Category Archives: Novel.la fantàstica

El desierto de hielo (La guerra de las brujas, II)

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EL DESIERTO DE HIELO,
DE MAITE CARRANZA, EDEBÉ, 2006

Anabel Sáiz Ripoll

“El desierto del hielo” es la segunda parte de la trilogía de “La guerra de las brujas”, de Maite Carranza, cuya primera parte, “El Clan de la loba” reseñamos en su momento en este mismo blog.
Habíamos dejado a Aníd llena de dudas y de zozobras acerca de las intenciones de su madre, Selene, quien no buscaba otra cosa que protegerla de la Profecía que la señalaba como la verdadera elegida. Selene había intentado suplantarla, pero ya no puede hacerlo porque la verdad es más evidente que los engaños.
En “El desierto del hielo”, Selene se sincera con su hija en una larga conversación, salpicada de contratiempos, y la pone en antecedentes de su propia historia. Anaíd descubre su pasado y su presente, pero no sabe muy bien qué hacer porque en realidad sólo tiene 15 años, es una adolescente inexperta, sólo quiere que la amen y no entiende muchas de las cosas que se vaticinan sobre ella. Ése es otro acierto de Maite Carranza quien va barajando continuamente aspectos mágicos o maravillosos con otros normales para facilitar que el lector se introduzca en la historia.
Las Omar esperan de Anaíd acabe con las Odish porque es la elegida, pero no es tan fácil y, con Selene, emprenden una huida para tratar de reorientar su destino. Es en ese viaje disparatado cuando Anaíd descubre quién es.
Selene, la bruja rebelde y emotiva, vivió una juventud difícil, puesto que estaba harta de estar sujeta a los dictámenes de la matriarca del Clan de las Lobas, Deméter, e hizo todo lo posible por romper con las reglas, aunque jugó con fuego y se quemó. Osó e invocar a la sanguinaria Balaat y ése fue su error gravísimo.
Selene se enamoró de Gunnar, cuya verdadera personalidad no descubrimos hasta el final del relato, aunque anticipamos que es un hombre del Norte, de los fríos, acostumbrado a la aventura. Con él, Selene viajará hacia el Polo Norte y vivirá una aventura escalofriante, ayudada por la Osa. En esos momentos nacerá Anaíd, hija del frío y de la nieve. Anaíd cuyo verdadero nombre es Diana, aunque su madre se lo disfrazó para que nadie la descubriera, ya que, desde el principio, supo que era la elegida. Ella y la Omar inuit quien la vinculó con la que luego será s hermana de leche, Sarmik.
“El desierto del hielo” de alguna manera reconcilia a Anaíd con su madre y le hace entender algunas verdades que ella ignoraba, aunque la pone en una situación muy difícil: ella es la elegida y se encuentra entre dos grandes damas, contrarias, una Om, su abuela fallecida, y una Odish, la dama del hielo, la madre de Gunnar, la terrible Odish inmortal de gran belleza quien reclama, una y otra vez, a la elegida. Ella y Balaat la sanguinaria, de quienes huyen y la propia Condesa, otra Odish que ya apareció en la primera parte de la Trilogía y que volverá a adquirir protagonismo más adelante.
La novela, dividida en 17 capítulos, es una larga aventura que nos lleva de Barcelona al Polo Norte y a escenarios imaginarios y que nos permite entender un poco más la gran guerra que se avecina. Los diálogos son vivaces y las descripciones están llenas de belleza.

El clan de la loba (La guerra de las brujas, 1)

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EL CLAN DE LA LOBA,
DE MAITE CARRANZA, EDEBÉ, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

El libro que hoy reseñamos se inicia con esta inquietante profecía, la “Profecía de O”:
“Y un día llegará la elegida, descendiente de Om.

Tendrá fuego en el cabello,
alas y escamas en la piel,
un aullido en la garganta
y la muerte en la retina.

Cabalgará el sol
y blandirá la luna”

