Category Archives: Novel.la realista

LA NIÑA DE LOS TRES NOMBRES

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LA NIÑA DE LOS TRES NOMBRES
DE TAMI SHEM-TOV,
Emecé-Planeta, 2008

Anabel Sáiz Ripoll

“La niña de los tres nombres” no forma parte de ninguna colección infantil ni juvenil y, sin embargo, como ya pasará con “El niño con el pijama de rayas”, es un libro que los chicos y chicas pueden leer ya que está protagonizado por una niña, Lieneke, quien vivió, a los nueve años, la dura experiencia de la persecución nazi.
El libro que nos ocupa recoge una historia real ya que sus protagonistas existen. La narración gira en torno a las cartas que el padre de Lieneke le escribió cuando estaban separados y refugiados en distintos lugares para no ser identificados como judíos. Estas cartas destilan alegría, ganas de vivir y son puros cantos de optimismo. Es eso lo que nos gusta del libro, en plena hecatombe, en pleno delirio nazi, un padre es capaz de transmitir a su niña pequeña toda la magia que, realmente, tiene el mundo.
“La niña de los tres nombres” se divide en 25 capítulos en los que, desde el presente, pero con la mirada también puesta en el paso, esta niña pequeña, con esa mirada que solo da la inocencia, explica los primeros momentos de la persecución judía y como su padre tuvo que buscarles un refugio a todos, a sus hermanos mayores, a su hermana Raquel, a su madre enferma, a él mismo y a la más pequeña. Lieneke recuerda todas estas casas y a todas esas personas maravillosas que no dudaron en arriesgar su vida por acogerla y protegerla.
La acción se desarrolla en Holanda y termina con la liberación por parte de los aliados y el reencuentro entre padre e hija, aunque empañado por la tristeza ya que su madre ha muerto y la pequeña Lieneke, que en realidad no se llamaba así, pero que ya no sabe prescindir de ese nombre, no ha podido despedirse de ella.
En el libro se reproducen las cartas fantásticas de un padre a su hija, llenas de dibujos, de color, de entusiasmo; cartas que hablan de las cosas pequeñas, del campo, de los animales, de las fechas que hay que recordar.
La pequeña Lieneke acaba emigrando a Israel y así nos lo cuenta, de una manera más directa al final del libro. Cambia incluso de nombre cuando se casa y ahora, porque sigue viva y disfrutando de su familia, se llama Nili Goren.
El libro está escrito en tercera persona, con profusión de diálogos y con la inclusión de las cartas, como hemos dicho. Termina con una breve entrevista de la autora a la señora Goren y con varias fotografías que nos permiten poner cara a los personajes del libro.
“La niña de los tres nombres” es un canto de paz, de igualdad, de fraternidad. No se centra en escenas dolorosas y, sin embargo, las sabemos encontrar y nos da escalofríos pensar en toda la peripecia que familias, como la de Lieneke, tuvieron que vivir. Unos lo han contado, como ellas. Otros ya nunca podrán hacerlo.
Insistimos que el libro no está pensado para los niños o jóvenes, pero se apropiarán de él, sin duda, como pasó con el “Diario” de Ana Frank y con todas las buenas historias que tocan el alma.

El caballero del jubón amarillo

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El caballero del jubón amarillo,
de Arturo Pérez-Reverte
(Madrid, Alfaguara, 2003)

