El sistema educativo. Autor: Fabián Gutiérrez

Hace ya un par de semanas, 8 en concreto, llevo haciéndome la misma pregunta, ¿Por qué voy a la escuela? y es que, seamos sinceros, el actual sistema educativo (le llamaré se a partir de ahora ya que voy a repetir estos sustantivos varias veces)  es ineficaz, al menos para la generación actual.

Puede que en sus comienzos, haya sido eficiente, pero con el paso del tiempo, está más que demostrado, las cosas han de cambiar, y este aún no lo ha hecho.

Recientemente, basándome en los 2 millones de años de existencia del ser humano, Howard Gardner, psicólogo de la Universidad de Harvard, planteó la llamada “Teoría de las Inteligencias Múltiples”, teoría a la que yo he dedicado a estudiarla y comprenderla unas 72, tal vez 96 horas de mi vida, teoría desde la cual debería, por decirlo de alguna manera, estructurarse, el se.

Os pondré en contexto, resumiendo a nivel superlativo la teoría, los seres humanos poseemos distintos tipos de inteligencia, lingüístico-verbal, lógico-matemática, espacial-visual, musical-auditiva, corporal-kinestésica, individual, interpersonal, naturalista, emocional y existencial filosófica. Leyendo y razonando los nombres de cada una podéis tener una idea de sobre qué va cada una de ellas.

Dicho esto, comencemos desde otro ángulo.

Actualmente, qué hacemos en el se?, desperdiciar una valiosa cantidad de tiempo. Somos adoctrinados desde que somos conscientes, has de crecer, madurar, estudiar, conseguir un buen trabajo, crear una familia, y ya está, no hay más. En mi opinión, banalidades.

No es que no debamos darle importancia a nuestra vida, y a nuestro futuro, pero lo podríamos hacer de otra manera.

Me basaré en el se español.

Luego de que acabas la etapa pre-escolar, comienzas la primaria, de momento todo bien, que en la primaria todos tengamos que dar asignaturas comunes como español, matemáticas, etcétera, se entiende, pero es desde esa etapa de nuestra vida en la que deberían de comenzar a identificar nuestro/s tipo/s de inteligencia/s, es decir, analizar a los alumnos, observar cómo se desempeñan en distintas asignaturas, además de añadir otras tantas, filosofía por ejemplo, no necesariamente hay que explicar los pensamientos de Aristóteles desde el principio, si con 16 años no llegamos a entenderlos por completo, imaginaos con 6, pero si creo que deberían enseñar las bases de la actitud crítica que tienen los filósofos, ya que no pueden pretender cambiar nuestro punto de vista, o manera de analizar las cosas, a los 16 años, a esta edad tenemos una mentalidad formada, nuestro sistema nervioso termina de desarrollarse a los 19, los cambios a esta edad serían mínimos, y si se consigue alguno, no llegara á ser suficiente para ser competente en cuanto a, exempli gratia, hacer un comentario de texto.

Acabas la primaria, ya a esta edad se debería de saber qué se le da bien a cada alumno, no precisamente el ya que a los 11 años no es que seamos lo suficientemente inteligentes como para saber estas cosas. A partir de aquí comienza una de las etapas más importantes de nuestra vida, la pubertad. Aquí es en donde se debería de comenzar a explotar nuestras capacidades, si se te hace medianamente fácil, o no complicado, aprender una lengua, redactar textos, expresarte verbalmente, a ese tipo de alumnos son a los que se les debería de ayudar para convertirse en filólogos, profesores de lengua, escritores, abogados, empleos relacionados con sus capacidades.

Lo que no se debería de hacer, es lo que se hace. Hay alumnos con una gran inteligencia lógica-matemática, sin embargo, les obligan a saber gramática, no es que no deban conocer la lengua que hablan, u otras, sino que no necesitan indagar más allá de el saber hablar, escribir, leer y entender una lengua. Personas que poseen una constitución física increíble, que están perfectamente capacitados para hacer trabajos de fuerza, o perder el tiempo persiguiendo una bola de cuero, pero ese es otro tema, estas personas, al poder cumplir los requisitos mínimos para aprobar un curso, pues simplemente se quedan ahí, algunos son conscientes de lo que podrían llegar a ser, sin embargo, en vez de poder pagar una escuela de humanos sádico-masoquistas, boxeo, pagan una escuela de máquinas biológicas destinadas a satisfacer a personas que sí son inteligentes y sí pudieron sacarle el máximo provecho a su inteligencia.

Y como estos, varios ejemplos más, a mi parecer estos son los más destacables. 

Más que disfrutar el estudio, me pondré de ejemplo sólo a mí ya que pieles sedosas podrían sentirse no identificadas, quid pro quo ofendidas, se ha convertido para mí en algo detestable, tedioso, y sobretodo, inútil. Si yo jamás en mi vida he tenido pensado trabajar como filólogo, por qué me imparten gramática. Enseñadme a expresarme como es debido, no a analizar una oración. Si por mi cabeza nunca ha pasado la posibilidad de ser filósofo, por qué me imparten filosofía a estas alturas de mi vida. Lo que me interesa es el mundo de la informática y la tecnología moderna, no el mundo de las bacterias y los microorganismos. Algunos pensarán, “Haz un ciclo formativo”, ¿me convendría para la que quiero estudiar? Claro que sí, pero desgraciadamente está más que claro que el bachillerato es necesario para muchas cosas. Ésta es otra de las desgracias del se, no importa si eres Einstein, sino el título, tus capacidades son tan útiles como el propio sistema, lo importante es el papelito. Para acabar de una vez, luego de perder unos 1277 días de tu vida en la secundaria y el bachillerato, pasas a la que yo considero la mejor y tal vez la única etapa del se que debería mantenerse vigente, la universidad, se podrían hacer algunos cambios claro que sí, pero por lo general no está tan mal.

Resumiendo, memorizar para olvidar en este cubículo es ridículo, a lo largo de mi corta vida, vaya contradicción he ido escuchando que muchas cosas se tiene que cambiar, algunas ya lo han hecho, muchas no para bien pero bueno, otras aún no han sido lo suficientemente impactantes como para llamar la atención de los pseudolíderes de este mundo.

Que mi opinión haya sido entendido es todo lo que espero.

Sobre el pastafarisme. Autor: Jesús Gómez

Feia temps que tenia ganes d’escriure sobre el pastafarisme però no trobava la excusa d’actualitat per parlar sobre aquest moviment. Recentment, el 22 d’octubre, l’Audiència Nacional va rebutjar inscriure al Registre d’Entitats Religioses a l’Església Pastafari.Segons la sentència: “Sus fines son ajenos a los de una entidad religiosa, una religión, entendida como un conjunto de dogmas sobre la divinidad, de sentimientos de veneración y de normas morales y de prácticas rituales basadas en creencias profundas, serias y trascendentes”.

Potser caldria fer una breu explicació sobre el tema abans d’iniciar una reflexió sobre la qüestió. Faré un breu resum, si algú vol aprofundir, recomano la visita a la pàgina de l’Església pastafari espanyola: https://www.pastafarismo.es/ que també és l’origen de gairebé totes les imatges que apareixen a l’article.

Tot plegat va començar al 2004 quan el Consell d’Educació de l’estat nord americà de Kansas, va ordenar que a les classes de Biologia es dediquessin les mateixes hores a explicar la teoria científica de l’evolució que l’anomenada teoria del disseny intel·ligent. Aquesta darrera és un intent de dotar d’una aparença de rigor científic a la posició creacionista. No cal dir que aquesta “teoria” només es basa en especulacions pseudocientífiques, sense cap base empírica ni experimental.  Lògicament, la comunitat científica va esclatar i va manifestar de moltes maneres la seva disconformitat amb aquesta aberració pedagògica. Una de les reaccions va ser la del físic Bobby Henderson que va escriure una carta oberta a la que afirmava que la pseudoteoría del disseny intel·ligent té el mateix fonament que l’afirmació segons la qual l’univers ha estat creat per un monstre amb forma de plat d’espaguetis volador.

Com que a aquest món pot faltar de tot menys frikis, Bobby Henderson va començar a rebre suports de tota mena que han fet créixer el que en un principi era una paròdia del creacionisme per tal de mostrar-ne l’absurd. D’aquesta manera s’ha generat un corpus de creences, mites i tot tipus de llegendes, incloent-hi el nomenament de Henderson com a profeta de la religió pastafari.

Considero especialment destacable la veneració amb què es tracta als pirates: l’origen d’aquesta peculiaritat es troba de nou en els excessos de les religions, quan va començar a proliferar la creença que els desastres naturals (tsunamis, huracans…) s’havien incrementat a causa de la creixent pèrdua de fe dels darrers tres segles. Davant aquesta clara fal·làcia de falsa causa (que un fenomen es produeixi abans d’un altre, no implica que en sigui la causa), els pastafaris van proclamar que la veritable causa del canvi climàtic havia estat la brusca extinció de la pirateria a partir del segle XVIII; per tant, proclamen que la preservació del planeta depèn en gran mesura del retorn dels pirates als nostres mars.

Per a aquells que no ho hagin entès: certament el canvi climàtic s’inicia amb un escalfament del planeta a partir de finals del segle XVIII, a causa de la progressiva industrialització de la nostra societat, amb la contaminació que això comporta. Certament, la pèrdua de fe de la civilització occidental coincideix amb aquesta mateixa època i té la mateixa causa que la industrialització: la revolució científica que va culminar amb les teories de Newton té com a conseqüència un millor coneixement de la naturalesa, que va promoure les idees il·lustrades que fan prescindible a la religió i  promouen un salt tecnològic sense precedents fins al moment. Lògicament també hauríem de parlar dels canvis econòmics i socials que també es produeixen a aquesta època i que, entre moltes altres conseqüències, provoquen la pèrdua de les colònies americanes de l’imperi espanyol amb el conseqüent domini naval britànic al Carib i la desaparició, per inútil i desordenada, de la pirateria.