Maite Carranza (Barcelona, 1958) acude a sus conocimientos en Antropología para organizar el primer libro que forma la trilogía de “La guerra de las brujas”. “El clan de la loba” nos sitúa frente al punto de partida y nos desgrana, poco a poco, las sombras y los claros de un grupo de mujeres que son brujas, aunque no unas brujas cualquiera, sino personas normales, que tienen su vida, sus hijos, su formación, pero que se deben a su clan, que se deben a sus matriarcas y tienen el poder de la magia en sus manos. Maite Carranza nos habla de dos bandos enfrentados, las brujas Omar que son, por así decirlo, las normales, las comadronas, las que creen en el poder de la vida y en la tierra y las brujas Odish que responden más al prototipo de bruja sanguinaria que conocemos por los cuentos, aunque son hermosas, pero también malvadas e inmortales. Todas esperan la llegada de la elegida y todas quieren tener el poder del cetro, aunque no todas pretenden utilizarlo del mismo modo.
En un pueblo apartado del Pirineo, una niña de 14 años, Anaíd, ha vivido la experiencia brutal de la muerte de su abuela, Deméter, y la desaparición de su madre, Selene y todo en un espacio muy corto de tiempo. Anaíd es una niña escuchimizada, poco popular, con muchos complejos y terriblemente desvalida; pero, poco a poco, va a ir penetrando en los secretos de su familia para descubrir que no es una niña normal, sino una bruja Om, del Clan de la Loba, de ahí el título del relato.
El lector, al principio, andará un tanto desorientado porque son muchos los personajes y la novela empieza in media res, pero se irá ubicando a medida que transcurra la acción. El hilo argumental se centra en los descubrimientos de Anaíd y en el presumible abandono de Selene, su madre, su excéntrica madre.
No obstante, nada en la vida de Anaíd es lo que parece y ha de enfrentarse a terribles verdades que la conmocionarán y, pese a todo, seguirá siendo una chica insegura, una adolescente y ese es uno de los méritos de la novela: las brujas son extraordinarias, sí, pero revestidas de total normalidad.
La novela se divide en 23 capítulos que se van entreverando de textos sagrados para los Om extraídos de distintas profecías o tratados. Todo añade magia y elementos maravillosos al relato, aunque sin perder de vista la situación geográfica ni, como decíamos antes, la normalidad.

MEMORIAS DEL IDHÚN, III. PANTEÓN

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MEMORIAS DEL IDHÚN, III. PANTEÓN,
Laura Gallego, SM, 2006

Anabel Sáiz Ripoll

Con “Memorias del Idhún III. Panteón” se completa la trilogía que ha dedicado Laura Gallego a este mundo fantástico llamado Idhún. Dejamos la segunda parte en un momento muy crucial en la vida de los personajes y lo retomamos en ese mismo punto. Gerde, el hada malvada, la feérica traidora, sirve de receptáculo humano para el Séptimo Dios, el creador de los sheks y de todas las discordias en Idhún.
Mientras, las otros Seis Dioses han intuido o han percibido la presencia de este Séptimo en discordia y deciden darse un paseo por Idhún para localizarlo y aniquilarlo; pero la presencia de un dios como los que describe Gallego no tiene nada que ver con el amor ni la ternura, puesto que son seres que no se apiadan de los mortales y que no dudan en acabar con el mundo que han creado si hace falta porque se saben capaces de crear otro. Los dioses se manifiestan por tierra, mar y aire y van acosando, en distintos flancos, a los idhunitas.
Son distintas las perspectivas que plantea Laura Gallego. Por un lado, la lucha de Gerde por mantenerse a salvo a ella y a los sheks y por permitirles llegar a otro mundo donde no sean perseguidos; aunque, no nos engañemos, Gerde sigue siendo tan hermosa como malvada. No es ella quien tiene que darnos pena, sino otros seres más desvalidos.
Por otro lado, reencontramos a personajes como la semiyan Kimara y los dragones que luchan a contracorriente por un mundo que empieza a desaparecer. No falta Alsan quien ha aprendido a controlar, de una manera siniestra, a la bestia que llevaba dentro y que no descubre sus errores hasta que es demasiado tarde. Y no faltan los otros personajes, la Madre Venerable, Shail, la celeste Zaiusei y otros tantos que forman un entramado tupido y bien cerrado.
En la anterior entrega habíamos dejado a Victoria muy maltrecha; ahora, poco a poco, se recupera y con ella todo el poder del unicornio y toda la capacidad de dar magia. En “Panteón” se cierra la tríada puesto que Victoria ya deja de ser una niña y manifiesta un amor abierto hacia Jack y Kirtash. Victoria tiene lazos con ambos y establece con ellos una relación de amor difícil de entender para los humanos del todo, pero no tan difícil para criaturas que mezclan dos naturalezas distintas; como la sabemos, unicornio, dragón, shek y todos son el último en su especie, lo cual es un reto singular; más si tenemos en cuenta que Victoria, al final de “Panteón” es madre de dos hijos, uno de Jack y otro de Kirtash. La pregunta que podemos hacernos es ¿qué pasará con estas criaturas en el futuro? ¿Volverá Laura Gallego sobre ellas?
En definitiva, Idhún casi es aniquilado por los propios dioses que, en el Oráculo, se manifiestas a voces y no dudan en menospreciar la pequeñez de sus criaturas que son, para ellos, meros juguetes. Cuando termina el libro, se ha restablecido el Panteón de los dioses, el Séptimo aún sigue en discordia, con todas sus contradicciones y el mundo idhunita para la tríada se ha vuelto peligroso. Regresan a la Tierra.
“Panteón” es un libro lleno de descripciones, que se remansa continuamente y que no duda en hacer referencias a los episodios anteriores para centrar al lector. Insistimos, como en otras ocasiones, en que no se trata de un libro de literatura fantástica juvenil, sino de literatura fantástica. Sin más y sin menos.

