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Mujer mirando al mar

Mujer mirando al mar,
de Ricardo Gómez.
Madrid, SM, Premio Gran Angular 2010.
Cartoné, 128 pp., 15,5 x 23,8 cm., 15.50 €.

 

Por Anabel Sáiz Ripoll

 

Mujer mirando al mar, el reciente Premio Gran Angular, es un título daliniano para una novela diferente que ahonda, entre otros muchos aspectos, en el proceso de creación literario. Ricardo Gómez realiza un ejercicio de metaliteratura muy interesante puesto que no escribe un relato lineal, sino que, en su papel de autor y narrador, va exponiendo qué proceso sigue, como escritor, para organizar sus materiales y escribir una novela o un relato largo. Parte de una vieja carpeta encontrada y de unos poemas que cuentan una historia enclavada en la posguerra española, de amor y de luchas clandestinas, en una época en que casi todo estaba prohibido…”.

 

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Publicado por Carmen Fernández Etreros para EL BLOG DE PIZCA DE PAPEL el 6/01/2010 10:01:00 AM

Sangre de tinta

sangre-de-tintaSangre de tinta
Cornelia Funke, Ediciones Siruela, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Sangre de tinta” es la segunda parte, como sabemos, de “Corazón de tinta”. Si entonces vimos a los personajes del mundo inventado por Fenoglio habían cobrado vida gracias a la lectura de Mo, Lengua de Brujo, y habían ocasionado más de un problema en nuestro mundo real (Capricornio y sus secuaces); en esta ocasión vemos que hay tres líneas narrativas que, en algún momento, confluyen, algunas de ellas, al menos:
1. Orfeo es tan buen lector como Mo y consigue que Dedo Polvoriento vuelva a su país. Farid tiene tantas ganas de ir con él y convence a Meggie para que lea el texto de Orfeo y puedan ir los dos. Meggie, imbuida por las explicaciones que la ha dado su madre del país de Umbra, siente ganas de conocerlo y lee el texto. Farid y Meggie, pues, con Dedo Polvoriento llegan a Umbra, al país del Príncipe Orondo. Ésta sería una línea narrativa.
2. Elionor, Mo y Resa permanecen en este mundo, aunque por poco tiempo, ya que llega Basta, Mortola y Orfeo y todo se complica. Orfeo vuelve a leer y todos son trasportados al país de Tinta, aunque no Elionor ni Darius, que son hechos prisioneros, en su propia casa, por Orfeo y su ayudante. Esto ocurre en el mundo real.
3. En Umbra nos encontramos a Fenoglio que ha hecho fortuna como escritor de romances y poemas y que ha inventado a un personaje, el Arrendajo, a imagen y se semejanza de Mo. Eso causa problemas a Mo, que aparte de morir casi por un disparo de Mortola, es hecho prisionero por Cabeza de Víbora.
En un momento las líneas narrativas se mezclan, por un lado, cuando Dedo Polvoriento, que se encuentra con su mujer, la juglaresa Roxane, sabe que Farid ha vuelto. También encontramos que Fenoglio localiza a Meggie y a Farid. Y, por último, confluyen todas las líneas, cuando Mo, Resa y Meggie son hechos prisioneros y Farid y Dedo Polvoriento acuden en su ayuda.
Bien, mucho se podría escribir sobre el argumento, que es mucho más intenso que en la primera parte, al menos en lo que a personajes se refiere y a la cantidad de aventuras que se viven. Quisiéremos hacer hincapié en la figura del escritor que, poco a poco, va influyendo en los hechos (logra de alguien parecido a Cósimo, que ha muerto, vuelva, con lo que aún se complican más los hechos; logra que Mo no muera y trata de influir en el final). No obstante, en esa historia todo el mundo interviene, para desesperación de Fenoglio que ve que sus personajes se revelan y piensa que es mejor que ya no escriba más. No obstante, ha de hacerlo y, como no se siente capaz, hacen que Orfeo aparezca en el país de Tinta para que se convierta en una especie de discípulo del escritor y logre salvar a Dedo Polvoriento de las Damas Blancas.
“Sangre de tinta” es una novela que mantiene un ritmo intenso desde que los personajes principales aparecen en Tinta, logra que el lector siga interesado los acontecimientos y viva la continua evolución de los personajes (Meggie y Farid, por ejemplo se enamoran…).
Cabe señalar, de nuevo, la riqueza de los textos que sirven de pórtico a cada uno de los capítulos y la excelente labor de los traductores que han vertido el texto al castellano y al catalán, que es la edición que hemos manejado nosotros.
“Sangre de tinta” complica aún más las relaciones entre el mundo real y el imaginario, deja a Elionor fuera, ansiando entrar también en Tinta, y permite que Resa, Mo y Meggie vivan unas vidas que no eran las que tenían destinadas y que, sin embargo, los van a enriquecer personalmente y van a hacer que culminen en la tercera entrega, que comentaremos en otro momento.
Literatura, vida, imaginación, destino, fantasía, violencia, crueldad, amistad, amor… son algunos de los ingredientes que encontramos en este friso que nos ofrece Cornelia Funke que trata de describir un mundo cercano a la Edad Media, pero con muchos elementos fantásticos. Umbra y el reino de Cabeza de Víbora están tan cerca que no sabemos cuál de los dos permanecerá. Y, en medio, nuestros personajes del mundo real y alguno que ya no sabemos si es real o es de papel, como Farid, que procede de “Las mil y una noches” y Dedo Polvoriento que, en esta segunda entrega, ha crecido como personaje.
Es, insistimos, una lectura muy recomendable para todos aquellos lectores que disfruten con historias llenas de fantasía y que piensen que, a veces, la separación entre literatura y realidad es tan tenue como una voz o una palabra pronunciada en el momento oportuno. “Sangre de tinta” es un gran homenaje a la literatura, en mayúsculas, oral y escrita.