Anabel Sáiz Ripoll

Con este título, llegamos a la quinta entrega de las aventuras de Capitán Alatriste, que se iniciaron en 1996 y que están formadas por El Capitán Alatriste, Limpieza de sangre, El sol de Breda, El oro del rey y la que hoy reseñamos.
Iñigo Balboa, el joven escudero o acompañante del capitán en los relatos, recuerda en sus años ancianos todas las aventuras que vivió al lado de Alatriste, que era un hombre de honor, valiente, piadoso a su manera, honesto según su propio código, amigo de sus amigos, de talante especial, en suma. Iñigo asistió, y es muy consciente de ello cuando lo narra, al final de una época de grandeza, asistió a la caída del gran gigante con pies de barro que entonces, ya con Felipe IV, empezó a ser España y nos lo cuenta con nostalgia, con un punto de pena, con melancolía también, pero con orgullo de haber estado en ese momento al servicio de alguien tan especial como el capitán Alatriste.
En El caballero del jubón amarillo, nuestro capitán, esta vez, se las tiene que ver con un rival de altura, de tanta altura como el propio rey Felipe IV, quien se ha encaprichado de la misma mujer que Alatriste. Bien, Pérez Reverte no hurta al lector algunos secretos de alcoba, mal guardados como se ve, entre el rey y la reina, quien hubo de aguantar toda clase de engaños sin merecerlos.
La novela interesa mucho, aparte de por su hilo argumental, porque nos sitúa de lleno ante el espectáculo popular más querido por las gentes de entonces: el teatro. Antes nosotros surge un teatro vivo, rebosante de color, con todos los matices que nos lleva de lleno a cualquier corral de comedias de los que hubiese entonces por Madrid. Justamente el propio capitán era aficionadísimo al teatro.
Al lado del capitán sigue, otra vez, don Francisco de Quevedo, con toda su carga de ironía y de humanidad, y también se añade, esta vez, a María de Castro, una actriz bellísima y a su marido, que conocía y aceptaba las infidelidades de su mujer. No falta, por supuesto, el enemigo del capitán, Gualterio Malatesta quien aquí está al punto de acabar con Alatriste y al que dejamos bastante malparado. No falta tampoco la pérfida Angélica Alquézar con quien Iñigo vive su primera aventura sentimental, que le deja honda huella.
La novela se lee con creciente interés y está llena de referencias literarias a Quevedo, sobre todo, aunque sin olvidar a Góngora, Tirso de Molina, Lope de Vega (un hijo suyo juega un papel importante en la trama) y Calderón de la Barca.
En suma, Pérez Reverte con su pluma ágil y afilada, con una prosa de periodo amplio y muy vivaz, sigue retratando con veracidad, con autenticidad y con total maestría un momento del Madrid de los Austrias que esta vez se trasladan a El Escorial; del Madrid de capa y espada, del de los duelos, del de las romerías cerca del río, del de los paseos por el Prado, del de los que nada hacían y querían aparentar, del lujo y la pobreza de sus habitantes.
La serie protagonizada por el Capitán Alatriste es fundamental, por la plasticidad, por el dominio del relato, por las descripciones, para conocer un momento básico de nuestra historia, acaso el más importante, el S. XVII, el Barroco, magnífico en cultura, desolador en política. Las dos caras mismas del Barroco, el claroscuro; por un lado la más espectacular de las bellezas, por el otro la más terrible de las fealdades. Y es el propio narrador, Iñigo, quien, cargado de experiencia, reflexiona sobre todo esto, sobre las glorias y las vanidades humanas.

