra, siente ganas de conocerlo y lee el texto. Farid y Meggie, pues, con Dedo Polvoriento llegan a Umbra, al país del Príncipe Orondo. Ésta sería una línea narrativa.
2. Elionor, Mo y Resa permanecen en este mundo, aunque por poco tiempo, ya que llega Basta, Mortola y Orfeo y todo se complica. Orfeo vuelve a leer y todos son trasportados al país de Tinta, aunque no Elionor ni Darius, que son hechos prisioneros, en su propia casa, por Orfeo y su ayudante. Esto ocurre en el mundo real.
3. En Umbra nos encontramos a Fenoglio que ha hecho fortuna como escritor de romances y poemas y que ha inventado a un personaje, el Arrendajo, a imagen y se semejanza de Mo. Eso causa problemas a Mo, que aparte de morir casi por un disparo de Mortola, es hecho prisionero por Cabeza de Víbora.
En un momento las líneas narrativas se mezclan, por un lado, cuando Dedo Polvoriento, que se encuentra con su mujer, la juglaresa Roxane, sabe que Farid ha vuelto. También encontramos que Fenoglio localiza a Meggie y a Farid. Y, por último, confluyen todas las líneas, cuando Mo, Resa y Meggie son hechos prisioneros y Farid y Dedo Polvoriento acuden en su ayuda.
Bien, mucho se podría escribir sobre el argumento, que es mucho más intenso que en la primera parte, al menos en lo que a personajes se refiere y a la cantidad de aventuras que se viven. Quisiéremos hacer hincapié en la figura del escritor que, poco a poco, va influyendo en los hechos (logra de alguien parecido a Cósimo, que ha muerto, vuelva, con lo que aún se complican más los hechos; logra que Mo no muera y trata de influir en el final). No obstante, en esa historia todo el mundo interviene, para desesperación de Fenoglio que ve que sus personajes se revelan y piensa que es mejor que ya no escriba más. No obstante, ha de hacerlo y, como no se siente capaz, hacen que Orfeo aparezca en el país de Tinta para que se convierta en una especie de discípulo del escritor y logre salvar a Dedo Polvoriento de las Damas Blancas.
“Sangre de tinta” es una novela que mantiene un ritmo intenso desde que los personajes principales aparecen en Tinta, logra que el lector siga interesado los acontecimientos y viva la continua evolución de los personajes (Meggie y Farid, por ejemplo se enamoran…).
Cabe señalar, de nuevo, la riqueza de los textos que sirven de pórtico a cada uno de los capítulos y la excelente labor de los traductores que han vertido el texto al castellano y al catalán, que es la edición que hemos manejado nosotros.
“Sangre de tinta” complica aún más las relaciones entre el mundo real y el imaginario, deja a Elionor fuera, ansiando entrar también en Tinta, y permite que Resa, Mo y Meggie vivan unas vidas que no eran las que tenían destinadas y que, sin embargo, los van a enriquecer personalmente y van a hacer que culminen en la tercera entrega, que comentaremos en otro momento.
Literatura, vida, imaginación, destino, fantasía, violencia, crueldad, amistad, amor… son algunos de los ingredientes que encontramos en este friso que nos ofrece Cornelia Funke que trata de describir un mundo cercano a la Edad Media, pero con muchos elementos fantásticos. Umbra y el reino de Cabeza de Víbora están tan cerca que no sabemos cuál de los dos permanecerá. Y, en medio, nuestros personajes del mundo real y alguno que ya no sabemos si es real o es de papel, como Farid, que procede de “Las mil y una noches” y Dedo Polvoriento que, en esta segunda entrega, ha crecido como personaje.
Es, insistimos, una lectura muy recomendable para todos aquellos lectores que disfruten con historias llenas de fantasía y que piensen que, a veces, la separación entre literatura y realidad es tan tenue como una voz o una palabra pronunciada en el momento oportuno. “Sangre de tinta” es un gran homenaje a la literatura, en mayúsculas, oral y escrita.