Yo

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YO,
DE JORDI SIERRA I FABRA,
MADRID, SM, 2008, Los libros de Jordi, 5

Anabel Sáiz Ripoll

“Yo” es uno de los libros más divertidos que hemos leído en los últimos tiempos del polifacético Jordi Sierra i Fabra. En primera persona, un adolescente de 17 años, Daniel, desgrana sus sentimientos y sus ideas, pero de manera directa, fresca y muy real. Daniel es aficionado a hacer listas y las hace de cualquier cosas, de sus ideas, de su vida, de sus sentimientos… las listas ocupan una parte importante en su vida, aunque a veces le fallan.
Durante un curso escolar, Daniel asiste a la charla de un escritor y eso le cambia la vida porque el escritor le habla de la libertad, de las oportunidades que da el hacer lo uno quiere, de lo hermoso que es vivir y Daniel se siente renacer y decide ser escritor. Bien, el escritor no es otro que Jordi Sierra i Fabra y los problemas con los que se topa Daniel en su casa son, sin duda, los mismos que tuvo Sierra i Fabra cuando le dijo a su padre que quería ser escritor y don Valeriano, su padre, igual que el padre de Daniel, le pidió que estudiase algo con salida y que viese que era una tontería ser escritor porque “este es un país de burros en el que nadie lee”. Pese a todo, Daniel va a ver al escritor a su casa y se queda prendido aún más de esta ilusión y sigue los consejos que le da el maestro. Fruto de esos consejos con los textos que él escribe con mucho afán y, sobre todo, la novela, “Yo”, la que ahora estamos comentando.
Aparte, Daniel decide que debería aprender a relacionarse con las chicas y hace otra lista. La chica más guapa del instituto no le conviene, porque solo es eso, guapa y va eliminando posibilidades hasta que le queda Berta, la poca cosa de Berta que se salva por su gran sonrisa. Y lo que son las cosas, Berta es una caja de sorpresas, que también escribe y que fascina a Daniel desde el principio.
La novela, pues, va contándonos las primeras experiencias amatorias de Daniel, el descubrimiento que hace de “la mujer”; cómo conoce a aun vagabundo y aprende de él bastante, cómo son sus padres, dos buenas personas que a veces no lo entienden, pero sí lo quieren (Daniel es hijo único), cómo son las clases (habla de don Mariano, su profesor de literatura), de las pequeñas frustraciones que él vive como adolescente y que gracias a su amigo el escritor, a Sierra i Fabra, canaliza en beneficio propio y llama, por supuesto, “rabia”, como otro de los títulos del escritor barcelonés.
El libro se completa con una autobiografía de Sierra i Fabra y una entrevista que son tan interesantes como la propia novela. “Yo” refleja a un chico que se siente raro, porque no hace las cosas que hacen los demás, que a veces se ha notado raro o fuera de lugar y que, sin embargo, acaba encontrando su sitio y disfrutando de su ironía, su especial humor y, sobre todo, su afición por la escritura.
“Yo” gustará a los jóvenes, chicos y chicas, y me atrevo a decir que también a los padres y, por supuesto, a los seguidores de Sierra i Fabra porque es un libro, si se me permite la expresión, muy “sierrafabrista”.