Porta Coeli: La orden de Santa Ceclina

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LA ORDEN DE SANTA CECLINA
(PUERTA COELI, I)
SUSANA VALLEJO, Edebé, 2008

Anabel Sáiz Ripoll

Susana Vallejo con “La orden de Santa Ceclina” inicia una tetralogía muy ambiciosa que, seguramente, dará mucho qué hablar y será muy leída que es lo que importa cuando se escribe y publica un libro.
“La orden de Santa Ceclina” es una novela que se sitúa en la Edad Media y que nos habla de un nuevo mundo, un mundo al que se puede acceder desde el nuestro y que, sin embargo, no tiene nada qué ver ya que allí, en el mundo al que se accede por la Puerta, las criaturas, las estaciones, el paso del tiempo… todo es distinto, más diáfano, misterioso y lleno de magia, puesto que las pequeñas criaturas que allí habitan se nutren de los sentimientos de quienes viven en ese mundo.
Nuño y Bernardo, dos antiguos monjes de la Orden de Santa Ceclina reciben la misión, junto a Yebra, una joven que ya ha visitado ese mundo y ha vuelto cambiada por él, de cerrar la puerta, de volver con el libro “Puerta Coeli” para que nadie más pueda traspasarlo y, sin embargo, todo será muy distinto a como pretendía el prior de Santa Ceclina.
Santa Ceclina era un centro de estudio, de investigación y también de formación militar. Un centro que, con el tiempo, empezó a caer mal entre los señores feudales y comenzó a sufrir el acoso de uno de ellos, Arnau. Lo mismo le pasó al convento femenino, Las Inviernas. En este orden acaso podemos ver un trasunto de los templarios, aunque la imaginación supera la realidad.
Bernardo y Yebra han ido a ese otro mundo y han regresado de él muy cambiados. Lo que se encuentran es muy distinto a lo que dejaron y de alguna manera, gracias a esa experiencia, emprenden otra vida, ellos y los monjes y monjas que han sobrevivido al sitio de Arnau; aunque eso debe descubrirlo el lector.
Sea como sea, Nuño es el juglar que recoge estas aventuras y que siembra el ansía de conocimiento entre sus oyentes, los más jóvenes siempre. Nuño es el encargado de encontrar habitantes para ese otro mundo.
“La Orden de Santa Ceclina” es una novela llena de sugerencias en donde el narrador deja paso a menudo a sus personajes quienes, mediante los diálogos, se dan a conocer al lector. Amor, magia, misterio, ideas preconcebidas que se vienen abajo, respeto hacia lo distinto y mucha mucha fantasía son ingredientes básicos de esta primera entrega de “Puerta Coeli”.
Susana Vallejo nos ofrece una nueva forma de ver el mundo en donde nosotros podemos labrar nuestro propio destino. Es respetuosa con el hecho histórico, aunque, por supuesto, se deja llevar por las intuiciones y la fascinación que despierta en ella, y en sus personajes, la posibilidad de que nuestro mundo no sea ni el único ni el menor.
Uno de sus aciertos es empezar la tetralogía en la Edad Media, una época aparentemente oscura que demuestra no serlo tanto gracias a hombres de la talla de Bernardo y a mujeres como Yebra que osaron plantarle cara al destino y ser como ellos quisieron, no de otro modo.
El lector disfrutará sin duda con este volumen y con las descripciones que Susana Vallejo nos ofrece de ese otro mundo, de su fauna, su flora y su especial devenir temporal.