Grimpow

grimpowGRIMPOW,
DE RAFAEL ÁBALOS, Barcelona, Mondadori, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Grimpow”, desde su publicación, sigue ganando lectores y reconocimientos. En más de 500 páginas, de lectura emocionante y rápida, Rafael Ábalos nos ofrece la transformación de un joven, Grimpow, quien, por un azar o por un capricho del destino, se convierte en el poseedor de uno de los secretos más importantes de la Edad Media: la piedra filosofal. Podríamos decir que todas las aventuras y peripecias que vive Grimpow hasta lograr el secreto de la sabiduría forman parte de un viaje iniciático que hacen que este chico, al final de la novela, ya no sea le mismo mozalbete despreocupado, carne de cañón, incluso, que era al principio de la novela, sino un joven sabio y maduro.
En el invierno del año 1313, este joven encuentra el cadáver de un hombre en Úllpens, donde vive. Corre a decírselo a uno de sus amigos, Dúrlib, un pícaro ladrón de características muy particulares y, juntos, descubren que el cadáver del caballero desaparece como por arte de magia, no sin antes dejarles un extraño mensaje y la piedra que, como dijimos antes, cambiará la vida del muchacho.
Grimpow y Durlib acuden a la abadía cercana de Brínkdum y allí son acogidos por los monjes, aunque pronto cambiará su suerte ya que un inquisidor anda siguiendo los pasos del extraño caballero desaparecido. Grimpow descubre la sabiduría y todo lo que ella puede ofrecer gracias al monje bibliotecario y a otro hermano, muy enfermo y ciego, aunque es quien da en el clavo acerca del misterio de la piedra. Acaba cambiando su vida al hacerse escudero del caballero Salietti. Juntos participarán en unas justas y juntos lucharán a favor de la razón y en contra de la barbarie.
El misterio de los caballeros templarios es la clave de la novela. El misterio que estos caballeros custodiaron hasta Europa, sin saber muy bien qué era, y el misterio que guardaron los integrantes de una sociedad secreta, Ouróboros, cuya insignia es la serpiente que se muerde la cola y que ilustra la portada del libro. La base histórica es el juicio de los templarios y la maldición que el último maestre, Jacques de Molay, lanzó contra quienes los juzgaron, el rey de Francia y el Papa, ambos murieron, por cierto, de manera súbita.
Grimpow, Salietti y la hermosa Weinell viven la aventura de su vida, al ponerse al lado de los que defienden los Castillos del Círculo de Piedra y al tratar de descubrir qué se escondía detrás de un misterioso manuscrito firmado por un tal Aidor Bílbicum. Por fin, Grimpow consigue “sembrar la semilla y ver crecer la flor”, aunque ahí no acaba su historia, sino que empieza de verdad porque sus ansias de saber no van a tener fin. Como le dice Salietti, “Ahora ese universo de sabiduría está en tu mano”.
La novela se ambienta en el S. XIV, como hemos dicho, en las postrimerías de la Edad Media y muestra, con gran riqueza, cómo sería ese tiempo. La vida de los monjes, los secretos guardados en sus dependencias; el terror que sembraba la Inquisición; los misterios en torno al Temple; el Trivium y el Quadrivium; el ansía de inmortalidad que siempre se ha tenido y la búsqueda de la piedra filosofal; las Cruzadas y sus secuelas; las epidemias; los trovadores; las brujas; la construcción de las Catedrales y sus maestros; los gremios; la vida en los castillos; la magia de las constelaciones; las guerras… y un sinfín de elementos más que hacen de “Grimpow” una novela fascinante y llena de registros. Es, como dijimos, un viaje iniciático, pero también es una novela de amor, de amistad; una novela que habla del ansía de saber y mucho más. Los enigmas que resuelven los protagonistas están muy bien presentados y marcan el punto de intriga de la novela que se desarrolla entre Úllpens, Estrasburgo, París y Chartres.
En suma, “Grimpow” es una novela ambiciosa, amplia y llena de secretos que gustará a todos los lectores porque contienen todos los ingredientes para lograrlo en su justa medida.