Evidentment, el pastafarisme s’ha omplert de tota mena d’excessos en el seu afany provocador. Així, totes les demandes que tenen com a objectiu que l’Església Pastafari sigui reconeguda oficialment poden ser considerades com a estratègies per a aconseguir subvencions estatals… També pot resultar ridícul demanar que els membres de l’Església pastafari apareguin al seu document d’identitat amb un colador per a pasta al cap. Però considero que tot i els excessos, el pastafarisme té molt més de positiu que qualsevol de les religions tradicionals. 

Si examinem els seus manaments (anomenats “condiments”) que sempre comencen amb “m’estimaria molt més que no…” en contrast amb les severes prohibicions de les altres religions, trobem algunes meravelloses incitacions a la tolerància:

M’estimaria molt més que no usessis la meva existència com a mitjà per a oprimir, subjugar, castigar, eviscerar, o… ja m’entens, ser dolent amb els altres. Jo no requereixo sacrificis, i la puresa és per a l’aigua potable, no per a la gent.

O bé:

M’estimaria molt més que no desafiessis les idees fanàtiques, misògines, i d’odi d’altres persones amb l’estómac buit. Primer menja, després vés a enxampar els cabrons.

I, sobre tot:

M’estimaria molt més que no construïssis esglésies/temples/mesquites/santuaris multimilionaris a la meva tallarinesca santedat quan els diners es podrien gastar millor en (tu tries):

  • Acabar amb la pobresa.
  • Guarir malalties.
  • Viure en pau, estimar amb passió, i baixar el preu de la televisió per cable.
    Potser sí que sóc un ésser omniscient d’hidrats de carboni complexos, però sé gaudir de les coses senzilles de la vida. Prou que en sé: al capdavall, jo SÓC el creador.

En resum, proclamo aquí i ara la meva falta de fe i, per tant, la meva adhesió a l’església pastafari: potser el pastafarisme no és una religió seriosa i està plena de frikis, però prefereixo la ciència, la tolerància i el sentit de l’humor a les “prácticas rituales basadas en creencias profundas, serias y trascendentes” que exigeix l’Audiència Nacional. Potser cal reflexionar si les pràctiques rituals de la pederàstia tenen fonament en les creences del profund obscurantisme religiós. En tot cas, no qüestionarem creences serioses i transcendents que impliquen la zoofilia com a origen del naixement d’un messies o la necessitat que pugui tenir un déu d’observar el prepuci d’un home per saber si és un bon seguidor.

Francament, prefereixo els espaguetis. Ramen!

El género ya no funciona. Autoria: Daniel Punzano.

El feminismo tiene como prioridad cambiar el trato o la función que tiene el rol femenino en la sociedad para mejorar las condiciones e intentar acabar con las desigualdades, cosa que, pese a que es una buena reacción contra el machismo, no resulta todo lo eficaz que debería, ya que en vez de arrancar el problema de raíz, está simplemente solucionando los inconvenientes que genera conforme vayan saliendo, es decir, en vez de intentar acabar con los roles de género que son unos los principales causantes de que la sociedad sea machista, prefieren arreglar los productos de esta situación, cosa que, como ya he dicho, es ineficaz.

Pero bueno, pese a que no creo que sea la forma más correcta de actuar, entiendo y respeto la causa feminista, porque es un movimiento que me parece razonable y que creo que hace más bien que mal, no obstante hay una comunidad con la que no concuerdo en absoluto, y que considero que están absolutamente errados, y sobre la que trata este texto. Pero antes es necesario marcar la diferencia entre género y sexo.

Hasta hace pocos años, se ignoraba la diferencia entre género y sexo. De hecho, aún hoy en día la mayoría de las personas no distinguen entre los dos. Por tal razón , es común que la gente no sepa distinguir las diferencias entre ser transgénero y ser transexual.

La palabra sexo hace alusión a algo puramente biológico, algo que no es discutible, ya que al fin y al cabo, nuestros genes tienen unos cromosomas determinados y no es algo que se pueda cambiar. Para referirnos a los sexos, están las palabras macho y hembra, pese a que con frecuencia se suelen distinguir los sexos entre hombre o mujer. No obstante estos términos son incorrectos, ya que la función de estos es distinguir entre géneros.

Por tanto, una persona no conforme con su sexo es una persona transexual. Pero ese tema es harina de otro costal.

El género en muchas ocasiones, como ya he dicho antes, una puerta abierta al machismo. Los roles tienen un claro origen patriarcal y en plurales ocasiones sirven para oprimir la conducta de la gente, especialmente en las mujeres. Dictando normas para la forma de actuar, vestir y pensar, marcando unas pautas que hay que seguir, y de las cuales no te puedes salir sin ser mal visto.

Es por eso, que lo que yo espero de un movimiento progresista de verdad es intentar acabar con los roles de género. ¿Y que está sucediendo? Pues más bien lo contrario.

Como ya habéis podido notar, me situo en oposición a los roles de género, y por eso me disgusta tanto el movimiento trans, porque la mayoría de la gente no son conscientes de lo que el género implica y simplemente actúan sin pensar en el papel que desempeñan, pero los trans tienen ese conocimiento, y en vez de verlo como algo inútil, o algo que limita su libertad, se siguen aferrando al género, aceptando y siendo subyugados por lo mismo que les convierte en una minoría desfavorecida. Están aceptando que nunca tendrán libertad para actuar como ellos quieran o consideren correcto. Ellos deberían ser los primeros en dar un paso adelante, enseñar al mundo que el género no define quien eres.

Y soy consciente de que no me corresponde a mí cargarles con esta responsabilidad, pero si ellos no toman consciencia sobre esto ¿Quién lo va a hacer?¿Cuánto tiempo más vamos a seguir con una sociedad dividida por la mitad?

Yo personalmente creo que estamos estancados como sociedad. Tenemos demasiados aspectos que nos limitan y nos restringen innecesariamente, y yo soy participe de muchos de ellos, la mayoría de forma inconsciente. Y pensamos que definir colectivos (raza, género…)  favorece a la diversidad, y esto nos beneficia, pero esto es una mentira, una mentira que no favorece a nadie. Los colectivos solo sirven para dividirnos más si cabe. Creo que ahora mismo es lo que menos falta nos hace. La igualdad solo se puede conseguir cuando la mayoría de la sociedad actúa al unísono. Por eso los movimientos antirracismo funcionan tan bien, porque al ser el racismo algo bidireccional (aunque haya algunas razas que lo sufran más) hace que todo el mundo se pueda sentir identificado, y en consecuencia, actuar. Y pese a que conozco las objeciones que hay en este blog sobre la empatía, nos guste no, es lo que nos mueve a actuar muchas veces, y generar diferencias solo dificulta aún más.

Tal vez alguno de mis planteamientos no sea el más acertado, pero creo que el mensaje general es claro, el género solo nos divide.

¿Solución? Bueno, no se puede acabar con el género de un día para otro, ya que no puedes imponer a la gente que dejen de interpretar un rol de cuya existencia no son conscientes, pero se deberían hacer algunos cambios sutiles que progresivamente cambiarán la forma en la que pensamos. Esos cambios tienen que empezar, y de hecho, se están haciendo cada vez más, en la educación, vemos cómo se están dejando de inculcar los roles del estilo de “para chicos” o “para chicas”, y eso es un comienzo. Pero este pensamiento no prospera del todo porque la educación familiar tiene mucho peso todavía y echa por suelo estas enseñanzas. Pero para ser justos, esta no es la única causa, ya que colectivos como el colectivo trans están dando mucha importancia al rol también. Y hasta que no haya una educación global sobre esto, seguiremos en la situación actual indefinidamente.

Yo personalmente, no invertiría esfuerzo en eliminar el rol como tal, simplemente haría que cada vez tuviera menos importancia hasta que se llegue al punto en el que la gente no le preste atención, y que vea el género como algo arbitrario y sin importancia que se asigna en función de tu sexo, de la misma forma que una silla es hembra o un televisor es macho.

Mi conclusión es que creo que el feminismo va bastante bien encaminado hacia ese objetivo, es el primer movimiento que está quitándole papeles asignados al rol, pero también pienso que se están contradiciendo clasificando a la gente en función de su género (hombres o mujeres), y esto les frena. También, creo el colectivo trans tiene una mentalidad retrógrada, que se ha quedado estancada en el papel obsoleto del género, y frena el progreso de la sociedad. 

Y por último, me gustaría recomendaros que no adopten la forma de pensar de ningún colectivo ni de ningún movimiento sin más. Tenéis que leer lo que opinan, y sacar conclusiones a partir de vuestro razonamiento. Esto es algo que me molesta mucho, porque la comunidad impone sus ideologías de forma dogmática, sin permitir cuestionar su opinión y llamando retrógradas o transfóbicos a los que opinan distinto o piensan por sí mismos de forma distinta. Y es por esto por lo que a menudo soy tan críticos con ellos, no me gusta como funcionan como grupo, y esa es la razón por la que escribo este texto.

Déu és amor? Autor: Jesús Gómez

Ja hi som de nou: un professor ha estat decapitat a un municipi proper a París. Sembla que el motiu ha estat el fet que aquest professor, a la matèria d’Educació Cívica, tot tractant el tema de la llibertat d’expressió, havia mostrat als seus alumnes les caricatures de Muhàmmad (vulgarment conegut aquí com “Mahoma”) que anys enrere havien estat publicades a la revista satírica Charlie Hebdo i que, al 2015, ja van provocar un atemptat contra la revista (aquí teniu l’enllaç a l’article publicat al bloc sobre el tema https://blocs.xtec.cat/zadig/2015/01/08/je-suis-charlie-autor-jesus-gomez/).

El que em resulta especialment monstruós de tota aquesta història és la genuïna barbàrie que supura: atemptar contra o a causa d’un acudit, considerar perillós al sentit de l’humor, perseguir a qui vol fer riure, disparar al pallasso… constitueix la més profunda declaració de barbàrie possible. Només des de la més profunda imbecilitat, des de la estupidesa més contundent, des de la més monstruosa manifestació del narcisisme intel·lectual, hom seria capaç d’atacar a aquell que vol fer riure.