Días de Reyes Magos

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DÍAS DE REYES MAGOS,
De Emilio Pascual, Madrid, Anaya, 2007

Anabel Sáiz Ripoll

“Días de Reyes Magos”, Premio Lazarillo 1998 y Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2000, es uno de esos libros que ganan con la relectura ya que, su contenido, sus matices y su expresión no pueden aprehenderse a la primera lectura. Necesita un poso, como los buenos vinos. Y es que “Días de Reyes Magos” es una novela que plantea el conflicto generacional típico entre padres e hijos, aparte de una historia de amor, pero es mucho más que eso, puesto que “Días de Reyes Magos” es un homenaje bellísimo a la literatura de todos los tiempos.
Si empezamos ya mirando la portada, de Javier Serrano, y tratamos de fijarnos en los detalles descubriremos que muchos son los personajes que la componen y todos ellos extraídos de grandes obras literarias: Max Estrella, el Principito, el Lzarillo… y un largo etcétera.
Uli, el personaje principal, nos cuenta, desde el pasado, una historia que le sucedió 20 años atrás, cuando era un adolescente y que le cambió la vida por completo. Uli no se entendía con sus padres y quería marcharse de casa y abandonarlo todo. Entonces, Cali, Calypso, la chica más dulce que él nunca conoció y de la que estaba enamorado, pone en marcha una conspiración literaria para tratar de retenerlo. El padre de Uli, que nunca ha sido un buen padre, se vuelca en ello y se convierte en un actor para que Uli acabe prendido de las redes de la literatura y leyendo a un supuesto ciego que está en el metro y que no es otro que su padre disfrazado, al que le aguarda un final rápido, pero antes, quiere ser el primer Rey Mago en la vida de su hijo. Cali actúa como el segundo Rey Mago. La madre de Uli sería el tercero, aunque al principio parece que su presencia es escasa, pero Uli la acaba reconociendo y valorando. Y la profesora de literatura sería el cuarto Rey Mago, una mujer que se hace la encontradiza en los pasillos y que le proporciona lecturas. Uli, en suma, cuando descubre qué hay detrás de todos los sobres que recibe, de todos los libros que le mandan al azar y de su relación con el ciego, aprende a valorarse y sabe, con certeza, que ha crecido y ha madurado.
Uli, el joven Ulises de nuestra historia, vive también su particular regreso a Ítaca. Empieza el libro, siempre en primera persona, contando que él dejó de creer en los Reyes Magos a los 8 años, pero, mira por dónde, como le dice su madre, 8 años después tiene que creer de nuevo.
“Días de Reyes Magos” se organiza en 15 capítulos breves que estructuran la historia en tres bloques clásicos, la presentación de los personajes, las vicisitudes en el metro y el desenlace de la historia. En el libro nada es gratuito, no lo son las citas iniciales, no lo es el comentario de la portada y las solapas, porque todo forma parte, como ya se ha dicho, de ese magnífico canto a la vida y a la literatura. Como bien le dice su padre o el ciego, depende de la perspectiva: “Hay tres clases de libros: los que no has leído ni hace falta que los leas; los que empezaste a leer una vez por equivocación y no tuviste el valor de abandonar en la página merecida, y los que lees y relees como quien visita al amigo o a la amada. En algún lugar de este triángulo ideal habría que situar las excepciones: los que no has leído, pero alguien de quien te fías te recomienda que leas. Estos últimos, como los amigos y las amadas, suelen ser fuente de consuelos y también de decepciones” (pág. 81).

Corazón de tinta

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CORAZÓN DE TINTA,
De Cornelia Funke, Siruela, 2004

Anabel Sáiz Ripoll

“Corazón de tinta”, recientemente adaptado al cine, puede considerarse ya una obra clásica de la literatura infantil y juvenil o de cualquier edad, no en balde se ha publicado en la colección “Las tres edades” que va destinada “de 12 en adelante” y, por supuesto, este en adelante lo marca el lector.
No había leído aún esta novela, lo confieso, y me la recomendó una exalumna con la que coincido en el club de lectura al que pertenezco. Se me perdonará este matiz personal, pero es importante para demostrar que las lecturas, las buenas lecturas, nos llegan de maneras diversas. Porque “Corazón de tinta” es una buena lectura. Sin más. Es, según la mayoría de opiniones que he leído u oído, la mejor entrega de la trilogía, aunque esto habrá de decidirlo el lector también.
Sea como sea, “Corazón de tinta”, a la manera unamuniana, propia de las nivolas, nos narra un relato en que verdad y ficción se unen. Los personajes literarios cobran vida y, al final, no se sabe muy bien quién es más real, Capricornio, el ser cruel y malvado escapado del libro o Mo, el llamado Lengua de Brujo, quien, con sus dotes lectoras, es capaz de dar vida a las criaturas de papel.
Todo es como un juego, un experimento metaliterario en que el libro y la palabra escrita tienen la máxima importancia y el máximo protagonismo. Son, por ejemplo, muy recomendables, las citas que la autora escoge para iniciar cada capítulo.
“Corazón de tinta” es el título del mismo libro del que han escapado Capricornio y sus secuaces y también el libro por el que Mo y su hija Meggie se han quedado sin esposa y sin madre, al menos hasta que se resuelva el embrollo.
La más pura aventura hará que al lector le brillen los ojos, puesto que la acción es importante, pero aún lo son más los personajes, muy bien trazados, y los sentimientos que nos inspiran. Un personaje cobra especial interés y pasa de secundario a principal, se trata de Elionor, la tía de Meggie, quien empieza siendo una mujer más bien excéntrica y rara, solo pendiente de sus libros y acaba siendo la misma mujer exéctrica y rara, pero que cae bien por su inmensa humanidad.
El relato combina la descripción con la narración, aunque los diálogos son importantes para desvelar el pensamiento de los personajes. Cornelia Funke no deja nada al azar y escribe una novela mágica, un viaje al mundo del mal en estado puro, pero también al mundo del amor, de los sueños, de la fantasía. Así, no es extraño que el propio soldadito de plomo cobre vida gracias a la voz de Meggie, quien tiene el mismo don que su padre, aunque el personaje de ficción más emocionante es Campanilla, el hada de Peter Pan, que acaba viviendo, por así decirlo, una vida de papel distinta, fuera del País del Nunca Jamás.
Queremos reseñar la traducción impecable de Rosa Pilar Blanco quien nos ofrece, al final, una bibliografía en castellano de todos los libros que aparecen mencionados en “Corazón de tinta”, lo cual es un regalo que nos conducirá a nuevas aventuras.
El libro, en suma, nos ofrece más de 600 páginas de lectura, de emoción, de misterio, de intriga e, insistimos, de buena literatura.

