Monthly Archives: desembre 2009

MALA LUNA

malaluna
MALA LUNA,
de Rosa Huertas,
Edelvives, 2009 (Alandar, 115).
248 págs., 9.20€.
ISBN: 9788426372505

A partir de 14 años, Literatura Juvenil

Por Anabel Sáiz Ripoll,
especialista en Literatura Infantil y Juvenil

A menudo en la literatura juvenil, se echan de menos historias comprometidas, que nos acerquen al presente sin olvidar el pasado. A veces se cae en el error de pensar que a nuestros chicos y chicas no entenderán ese pasado, porque se aleja de sus intereses, de sus ideas y nada más lejos de la realidad. Nuestros jóvenes necesitan aprender, necesitan saber dónde se hallan, cuáles son sus señas de identidad para no operar en el vacío. Nuestra sociedad tiende a los productos del quita y pon, al tengo o no tengo; pero huye de compromisos históricos, de todo lo que suponga un esfuerzo, un dolor o un hurgar en la herida. Por eso, Mala luna” supone una sorpresa para cerrar este año 2009, una sorpresa que une literatura con historia, sin olvidar los intereses de los adolescentes ni los temas más actuales. Rosa Huertas, profesora de instituto, conoce muy bien a los lectores y siente respeto por ellos, por eso no les escribe una historia almibarada ni rosa, sin pena ni gloria, sino que les brinda un relato cargado de compromiso, de luz, de verdad.

Clara y Víctor son dos jóvenes que estudian en un instituto de Orihuela, aunque, al principio, parece que nada tienen que ver, el azar los acaba uniendo. Los abuelos de ambos sí están relacionados por una historia con más claros que oscuros que les lleva a descubrir los últimos años del poeta oriolano por excelencia, Miguel Hernández. El abuelo de Clara estuvo con él en la cárcel los últimos tiempos y sabe del dolor que sufrió el poeta, aunque no ha querido compartirlo con nadie hasta que la propia Clara ha tirado del ovillo. El abuelo de Víctor, por su parte, Aurelio, ya ha muerto y no goza de las simpatías del Sr. Castillo, el abuelo de Clara, recién operado y convaleciente.

Víctor y Clara se alían para encontrar algo que parece una quimera, de lo que hablan los dos abuelos, el cuaderno de tapas negras en el que Miguel Hernández escribió sus últimos versos y que le fue requisado, a traición, por Aurelio, cuando murió en la cárcel de Alicante. Castillo ha vivido con la pena de saber que esos poemas están en malas manos y ahora, con Clara y Víctor implicados, parece que llega al final de la historia.

Aurelio Sánchez-Macías, el chino, arrastra un pasado lleno de contradicciones que le lega a su nieto en forma de memorias. Leemos, con el muchacho, una historia de amistad y de desconfianza. Aurelio fue amigo de Miguel Hernández, eran del mismo pueblo y quiso emularlo; pero la excelencia del poeta lo eclipsó. Con el estallido de la guerra, tan bien descrito en el libro, Aurelio supo estar del bando de los vencedores y no ayudó a su amigo, al contrario. Aurelio acabó medrando, amasando una gran fortuna y viviendo, en su interior, en una perpetua contradicción, entre la lealtad y la traición.

Clara y Víctor sufren con la historia de los abuelos y acaban medio enemistados, aunque, al final, puede más la juventud, la vida y se tienden la mano que no se tendieron los abuelos. El cuaderno de tapas negras de Miguel Hernández es el mismo en el que Aurelio escribe sus memorias y de donde el propio Miguel Hernández arrancó antes de morir las cuartillas escritas y le ofreció un poema al abuelo de Clara, “Ausencia de Aurora”.

Mala luna toma el título del verso hernandiano “Yo nací en mala hora” y sirve de contraste para Aurelio que, según piensa, él sí tuvo buena luna, pero no le sirvió de nada, aunque, en cualquier vida, hay momentos de luces y de sombras y Víctor acaba entendiendo que su abuelo es también digno de perdón y de cariño.