Cielo abajo

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CIELO ABAJO,
DE FERNANDO MARÍAS, Anaya, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Cielo abajo” se publica en una colección destinada al público juvenil, la prestigiosa colección Espacio Abierto; no obstante, como hemos dicho ya muchas veces, no hay la menor frontera para la buena literatura y “Cielo abajo” es un relato estremecedor, lleno de sensibilidad, que arrebata al lector desde el principio. No en balde obtuvo el II Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil y el Premio Nacional de Literatura..
La novela presenta una trabajada estructura y un uso del narrador llamativo y muy sugerente. “Cielo abajo” está contada por dos narradores, uno, el actual, en primera persona que es una especie de testigo cómplice de lo que cuenta el que sería el narrador principal, Joaquín Dechén. Sin embargo, aún hay más. Joaquín Dechén, un anciano héroe de guerra, cuenta, por escrito sus peripecias y las encuaderna como si fueran un legado que, por un azar, lee el narrador actual que es quien, al fin, escribe toda la novela. Así, la historia transcurre de manera paralela, cada capítulo pertenece a una de las voces, con lo que ninguno de los dos cuenta qué le pasó de manera continuada, sino que nos lo ofrece en dosis, para que el lector asista, igual que el narrador actual, a lo que no es otra cosa que el testamento de Joaquín Dechén.
Joaquín narra su infancia dura ya que fue huérfano y cómo intercambió con otro compañero su identidad; así él, que se llamaba en realidad Javier Álvarez, pasó a ser Joaquín Dechén porque no aceptó el destino que le habían preparado en el orfanato: ser sacerdote y prefirió ser militar, que era lo que debía hacer el verdadero Joaquín. A partir de aquí vemos cómo conoce al Capitán Cortés, un aviador que le enseña todo lo que sabe y que lo infiltra en el Madrid de los primeros tiempos de la Guerra Civil. Así, Joaquín se convierte en un espía del bando nacional, aunque, poco a poco, su percepción va cambiando ya que vive en casa de Ramiro y Constanza, los que fueron amigos de Cortés y que ahora, por estupideces de la guerra, son sus enemigos. Joaquín vive continuas peripecias en el Madrid que resiste el avance nacional y es testigo de uno de los episodios más terribles de nuestra guerra, a la vez que se enamora de Constanza y promete cuidarla siempre. No podrá hacerlo, ya que la muerte lo impide, pero Joaquín siempre, de lejos o de cerca, va a estar en la vida de las siguientes Constanzas, la hija y la bisnieta de la primera. Es, por lo tanto, su texto, el libro que él quiere legarle a la última Constanza, una carta de amor, una confesión de sus miedos, un testimonio de su historia. Y no contamos más que el lector debe descubrir el resto.
“Cielo abajo” es un libro de amor y de sentimientos límite, puesto que sitúa a los personajes en momentos cruciales de su existencia y les permite escoger ser héroe o villano y Joaquín no es ni una cosa ni otra porque siempre estuvo dividido.
También, la novela es una crítica a todas las guerras y un homenaje a los que lucharon en ellas, en este caso en la Civil española. Un homenaje a todos esos seres anónimos que creyeron en un ideal y que aún siguen creyendo.
Es, por último, una historia de amistad, de lealtad, de problemas de conciencia, de destino aciago, de emociones a flor de piel.
El libro, por lo demás, se inicia con un episodio poco conocido de nuestra historia que dejará al lector intrigado y le demostrará, páginas más adelante, que, ante cualquier circunstancia, la piedad es mejor que la venganza.

Poe

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POE,
De Jordi Sierra i Fabra. Ilus.: Alberto Vázquez,
Barcelona-Madrid, Libros del Zorro Rojo, 2009