El sentit de l’humor és un signe de intel·ligència i, per tant, la manca d’aquest sentit … No insultaré la vostra intel·ligència resolent aquest senzill raonament.

Ara caldrà de nou fer aclariments? L’Islam és una religió de pau, el noi que ha comés l’assassinat no havia entès el missatge i, de fet, no es pot considerar com un veritable musulmà… Tot plegat ho he sentit ja massa vegades i, massa vegades, resulta insuficient per justificar la mort. Quan algú mata en nom d’una religió, el problema plantejat no és de caràcter religiós, sinó humà: ha matat un ésser humà en nom de Déu; si ha fet o no una correcta interpretació de la paraula de Déu és indiferent. El que és ineludible és el fet que ha matat a algú i que, si no hagués rebut una educació religiosa, molt probablement no ho hagués fet.

S’infereix, per tant, que l’educació religiosa pot provocar assassinats. Pot semblar que l’argument és menor, però fem un recorregut pels assassinats comesos en nom de la química, de les matemàtiques, de la biologia, de la filologia, de la geografia o de la història de l’art… Si posem a l’altre plat de la balança a la religió, tenim un seriós argument per a l’extinció d’aquesta nociva matèria del nostre sistema educatiu i, en la mesura dels possibles, de la nostra cultura.

Avui a tot l’estat francès s’han convocat manifestacions de rebuig envers l’assassinat. Hem vist com es recuperava el lema de fa sis anys “Je suis Charlie” i que s’actualizava amb un “Je suis professeur”. França és un estat laic on es considera, que entre el valors del ciutadans de la República, l’educació i la llibertat d’expressió són fonamentals. Nosaltres vivim a un estat aconfessional on un individu pot fer classes de religió sense una titulació universitària, sempre i quan aporti una carta del mossèn de la parròquia acreditant la seva capacitació pedagògica; d’altra banda, no vivim a una república i, per tant, no podem defensar valors republicans dins el nostre sistema educatiu. Desconec en què consisteixen els valors ètics de la monarquia parlamentària borbònica, més enllà de la desordenada conducta sexual i l’obsessió per l’ús de les armes de foc que ha portat a excessos en els que perillen germans, elefants o extremitats inferiors dels membres de la família reial garant dels valors en qüestió; en tot cas, si un valor s’ha de defensar fent ús de les armes (o de la seva venda) no em sembla que valgui gaire la pena.

M’agradaria molt viure a un estat en el que els ciutadans surten al carrer tot reivindicant la seva identificació amb els docents. M’agradaria molt viure a un estat republicà i laic, on hom considerés que la llibertat d’expressió ha de formar part no només dels drets fonamentals dels ciutadans sinó també de les obligacions educatives dels docents. M’agradaria molt viure a un estat on els docents no apliquessin sistemàticament l’autocensura per evitar conflictes…

Els conflictes, si no són violents, constitueixen la clau del progrés de la societat. Però el conflicte és incòmode i, la nostra societat, ha assumit uns nivells de confort del tot irrenunciables, encara que sigui en nom de la llibertat  d’expressió.

 

Sobre la religió als centres públics. Autoria: Jesús Gómez

Comencem el nou curs amb un tema d’actualitat que no té gaire a veure amb els virus:

Els darrers dies s’ha produït una certa polèmica (ben amagada pels mitjans de comunicació, més preocupats per la continuitat laboral d’algun treballador argentí) sobre la implantació d’un pla pilot de religió islàmica per a centres públics. La idea és regular el dret dels alumnes d’aquesta religió a rebre formació islàmica, de la mateixa manera que els alumnes de religió catòlica. Pel que fa a la selecció del professorat, es seguirien uns criteris similars als que es segueixen per a la selecció del professorat de religió catòlica.

Òbviament la polèmica ha esclatat a partir d’unes poc hàbils declaracions del Conseller d’Educació que podrien ser interpretades com a islamòfobes. També s’han abonat els carronyaires de sempre que han acusat al Departament d’Educació d’intentar eliminar el cristianisme per cercar la implantació d’una República Islàmica…

Intentem treure soroll i posar ordre i reflexió per extreure alguna conclusió acceptable.

La veritat és que la nostra Constitució defineix Espanya com a un estat aconfessional; això vol dir que no es concedeix cap privilegi a una confessió religiosa per sobre de les altres o de la possibilitat de no tenir-ne confessió…

Sempre he estat partidari de l’humor com a forma de comunicació, però crec que ara ens hem passat de frenada: un estat que marca el seu calendari (més enllà de qualsevol opció racional) per la tradició catòlica, en el que fer la declaració del IRPF sense que cap cèntim vagi a l’església catòlica és un esport d’aventura, on els edificis de la dita organització no paguen l’IBI, on ens mengem els cassos de pederàstia sense que la fiscalia investigui d’ofici, que té un concordat amb la “Santa” Seu vigent des del 1953 on, entre d’altres privilegis, es manifesta que els valors transmesos pel sistema públic d’ensenyament han de ser acords amb l’ètica cristiana… Afirmar que vivim a un estat aconfessional és un insult a la intel·ligència o una mostra de cinisme descomunal.

Però el cas és que si algú té un fill i vol que, al sistema públic, rebi educació sobre aquesta religió, té dret a demanar-ho i que es triï un docent seguint els mateixos criteris que es segueixen per al cas de la Religió catòlica… I quins són aquests criteris?

Hem fet una mica de recerca i hem trobat alguna situació un pel qüestionable: per tal d’exercir com a professor de Religió catòlica es demana que s’hagi obtingut la “Declaració eclesiàstica de competència acadèmica”. Per tal d’obtenir aquesta declaració (concedida pel Bisbat, no per cap institució pública amb competències educatives), cal acreditar la graduació en Teologia o en Ciències Religioses o bé haver cursat tres cursos del Batxillerat en Ciències religioses…

Observem un petit problema: les dues primeres titulacions no es poden obtenir a cap universitat pública; la tercera ni tan sols és una titulació universitària.

És a dir, només poden exercir com a professors de religió catòlica aquells que han obtingut unes titulacions que atorga una entitat privada, que no passa per cap dels controls de qualitat que s’exigeixen a totes les Universitats (publiques o privades) que no són eclesiàstiques. Fins i tot, es reconeix la possibilitat d’exercir a partir només d’uns cursos de batxiller…

Aquí està la qüestió: si formes part de la meva organització podràs treballar encara que no tinguis una formació universitària reglada que garanteixi que els teus coneixements tenen uns mínims de rigor científic, tampoc és necessari que passis per un procés de selecció públic… com que es tracta de religió, el rigor científic és tan poc important com els criteris de selecció!! Així, si s’escau que hom interpreta que la Terra és plana o que les vacunes són inútils, com que el coneixement científic no és important, podem donar carta blanca a explicar qualsevol bajanada encara que mai hagi estudiat res en relació amb la medecina tot i que vaig treure molt bona nota en teologia…

Ara ens diuen que els professors de religió islàmica han de ser triats pels mateixos criteris que els de religió catòlica. Em sembla que no cal. No cal tenir professors sense formació universitària reglada. Ens calen professors que expliquin la religió des d’una dimensió crítica, cultural i antropològica i aquests només poden sortir de les Facultats d’Antropologia i Sociologia i no de les de Teologia. Cal que acreditin els seus coneixements amb titulacions reconegudes pels consells interuniversitaris i no per la signatura del mossèn de la parroquià, el bisbe de torn o l’imam de la mesquita.

Podem fer tants debats com vulguem, però si no basem l’educació en el coneixement científic, més val que anem plegant. A les aules s’ha d’entrar amb una preparació que permeti promoure el pensament crític i el rigor científic o estarem abonant el camp als fanàtics de tota mena.

Cap problema pel que fa a l’educació religiosa: la religió és un fenomen cultural importantíssim que cal estudiar, com l’art o la filosofia. Però cal estudiar-lo des d’una perspectiva crítica i científica: podem exigir a un professor de filosofia que només expliqui el pensament d’aquells autors amb els que està d’acord? Li exigim que expliqui totes les teories donant el marc teòric que permeti la seva comprensió: si per triar un professor li exigíssim la seva acceptació de la teoria d’un autor… com podem estar segurs que serà equànim en les seves explicacions?

Mireu, la cosa està molt malament i només la ciència ens arreglarà els nostres problemes: els terraplanistes, creacionistes, defensors de l’homeopatia, antivacunes o negacionistes de la pandèmia fan gràcia a la tele però no els necessitem a les aules dels centres d’educació pública.

De fet, en la meva humil opinió, més enllà de la magnífica feina que alguns d’aquests docents realitzen als centres públics, no necessitem professors de religió; necessitem bons professors de totes les matèries, però no de religió.

Que quedi clar: de cap religió, sense discriminació.

Instruccions per a la destrucció d’obres d’art. Autoria: Jesús Gómez

Els darrers dies, a partir de l’onada de protestes antiracistes desencadenades a partir del malaurat cas de l’assassinat de George Floyd, estem assistint a un debat sobre la conveniència de l’exhibició de determinades obres d’art, des de la projecció de determinats films fins a la proposta d’enderrocament de l’estàtua de Colom.

Deixem clar des del principi que no tinc cap mena de prejudici pel que fa a l’enderrocament de res: fa anys que proclamo la necessitat, ideològica i estètica, d’enderrocar el Temple expiatori del Sagrat Cor, nom oficial de l’engendre que, a mig camí entre el neobizantí, el neogòtic i el quasimodernisme, corona i espatlla la muntanya del Tibidabo. De la mateixa manera vaig aplaudir la retirada del monument dedicat a Antonio López, Marqués de Comillas, que es va enriquir amb l’esclavisme sense cap mena de possible justificació: ho va fer en ple segle XIX, quan el tràfic d’esclaus ja estava prohibit a molts estats europeus i, sobretot, quan les idees de la Il·lustració ja havien tingut una àmplia difusió.

