El género ya no funciona. Autoria: Daniel Punzano.

El feminismo tiene como prioridad cambiar el trato o la función que tiene el rol femenino en la sociedad para mejorar las condiciones e intentar acabar con las desigualdades, cosa que, pese a que es una buena reacción contra el machismo, no resulta todo lo eficaz que debería, ya que en vez de arrancar el problema de raíz, está simplemente solucionando los inconvenientes que genera conforme vayan saliendo, es decir, en vez de intentar acabar con los roles de género que son unos los principales causantes de que la sociedad sea machista, prefieren arreglar los productos de esta situación, cosa que, como ya he dicho, es ineficaz.

Pero bueno, pese a que no creo que sea la forma más correcta de actuar, entiendo y respeto la causa feminista, porque es un movimiento que me parece razonable y que creo que hace más bien que mal, no obstante hay una comunidad con la que no concuerdo en absoluto, y que considero que están absolutamente errados, y sobre la que trata este texto. Pero antes es necesario marcar la diferencia entre género y sexo.

Hasta hace pocos años, se ignoraba la diferencia entre género y sexo. De hecho, aún hoy en día la mayoría de las personas no distinguen entre los dos. Por tal razón , es común que la gente no sepa distinguir las diferencias entre ser transgénero y ser transexual.

La palabra sexo hace alusión a algo puramente biológico, algo que no es discutible, ya que al fin y al cabo, nuestros genes tienen unos cromosomas determinados y no es algo que se pueda cambiar. Para referirnos a los sexos, están las palabras macho y hembra, pese a que con frecuencia se suelen distinguir los sexos entre hombre o mujer. No obstante estos términos son incorrectos, ya que la función de estos es distinguir entre géneros.

Por tanto, una persona no conforme con su sexo es una persona transexual. Pero ese tema es harina de otro costal.

El género en muchas ocasiones, como ya he dicho antes, una puerta abierta al machismo. Los roles tienen un claro origen patriarcal y en plurales ocasiones sirven para oprimir la conducta de la gente, especialmente en las mujeres. Dictando normas para la forma de actuar, vestir y pensar, marcando unas pautas que hay que seguir, y de las cuales no te puedes salir sin ser mal visto.

Es por eso, que lo que yo espero de un movimiento progresista de verdad es intentar acabar con los roles de género. ¿Y que está sucediendo? Pues más bien lo contrario.

Como ya habéis podido notar, me situo en oposición a los roles de género, y por eso me disgusta tanto el movimiento trans, porque la mayoría de la gente no son conscientes de lo que el género implica y simplemente actúan sin pensar en el papel que desempeñan, pero los trans tienen ese conocimiento, y en vez de verlo como algo inútil, o algo que limita su libertad, se siguen aferrando al género, aceptando y siendo subyugados por lo mismo que les convierte en una minoría desfavorecida. Están aceptando que nunca tendrán libertad para actuar como ellos quieran o consideren correcto. Ellos deberían ser los primeros en dar un paso adelante, enseñar al mundo que el género no define quien eres.

Y soy consciente de que no me corresponde a mí cargarles con esta responsabilidad, pero si ellos no toman consciencia sobre esto ¿Quién lo va a hacer?¿Cuánto tiempo más vamos a seguir con una sociedad dividida por la mitad?

Yo personalmente creo que estamos estancados como sociedad. Tenemos demasiados aspectos que nos limitan y nos restringen innecesariamente, y yo soy participe de muchos de ellos, la mayoría de forma inconsciente. Y pensamos que definir colectivos (raza, género…)  favorece a la diversidad, y esto nos beneficia, pero esto es una mentira, una mentira que no favorece a nadie. Los colectivos solo sirven para dividirnos más si cabe. Creo que ahora mismo es lo que menos falta nos hace. La igualdad solo se puede conseguir cuando la mayoría de la sociedad actúa al unísono. Por eso los movimientos antirracismo funcionan tan bien, porque al ser el racismo algo bidireccional (aunque haya algunas razas que lo sufran más) hace que todo el mundo se pueda sentir identificado, y en consecuencia, actuar. Y pese a que conozco las objeciones que hay en este blog sobre la empatía, nos guste no, es lo que nos mueve a actuar muchas veces, y generar diferencias solo dificulta aún más.

Tal vez alguno de mis planteamientos no sea el más acertado, pero creo que el mensaje general es claro, el género solo nos divide.