Anabel Sáiz Ripoll

“Poe” es un libro hermoso, bien editado, con una excelente calidad de papel y los dibujos, de Alberto Vázquez, quien, con pincel y tinta negra, nos adentran en el mundo de sombras de Poe, un mundo extraño, que nunca conoceremos del todo, pero que está plagado de presencias, de símbolos, de pesadillas. Ese mundo en donde lo onírico es tan importante es el que recoge Alberto Vázquez quien nos sumerge en esa atmósfera opresiva que, sin duda, tuvo que presidir la vida de esta autor norteamericano del que estamos celebrando su bicentenario de nacimiento. A menudo, Poe aparece retratado como un cuervo, el cuervo de su poesía; ese símbolo hace que las ilustraciones sean aún más inquietantes.
Sobre estos elementos, ya de por sí importantes, planea el texto de la novela, una historia llena de sugerencias que nos cuenta Sierra i Fabra, en la que se da rienda suelta a los sentimientos de Poe, a su particular manera de entender el mundo –gracias a los fragmentos de cartas que el autor barcelonés escoge y que le sirven de contrapunto para su historia-. No es, Poe, un autor fácil de describir ni que se preste a narrar un relato; como escritor fue sublime, como personaje resulta mediocre, aunque esto a Jordi Sierra i Fabra le da lo mismo y dota a Poe de elementos que lo enriquecen y que, sin apenas fragmentos narrativos, hacen que el lector lea, sin pausas, esta biografía novelada que nos lleva a la infancia de Poe, a la muerte de sus padres, a la adopción por parte de los Allan y a una serie de peripecias vitales que lo condujeron a la frustración y al alcoholismo. Sus anhelos fueron poder dedicarse al periodismo y a la escritura, pero nunca lo consiguió, solo obtuvo migajas que no le permitieron ni siquiera llevar una vida tranquila, en el aspecto económico. Repudiado por su padre adoptivo, riquísimo, Poe se refugió en casa de su tía y de su prima Virginia, con quien tiempo después se casaría. Los amores de Poe también juegan un papel importante en su vida, esa extraña percepción que tenía él del amor, tal vez equivocada porque él necesitaba una mujer a su lado, aunque, tal vez, no la quería.
Poe fue un crítico temido, que no cedió ni un ápice, aunque eso le supuso enemistarse con mucha gente influyente. Apenas vio publicadas algunas obras suyas y, como hemos dicho, malvivió siempre. Su muerte, en Baltimore, en 1849, aún sigue siendo un misterio. No obstante, Poe es el creador del género de terror y, así, Sierra i Fabra intercala fragmentos de seis de sus cuentos más conocidos, aparte de introducir con una estrofa de “El cuervo”, su poema más conocido, cada capítulo.
Gracias a Sierra i Fabra, que ha organizado la vida de Poe de forma ágil y sin intermediarios, conocemos e intuimos cómo sería la existencia de este hombre, como dije el propio autor, “el perfecto ejemplo de Doctor Jekyll y Mister Hyde”. En suma, Sierra i Fabra no escribe una biografía al uso, sino un relato lleno de amor y dolor, con muchos diálogos, “para que el lector interprete como quiera al personaje”. Así, el libro, se convierte en la primera biografía ilustrada de este escritor maldito.
A Poe siempre le persiguieron los escándalos, no fue una persona de carácter abierto, vivió atormentado por sus propios fantasmas, rozando la locura. Es un escritor cargado de símbolos, de terrores, de presagios; un escritor que vivió siempre marcado por un destino trágico, como buen romántico que fue.
El libro se divide en tres partes más un epílogo, en los que Sierra i Fabra deja que sean los personajes –más humanos que nunca- quienes hablen y se muestren al público, él se oculta sin hacer aspavientos y nos ofrece una novela emocionante, visceral y apasionante como, sin duda, fue la vida de Poe. Y es que Jordi Sierra i Fabra siempre busca el más difícil todavía.

El llanto de las palomas

el-llanto-de-las-palomasEl llanto de las palomas
De Carlos Puerto, Alzira, Algar, 2009, (Algar Joven, 40)