La història és plena d’enderrocaments i revisions i no entenc per què hem d’acceptar només els enderrocaments quan venen des del poder establert: ningú no es planteja l’enderrocament de la catedral gòtica incrustada al bell mig de la Mesquita de Còrdova, que al seu torn es va construir sobre la base d’una basílica visigòtica, que al seu torn va enderrocar un temple romà… algun dia ens podrien consultar què volem enderrocar i fer fins i tot un calendari d’enderrocaments rituals per anar renovant la monumentalitat de la nostra societat. Bé, no continuaré per aquest camí: encara queden alguns arqueòlegs i historiadors de l’art que em parlen i no vull perdre aquest privilegi.

A cada època hem anat enderrocant els símbols del passat amb força alegria, senzillament per què aquell símbol havia quedat obsolet en les seves funcions o en els valors que representen. Suposo que a partir del romanticisme hem començat a valorar els monuments anteriors a la nostra època; però això no ha estat mai innocent, ja que hem reconstruït el passat a la mida de les idees que volem transmetre al present: basta estudiar una miqueta la gènesi de l’actual barri “gòtic” de Barcelona per veure com en un moment determinat el poder establert decideix reivindicar un passat medieval… encara que això impliqui esborrar rastres renaixentistes o barrocs.

Jo crec que hauríem d’establir un criteri per a la destrucció, o no, dels símbols del passat. Aquest criteri hauria de ser estètic i no ideològic. Si fos merament ideològic i haguéssim de destruir qualsevol obra que impliqui uns valors que considerem nocius, tindríem molta més feina de la que podem fer: hauríem d’enderrocar la totalitat de les esglésies catòliques per la seves implicacions sexistes, classistes i obscurantistes (per no parlar de la pederàstia), no quedaria cap placa de carrer o plaça dedicada a un militar (en nom del pacifisme) per no parlar de les escultures, s’haurien de censurar les lletres del 90% de les cançons d’amor compostes fins fa uns deu anys (i el 100% de les del reaggeton de totes les èpoques) i hauríem d’esborrar els arxius de la història del cinema anterior a la darrera dècada…

La puresa iconogràfica és impossible i, sospito, indesitjable com ho són totes les pureses. Hauríem, això sí, d’establir un criteri estètic: si una obra és detestable ideològicament però fa una aportació estètica remarcable, cal que sigui conservada. Així salvem des de l’art religiós i militar fins a la filmografia de Griffith, Riefenstahl o Ford, però ens permet destruir la pràctica totalitat de la iconografia franquista que és detestable a totes les dues vessants: ideològica i estètica.

Correm alguns riscos: Allò que el vent s’endugué és una pel·lícula racista i, des d’un punt de vista cinematogràfic, poc rellevant. Tenint en compte la seva repercussió a la història del cinema, podem conservar algunes còpies però la seva exhibició pública hauria d’anar acompanyada d’una explicació que impedís la transmissió de valors nocius per a la convivència. Així hauríem d’actuar amb tots aquells monuments de rellevància històrica: no es tracta de prohibir, però cal advertir dels riscos.

Tot plegat, per concloure, hauria d’evitar-nos caure en la hipocresia: si veiem la manifestació organitzada per VOX per protegir la estàtua de Colom amb el lema “Nuestra historia no se toca” no oblidem que aquests amants de la història no s’estan de tocar-la quan convé. Ni la protecció ni la destrucció de l’estàtua de Colom es fa en nom de la història sinó de la utilització de la història que en vulguem fer; sigui en nom del poder establert o de l’oposició a aquest poder.

A l’estàtua de Colom caldria aplicar-li un criteri ja no estètic ni ideològic, sinó més aviat geogràfic: no cal destruir-la, però girar-la per tal que assenyali cap a Amèrica i no cap a Mallorca contribuiria a una millora educativa de totes les generacions que, volent fer les amèriques, només es van menjar una ensaïmada.

Amb la boca tapada i la dignitat a la butxaca. Autoria: Jesús Gómez

I sembla que això del confinament comença a acabar-se i que tornem a fer classes sense una pantalla pel mig, tot i que la mascareta serà una intermediària a la que ens haurem d’acostumar. 

Sembla que haurem d’assumir els milers de morts de manera més viva que quan les epidèmies només afectaven al 3r món i haurem d’acceptar que aquelles xifres que dia rere dia s’enuncien, engloben a mares i àvies, pròpies o d’amics, directes o indirectes, però cruament reals i directes aquesta vegada. Realment democràtic el virus: no ha respectat el nostre privilegi i ens ha tractat com si no haguessim comprat la immortalitat.

Hem d’assumir que tot i que encara és d’hora (hi ha ferides massa tendres), apareixerà l’argument segons el qual la selecció natural ha actuat i s’ha endut als febles, beneficiant d’aquesta manera a la qualitat del conjunt de supervivents… El neoliberalisme darwinista (sense permís de Darwin, que era bona gent) sempre veu avantatges en les desgràcies alienes, manifestant així la qualitat moral dels seus defensors, molt propera a la del vòmit d’un escarabat.

Hem d’assumir que el confinament ha aprofundit en les desigualtats socials. Al cap de la segona setmana vaig pensar que no era una situació tan penosa com manifestaven molts dels meus alumnes, però no vaig trigar gaire a prendre consciència dels meus privilegis: viure a un pis on sempre hem pogut trobar un punt d’aïllament, una terrassa per comprovar que els ocells tenen ales, una bona connexió a internet i suficients auriculars com per no emprenyar-nos massa els uns als altres… Però les bretxes no desapareixen pel fet de reconèixer els nostres privilegis i de posar-nos en la pell dels altres: l’empatia és només un recurs pseudocientífic que no substitueix a la revolta. Curar la desigualtat amb empatia és com parar al coronavirus amb homeopatia, queda maco i és “resultón” als discursos, però criminalment inútil en la pràctica.

Hem d’assumir que les pandèmies treuen el pitjor de tota la humanitat i, per tant, treuen el pitjor dels pitjors humans. Així, la nostra classe política ha estat, com sempre, a l’alçada… vull dir, a l’alçada d’un excrement de pangolí. Comentar el paper dels polítics dins aquest període em fa una mandra de dimensions còsmiques i, per tant, no ho faré.

Hem d’assumir que les pandèmies també treuen el millor de les bones persones. Així, he vist com hi ha alumnes que amb uns mitjans més que rudimentaris han saltat per sobre de totes les bretxes i m’han demostrat que els herois no són mai senyors amb uniforme sinó noietes que són capaces de fer i lliurar els deures de filosofia només amb un telèfon mòbil, imaginació i unes ganes d’aprendre sense aturador.

Hem d’assumir que la capacitat d’infantilitzar-nos que tenen determinades administracions tendeix a infinit: hem aplaudit als sanitaris, i hem omplert les xarxes de lemes absurdament simplistes: des del “Resistiré” fins al “tot anirà bé”, passant per les crides a la unitat, l’expressió de la fortalesa de la societat que sortirà de la pandèmia. Com sempre que repetir un lema substitueix a fer una reflexió crítica, perdem l’oportunitat d’aprendre alguna cosa nova. Afortunadament en Martí i Pol, generador incansable de versos que poden esdevenir lemes, no va escriure sobre pandèmies… encara ens trobaríem penjades, a les parets dels centres educatius, cartolines amb lemes higienistes: Que tot està per desinfectar i tot és possible…

I ara tornem: la mascareta ben posada, les mans xopes de gel hidroalcohòlic, l’institut convertit en un escape room (només podràs sortir si segueixes el camí correcte!), els mitjans insuficients i una sensació de que estem en fals: mirant la dotació d’equips de protecció que el Departament d’Educació ha proporcionat als centres, he recordat una trista imatge: Als inicis del confinament, quan es va materialitzar una carència de mascaretes (amb la conseqüent pujada de preus) vaig veure un depenent d’un supermercat amb una bossa de plàstic lligada al voltant del cap, tot subjectant un mocador de paper que li tapava la boca.

Com aquest depenent, que fa el que pot per protegir-se però al que els seus caps no han proporcionat els mitjans adequats, ens sentim alguns treballadors: amb la boca inútilment tapada, en tots els sentits possibles de l’expressió.

 

Els mitjans de comunicació: Informació o intoxicació ?Autor: Zacaria Adghir

Els mitjans de comunicació continuen amb les seves notícies reiteratives i exhaustives de forma diaria escampant pànic en la nostra nostra societat sobre el Covid 19 o més ben conegut com, Coronavirus. El gran número de morts suposa un augment de preocupació i por de manera directament proporcional la qual cosa fa que ens intoxiquem veient les notícies, provocant un enrenou mental a nosaltres mateixos.

 

Com ja sabem,la finalitat dels mitjans de comunicació és informar i entretenir a un públic massiu però… que hi ha darrere de tot això ? Ho exageren massa ? Què és el que realment hi ha darrere de les pantalles dels nostres televisors ? Tot son fake news ?  

 

Personalment, d’una banda puc assegurar que aprofiten el nostre desconeixement sobre el tema i al final ens acabem creient fake news.

Tal i com afirmar TV3, un exemple de notícia falsa és l’alliberament de 500 lleons a Rússia. Sembla molt lògic que és informació inventada però molta de la població s’ho acaben empassant, per una escassetat de coneixements. Un altra fake new que abunda a les xarxes socials son les teories conspiratories que parlen d’una tercera guerra mundial biològica entre els EEUU i la Xina, o també com origen del virus es deu a una sopa de ratpenat, plat comú de la gastronomia xinesa. 

 

D’altra banda, puc deduir que la informació que rebem es tòxica i ens fa mal, ens provoca por pel motiu d’exagerar les notícies que estan parlant del mateix tema durant tot el dia. Però no nego que totes les notícies son exagerades i molt menys falses, però en casos especials com aquests ho fan per tal de controlar a la població i fer el que ells volen que fem.