En la novela es interesante el tratamiento de los personajes. Por un lado, los dos abuelos, sobre todo Aurelio, un personaje redondo, torturado por su pasado, que no somos capaces de juzgar. Clara y Víctor son los dos adolescentes, que conectan con los lectores, llenos de vida, de proyectos, pero también de pesares y contradicciones. Víctor es un joven hijo de padres separados, muy serio y metódico, que no acaba de encajar en ningún sitio. Clara es una chica alegre, bulliciosa, que adora a su abuelo. Y, sobre todo, Miguel Hernández, el poeta, que es descrito por unos y por otros. Su vida, la incomprensión que sufrió por parte de su padre, las frustraciones que tuvo que vivir en Madrid, su dolor en la guerra y esa fuerza que transmitía siempre a los que lo rodeaban. Miguel Hernández el llamado “poeta cabrero” es un tópico manido, porque si bien es cierto que fue pastor de cabras, no lo es menos que se nutrió de la mejor literatura y que fue un autodidacta. Por casualidad no surgen sus imágenes gongorinas en “Perito en lunas”, sin ir más lejos.

Destacan los últimos momentos en la cárcel. Sabemos que allí, en otro cuaderno que sí se conserva, escribió su “Romancero y cancionero de ausencias”, su testamento poético en donde se incluyen las “Nanas de la cebolla” dedicadas a su segundo hijo (el primero murió muy pequeño).

Mala luna, por fin, es un buen preámbulo para empezar a celebrar el Centenario de Miguel Hernández y para acercar esa figura, de una manera humana y real, a los jóvenes lectores de hoy en día que no tienen por qué no gustar de la buena poesía.

Rosa Huertas se documenta con rigor, muestra gran respeto por sus personajes, maneja con soltura los distintos registros del idioma y, en suma, nos transmite de forma vivaz y realista un fragmento de nuestra historia reciente.
Más:
– Entrevista a Rosa Huertas en SEHACESABER.org


Publicado por Carmen Fernández Etreros para EL BLOG DE PIZCA DE PAPEL el 12/31/2009 07:51:00 AM

LA CRIATURA DEL BOSQUE

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LA CRIATURA DEL BOSQUE,
de Pedro Riera,
Barcelona, Edebé, Colección Otros títulos 13+, 2009.
320 págs., 21×14 cm., 15 €.
ISBN: 978-84-236-9410-5

Literatura Juvenil

Por Anabel Sáiz Ripoll, especialista en Literatura Infantil y Juvenil

La criatura del bosque de Pedro Riera es una de esas novelas que crean lectores y que pueden leerse varias veces a lo largo de la vida ya que, en cada lectura, dependiendo de la edad de lector, uno irá descubriendo nuevos aspectos e identificándose con un personaje u otro.

No es fácil ser un niño como Matías, el protagonista de 10 años, que tiene una cualidad que no siempre es bien entendida por los demás. Matías puede comunicarse con las cosas y con los animales; pero no es algo que le permita vivir de una manera idílica, en absoluto, porque, a menudo las cosas son realmente impredecibles. ¿Cómo parar a una cerilla pirómana?, ¿cómo proteger a un servilletero roto de la crueldad de sus compañeros?, ¿cómo entenderse con un abejorro conquistador?, ¿cómo ayudar a un bonsái deforme?, ¿cómo guardar esos secretos? Matías, pese a todo, es un niño feliz que vive con su madre, hasta que un buen día, su padre, Simón Rotundo, decide tomar cartas en el asunto y hacer de su hijo el modelo que él quisiera para sí mismo, sin pensar en los intereses del pequeño, sino solo en su vanidad, en su egoísmo de hombre hecho a sí mismo, que ha superado un pasado de pobreza y que hace de su riqueza material su tarjeta de presentación. Simón es publicista (vendedor de coches, dice su hijo) y quiere que Matías siga sus pasos e inscribirlo en una escuela de élite, contra los deseos del niño. Para ello lo lleva un verano a su pueblo, Acedo de los Aguiluchos, en donde Matías entra en contacto con otras realidades y conoce el secreto del “Bichogordo”.

Todos los vecinos del pueblo pensaban de el “Bichogordo” era uno de ellos disfrazado, ya que desde hace 30 años, una noche especial, los niños del pueblo se internan en el bosque para recibir su bautismo de miedo a cargo del llamado “Bichogordo”. No obstante, con Matías todo cambia porque él descubre la realidad, desea proteger al pobre animal, por el que siente una infinita pena, y acaba callando y ocultando una información, aunque eso le suponga dejar su escuela de siempre y cumplir los deseos de su padre.