Anabel Sáiz Ripoll

Nora es una joven que está a punto de cumplir 18 años y que se encuentra en un momento de la vida especial. Se dedica a la danza, que la fascina y la estimula a partes iguales. Su madre es corresponsal deportiva y suele estar mucho fuera de casa, lo cual no le gusta a Nora que se siente medio abandonada y, más aún, no soporta a la pareja de su madre. El padre de Nora, por el que ella sentía adoración, hace años que murió y su recuerdo está presente en la chica continuamente.
La madre de Nora le ha prometido un regalo especial, pero lo que llega es un paquete extraño, que contiene una serie de folios manuscritos y que resulta ser el regalo de su abuela materna, Manuela Expósito, de la que Nora no había oído hablar en la vida. Manuela vive en París y les hace ofrenda de su biografía.
De esta manera, “El llanto de las palomas”, de Carlos Puerto, presenta dos líneas narrativas que se superponen y complementan y que aparecen muy bien diferenciadas gracias a la tipografía especial que se emplea para ello.
Nora empieza a leer lo que su abuela le cuenta y, sin dejar de hacer sus cosas de cada día, de estar con los amigos, de esforzarse para que la escojan como bailarina en un musical, va leyendo con creciente interés el legado de su abuela.
Manuela Expósito es una mujer, ya anciana, que vivió los años duros de la guerra civil y de la posguerra. Los vivió de una manera muy dramática puesto, y aquí entra la licencia de Carlos Puerto, ella es una de las trece rosas, las trece mujeres que fueron fusiladas por ningún motivo al final de la Guerra Civil. Manuela hubiera sido la rosa número catorce, pero, milagrosamente, se salvó y partió al exilio, en donde vivió los duros años de la deportación, de la humillación nazi, hasta que, finalmente, pudo llevar una vida digna. En París, después de ser abandonada por su pareja cuando supo que estaba embarazada, nació Berta, la madre de Nora, cuyo nombre forma parte de la palabra Libertad.
“El llanto de las palomas” es un relato emotivo y emocionante que nos ayuda, que ayuda a los jóvenes a entender, en primera persona, cómo fueron los años de la Guerra Civil, las represiones, las injusticias, el hambre y la miseria que pasaron tantas personas anónimas. No obstante, Carlos Puerto lo narra con sensibilidad, sin aspavientos, con claridad y sin concesiones al lenguaje, que, es en todo momento, impecable.
El libro se divide en 13 capítulos y nos permite asistir al proceso de maduración de Nora que, poco a poco, va creciendo y aprendiendo a separar lo importante de lo superfluo, como su pelo, que acaba cortando.
“El llanto de las palomas” nos ofrece una hermosa historia de comprensión y de relación entre distintas generaciones porque, al fin y al cabo, los ancianos de hoy fueron los jóvenes de ayer, como le ocurre a Manuela Expósito.
Un poema planea a lo largo del libro, protagonizado por palomas, que son las que dan título al libro, aparte de que aparecen en los sueños de la madre de Nora que sufre, como la abuela, la enfermedad de la narcolepsia.
Aparte, cabe señalar que Carlos Puerto se ha documentado exhaustivamente a la hora de hablar de la danza y del baile, ya que nos regala momentos de descripción realmente soberbios.
“El llanto de las palomas”, pese a ser un libro que se centra en el personaje femenino, puede gustar a todo tipo de lectores, no tenemos dudas; pero sobre todo a los que disfrutan con una historia intimista y que buscan responder a las preguntas del pasado.
Nora cumple 18 años y con ello no solo es mayor de edad civil, sino que también alcanza la mayoría de edad emocional.

Mi hermano y yo

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MI HERMANO Y YO,
Isabel-Clara Simó,
Algar, 2009