 

Per concloure, no hem de caure en aquesta trampa que provoca un enrenou mental a nosaltres mateixos i el que hem de fer és generar coneixement realista de fonts científiques oficial que treballen i saben del tema  i no creure’s  tot el que diu una persona darrere d’una pantalla o des d’un plató. Perquè com diu Albert Einstein; 

“Qualsevol moment és perfecte per aprendre alguna cosa” 

La cultura del esfuerzo ¿valor o mito? Autoria: Elmo

La cultura del esfuerzo nos dice que si alguien quiere conseguir algo, es necesario que trabaje para conseguirlo, y que la motivación para llevar a cabo este trabajo depende fuertemente de cómo de gratificante es el objetivo. En la vida académica, como en el resto de ámbitos, si queremos llegar lejos es necesario esforzarse. No obstante, ¿son todos los esfuerzos necesarios? ¿Tiene el esfuerzo algún valor fuera de obtener el propósito por el que se realizó?

Es cierto que, en un pasado, se crearon métodos o inventos varios que nos han facilitado mucho las cosas. Desde la rueda hasta el coche, y desde el coche hasta robots que sustituyen perfectamente a un trabajador humano y más allá. Sabiendo que estas cosas existen, ¿quién lava la ropa a mano teniendo una lavadora disponible? La respuesta es simple, solo alguien que no sepa usarla o que es fanático de esforzarse de más, o, dada la poca gente que lo haría, podríamos generalizar con un “nadie”. Nadie quiere esforzarse una hora en algo que puede hacer igual de bien o mejor en menos tiempo y con menor cansancio. Pero esto no significa que la humanidad haya perdido la cultura del esfuerzo, sino que es una muestra de inteligencia, ya que el tiempo que perdería realizando una acción que no aporta nada (¿qué clase de conocimientos puede adquirir alguien pasando la aspiradora cada domingo a las nueve?) lo decide emplear en otra. Esto nos permite responder a la primera pregunta planteada en el primer párrafo: no, no todos son necesarios.

Para entender si el esfuerzo tiene valor más allá de permitirnos lograr un objetivo, hemos de ser conscientes de diferentes cuestiones. Primeramente, debemos tener en cuenta la sed de conocimientos del ser humano que, aunque sea opacada con más o menos intensidad por la pereza en algunos, llevará a las personas a hacer esfuerzos. Abrir un libro, hacer una búsqueda por internet, preguntar a un congénere sobre el tema que los inquieta… Incluso habrá quienes lleguen a fabricar dispositivos, diseñar programas, experimentar en un laboratorio, etcétera, por saciar esa sed de conocimiento (que puede derivar en un bien o mal mayor, como puede ser una vacuna contra el VIH o un virus informático muy difícil de eliminar). Además, siempre habrá algo por descubrir o inventar, lo que significa que las personas curiosas van a existir siempre y, con ello, el esfuerzo. En segundo lugar, la eliminación de todo esfuerzo en la vida diaria es muy poco factible, por no decir imposible, ya que, muy difícilmente, alguien pasará su vida sin intentar lograr nada. Por último, la ausencia de cultura del esfuerzo solo nos llevará a humanos incapaces de conseguir nada, pues no estarán acostumbrados a trabajar y se rendirán a la primera de cambio. Para ilustrarlo mejor, pensemos en un aula en el que nunca se les ha exigido nada a los alumnos. Un buen día, se topan delante de un objetivo al que llegar (impuesto desde el exterior o por ellos mismos, ya sea componer una canción o descubrir las utilidades que aporta una monarquía y que justifiquen su coexistencia con la democracia). Éstos, acostumbrados a la poca exigencia, se verán desbordados y muy probablemente abandonen la tarea o, con suerte, unos pocos la terminen entre lágrimas. Esto quiere decir que el esfuerzo tiene valor fuera del objetivo, ya que estar habituado al trabajo, sea del tipo que sea, permitirá al individuo intentar llegar a la meta que ansía, mientras que quien no esté frecuentemente expuesto a ello se verá embriagado con sentimientos negativos, impotencia mayormente, de ver que no es capaz de llegar rápidamente al objetivo, como en una escuela sin cultura del esfuerzo lo habrían habituado. Si nadie puede nadar 200 metros sin haber aprendido a nadar, ¿cómo esperamos ser capaces de llegar a metas (de nuestro gusto o no, como podrían ser redactar unos informes para un jefe, descubrir una vacuna o ser el mejor músico del mundo) si ni siquiera somos capaces de esforzarnos para entregar un trabajo de historia?

En resumen, no todos los esfuerzos son necesarios, ya que sería estúpido perder tiempo en actividades fácilmente omisibles y sustituibles por otras más sustanciosas o placenteras, pero educar en la cultura del esfuerzo sí lo es, ya que cada esfuerzo que hagamos nos hará más capaces de trabajar aún más y lograr objetivos mayores.

 

La cultura del esfuerzo: ¿valor o mito? Autoria: Helen Chufe

El hecho de esforzarse para llegar a una meta u objetivo fijado es algo que se nos ha impuesto a cada uno de nosotros desde que nacemos prácticamente. “Con esfuerzo llegarás a trabajar en lo que más te guste”, “Con esfuerzo podrás vivir dónde tú quieras”, “Con esfuerzo, a lo largo, vivirás mejor”,.. Incluso la famosa frase de “Cada esfuerzo tiene su recompensa” es una ley de vida para muchos. Con todo esto me planteo la siguiente pregunta, ¿el esfuerzo siempre es recompensado?, es decir, ¿tiene valor?.
Creo que hablo por todos cuando digo que vemos ese tipo de frases como una amenaza por parte de nuestros superiores para que estudiemos y no dejemos de hacerlo. Es fácil, si te dan a escoger entre esforzarte y tener todo lo que quieres o no esforzarte y no tener nada nosotros optamos por lo primero. Pero a medida que vamos creciendo no tenemos la misma opinión, no lo vemos tan claro.
Empezamos a observar como gente que no se ha esforzado en la vida acaban triunfando, y queremos seguir su ejemplo. Gente que gana millones por darle a un balón, por pasarse una tarde entera hablando de su vida en un programa, o incluso por el hecho de ir a buscar el “amor” en televisión. Es en ese momento cuando nos preguntamos, ¿y por qué no voy a tener yo esa suerte? cuando lo que de verdad tendríamos que preguntarnos es, ¿a qué quiero dedicar mi vida realmente?
Con esto podemos observar que a lo que de verdad aspiramos en la vida es que haciendo el mínimo esfuerzo podamos llegar dónde queramos. Y es un hecho. En mi caso, comparando la exigencia que tenía en mí misma hace tres años y la que tengo ahora puedo comprobar como ha ido deteriorando.
¿Pero eso es cuestión de esfuerzo o de motivación?
Aunque sean dos palabras con significados distintos podemos relacionarlas entre ellas. Está claro que si algo te motiva pones más esfuerzo en ello y en conseguirlo. Pero hoy en día, y a los adolescentes de nuestra edad, ¿nos motiva lo que estamos estudiando? ¿vemos futuro en él? ¿a qué se debe el disminuir el esfuerzo y exigencia de uno mismo? Son un cúmulo de preguntas las cuales no pararíamos de redactar.
A lo que a mi respecta, la exigencia y el esfuerzo de uno mismo de cara a los estudios va disminuyendo a medida que uno ve que no es suficiente con eso. Nos preparan durante meses para juzgar lo que sabemos en un par de exámenes. No te pueden ir mal. Te lo recuerdan día a día. El paralelismo está en que a medida que la presión crece,las ganas disminuyen. Y con ellas el esfuerzo y la exigencia.
Quedan muchas preguntas sin contestar todavía. En mi opinión, el esfuerzo si tiene valor, pero lo va perdiendo con el paso del tiempo. Es decir, cuando somos pequeños si que podemos ver las recompensas. A medida que crecemos van desapareciendo las recompensas visibles, por lo que el esfuerzo se va convirtiendo en mito.