LA MALDICIÓN DE ODI (La guerra de las brujas, III)

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LA MALDICIÓN DE ODI,
DE MAITE CARRANZA, EDEBÉ, 2007

Anabel Sáiz Ripoll

Con “La maldición de Odi” llegamos al final de la esperada “La guerra de las brujas”, de Maite Carranza. El lector, con el corazón encogido y tomando el aliento a cada paso, ve como todo se va reorganizando para llevarnos a la eclosión final, al gran momento.
La novela se divide en tres partes, los sentimientos, los errores y la guerra, organizados en 30 capítulos. Cada una de las partes viene presidida por un fragmento de alguna profecía o tratado que se van cumpliendo inexorablemente. Las brujas Omar que siempre se han escondido y que usaban su magia para buenos fines se ven desbordadas ante el empuje de Anaíd quien, sin quererlo, va cumpliendo cada uno de los presagios funestos que sobre ella se habían tejido. Hay que hablar de algunos objetos mágicos que acompañan a estas brujas como su característico cuchillo, el atame o también de los clanes en los que se organizan. Todos estos clanes con sus matriarcas a la cabeza reprueban la actitud de Anaíd, quien acaba desechando los consejos de su madre por el amor que siente hacia Roc, un amigo suyo de la infancia y por la conmoción que vive al conocer a su padre, el apuesto Gunnar quien ha renunciado a la inmortalidad.
Anaíd se alía son su abuela Odish en la que cree encontrar ternura y afecto, pero incumple todas las normas de las Omar. Acaba viajando al pasado y destruye a la maléfica Condesa (inspirada en un personaje real), pero bebe de la copa llena con sangre humana y eso la hace inmortal y, por lo tanto Odish. Todas se alejan de ella, excepto la pequeña Dácil, la Om guanche que ha ido a la península para indicarle el camino hacia el mundo de Om, el mundo de los muertos por el que Anaíd ha de pasar si quiere destruir a su otra gran enemiga, Balaat.
“La maldición de Odi” se cumple, pero también la profecía porque, al lado de los errores, de las ansías de poder, aparece la energía de una madre, Selene, harta ya de la pasividad de las Omar, el amor de un muchacho, Roc y el afecto de dos amigas, Dácil y Clodia. El amor es el antídoto más poderos contra el mal.
Maite Carranza se traslada a México para acabar, al lado de las brujas Om mexicanas, su trilogía con una guerra que, por siempre, pondrá paz entre las Om hará recular a las Odish.
“La maldición Odi” es el libro más mágico de toda la trilogía, está lleno de elementos maravillosos y sobrecogedores como es el camino que nos lleva hacia el mundo de los muertos y que Anaíd recorre.
Maite Carranza se ha documentado muy bien para escribir estos libros protagonizados por mujeres que conectan, íntimamente, con los misterios de la tierra, con la creación y con la vida. Son, insistimos, tres novelas llenas de aventura, de elementos reales que se van uniendo a otros imaginarios o inspirados en leyendas o en creencias que Maite Carranza, como antropóloga, conoce muy bien.
Las brujas de Maite Carranza no tienen nada que ver con Harry Potter, situado en otras latitudes, y sí con la cultura mediterránea y esas primeras religiosas que adoraban a la madre como símbolo de prosperidad.