Anabel Sáiz Ripoll

Mi hermano y yo ganó el XIX Premio de Novela Ciutat d`Alzira, en 2007, y es uno de los títulos más vendidos en Bromera, con más de 10.000 ejemplares en un año. Ahora se ofrece en su traducción al castellano y es una apuesta firme de la editorial.
Isabel Clara-Simó (Alcoi, 1943) es una escritora bien conocida en la literatura valenciana y catalana, que también ha escrito algunos títulos para el público juvenil como éste que hoy comentamos o la novela Raquel.
Mi hermano y yo es una historia hermosa, conmovedora, llena de ternura, pero también de crítica social. Pol es un joven de casi 30 años que tiene síndrome de Down. Su hermana Mercedes, de 12 años, es quien más se ocupa de él y quien nos cuenta la historia en primera persona. De ahí que nos parezca un relato lleno de frescura y matices porque Mercedes va pasando revista a sus propias vivencias, a las de su hermano y a las de sus padres. La familia se mantiene de manera muy precaria porque sus padres no mantienen una unidad familiar basada en el cariño, sino en las formas externas. Su padres, militar, ha sido ascendido a General y se pasa el día entre amigos, tratando de imponer sus ideas y sin mostrar la mínima sensibilidad hacia Pol. La madre es una mujer guapa, llena de vida, que no ha nacido, según ella, para ser madre y que delega en los demás. No quiere tener problemas y se pasa la vida sin hacer nada importante.
Mercedes se lamenta de esta situación y dice, muy a menudo “Puñeta, yo solo tengo 12 años” porque se da cuenta de que es mucha la responsabilidad que tiene frente a su hermano.
La vida de Pol da un vuelco cuando se enamora de María, la hija también con síndrome de Down de su sirvienta hispanoamericana. Este amor lo trasforma, lo vuelve mejor, más aseado, más hablador, más consciente. Pol y María quieren empezar una vida juntos, pero no encuentran el apoyo que necesitan, solo en su hermana y en uno de los profesores del taller al que asiste el joven.
La novela se precipita hacia un desenlace dramático que nos permite reflexionar acerca de los prejuicios que tenemos ante el síndrome de Down y nos hace ver la suficiencia con que se trata a estas personas, empezando, en este caso, por la propia familia que no sabe qué hacer y trata de ocultar lo que llaman “una desgracia”, cuando, seguramente, Pol y María podrían haber vivido su amor con total normalidad si no fuera por los estereotipos de una sociedad que no quiere saber nada de los que se salen de “las normas”.
Mi hermano y yo es una novela que nos hará reír, que nos hará llorar y que nos permitirá vivir muchas sensaciones y que, sobre todo, removerá algo en nuestras conciencias. El libro es una lectura muy apropiada para los jóvenes para que empiecen a ser mejores que los adultos que los han precedido y que vean que ser distintos no supone ser peores.
El texto está escrito con fluidez, con gracia y amenidad y, como hemos dicho, es la propia Mercedes quien va desgranando la historia, por lo que aparte de hablar de Pol, nos habla de sus aspiraciones, de sus complejos, a la vez que nos ofrece una visión certera y demoledora de su familia.

Autobiografía de un cobarde

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AUTOBIOGRAFÍA DE UN COBARDE,
DE ALFREDO GÓMEZ CERDÁ,
Madrid, SM, 2008, (Alerta Roja, 84)

Anabel Sáiz Ripoll

Alfredo Gómez Cerdá ens ofereix, aquesta vegada, un llibre de temàtica molt actual: els problemes de racisme i xenofòbia, però també ens parla de les actituds del jovent que, moltes vegades, per no quedar malament davant el grup, acaben fent coses que no voldrien i de les que, després, se`n penedeixen.
Quelcom semblant li ha passat a Edu. Edu és un noi menor d`edat, que estudia, que té amics, que és una bona persona, però, per decisió dels seus amics de tota la vida, es veu implicat en una baralla amb uns nois hispanoamericans. Als amics ningú els descobreix, però a Edu sí. Tant és així que el jutgen i el jutge, que és un home peculiar, l`imposa una sanció educativa: ajudar uns mesos en un centre d`acollida d`immigrants. I és així com Edu descobreix que hi ha un altre món més enllà del seu grup d`amics.
Al centre d`immigrants, Edu imparteix classe, improvisades, a quatre nouvinguts que no tenen n`idea de l`idioma i Edu, que tampoc té ni idea de ser professor, acaba passant-ho molt bé i veient que no totes les persones són iguals. Encara hi ha més, en aquest centre descobreix l`amor, amb Pamela. Pam, com l`anomena ella, és una noia peruana que viu a Espanya, a Madrid, on passa l`acció des de molt petita.
“Autobiografía de un cobarde” és un llibre decidit i valent que denuncia els comportaments violents i defensa que no es jutgi les persones per la seva procedència o el color de la seva pell.
Edu decideix, amb el seu amic Pancomio, dir prou i acabar amb tota l`espiral de violència que al seu amic Oruga quasi li costa la vida i que al altre amic l`ha radicalitzat emcara més i el situa ja al costat de grups de tendència skin o neonazi; la qüestió és la violència que traspua.
A Edu, Edy com l`anomena Pamela, no l`importa que li diguin covard perquè ha après la llicó molt bé: no hi ha justificació per l`odio visceral perquè sí. Per això es tria el títol de la novel.la.
Malgrat tot, encara hi ha més aspectes importants en aquest títol recent de l`autor madrileny. Ens referim al seu estil. En primera persona, Edu explica els dies en els quals va descobrir que era “un covard” i va decidir que ho podia narrar en 20 capítols, ni un més ni un menys. Al començament del llibre ja ens diu que ell no sap escriure i que ha decidit no fer servir comes; així tot el llibre està escrit amb punts i no perd cap gràcia ni agilitat, quasi al contrari, guanya amb realisme perquè sembla, de veritat, que és Edu qui està escrivint el llibre que tenim a les mans i que recomanem vivament als joves i als no tan joves.
En conclusió, els amics són els amics, però el més important no és el concepte que ells tingui de tu, sinó el propi que tu tinguis de tu mateix. Aquesta és la veritat.
“Autobiografia de un cobarde” és una història actual, emocionant i amb mols elements que la fan atractiva, com hem dit. L`amistat, els problemes socials, l`estudi, les relacions familiars i una sèrie de temes que formen l`univers d`Edu, el jove que de cap de les maneres podem anomenar covard. Tot el contrari.