Els Mitjans de comunicació: informació o intoxicació? Autoria: Secret Agent

Como ya sabemos todos o casi todos, el 1 de diciembre de 2019 en China se ha dado el caso de una epidemia de virus, llamado coronavirus o COVID-19 causado por el virus SARS-CoV-2 (síndrome respiratorio agudo grave). Este virus parece tener un origen zoonótico, es decir que al inicio estaba presente en un animal y después a través de este animal fue transmitido a un humano (paciente 0), y de aquí en adelante ha empezado el caos ya que esta persona sin ser consiente del virus, fue infectando a otros con los que ha tenido contacto, porque se contagia muy fácil, con solo tocar a la persona, toser o estornudar a su lado. Poco a poco este virus se ha ido expandiendo por todo el mundo, creando una pandemia, y no creo que hoy en día quede algún país que no tenga algún caso de coronavirus. El pánico empezó cuando el virus apareció en Europa y explotó de manera incontrolada en Italia. Des de allí se han empezado las noticias sobre el coronavirus, informándonos sobre la situación de Italia. Cuando el virus apareció en España (que actualmente se convirtió en el cuarto país con más contagios de coronavirus), el número de noticias sobre el COVID-19 incremento un montón. Hasta en la portada del periódico, siempre aparecía la palabra “Coronavirus” o “virus”. Por tanto, los medios de comunicación nos aportan tanto información, comointoxicación. Porque, por un lado, está bien que nos mantengan informados de la situación en la que está el país o el mundo, pero con toda esta información se crea el pánico en la gente, que los hace ir a los supermercados y comprar productos como locos, como si fuera el apocalipsis. Este pánico en la gente es más que nada porque en las noticias cada día dicen que hay más muertes y más contagios, por esto, las personas tienen miedo de salir e interactuar con otros para no contagiarse y morir.
Pero en el mundo hay enfermedades que provocan muchas más víctimas que el coronavirus, como, por ejemplo, el cólera. El cólera afecta de manera importante a Europa, ya que esta enfermedad la padecen tres o cinco millones de personas y produce entre 21.000 y 143.000 muertos al año.
¿Pero entonces porque en los medios de comunicación el tema más importante es el coronavirus?
Porque el COVID-19 es un virus nuevo del cual se desconoce el origen exacto, es una amenaza nueva contra la cual no se sabe cómo luchar. Primero apareció en un país y rápidamente se ha expandido por todo el mundo, dejando muchos infectados y muertos, solo porque se contagia muy fácil (de persona a persona). Mientras que el cólera es una enfermedad que se conoce desde hace tiempo y se contagia por beber agua o comer alimentos contaminados por heces humanas. Además, no se suele transmitir de persona a persona. Por tanto, no crea mucho pánico, porque si una persona se contagia, es su responsabilidad porque se ha contagiado ella misma, no se lo ha transmitido otro ser humano como pasa con el coronavirus. Todos ya se han acostumbrado que haya alguna víctima de cólera, porque es una enfermedad más común y por esto no estamos viendo tantas noticias sobre ella.
Algunos países están en cuarentena para que se calme el virus. Pero muchas personas, no están haciendo caso saliendo a la calle, y cada día aparecen algunos casos más. La cosa es que, si no nos quedamos en casa respetando la cuarentena, el virus no parará y seguirá habiendo víctimas. En los hospitales se agotarán los aparatos respiratorios y no quedarán más sitios de tantas personas infectadas. Por tanto, no habrá sitio para gente con otras enfermedades, y no solo se producirán muertes de coronavirus.
También quiero decir que una parte, tal vez está bien que el coronavirus ha aparecido, ya que siempre se decía que el medio ambiente está empeorando y no faltan muchos años para que acabemos con el planeta si no hacemos algo. Con la aparición del coronavirus el aire ha mejorado mucho. El otro día en La Vanguardia han anunciadoque la contaminación del aire se redujo hasta 83% en las ciudades españolas.
En resumen, no hay que hacer tanto pánico, sino que hay que quedarse en casa. Ya
que el virus afecta de manera diferente a cada persona. Hay quien lo sufre como una
simple gripe mientras que otros que tienen alguna enfermedad respiratoria, llegan en
estado grave.
Si no hemos hecho nada por salvar el medio ambiente, por lo menos debemos hacer
algo para salvar nuestra especie humana. QUEDATE EN CASA.

La cultura del esfuerzo: ¿valor o mito? Autoria: Diabolik

¿Realmente se valora el esfuerzo?

Antes de empezar esta reflexión he buscado la palabra “esfuerzo” en el diccionario de la RAE y he escogido una de las definiciones en la que cita el esfuerzo como: Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. Pero leyendo esa definición me he preguntado… ¿Si no llegas al objetivo que te habías marcado previamente aunque te hayas esforzado se podría decir que has fracasado? o ¿podemos relacionar el esfuerzo con el sacrificio? es decir ¿si una persona lucha duro, sufre para llegar a su objetivo quiere decir que es una persona madura y responsable. Pero ¿hasta qué punto tenemos que sufrir o sacrificar para que se nos llegue a llamar responsables? ¿El esfuerzo es una capacidad o es dedicación? Yo creo que lo tenemos que desarrollar a medida que va pasando el tiempo ya nunca vamos a saber nuestra capacidad si no lo hacemos ¿El  esfuerzo  sólo funciona  si tiene sentido? Sin  ‘motivo’ nadie lucha por una meta, y el esfuerzo es valorado y tiene sentido si está dirigido a mejorar nuestra vida, creo yo. ¿Pero que nos ha inculcado el sistema educativo establecido por el mismo Gobierno? Nos ha inculcado a esforzarnos para llegar a nuestros “sueños” a tener una vida llena de lujos, con nuestra casa, nuestra familia, nuestro trabajo de ensueños (el cual necesitamos estudiar muchísimo para poder alcanzar y ganar mucho dinero), pero yo me pregunto ¿dónde queda nuestra felicidad? ¿por qué no nos inculcan a ser felices en vez de hacernos escoger qué queremos ser en un futuro? Mi respuesta a esa pregunta que ronda en mi cabeza es que al Estado le interesa eso, le interesa que estudiemos cualquier cosa o trabajemos de algo que puede que no nos guste, no se interesa de nuestra felicidad. Solo se interesa de los beneficios que habrá si estudiamos, ya que si estudiamos, puestos de trabajo no quedarán vacíos. ¿Por algo hay que pagar cantidades de dinero para llegar a ser “alguien” y trabajar?   Marketing ¿no?

Volviendo al tema de antes, realmente ¿Tenemos que recuperar la cultura del esfuerzo o es que nunca lo hemos tenido y ahora queremos desarrollarlo? Yo creo que nunca lo hemos tenido porque ahora mismo somos una sociedad conformista y os preguntaréis porqué lo pienso como tal, y lo más rápido a lo que recurro es al sistema educativo. ¿Cuántos adolescentes van al colegio solo por obligación? ¿Cuantos se conforman con aprobar y no con aprobar con buena nota? Pues sí, efectivamente, somos conformistas por falta de motivación, no nos motiva seguir estudiando si realmente no sabemos si vamos a ser felices, aunque si no lo hacemos tampoco podemos averiguarlo, y para hacerlo debemos esforzarnos. ¿No os dáis cuenta que es un ciclo vicioso?

La cultura del esfuerzo: valor o mito. Autoria:Bean

El esfuerzo, por definición, es prepararse o persistir física o mentalmente para alcanzar un objetivo deseado.

Esfuerzo es estudiar para resolver problemas matemáticos que aumenten tu intelectualidad y esfuerzo es también prepararse físicamente día a día para poder ganar una competición deportiva o escalar el monte Everest.

Està claro que para conseguir un objetivo hay que esforzarse, si eres perezoso y no te esfuerzas no conseguirás llegar a tus metas, y otras personas no lo van a hacer para ti. Todos los grandes personajes que han dejado huella en sus respectivos campos han tenido que luchar y esforzarse, ya sea luchar por sus pensamientos, luchar contra la sociedad, luchar consigos mismos para hacer un nuevo descubrimiento, todos ellos consiguieron sus metas a costa del esfuerzo.

Ahora, algo que también sabemos es que todas aquellas personas consiguieron lo que consiguieron porque tenían una intención de hacerlo, porque sabían que el resultado les acabaría beneficiando, ya sea emocionalmente, intelectualmente, físicamente o económicamente, y tenían un sueño, una necesidad, una obligación que les alentaba a seguir.

Pero qué pasa si no hay nada que te motiva a hacer una cosa, solamente tienes que hacerla por obligación, y sabes que ni a la larga ni a la corta ese esfuerzo te beneficiarà de cualquier manera, ¿vale la pena seguir esforzándose en este caso? Yo creo que no, una persona sabe lo quiere, y si sabe que un esfuerzo no va a llevarle a ninguna parte no hace falta que lo haga. Pero aquí es donde entra la sociedad, donde entran “los demás”, los que nos dicen que nos esforcemos solo porque es lo que hacen todos, o porque a ellos se lo dijeron sus padres. Sin un objetivo de futuro el esfuerzo es en vano.

Movámonos en el tiempo hacia la época en la que aún no había neveras. Para conservar los alimentos la gente hacía uso de la sal, de especias o técnicas de ahumado, que evidentemente requerían tiempo y esfuerzo. Que tal si alguien te quitara tu nevera y te dijera que usases algunas de estas técnicas. ¿Salarias toda la carne y el pescado y la pondrías en una olla con tal de conservar estos alimentos?, y antes de cocerlos, ¿los dejarías en remojo para quitar la sal? Quizás, por necesidad, incluso lo harías pero, ¿crees que es lógico hacer tanto esfuerzo sabiendo que existe allí fuera un invento que puede hacer todo esto solamente si lo enchufas a la electricidad, y sabes que tu esfuerzo no te favorece en nada?

Yo creo que el esfuerzo tiene que ser el resultado de un sueño, de una necesidad, de una responsabilidad, y no de un objetivo o meta impuesto.

La cultura de l’esforç : valor o mite? Autoria: Eclemie.

Pereza – el componente biológico de varias criaturas vivientes. Los humanos no somos una excepción. Desde el punto de vista de la fisiología, esto no es un defecto, sino el deseo de ahorrar energía y reducir el consumo de recursos. Existe un famoso ejemplo: “Una persona se volvió demasiado perezosa para caminar, e inventó una rueda, luego una bicicleta, un automóvil, etc.” De hecho, creo que gran parte del progreso científico y tecnológico se basa en la pereza humana. Las personas tienden a minimizar el trabajo, se esfuerzan para esforzarse menos a continuación.

Podemos observar como los bienes de la sociedad hacen que cada día nuestro esfuerzo sea menor. Las máquinas de café, los coches, las aspiradoras robots. Hoy en día, para conseguir comida basta con bajar a Mercadona que tienes al lado de tu casa, pero hasta eso se volvió más fácil. Ahora te la llevan directamente a tu piso. Probablemente si la humanidad seguirá el mismo ritmo, al final llegará el momento cuando trabajar a penas será necessário.

En este caso podemos entender que la pereza es un motor que empuja el esfuerzo y aquel crea varios bienes para el conjunto de la sociedad o para un concreto individuo. Por lo tanto, podemos decir que el esfuerzo es algo moralmente bueno y correcto.¿Pero lo és la pereza?

Para entender si de verdad las personas tienden a no trabajar debemos imaginar que es lo que haría ante una elección: trabajo o no trabajar. Eso en el caso que los recursos que va a recibir sigan igual. Teniendo en cuenta que para varios de nosotros el trabajo es algo cercano a la tortura la respuesta es evidente. No trabajar.