Matías crece a lo largo de ese verano, aprende a respetar a los que no son iguales y a valorar mucho más la palabra dada; es más, de alguna manera entiende que la posición de soberbia de su padre es fruto de su inseguridad porque hace del dinero su bandera.

La criatura del bosque presenta una serie de personajes muy interesantes, como son la tía Úrsula, la prima Asia, Belisario, el futbolista retirado, el conde György y otros más que hacen de la novela una historia tierna, hermosa, llena de humanidad.

La criatura del bosque se cuestiona también algunos de los valores de nuestra sociedad actual que no siempre está bien orientada que se suele fijar más en la apariencia de las cosas que en el verdadero trasfondo. Por eso, la mirada de Matías, limpia y no contaminada por el dinero, ve en el “Bichogordo” a un ser desvalido y amable cuya identidad hay que preservar a costa de lo que sea porque, si no, corre peligro su vida. Hay, por lo tanto, una serie de valores implícitos de la novela nada desdeñables y que apelan a la verdad de las personas y de las relaciones humanas.

Un libro escrito en tercera persona y nos descubre, a través de los diálogos y de los fragmentos narrativos, la psicología de los personajes cuyas relaciones van evolucionando a lo largo de la historia. La criatura del bosque es, pues, una novela amena, llena de humor, amor y sensibilidad que gustará, como dijimos al principio, a todos los lectores.


Publicado por Carmen Fernández Etreros para EL BLOG DE PIZCA DE PAPEL el 12/27/2009 01:09:00 PM

Només tu…

nomes-tuNomés tu… (Solo tú…),
Jordi Sierra i Fabra,
Barcelona, Columna, 2009

Anabel Sáiz Ripoll

El libro que hoy reseñamos no es propiamente una novela juvenil, aunque tampoco deja de serlo. Pensamos que se trata de una historia que puede gustar indistintamente, sin tener en cuenta la edad. Y precisamente la edad es el factor que desencadena todo el relato.
Mónica es una joven que está acabando bachillerato, que no sabe muy bien qué hacer con su vida y que tiene una afición singular: fotografía a las parejas que ve en el parque, el Turó Park de Barcelona, para luego quemar las imágenes de aquellas que están enamoradas y así impregnar el ambiente de ese sentimiento. Mónica además es hija de padres separados. Con el padre, que ha rehecho su vida, mantiene una excelente relación y con su madre las cosas no van muy bien, porque es una mujer que se ha instalado en el papel de víctima y así es difícil poder relacionarse. Hay aún otro aspecto importante en la vida de Mónica y es que mantiene un blog, que es, por así decirlo, su ventana al mundo. Un buen día decide dar su opinión acerca de un grupo musical tópicamente juvenil que a ella no le gusta nada porque conoce la buena música y además tiene un amigo, Daniel, que compone canciones.
Roger es el otro protagonista de la historia, tiene 38 años, trabaja como representante de grupos musicales y procede de una familia bien, cuyo padre es de ideas fijas. A Roger le persigue la muerte de su antigua novia. Su presente, en materia sentimental, es nefasto. Precisamente él es el representante del grupo que no le gusta Mónica y lee su comentario en el blog.
En definitiva, Roger y Mónica se enamoran porque, como se lee en el relato, uno tiene la edad de quien se enamora. Viven momentos de auténtico amor y no quieren pensar en la diferencia de edad. Además a Mónica le falta solo un mes para cumplir los 18 años. No obstante, realidad se impone y Roger no quiere acabar haciendo daño a Mónica y permite que la relación se enfríe. Mientras, Mónica ha de pasar el verano en un pueblo del Pirineo donde vive su abuela. Es precisamente su abuela, en un papel muy propio de Sierra i Fabra, quien le abre los ojos. Finalmente, el amor se impone a todo lo demás y la novela presenta un final abierto y muchos cabos sueltos, pero a la pareja decidida a superar los escollos.
Només tu… es una novela llena de referencias musicales, que incluye poemas y muchos pasajes llenos de pasión e, incluso, erotismo. Es una historia que nos habla de primeras veces y que nos remueve sentimientos e ideas. Nunca hay que juzgar por las apariencias.
Escrita en tercera persona, Sierra i Fabra permite, como suele hacer, que su personajes se descubran a través del diálogo y vayan creciendo ante el lector de manera progresiva.
Como se lee en la contraportada del libro: quién dice que hay que ser mayor de edad para enamorarse?