El tesoro de Fermín Minar

EL TESORO DE FERMÍN MINAR,
DE DIMAS MAS, Anaya, 1993 (Tus libros, 123)

Anabel Sáiz Ripoll

“El tesoro de Fermín Minar” se puede considerar una obra de literatura juvenil, pero también un homenaje a la literatura, a las palabras y al diccionario y, a la vez, una novela de crecimiento personal.
La novela se estructura en lo que Dimas Mas ha dado en llamar entradas, concretamente en 27. Se inicia con una carta de Fermín a Lloli y se acaba también con una carta a la misma muchacha, la enamorada de Fermín, aunque entre hay ambas hay una gran diferencia. Para empezar ha transcurrido todo el verano y Fermín ya no es el mismo puesto que ha vivido experiencias decisivas. Ha pasado de ser un chico mediocre, mal estudiante, abúlico y crítico, a ser un muchacho observador, despierto, con la mente abierta y el espíritu inundado por la luz de las palabras; aunque, eso sí, sigue enamorado de Lloli, pero de una manera mucho más coherente y reposada, más madura podríamos decir, aunque sigue siendo un muchacho de 16 años. La primera carta está llena de faltas de ortografía y la última es de una corrección exquisita.
¿Qué le ha pasado a Fermín? Fermín ha suspendido 5 asignaturas y la permanencia en su centro escolar peligra; a de ahí que sus padres le busquen un profesor particular, Manuel Leguna. Leguna es un personaje enigmático que aparece en la vida de Fermín cuando más falta hacía, cuando tenía que enfocar y reconducir su vida en una o en otra dirección.
La novela puede organizarse en torno a tres grandes bloques, la introducción que nos presenta a Fermín en su ambiente familiar y a Manuel Leguna; el nudo que sería la aventura que vida Fermín en el propio Diccionario, más allá de la realidad, en una especie de duermevela, y la tercera parte que es cuando Fermín regresa a la “normalidad” mucho más maduro, mucho más real.
Manuel Leguna es una especie de espíritu que ayuda al muchacho, tanto que Fermín cree que es el propio Diablo, aunque una especie de “Diablo cojuelo”, obra a la que rinde un buen homenaje en las páginas del libro. Cabe señalar que el homenaje continúa con otras obras como “El Lazarillo de Tormes” o “Juan José”, entre otras.
Fermín irrumpe en el mundo de las palabras y las conoce de cerca, las conmociona, por decirlo de una manera. Concretamente la asociación A.L.A., Arabismos Libres Ahora, organizan un movimiento de liberación secesionista que consigue devolver a Fermín a su mundo real; aunque, como dijimos, ya nunca nada será igual para él. Las palabras son también personajes de la novela (al lado de personajes humanos como pueden ser los padres, la hermana, los amigos de Fermín y el propio Leguna, aunque ése no se sabe bien de qué materia está hecho). Dos palabras en concreto cobran protagonismo, Transcriptor General y Amanuense, aunque Fermín se encuentra con otras palabras que encarnan a la perfección, en un juego inteligentísimo, lo que representan.
En definitiva, “El tesoro de Fermín Minar” es un libro lúdico, festivo, un libro de gran frescura, aunque exige una lectura atenta y reposada puesto que son continuos los guiños al lector quien ha de permanecer con la mente bien abierta durante toda la lectura puesto que el juego consiste en saltar de la realidad a la fantasía sin tregua.