En mi opinión, el único arte verdadero es el de cada artista para él sólo. ¿Por qué?
Si definimos el arte como un lenguaje mundial, singular, por lo tanto, personal, en el cual los artistas tienen la capacidad de transmitir sentimientos propios y distintos de una manera clara a través de sus obras, ¿cómo puede ser arte la obra de una persona alejada de nuestro ser?
El concepto de individualidad ya se exploraba en las vanguardias, y estas significaron un punto y aparte entre la modernidad y la postmodernidad. ¿Cómo podría algo tan importante en la historia del arte no ser el concepto que más define a un artista? En la contemporaneidad, el mundo del arte está evolucionando hacia la conceptualización, ¿y de dónde proviene lo conceptual si no es del pensamiento propio?, contrario a lo que era el arte desde un punto de vista más clásico, donde se utilizaban alegorías, que provienen del pensamiento global.
Por lo tanto, ¿quién debería pagar algo por el pensamiento de otra persona, y además alardear de la posesión de su obra? Las personas simples, personas sin capacidad de pensamiento propio real que se escudan en imaginaciones ajenas. Pero la única manera de cultivar un lenguaje propio es a través del aprendizaje de los maestros artistas, por lo tanto, el cometido de un aspirante a artista es formarse aprendiendo de las eminencias de nuestra época y no de las del pasado, y éste debe cultivar este pensamiento y hacerlo evolucionar. Porque ya nada importa el pensamiento de alguien muerto más que el de formar a nuestros maestros.
En el fondo, el talento vive en todos los humanos y es indispensable para nuestra vida, y su función es tan simple como ser capaz de fijarse en el mundo que te rodea, adquirir la capacidad de hacer arte, no sólo arte pictórico, escultórico… sino cualquier tipo de expresión verdadera, ya que es una necesidad humana y lo único a lo que se le puede llamar “arte”.