Cero a la izquierda

cero-a-la-izquierdaCero a la izquierda, de Andreu Martín
Madrid, Anaya, 1993, (Espacio Abierto, 20).

“Cero a la izquierda” tiene muchos elementos de una novela de intriga. Héctor y Luis, antiguos compañeros de clase, unidos por su pasión por los coches, se encuentran al cabo de algunos años. El primero es rico y parece que su futuro tiene que ser claro; el segundo procede de una familia modesta y trabaja en el taller de su padre. Cuando vuelven a unirse, Héctor ha fracasado en los estudios -que se presuponían brillantes- y trabaja de pinchadiscos en una discoteca de éxito. Surgen los problemas y Héctor es acusado del asesinato de un heavy y desaparece. Luis, que sospecha que el problema es aún mayor, lo ayuda y se implica en la aventura.
La novela es de lectura muy ágil, llena de diálogos, y escrita en primera persona desde el punto de vista de Luis. Luis también, como Flanagan, se dirige directamente al lector en el presente, pero contándole algo ya pasado. Es, del mismo modo, una novela urbana. Luis es de Sabadell -quizás como homenaje a Jaume Ribera-,l aunque hay alusiones a Barcelona, en especial a Pueblo Nuevo y a toda la transformación que ha sufrido a raíz de los Juegos Olímpicos. La música también tiene su importancia en la trama, máxime teniendo en cuenta que Héctor trabaja como pinchadiscos. Hay también alusiones al cine y a Philip Marlowe y, en definitiva, también se contrapone la visión adulta con la visión joven. En cuando a la estructura, responde a una estructura circular y sigue los días de una semana, que es cuando transcurrieron los hechos.
Héctor, que siempre ha sido un chico retraído y sin amigos, se siente solo, se siente, como dice el título, un cero a la izquierda y envidia a Luis, que es mucho más abierto y franco y que consigue las cosas con esfuerzo: “Soy un maldito Cero a la izquierda. Es como si no existiera. Si yo no existiera, no pasaría nada. El mundo seguiría rodando. Si yo no existiera, de hoy para mañana nada quedaría pendiente. (…). Si se muriera Luis, mañana el dueño de un coche se lamentaría porque el trabajo habría quedado a medias” (Cero a la izquierda, pág. 161).

La dama del alba

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“LA DAMA DEL ALBA”, DE ALEJANDRO CASONA
Madrid, Cátedra, (21 2003), (Letras Hispánicas, 202)
ANABEL SÁIZ RIPOLL