El desierto de hielo (La guerra de las brujas, II)

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EL DESIERTO DE HIELO,
DE MAITE CARRANZA, EDEBÉ, 2006

Anabel Sáiz Ripoll

“El desierto del hielo” es la segunda parte de la trilogía de “La guerra de las brujas”, de Maite Carranza, cuya primera parte, “El Clan de la loba” reseñamos en su momento en este mismo blog.
Habíamos dejado a Aníd llena de dudas y de zozobras acerca de las intenciones de su madre, Selene, quien no buscaba otra cosa que protegerla de la Profecía que la señalaba como la verdadera elegida. Selene había intentado suplantarla, pero ya no puede hacerlo porque la verdad es más evidente que los engaños.
En “El desierto del hielo”, Selene se sincera con su hija en una larga conversación, salpicada de contratiempos, y la pone en antecedentes de su propia historia. Anaíd descubre su pasado y su presente, pero no sabe muy bien qué hacer porque en realidad sólo tiene 15 años, es una adolescente inexperta, sólo quiere que la amen y no entiende muchas de las cosas que se vaticinan sobre ella. Ése es otro acierto de Maite Carranza quien va barajando continuamente aspectos mágicos o maravillosos con otros normales para facilitar que el lector se introduzca en la historia.
Las Omar esperan de Anaíd acabe con las Odish porque es la elegida, pero no es tan fácil y, con Selene, emprenden una huida para tratar de reorientar su destino. Es en ese viaje disparatado cuando Anaíd descubre quién es.
Selene, la bruja rebelde y emotiva, vivió una juventud difícil, puesto que estaba harta de estar sujeta a los dictámenes de la matriarca del Clan de las Lobas, Deméter, e hizo todo lo posible por romper con las reglas, aunque jugó con fuego y se quemó. Osó e invocar a la sanguinaria Balaat y ése fue su error gravísimo.
Selene se enamoró de Gunnar, cuya verdadera personalidad no descubrimos hasta el final del relato, aunque anticipamos que es un hombre del Norte, de los fríos, acostumbrado a la aventura. Con él, Selene viajará hacia el Polo Norte y vivirá una aventura escalofriante, ayudada por la Osa. En esos momentos nacerá Anaíd, hija del frío y de la nieve. Anaíd cuyo verdadero nombre es Diana, aunque su madre se lo disfrazó para que nadie la descubriera, ya que, desde el principio, supo que era la elegida. Ella y la Omar inuit quien la vinculó con la que luego será s hermana de leche, Sarmik.
“El desierto del hielo” de alguna manera reconcilia a Anaíd con su madre y le hace entender algunas verdades que ella ignoraba, aunque la pone en una situación muy difícil: ella es la elegida y se encuentra entre dos grandes damas, contrarias, una Om, su abuela fallecida, y una Odish, la dama del hielo, la madre de Gunnar, la terrible Odish inmortal de gran belleza quien reclama, una y otra vez, a la elegida. Ella y Balaat la sanguinaria, de quienes huyen y la propia Condesa, otra Odish que ya apareció en la primera parte de la Trilogía y que volverá a adquirir protagonismo más adelante.
La novela, dividida en 17 capítulos, es una larga aventura que nos lleva de Barcelona al Polo Norte y a escenarios imaginarios y que nos permite entender un poco más la gran guerra que se avecina. Los diálogos son vivaces y las descripciones están llenas de belleza.

El clan de la loba (La guerra de las brujas, 1)

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EL CLAN DE LA LOBA,
DE MAITE CARRANZA, EDEBÉ, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

El libro que hoy reseñamos se inicia con esta inquietante profecía, la “Profecía de O”:
“Y un día llegará la elegida, descendiente de Om.

Tendrá fuego en el cabello,
alas y escamas en la piel,
un aullido en la garganta
y la muerte en la retina.