Barro de Medellín. Premio Nacional de Literatura 2009

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BARRO DE MEDELLÍN,
De Alfredo Gómez Cerdá, Luis Vives, 2008, (Ala Delta, 68)

Anabel Sáiz Ripoll

Alfredo Gómez Cerdá que obtuvo el XIX Premio Ala Delta con esta emocionante novela, “Barro de Medellín”, acaba de ganar con la misma el Premio Nacional de Literatura. El libro va dirigido a los lectores a partir de 10 años, pero garantizamos una lectura llena de reflexiones y de intención social para el lector adulto, ya que Alfredo Gómez Cerdá denuncia, de alguna manera, la pobreza en la viven cientos de personas en barrios marginados, en este caso en Medellín, pero no sólo eso, sino que hace referencia al mal trato que sufren los niños y a lo difícil que es salir adelante en una sociedad que te vuelve la espalda. Pese a todo, los dos protagonistas, Camilo y Andrés se sienten a gusto en el lugar en el que viven y son, incluso, felices. Eso aún nos hace reflexionar más porque, a menudo, los que lo tenemos todo nos quejamos por nimiedades y, en cambio, los más desheredados son felices con un rayo de sol.
Camilo es un niño que sufre los malos tratos de su padre, un alcohólico sin remedio, el cual se acostumbra a enviarlo a comprar aguardiente sin darle dinero, con lo que Camilo ha de aguzar su ingenio y sacar dinero de donde sea para poder volver a casa. Por otro lado, su madre es la única que trabaja y, pese a todo, sufre los continuos atropellos de su marido. Viven en una casa que se han hecho ellos con los ladrillos que robó Camilo de una obra cercana y que resultan ser los mismos con los que se construyó la Biblioteca, el edificio más señorial de todo el barrio. Por eso, su padre, para que no lo descubran, ordena que el niño embarre continuamente la fachada para que no se vea. De ahí el título de la novela, “Barro de Medellín”. Este barro, para los dos amigos, es algo curioso ya que les deja la piel final y a ellos eso de tener la piel fina como las chicas no acaba de gustarles.
Camila decide ser ladrón y quiere que Andrés lo secunde, pero Andrés se niega una y otra vez, aunque acaba siempre del lado de su amigo, porque son mucho más que amigos. Todo cambia, cuando acuden al Parque Biblioteca y allí conocen a la Bibliotecaria, Mar. Mar es una mujer amable, compasiva que hace la vista gorda cuando le conviene y que decide ayudar a los niños. Tanto es así que le cambia un libro, que Camilo iba a sustraer, por otro y es tanta la atracción que ejerce sobre el pequeño que intuimos que le va a cambiar la vida, ya que se embebe en esa lectura. Y ése es el pequeño milagro al que asistimos, que Camilo olvide a su padre y al dichoso aguardiente y que, aun en las situaciones más adversas, tenga curiosidad por leer y saber qué le pasa al protagonista de esa novela que Mar le ha ofrecido que nada tiene que ver con él, pero que le atrae poderosamente. Alfredo Gómez Cerdá, pues, capta de una manera sutil y hermosa toda la magia que le lectura puede ofrecernos.
“Barro de Medellín” es un relato hermoso, muy bien construido, que nos sitúa frente a una realidad distinta a la que conocemos y que, como decíamos antes, permite que reflexiones, pero sin dejar de gozar de la lectura, que, por cierto, está ilustrado por Xan López Domínguez.
Camilo y Andrés son dos niños con un gran potencial que merecerían un mundo mejor y unas mejores condiciones de vida y que, pese a todo, miran con alegría su ciudad y se sienten orgullosos de sus progresos… aunque a ellos no les vayan a llegar nunca.