Varias veces podemos observar cómo los individuos afirman que quisieran ser empresarios con la excusa de querer crear alguna cosa. Sin tener claro qué cosa y de qué forma la quieren crear. Solo es un deseo de hacer que la gente trabaje para ellos. Porque si tanto quieren crear alguna cosa, pueden hacerlo trabajando para alguien. Pero no es esta la intención. La idea es que trabajen los otros.

Como idea final me gustaría destacar el hecho de que se aprecia más el individuo que trabaja poco y gana mucho ante aquel que trabaje el doble y gané lo mismo. Por lo tanto considero que la cultura del esfuerzo es un mito ya que el esfuerzo es solo el fruto de la pereza. Tenemos la cultura de ser vagos.

Els mitjans de comunicació: informació o intoxicació? Autoria: Fuego

Feia tres mesos la notícia de la Covid-19 no era gaire important, ja que aquesta notícia no arribava de manera tan consecutiva a les diferents pantalles que tenim a casa. Només parlàvem de Xina, ja que el virus només havia infectat allà.

Va començar el mes de febrer on aquest tema, aquest virus es va apoderar de les nostres ments, orelles, ulls, boques, etc. Tothom parlava d’això, a totes hores, altres fins i tot feien cançons amb aquest virus. Realment no érem conscients que això fos tan impactant al punt d’arribar, que només arribar a casa, engegar la tele i les notícies comencen a parlar de la Covid-19, com avança aquest virus i com estan afectant altres països. I sobretot el que més ens espanta,  sorprèn, el nombre de morts que aquest virus està causant.

L’arribada del confinament, tota aquesta bomba va caure d’una manera impactant, quan ens vam adonar, ja estàvem a casa en estat d’alarma, ja podíem ser conscients que aquestes dues setmanes de confinament eren molt més. Estem a casa tot al dia amb les notícies, parlant amb les nostres famílies que viuen en altres països, pendent de la informació nova que et porten, perquè, sí, el virus ja hi era aquí i havia avançat d’una manera molt ràpida. I no només aquí sinó que a tot el món, aquest virus s’havia convertit en una pandèmia.

Totes aquestes informacions que arribaven durant els dos mesos gairebé tres no eren del tot informació, ja que si et poses a pensar quina de totes les fonts que escoltes o veus t’aporten informació de veritat, t’adones que no totes són fiables i que aquestes t’intoxica la ment amb barbaritats que diuen, les diferents teories que tenen sobre aquest virus, les explicacions diverses que pretenen d’explicar-te el començament de la Covid-19…

En conclusió, així com la televisió, telèfon, ordinador, etc. Són fonts d’informació que també poden ser fonts d’intoxicació i cal saber informar-se i identificar quines pàgines són de confiança. Posem per exemple, l’OMS (Organització, Mundial, de la Salut) que tot el temps estan actualitzant la informació del Coronavirus. També cal prendre les notícies amb calma i no alarmar-se, continuar amb la nostra ment positiva, que tot sortirà bé, que sortirem d’aquesta i sobretot, QUEDA’T A CASA.

Mitjans de comunicació: Informació o intoxicació. Autoria: Alumna confinada

Enciendes la televisión, echas un vistazo al teléfono móvil, lees el periódico…tarde o temprano encontrarás alguna actualización sobre el tema actual por excelencia: el Covid-19. Sí, estamos viviendo una crisis pandémica, por lo que debemos estar al corriente de las últimas noticias para actuar de la mejor manera posible, pero ha llegado un momento en el que no se habla más que de ello.

Vivimos, al fin y al cabo, en una sociedad en la que abunda la información. Pero precisamente el fácil acceso a esta es lo que hace que los medios de comunicación compitan constantemente por el titular más candente que consiga atraer más receptores, perdiendo toda objetividad y credibilidad.

Así pues, ¿debemos desconfiar de todo lo que nos dicen? Si cuestionamos la veracidad de algo tan solo por el hecho de haberlo leído o escuchado en los medios de comunicación, ¿en qué o quién debemos confiar entonces? Incluso las instituciones u organizaciones de máxima fiabilidad, como el gobierno, o la OMS en este contexto pandémico, utilizan a menudo estos medios para hacer llegar al máximo número de oyentes la información que desean transmitir. En resumidas cuentas, la mayoría de las veces, los medios no generan nueva información, sino que actúan como canal transmisor de esta. Por lo tanto, deberíamos dirigir nuestra atención (y desconfianza) al emisor del mensaje, no al intermediario. Con todo y con eso, los medios de comunicación deberían adoptar un papel responsable como agentes informativos con una gran influencia social, pero no siempre es así.

Por una parte, el bombardeo de información constante sobre el Covid-19 está haciendo mella de manera generalizada entre la población. El miedo al desabastecimiento resulta en la propagación del ‘’efecto bunker’’, y los medios, en vez de llamar a la calma, muestran en bucle videos de estanterías de supermercado vacías que acrecientan una histeria colectiva que, a largo plazo, podría tener peores consecuencias que el propio virus en sí.

Por otra parte, los medios están siendo parciales; el excesivo protagonismo de un solo tema tiene como consecuencia la desinformación de otros acontecimientos. ¿Significa esto que pretenden desviar nuestra atención para ocultarnos algo? No soy partidaria de las teorías conspirativas; si se habla constantemente de un virus con una mortalidad ínfima, en vez de darle más protagonismo a enfermedades infecciosas – como el cólera– que afectan de manera más seria y a más población, es simple y llanamente porque la primera problemática nos afecta y la segunda no. Nosotros (los europeos, los habitantes del ‘’Primer Mundo”), hemos creado una burbuja llamada progreso que nos protege de las desgracias externas (guerras, pobreza…) y en el momento que algo amenaza con romper esta burbuja que nos da seguridad, el miedo acude a nosotros. Los medios no son más que la manifestación de ello.

En conclusión, ante unos medios que bailan entre la información y la intoxicación, debemos actuar con inteligencia, es decir, ser críticos y selectivos con las noticias que recibimos. El sensacionalismo, nos conduce inevitablemente hacia el alarmismo y, en una situación como la actual, debemos evitarlo a toda costa.

Mitjans de comunicació: informació o intoxicació? Autoria: YO ME QUEDO EN CASA

Ahora nosotros estamos en una situación muy difícil. Cada momento leemos  noticias y nos damos cuenta que cada día aumenta más la mortalidad. Ya sabemos muy bien que no podemos salir de casa y la única fuente de información son las noticias de internet (Vanguardia, La Última Hora) . Es muy claro que en el último mes  las noticias van más sobre el Covid-19 pero también será mejor destacar que hoy en día hay enfermedades que causan más muertes como por ejemplo cólera o gripe normal  

    Covid-19 es una enfermedad que ha afectado a nivel mundial , es decir ha afectado desde China a Irán, Italia, España etc… Los efectos de ésta enfermedad va a ser muy graves especialmente en el ámbito econòmico, social  y recuperarlos serà muy difícil. Pero podríamos decir que el mundo está descansando por culpa /gracias a coronavirus. Porque creo que si la gente en cada año se queda cada, el mundo podía descansar, para poder mejorar la naturaleza.

   El Covid-19 es una enfermedad nueva y aunque los médicos trabajan todo el día les cuesta encontrar solución para enfrentar contra él y por eso la mortalidad aumenta cada día más. Tratando el tema de las noticias, cada día se insiste más en el hecho de llevar una buena higiene y respetar el protocolo de prevención. Creo que tambíen tenemos que destacar que cada día en las noticias ponen que ya han encontrado las vacunas, pero creo que la mayoría de nosotros no confía en noticias porque cada día leemos noticias absurdas que no corresponden a la realidad.

  Creo que sabemos muy bien que el cólera es una enfermedad aguda, si no se trata, puede causar la muerte en cuestión de horas. El cólera afecta en las zonas con más riesgos, suele ser los suburbios con escaso a agua potable y  saneamiento adecuado. Por lo menos los médicos han encontrado las vacunas eficaces contra cólera.

  Ahora no hablan mucho ya sobre cólera porque ha aparecido a partir del siglo 19 y la gente sabe muy bien la causa de esta enfermedad mientras que el COVID-19  es una enfermedad no detectado y no sabemos cuánto durarà.

  En resumen, tenemos que dedicar un poco tiempo para elegir una fuente de noticia. No tenemos que entrar cada pàgina web y leer noticias falsas y  hacer conclusiones. Aunque sería mejor ver tele en lugar de leer noticias falsas 

 

Els mitjans de comunicació: informació o intoxicació? Autoria: SMK

Actualmente estamos viviendo una crisis mundial sanitaria, y por ende, económica. En
este punto de la pandemia, Europa es el principal foco del virus SARS-Cov-2, y como tal, y viviendo en un país europeo, escuchamos constantemente, y en diferentes medios de comunicación la última hora de la situación tanto en España como en el resto del continente.
Observamos que recibimos constante información sobre el virus; el número de muertes, de infectados, y de las medidas aplicadas por el gobierno para combatirlo. En este momento, considero que es totalmente lógico, no solo por llegar a calificarse como
pandemia y que estamos siendo afectados por él, sino que es un virus que no había sido detectado en humanos hasta ahora. Por ello, ¿las noticias que recibimos sobre ello son fiables o simplemente hacen que la población adquiera un miedo añadido a la enfermedad y a la situación en la que vivimos?
Ya sabemos que en general, los medios solamente nos informan de acontecimientos que afectan a nuestro entorno, como por ejemplo la guerra de Siria, que hace una semana que cumplió 9 años, y solo hemos oído de ella desde que llegó la gran masa de refugiados a Europa, hace 2 años.
En cuanto a la situación actual, pienso que los medios de comunicación de masas se están aprovechando de la situación. Este es un momento crítico, en el que todas las personas desean conocer la evolución de la pandemia; además de conocer la situación
política, por la desunión que observamos, donde parece que prevalezca la ideología política antes que la crisis de salud pública que padecemos. Esto hace que haya más audiencia, haya más suscripciones a periódicos online o que aumente la adquisición de
prensa, que cada vez es menos frecuente.
Otro punto a considerar es el número de muertes tanto en el país como en el resto de
Europa (Italia, Francia…). He observado que se comenta constantemente el número de
contagiados como el número de fallecidos; en vez de comentar las altas médicas, (haciendo que aumente el pánico) que a pesar de ser menores, representan un avance
contra la enfermedad, y que debería tener más luz. Esto se aplica a otras enfermedades como el cólera, que al no tener un impacto tan grave en Europa, ni siquiera se informa de ellas.
En resumen, yo creo que debemos hacer una selección inteligente de todas las noticias que nos llegan en este momento, ya que pueden ser alarmistas, seguir los consejos de los expertos, y ser conscientes de que la comunicación es un negocio, y que por ello, siempre nos llegará la información que a las entidades les convenga.