Hace poco más de cinco años se celebró el centenario del nacimiento de Alejandro Rodríguez Álvarez, Alejandro Casona, uno de los dramaturgos más notables de las letras hispanas. Bueno es que recordemos aquí “La dama del alba”, que es acaso su obra más hermosa. Añadiremos que Alejandro Casona pasó buena parte de su vida en el exilio a raíz de la Guerra Civil.
“La dama del alba” es una pieza teatral dividida en cuatro actos que mantiene una lectura silenciosa sin perder un ápice de belleza. Por supuesto, el teatro se escribe para ser representado; pero hay obras que te dejan un poso tan hondo que es gratificante releerlas para recrearnos en ellas. Eso ocurre con “La dama del alba”.
La obra se centra en Asturias, la tierra del autor, y nos habla de una tragedia familiar. La Madre ha perdido a Angélica –supuestamente ahogada en el río- y no levanta cabeza ni permite que los demás lo hagan. A su alrededor, Telva, la vieja criada, mujer de una pieza, positiva, animosa, pese al fallecimiento de sus siete hijos en la mina; el Abuelo, un hombre de grandeza extraordinaria, los niños y Martín, el viudo de Angélica, aparentemente desconsolado. En torno a Angélica se ha tejido una leyenda que es falsa y que el lector o el público desvelará, pero que empieza a resolverse con la llegada de Adela quien, poco a poco, desplaza el recuerdo de Angélica. No obstante, y eso es lo más poético, lo que era una farsa, acaba siendo realidad y Angélica de verdad protagoniza su propia leyenda llena de grandeza.
La Peregrina es el personaje central de la obra. Se trata de la Muerte personificada; pero es una muerte bondadosa, que lamenta su trabajo. Una muerte que quisiera estar siempre lejos de los niños. Una muerte que envidia la vida, que desearía ser capaz de amar y que cuando ríe se sorprende a sí misma. Esta Peregrina se siente feliz cuando el abuelo la llama Mujer, que es lo que ella anhela ser.
“La dama del alba” es un texto lleno de poesía, de figuras retóricas (metáforas, sinestesias, metonimias…), con profusión de refranes (en boca de Telva) y con algunas referencias a leyendas asturianas. La Noche de San Juan, noche mágica donde las haya, preside el retorno de Angélica y el desenlace más esperado por la madre: la aparición de su cuerpo intacto, milagrosamente bello pese al tiempo que ha pasado.
Para acabar quisiera señalar que no he escogido esta obra de manera casual, sino para dejar bien claro que la muerte, a menudo, es mucho más clemente, más humana y más tierna y comprensiva que ciertas personas, que ni merecen este calificativo. Me refiero, es obvio, a los que han causado los execrables atentados terroristas en Madrid el pasado 11 de marzo. De alguna manera la literatura, que refleja la sociedad, no puede permanecer al margen. Por eso recomiendo “La dama del alba” que es sinónimo de paz, de poesía y de belleza. Transcribimos un fragmento del diálogo en el que la propia muerte, la Peregrina, lamenta lo que muchas veces sucede en su nombre:
“ABUELO: No me fío de ti. Si fueras leal no entrarías disfrazada en las casas, para meterte en las habitaciones tristes a la hora del alba.
PEREGRINA: ¿Y quién te ha dicho que necesito entrar? Yo estoy siempre dentro, mirándoos crecer día por día detrás de los espejos.
ABUELO: No puedes negar tus instintos. Eres traidora y cruel.
PEREGRINA: Cuando los hombres me empujáis unos contra otros, sí. Pero cuando me dejáis llegar por mi propio paso… ¡cuánta ternura al desatar los nudos últimos! ¡Y qué sonrisas de paz en el filo de la madrugada!”

El rastro del Anillo Magno

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EL RASTRO DEL ANILLO MAGNO,
DE Jordi Sierra i Fabra, Edelvives, 2006

Anabel Sáiz Ripoll
Doctora en Filología

“El rastro de Anillo Magno” es un relato lleno de suspense y aventura que sucede en pocos días y que presenta un ejemplo de cómo el tiempo se vive de distinta manera según sucedan los acontecimientos.
Adriana, una joven estudiante, cuyos padres, antropólogos, están en una expedición, es casi testigo de la muerte de su abuelo, Wenceslao Marimón, un viejo y reputado anticuario, quien muere, aparentemente, a causa de un misterioso objeto que todo el mundo parece disputarse y que sólo él tiene: el anillo de Alejandro Magno.
Según la leyenda, quien posea ese anillo poseerá también la salud y un inmenso poder, de ahí que Andrea, de la noche a la mañana, se vea envuelta en una trama que apenas le permite reaccionar. Para empezar, la CIA está muy interesada en ese anillo, también un comprador de antigüedades muy rico y, por si fuera poco, el conservador del Museo Nacional de Irak y muchos más, por supuesto.
Andrea se pasa las horas posteriores a la muerte de su abuelo tratando de recomponer el puzzle de su vida y descubriendo que su abuelo era una persona capaz de amar, aún en la vejez, ya que averigua, por una carta que el propio Wenceslao ha dejado a su abogado, que se había vuelto a enamorar, tras la muerte de su mujer, que lo dejó sumido en una gran pena. El abuelo estaba viviendo una aventura hermosa con Elisabet, una mujer ya mayor, elegantes y discreta que fue el motivo de la felicidad del abuelo en el último año. Eso es lo que más impacta a Andrea; eso y saber que el anillo lo tiene la mujer, quien padece de cáncer terminal y el abuelo creyó de verdad en el poder del anillo para curar, aunque parece que es pura leyenda.
Andrea, sola, en la ciudad, ve cómo todos quieren acercarse a ella y ganarse su confianza y ve cómo no puede confiar en nadie, más que en su amiga de toda la vida y en su propio abuelo, ya fallecido. La aventura se resuelve, como decíamos antes, en poco tiempo, en dos días; la víspera del entierro del abuelo.
Sierra i Fabra, con la pluma veloz, escribe una novela emocionante que se lee rápido y que permite que nos internemos en distintos mundos. Late en todo el relato una crítica hacia Estados Unidos y su papel en la guerra de Irak, puesto que Sierra i Fabra nunca soslaya sus compromisos y sus reivindicaciones. Hay asimismo una crítica hacia el tráfico de antigüedades y hacia los expolios que han sufrido distintas ciudades, como es el caso de Irak.
“El rastro del Anillo Magno”, sin duda, hará pasar un buen rato al lector o lectora. Está dividido en 27 capítulos, sólo numerados, como suele hacer el escritor y se basa en el diálogo, un diálogo chispeante y rápido que nos permite, poco a poco, conocer a los personajes y hacernos una idea de la tela de araña en la que ha caído Andrea y de la que saldrá por propia intuición.