Cabalgará el sol
y blandirá la luna”

Maite Carranza (Barcelona, 1958) acude a sus conocimientos en Antropología para organizar el primer libro que forma la trilogía de “La guerra de las brujas”. “El clan de la loba” nos sitúa frente al punto de partida y nos desgrana, poco a poco, las sombras y los claros de un grupo de mujeres que son brujas, aunque no unas brujas cualquiera, sino personas normales, que tienen su vida, sus hijos, su formación, pero que se deben a su clan, que se deben a sus matriarcas y tienen el poder de la magia en sus manos. Maite Carranza nos habla de dos bandos enfrentados, las brujas Omar que son, por así decirlo, las normales, las comadronas, las que creen en el poder de la vida y en la tierra y las brujas Odish que responden más al prototipo de bruja sanguinaria que conocemos por los cuentos, aunque son hermosas, pero también malvadas e inmortales. Todas esperan la llegada de la elegida y todas quieren tener el poder del cetro, aunque no todas pretenden utilizarlo del mismo modo.
En un pueblo apartado del Pirineo, una niña de 14 años, Anaíd, ha vivido la experiencia brutal de la muerte de su abuela, Deméter, y la desaparición de su madre, Selene y todo en un espacio muy corto de tiempo. Anaíd es una niña escuchimizada, poco popular, con muchos complejos y terriblemente desvalida; pero, poco a poco, va a ir penetrando en los secretos de su familia para descubrir que no es una niña normal, sino una bruja Om, del Clan de la Loba, de ahí el título del relato.
El lector, al principio, andará un tanto desorientado porque son muchos los personajes y la novela empieza in media res, pero se irá ubicando a medida que transcurra la acción. El hilo argumental se centra en los descubrimientos de Anaíd y en el presumible abandono de Selene, su madre, su excéntrica madre.
No obstante, nada en la vida de Anaíd es lo que parece y ha de enfrentarse a terribles verdades que la conmocionarán y, pese a todo, seguirá siendo una chica insegura, una adolescente y ese es uno de los méritos de la novela: las brujas son extraordinarias, sí, pero revestidas de total normalidad.
La novela se divide en 23 capítulos que se van entreverando de textos sagrados para los Om extraídos de distintas profecías o tratados. Todo añade magia y elementos maravillosos al relato, aunque sin perder de vista la situación geográfica ni, como decíamos antes, la normalidad.

MEMORIAS DEL IDHÚN, III. PANTEÓN

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MEMORIAS DEL IDHÚN, III. PANTEÓN,
Laura Gallego, SM, 2006