¿Solución? Bueno, no se puede acabar con el género de un día para otro, ya que no puedes imponer a la gente que dejen de interpretar un rol de cuya existencia no son conscientes, pero se deberían hacer algunos cambios sutiles que progresivamente cambiarán la forma en la que pensamos. Esos cambios tienen que empezar, y de hecho, se están haciendo cada vez más, en la educación, vemos cómo se están dejando de inculcar los roles del estilo de “para chicos” o “para chicas”, y eso es un comienzo. Pero este pensamiento no prospera del todo porque la educación familiar tiene mucho peso todavía y echa por suelo estas enseñanzas. Pero para ser justos, esta no es la única causa, ya que colectivos como el colectivo trans están dando mucha importancia al rol también. Y hasta que no haya una educación global sobre esto, seguiremos en la situación actual indefinidamente.

Yo personalmente, no invertiría esfuerzo en eliminar el rol como tal, simplemente haría que cada vez tuviera menos importancia hasta que se llegue al punto en el que la gente no le preste atención, y que vea el género como algo arbitrario y sin importancia que se asigna en función de tu sexo, de la misma forma que una silla es hembra o un televisor es macho.

Mi conclusión es que creo que el feminismo va bastante bien encaminado hacia ese objetivo, es el primer movimiento que está quitándole papeles asignados al rol, pero también pienso que se están contradiciendo clasificando a la gente en función de su género (hombres o mujeres), y esto les frena. También, creo el colectivo trans tiene una mentalidad retrógrada, que se ha quedado estancada en el papel obsoleto del género, y frena el progreso de la sociedad. 

Y por último, me gustaría recomendaros que no adopten la forma de pensar de ningún colectivo ni de ningún movimiento sin más. Tenéis que leer lo que opinan, y sacar conclusiones a partir de vuestro razonamiento. Esto es algo que me molesta mucho, porque la comunidad impone sus ideologías de forma dogmática, sin permitir cuestionar su opinión y llamando retrógradas o transfóbicos a los que opinan distinto o piensan por sí mismos de forma distinta. Y es por esto por lo que a menudo soy tan críticos con ellos, no me gusta como funcionan como grupo, y esa es la razón por la que escribo este texto.

Un comentari a “El género ya no funciona. Autoria: Daniel Punzano.

  1. He de dir, sense que serveixi de precedent, que estic força d’acord amb tu. Crec que la identitat (de gènere, nacional, religiosa, profesional o futbolística) constitueix una farsa metafísica (és a dir, mancada de realitat) que no mostra de forma adequada la condició humana, ja que intenta reduir a una entitat única, simple i inmutable una realitat diversa, complexa i canviant: cada cop que dic “jo sóc només x”, estic mentint; al llarg del dia sóc diferents persones, amb diferents actituds i rols. La identitat és un constructe mental que ens ajuda a superar l’angoixa que provoca la constatació de que no som de forma permanent la mateixa essència i que, per tant, deixarem de ser tard o d’hora.
    També tens raó quan afirmes que la lluita basada en el gènere sovint té un to marcadament conservador: és força conservador pensar (a la segona dècada del segle XXI) que el fet de sentirse home o dona s’hagi de mostrar per la longitud dels cabells o per l’adopció de conductes que satisfan un rol tradicional de l’altre gènere. El fet mateix de considerar que ha d’haver-hi rols de gènere és força decebedor.
    M’agradaria, però, introduir un element d’anàlisi marxista (no ho amaguem) al tema: el motiu pel qual et resulten apropiades les reivindicacions feministes i no les basades en la identitat de gènere, radica en el fet que les reivindicacions feministes es basen en unes discriminacions objectivables materialment mentre que les reivindicacions basades en el gènere tenen un marcat caràcter metafísic.
    Tradueixo: lluitar per a que les dones no siguin discriminades econòmicament té una base molt més sòlida que la lluita pel reconeixement d’una identitat. La lluita per la igualtat salarial és una lluita que implica la consciència de classe. I la consciència de classe és la base per a un pensament revolucionari, perquè implica un canvi en les relacions de producció i, per tant, un canvi significatiu en la manera d’organitzar la societat. El canvi basat en el gènere, com que es basa en una qüestió difícilment objectivable com és la identitat, pot conduir a solucions enganyoses per superficials, és a dir, podem satisfer una reivindicació senzillament canviant el gènere a una oració sense que realment canviï res en les relacions materials de les persones.
    Finalment vull agrair la teva participació com sempre i manifestar que seria molt interessant que també participessin els alumnes.

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