Duke

duke1DUKE,
Manuel Quinto, Edebé, 2008

Anabel Sáiz Ripoll

“Duke” es una novela que se publica en una colección juvenil, pero que, como otras muchas, está dedicada al público en general ya que el protagonista no es un joven, sino un anciano, Andrés, de más de 80 años quien, durante un largo fin de semana, cuenta a su nieto, el joven de 20 años que narra los hechos en primera persona, la aventura que marcó su vida.
Duke a quien su nieto apoda así porque le recuerda a John Wayne es un hombre de gran vitalidad. Vive solo en un apartamento situado en un pueblo costero, del Mediterráneo gerundense y toda su vida ha sido un luchador nato. Su nieto lo admira y quiere profundamente, para él, que procede de una familia de padres separados, Andrés es su única referencia familiar sólida. Por eso, se conmociona cuando el abuelo le confiesa que padece cáncer, pero que no quiere que nadie lo vea sufrir si esté con él en los últimos tiempos.
Durante un fin de semana, que es cómo se estructura el relato, Duke decide contarle a su nieto un episodio que marcó su vida y que le sucedió cuando era casi un adolescente en los años terribles de la Guerra Civil. Andrés, que perdió a sus padres en un bombardeo, decidió sumarse a la causa republicana y, tras distintos avatares, apareció en un pequeño pueblo de Tarragona en donde fue tratado como un héroe por una chica, por María. María es el amor de su vida, la mujer a quien más quiso y la mujer que dio la vida por salvarlo a él. María era sordomuda y de una vivacidad excepcional. Andrés, quien luego tuvo un mal matrimonio, ahora, al final de su existencia, habla con María y espera que ella vaya a buscarlo. Su relato conmociona al joven nieto quien, poco a poco, deja de ser un oyente sin más y toma partido ante la historia del abuelo que le habla de las mezquindades que hubo durante la Guerra Civil.
El joven, que estudia cine, pretende hacer un guión con lo que le cuenta el abuelo y, de alguna manera, el libro que escribe, “Duke”, podría ser el embrión de este guión.
Manuel Quinto, escritor polifacético, ha querido escribir un homenaje a los hombres combatientes de la Guerra Civil, a aquellos que lucharon de manera altruista, pero tampoco quiere olvidar el presente, de ahí que sean dos los protagonistas de la novela: un abuelo y el nieto.
Por otro lado, encontraremos referencias abundantes a la cocina, ya que al abuelo le gusta el buen comer; también a la navegación, ya que suelen salir a pescar en un bote estrafalario que llaman ¡Virgen Santa!. Por otro lado, distintos son los personajes que se asoman al libro envueltos en sus propias soledades, entre los que destaca Sebas, el portero esperpéntico del edificio en el que vive Andrés.
“Duke” está escrito de manera elegante y directa, con unos diálogos vivaces y una narración que no pierde el pulso de la historia en todo el relato. Una buena lectura, sin duda que nos habla de la amistad, del amor, de las relaciones personales y nos envuelve, poco a poco, en una atmósfera intimista en donde sólo importa lo que dice Andrés y lo que piensa su nieto. “Duke” es una larga confesión de principios, hecha en voz baja, sin aspavientos, pero llena de verdad, de orgullo y de heroísmo.