Anabel Sáiz Ripoll

Con “Memorias del Idhún III. Panteón” se completa la trilogía que ha dedicado Laura Gallego a este mundo fantástico llamado Idhún. Dejamos la segunda parte en un momento muy crucial en la vida de los personajes y lo retomamos en ese mismo punto. Gerde, el hada malvada, la feérica traidora, sirve de receptáculo humano para el Séptimo Dios, el creador de los sheks y de todas las discordias en Idhún.
Mientras, las otros Seis Dioses han intuido o han percibido la presencia de este Séptimo en discordia y deciden darse un paseo por Idhún para localizarlo y aniquilarlo; pero la presencia de un dios como los que describe Gallego no tiene nada que ver con el amor ni la ternura, puesto que son seres que no se apiadan de los mortales y que no dudan en acabar con el mundo que han creado si hace falta porque se saben capaces de crear otro. Los dioses se manifiestan por tierra, mar y aire y van acosando, en distintos flancos, a los idhunitas.
Son distintas las perspectivas que plantea Laura Gallego. Por un lado, la lucha de Gerde por mantenerse a salvo a ella y a los sheks y por permitirles llegar a otro mundo donde no sean perseguidos; aunque, no nos engañemos, Gerde sigue siendo tan hermosa como malvada. No es ella quien tiene que darnos pena, sino otros seres más desvalidos.
Por otro lado, reencontramos a personajes como la semiyan Kimara y los dragones que luchan a contracorriente por un mundo que empieza a desaparecer. No falta Alsan quien ha aprendido a controlar, de una manera siniestra, a la bestia que llevaba dentro y que no descubre sus errores hasta que es demasiado tarde. Y no faltan los otros personajes, la Madre Venerable, Shail, la celeste Zaiusei y otros tantos que forman un entramado tupido y bien cerrado.
En la anterior entrega habíamos dejado a Victoria muy maltrecha; ahora, poco a poco, se recupera y con ella todo el poder del unicornio y toda la capacidad de dar magia. En “Panteón” se cierra la tríada puesto que Victoria ya deja de ser una niña y manifiesta un amor abierto hacia Jack y Kirtash. Victoria tiene lazos con ambos y establece con ellos una relación de amor difícil de entender para los humanos del todo, pero no tan difícil para criaturas que mezclan dos naturalezas distintas; como la sabemos, unicornio, dragón, shek y todos son el último en su especie, lo cual es un reto singular; más si tenemos en cuenta que Victoria, al final de “Panteón” es madre de dos hijos, uno de Jack y otro de Kirtash. La pregunta que podemos hacernos es ¿qué pasará con estas criaturas en el futuro? ¿Volverá Laura Gallego sobre ellas?
En definitiva, Idhún casi es aniquilado por los propios dioses que, en el Oráculo, se manifiestas a voces y no dudan en menospreciar la pequeñez de sus criaturas que son, para ellos, meros juguetes. Cuando termina el libro, se ha restablecido el Panteón de los dioses, el Séptimo aún sigue en discordia, con todas sus contradicciones y el mundo idhunita para la tríada se ha vuelto peligroso. Regresan a la Tierra.
“Panteón” es un libro lleno de descripciones, que se remansa continuamente y que no duda en hacer referencias a los episodios anteriores para centrar al lector. Insistimos, como en otras ocasiones, en que no se trata de un libro de literatura fantástica juvenil, sino de literatura fantástica. Sin más y sin menos.

El enigma maya (Las hijas de las tormentas I)

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EL ENIGMA MAYA (LAS HIJAS DE LAS TORMENTAS),
DE JORDI SIERRA I FABRA, Edebé, Barcelona, 2008.

Anabel Sáiz Ripoll

Lo que en otro escritor sería una historia sin pies ni cabeza, en manos de Jordi Sierra i Fabra se convierte en un relato trepidante que, como suele ocurrirle a este todoterreno de las letras juveniles españolas, se adelanta a los acontecimientos. Esta vez Sierra i Fabra le ha tomado la delantera al mismísimo Spilberg, porque, muchos de los aspectos que el director incluye en la última aventura de Indiana Jones, ya Sierra i Fabra los ha utilizado en “El enigma maya”. Nos referimos a la presencia de unos supuestos extraterrestres que se hallarían detrás de la civilización maya y a otros elementos que coinciden en el libro y en la película; no obstante el escritor va mucho más allá como veremos.
Con un gran dominio del suspense literario y ese estilo tan característico de frases cortas que resumen muy bien el estado de ánimo de los personajes y que nos permiten tomarnos un respiro, “El enigma maya” supone el primer paso del nuevo reto que se ha planteado este camaleón de la escritura. Concretamente es el volumen inicial de la trilogía “Las hijas de las tormentas” que supondrá, sin duda, todo un esfuerzo de recopilación por parte del autor y una serie que, predecimos, dará mucho qué hablar por el contenido, por la escritura y por lo atractivo del planteamiento.
“El enigma maya” se inicia en Barcelona, pero se traslada a México e, incluso, a Colombia. Se desarrolla entre noviembre y diciembre de 2012 y mezcla el relato de suspense, con el conocimiento del mundo ancestral de los mayas y su supuesto enlace con el más allá, representado por las llamadas hijas de las tormentas, cuya protagonista, Joa, Georgina, una joven de 18 años, es precisamente, el fruto de una de estas hijas con un arqueólogo barcelonés.
Joa, una chica con grandes cualidades, ve que toda su vida se desmorona y empieza a descubrir nuevos elementos que le permiten explicarse su origen. De la mano de su guardián, otra figura que inventa Sierra i Fabra, vive una aventura que presagia, sin duda, la siguiente entrega que aguardamos con interés.
“El enigma maya” mezcla ciencia ficción con novela histórica y supondrá una lectura atractiva para cualquier lector que guste de estos ingredientes, aparte de otros muchos con los que Sierra i Fabra suele aderezar sus relatos.