Rafael Alberti para niños y niñas… y otros seres curiosos

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RAFAEL ALBERTI PARA NIÑOS Y NIÑAS…
Y OTROS SERES CURIOSOS
Ediciones de la Torre, Madrid, 2007, Alba y Mayo, 490.

Anabel Sáiz Ripoll

El próximo año, que estamos a punto de iniciar, conmemorará el décimo aniversario de la muerte del poeta gaditano quien no pudo ver el año 2000 y quien fue, durante muchos años, la única voz viva de la llamada Generación del 27 o de la Amistad.
Buen momento, pues, para ofrecer de nuevo y recomendar vivamente este precioso libro con poemas de Alberti e ilustraciones de Federico Delicado. Nunca es demasiado pronto para empezar a leer poesía y la colección Alba y Mayo brinda, para niños y mayores, selecciones cuidadísimas de nuestros poetas a los que acompaña de ilustraciones muy esmeradas. Es lo que ocurre en el libro que hoy comentamos.
Rafael Alberti es un poeta de obra amplia y desigual, que se paseó por distintos estilos con total habilidad y que nos dejó un buen número de poemarios repartidos a lo largo de su fructífera vida.
En “Rafael Alberti para niños y niñas…” se recogen una serie de poemas muy musicales que juegan con la forma y el ritmo y que resultan muy apropiados para los más pequeños que, aunque no los entiendan del todo, gozarán con la sonoridad de las palabras de Alberti. Son poemas de su etapa neopopular, pero también de su etapa vanguardista y también de su exilio. Destacan algunos de los poemas que escribió en Roma, la antesala de su regreso definitivo a España, que ocurrió en 1977.
El libro se inicia con dos versos de Alberti que podemos hacer nuestros también y que representan toda una filosofía vital:
“Yo nunca seré de piedra.
Lloraré cuando haga falta”.
Son, pues, 23 poemas, que han sido mimados por las ilustraciones de Federico Delicado que se hermanan perfectamente con los textos. Rimas fáciles y no tan fáciles, alguna nana, animales, seres curiosos, sentimientos, personajes como la novia, afectos, juegos de palabras y mucha buena poesía, por descontado, es lo que nos encontraremos en “Rafael Alberti para niños…”.
El libro acaba con “Algunos datos del autor” que nos sitúan, breve, pero de manera completa, en la vida y en la obra de Rafael Alberti permiten al lector que aún no lo haya leído acercarse a la dimensión personal de este poeta que tanto amó el mar.
Se completa el texto con una página en blanco muy sugerente que se da en llamar “Notas del lector” y tiene la misión de servir de acicate al lector para que escriba su poema, pinte o recoge las impresiones que acaba de sentir al leer a Alberti… antes de que el tiempo las difumine.
En definitiva, excelente libro, de muy cuidada presentación y con un contenido impecable.

Homenatge a Rafael Alberti

Port de Salou a la tardor

Port de Salou a la tardor

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste
del mar?

En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste
acá?

De: Marinero en tierra,
RAFAEL ALBERTI

Nota: la poesia és un gènere encara considerat minoritari que s`ha de treballar més amb els nostres joves, a classe, però no per fer comentaris, sinó per sentir el vers, com aquests tan coneguts, i tan bonics, del poeta de la Generació del 27, que aviat farà 10 anys que ens va deixar.