Concurs d’assaig. Mitjans de comunicació: informació o intoxicació? Autoria: Malfoy

En el momento en que escribo esta opinión, en un contexto social, político y económico que corresponde a una “crisis pandémica”, puedo afirmar con aún más certeza que apoyarse completamente en la veracidad de unos hechos porque estos aparecen en los medios de comunicación es una intoxicación considerable.  

Retomando el tema por excelencia, el Covid-19, podemos observar sin dificultad como la incitación a un miedo constante a través de medios de comunicación, especialmente televisivos, a resultado en un abastecimiento de supermercados, y lo que es curioso, en la casi desaparición del papel de higiénico, como si del fin del mundo se tratase.

¿Cómo hemos llegado a el punto de priorizar acumular papel higiénico en nuestras casas?

Creo que la respuesta es sencilla, sin ánimo de ofender, fijándonos en el rango de edad de compradores compulsivos que la misma televisión proyecta, digamos que no son una generación destacable por su destreza en la tecnología y por lo tanto sugiero que que la manera más común de adquirir información son los periódicos y telediarios, ambos monotemáticos sobre la pandemia.

Es totalmente necesario tomar medidas preventivas, pero el exceso de información sobre un virus con alrededor del 3,4% de mortalidad ha paralizado un cierto sector de la población en cuarentena –  ya que aún hay partes del sector trabajador en continua exposición al contagio que las noticias prefieren no mostrar- que parece haber olvidado problemas externos al coronavirus como puede ser el caso de enfermedades infecciosas como la cólera, causante de tres pandemias distintas, que muestra un riesgo de mortalidad mucho mayor, comprobado por la misma Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Es obvio que una pandemia sin cura no va a generar calma, pero empiezo a sospechar de la honestidad de las noticias cuando estas muestran una gran admiración a la sanidad española, tratandoles de héroes, pero silencian a otros enfermos e incluso anuncian muertes por contagio que en ocasiones no mencionan que tal ciudadano ya lidiaba con otras complicaciones, por tal de lograr un buen titular.

Tomando medidas preventivas no es necesario inculcar la histeria. La atención continua al covid-19 invisibiliza otras enfermedades y ralentiza su tratamiento en caso de los no diagnosticados.             

Concurs d’assaig. Art i mercat. Autoria: Groguenc.

Creo que la cuestión no es si una obra vale el dinero que valga, sino cómo se llega a ese precio. Teniendo en cuenta que hay obras de valor incalculable (literalmente, un ejemplo es “La Gioconda”), ya que no hay nada que tenga el mismo valor que la obra para comparar y poner un precio. Además, muchas obras son del Estado, (el “Guernica”, una vez fue recuperado por el Estado Español ya muerto Franco, no se ha movido del Reina Sofía) por lo tanto, éstas son igualmente de un valor incalculable, se han hecho reproducciones para exponerlas en otros lugares de España, pero nunca ha salido del museo.

Sabiendo esto, llego a la siguiente conclusión: una obra de arte equivale al nivel de riqueza de una entidad (el Estado, un museo, una persona…), pero a la vez, la obra tiene un valor estético, histórico, sentimental, o ideológico. Ahora, la pregunta es: ¿Quién querría pagar tanto dinero por una obra de otra persona, si no dirige un museo?

La respuesta es obvia, las personas con mucho dinero.

Ahora voy a hablar del rol del artista, el artista es una persona que utiliza su intelecto, creatividad, y técnica para crear una obra de arte donde se vean reflejados sus pensamientos. En este caso podríamos decir que una obra es como un billete de metro, personal e intransferible. ¿Por qué importarían a alguien los pensamientos de, en este caso, Goya, que murió hace 300 años?

Goya es uno de los artistas más destacados de España, y poseer un cuadro suyo es símbolo de riqueza, pero es su obra, sus pensamientos, y, en mi opinión, una persona que quiera aprovecharse de los pensamientos de otra persona para enaltecer la suya es un ladrón, y una mente simple que no sabe pensar por sí misma teniéndose que apoyar en el artista.

Si viviésemos en una utopía, todo el mundo viviría según su ideal, y los artistas no tendrían que rebajarse a tener que contentar a un público que se aprovecha de ellos. Pero la cruda realidad es que tienen que ganar dinero para vivir, y una vez más, la clase alta somete a los demás por el simple hecho de tener más dinero, y se aprovecha de su mayor capacidad intelectual.

Sant Jordi 2020: convocatòria i bases

Bon dia a tothom, ja ha arribat el moment de convocar un concurs d’articles d’opinió sobre una sèrie de temes. Jo proposo tres temes, si vols fer un article sobre un tema que no estigui aquí recollit, consulta-m’ho i en parlem:.

  • La cultura de l’esforç: valor o mite? Sovint sentim l’expressió “s’ha de recuperar la cultura de l’esforç” a l’àmbit educatiu en referència als alumnes. Està clar que esforçar-se és necessari per assolir un objectiu pel qual estem motivats, però valorar l’esforç com un valor per si mateix… no és una trampa metafísica? No hem invertit milers d’anys d’esforços científics i tecnològics per tal de no haver de fer esforços inútils?
  • Els mitjans de comunicació: informació o intoxicació? Segons l’Organització Mundial de la Salut (OMS), el còlera afecta entre tres i cinc milions de persones l’any i provoca entre 100.000 i 120.000 defuncions. Però tots els mitjans ens informen fins a l’esgotament sobre el Covid-19… Serà que el còlera no afecta de forma important a Europa?
  • Art i mercat: quan val una obra? demà, 5 de març, es subhastarà a Madrid un quadre atribuït a Goya amb una valoració d’entre 800.000 i 1000.000 €. Les seves mides són 28,8 cm. per 15,5 cm; per tant, el cm²  surt a 23.148,148€, aproximadament. Com ho veieu?

1- Pot participar qualsevol alumne de Batxillerat i de 4t d’ESO de l’Institut  Maria Aurèlia Capmany.

2- Per concursar cal presentar un article d’opinió escrit a doble espai, amb una extensió màxima de dues cares, en català o castellà. Els treballs s’han de lliurar a Jesús Gómez per mitjà del correu electrònic (jesus@institutcapmany.cat)

3- Els treballs s’han de signar amb nom i cognoms (que només coneixerà l’administrador del bloc) i seran publicats al bloc (sota pseudònim) tot identificant-los com a treballs de concurs.

4- La data límit per al lliurament dels treballs és divendres 27 de març de 2020L’administrador es reserva el dret de publicar o no qualsevol treball lliurat fora de termini.

5- Tots els alumnes podran puntuar tots els treballs presentats excepte el propi. Les puntuacions s’efectuaran com a comentaris als articles publicats i seran publicades anònimament. El jurat tindrà en compte les puntuacions dels alumnes.

6- El jurat valorarà la coherència, originalitat i correcció de les argumentacions, així com la riquesa lèxica i la correcció tant en la redacció com en l’ortografia. S’aplicaran els mateixos criteris de censura als treballs de concurs que a la resta d’articles i comentaris del bloc.

7- S’atorgarà un primer i un segon premi, el valor del qual serà idèntic a la resta de premis atorgats als diferents concursos literaris de la diada. El jurat es reserva el dret de declarar desert el premi.

8- Els premis es lliuraran al llarg de les celebracions de la diada de Sant Jordi.

Meta arte. Autor: Iván Otero.

En mi opinión, el único arte verdadero es el de cada artista para él sólo. ¿Por qué?

Si definimos el arte como un lenguaje mundial, singular, por lo tanto, personal, en el cual los artistas tienen la capacidad de  transmitir sentimientos propios y distintos de una manera clara a través de sus obras, ¿cómo puede ser arte la obra de una persona alejada de nuestro ser?

El concepto de individualidad ya se exploraba en las vanguardias, y estas significaron un punto y aparte entre la modernidad y la postmodernidad. ¿Cómo podría algo tan importante en la historia del arte no ser el concepto que más define a un artista? En la contemporaneidad, el mundo del arte está evolucionando hacia la conceptualización, ¿y de dónde proviene lo conceptual si no es del pensamiento propio?, contrario a lo que era el arte desde un punto de vista más clásico, donde se utilizaban alegorías, que provienen del pensamiento global.

Por lo tanto, ¿quién debería pagar algo por el pensamiento de otra persona, y además alardear de la posesión de su obra? Las personas simples, personas sin capacidad de pensamiento propio real que se escudan en imaginaciones ajenas. Pero la única manera de cultivar un lenguaje propio es a través del aprendizaje de los maestros artistas, por lo tanto, el cometido de un aspirante a artista es formarse aprendiendo de las eminencias de nuestra época y no de las del pasado, y éste debe cultivar este pensamiento y hacerlo evolucionar. Porque ya nada importa el pensamiento de alguien muerto más que el de formar a nuestros maestros.

En el fondo, el talento vive en todos los humanos y es indispensable para nuestra vida, y su función es tan simple como ser capaz de fijarse en el mundo que te rodea, adquirir la capacidad de hacer arte, no sólo arte pictórico, escultórico… sino cualquier tipo de expresión verdadera, ya que es una necesidad humana y lo único a lo que se le puede llamar “arte”.