Porta Coeli: La orden de Santa Ceclina

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LA ORDEN DE SANTA CECLINA
(PUERTA COELI, I)
SUSANA VALLEJO, Edebé, 2008

Anabel Sáiz Ripoll

Susana Vallejo con “La orden de Santa Ceclina” inicia una tetralogía muy ambiciosa que, seguramente, dará mucho qué hablar y será muy leída que es lo que importa cuando se escribe y publica un libro.
“La orden de Santa Ceclina” es una novela que se sitúa en la Edad Media y que nos habla de un nuevo mundo, un mundo al que se puede acceder desde el nuestro y que, sin embargo, no tiene nada qué ver ya que allí, en el mundo al que se accede por la Puerta, las criaturas, las estaciones, el paso del tiempo… todo es distinto, más diáfano, misterioso y lleno de magia, puesto que las pequeñas criaturas que allí habitan se nutren de los sentimientos de quienes viven en ese mundo.
Nuño y Bernardo, dos antiguos monjes de la Orden de Santa Ceclina reciben la misión, junto a Yebra, una joven que ya ha visitado ese mundo y ha vuelto cambiada por él, de cerrar la puerta, de volver con el libro “Puerta Coeli” para que nadie más pueda traspasarlo y, sin embargo, todo será muy distinto a como pretendía el prior de Santa Ceclina.
Santa Ceclina era un centro de estudio, de investigación y también de formación militar. Un centro que, con el tiempo, empezó a caer mal entre los señores feudales y comenzó a sufrir el acoso de uno de ellos, Arnau. Lo mismo le pasó al convento femenino, Las Inviernas. En este orden acaso podemos ver un trasunto de los templarios, aunque la imaginación supera la realidad.
Bernardo y Yebra han ido a ese otro mundo y han regresado de él muy cambiados. Lo que se encuentran es muy distinto a lo que dejaron y de alguna manera, gracias a esa experiencia, emprenden otra vida, ellos y los monjes y monjas que han sobrevivido al sitio de Arnau; aunque eso debe descubrirlo el lector.
Sea como sea, Nuño es el juglar que recoge estas aventuras y que siembra el ansía de conocimiento entre sus oyentes, los más jóvenes siempre. Nuño es el encargado de encontrar habitantes para ese otro mundo.
“La Orden de Santa Ceclina” es una novela llena de sugerencias en donde el narrador deja paso a menudo a sus personajes quienes, mediante los diálogos, se dan a conocer al lector. Amor, magia, misterio, ideas preconcebidas que se vienen abajo, respeto hacia lo distinto y mucha mucha fantasía son ingredientes básicos de esta primera entrega de “Puerta Coeli”.
Susana Vallejo nos ofrece una nueva forma de ver el mundo en donde nosotros podemos labrar nuestro propio destino. Es respetuosa con el hecho histórico, aunque, por supuesto, se deja llevar por las intuiciones y la fascinación que despierta en ella, y en sus personajes, la posibilidad de que nuestro mundo no sea ni el único ni el menor.
Uno de sus aciertos es empezar la tetralogía en la Edad Media, una época aparentemente oscura que demuestra no serlo tanto gracias a hombres de la talla de Bernardo y a mujeres como Yebra que osaron plantarle cara al destino y ser como ellos quisieron, no de otro modo.
El lector disfrutará sin duda con este volumen y con las descripciones que Susana Vallejo nos ofrece de ese otro mundo, de su fauna, su flora y su especial devenir temporal.