Tríada (Memorias de Idhún II)

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MEMORIAS DE IDHÚN II (TRÍADA)
De Laura Gallego, SM, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Tríada” es la segunda parte de las “Memorias de Idhún”. Se trata de un libro hermoso, muy atractivo y que continúa la peripecia que dejamos abierta en su día. Es una lectura apropiada para jóvenes y mayores, para los que, en definitiva, disfruten de la buena literatura fantástica.
Esta vez llegamos físicamente a Idhún, el planeta de los tres soles y las tres lunas (se incluye un plano del planeta que nos facilita mucho la lectura). Volvemos a encontrar a los personajes que ya conocemos: Kirtash. Jack y Victoria; que descubren que no pueden hacer nada por separado. Se saben prisioneros de un mismo destino, sin que lo hayan pedido. Victoria no puede prescindir de ninguno de los dos, aunque Jack y Kirtash no mantengan muy buenas relaciones. Los tres forman la “Tríada” y los tres juntos son los que pueden liberar a Idhún y hacer que se cumpla la profecía.
En la segunda parte de las Memorias, vemos, al principio, a un Kirtash debilitado por los sentimientos. Cuando actúa como humano, recibe el nombre de Christian, que le puso la propia Victoria, aunque él se siente extraño sintiendo emociones. En él se sigue operando la transformación que veíamos ya en la primera parte. Se sabe hijo de Ashram, el malvado, el nigromante y, sin embargo, lucha por sus sentimientos hacia Victoria.
En la segunda parte, hablando de Ashram, descubrimos qué es eso tan terrible que se esconde tras su mirada de hielo. Ashran parece humano por fuera, pero la criatura que lo habita no, ya que es, ni más ni menos, el Séptimo Dios de la Profecía, el malvado y perverso que osó enfrentarse a los Seis dioses de Idhún. Ashran es quien se hizo con el poder del Planeta y quien se enfrenta a la Tríada en la segunda parte.
Victoria, por su parte, es el canalizador de la magia porque, como unicornio, puede otorgarla a quien mire, de ahí que sea tan importante salvar al último Unicornio porque, si él muere, la magia se perderá.
Jack, por último, ya se reconoce como el último dragón y decide ir en busca de sus orígenes para aprender a sentir, cuando llegue el momento, como un verdadero dragón, el último dragón de la resistencia.
Y no podemos prescindir del planeta a Idhún, que condensa toda la capacidad de fabulación de Laura Gallego. Idhún es un mundo mágico, con una geografía bien delimitada y con unas características propias, quizá destaca porque tiene tres lunas y tres soles. Y es que el mundo que crea Laura Gallego, así como todos los seres que forman su bestiario, es riquísimo, lleno de magia y de imaginación.
La novela acaba de una manera dolorosa, puesto que no sabemos qué ocurrirá con Victoria, si se salvará o sucumbirá, mientras aparece Gerde, el hada malvada, en discordia. Tal vez la lucha que se ha establecido (y que tan bien describe la autora) entre las fuerzas del bien y las del mal haya sido inútil, aunque nos resistimos a creerlo, pero para eso habrá que aguardar a la tercera parte.

Corazón de tinta

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CORAZÓN DE TINTA,
De Cornelia Funke, Siruela, 2004

Anabel Sáiz Ripoll

“Corazón de tinta”, recientemente adaptado al cine, puede considerarse ya una obra clásica de la literatura infantil y juvenil o de cualquier edad, no en balde se ha publicado en la colección “Las tres edades” que va destinada “de 12 en adelante” y, por supuesto, este en adelante lo marca el lector.
No había leído aún esta novela, lo confieso, y me la recomendó una exalumna con la que coincido en el club de lectura al que pertenezco. Se me perdonará este matiz personal, pero es importante para demostrar que las lecturas, las buenas lecturas, nos llegan de maneras diversas. Porque “Corazón de tinta” es una buena lectura. Sin más. Es, según la mayoría de opiniones que he leído u oído, la mejor entrega de la trilogía, aunque esto habrá de decidirlo el lector también.
Sea como sea, “Corazón de tinta”, a la manera unamuniana, propia de las nivolas, nos narra un relato en que verdad y ficción se unen. Los personajes literarios cobran vida y, al final, no se sabe muy bien quién es más real, Capricornio, el ser cruel y malvado escapado del libro o Mo, el llamado Lengua de Brujo, quien, con sus dotes lectoras, es capaz de dar vida a las criaturas de papel.
Todo es como un juego, un experimento metaliterario en que el libro y la palabra escrita tienen la máxima importancia y el máximo protagonismo. Son, por ejemplo, muy recomendables, las citas que la autora escoge para iniciar cada capítulo.
“Corazón de tinta” es el título del mismo libro del que han escapado Capricornio y sus secuaces y también el libro por el que Mo y su hija Meggie se han quedado sin esposa y sin madre, al menos hasta que se resuelva el embrollo.
La más pura aventura hará que al lector le brillen los ojos, puesto que la acción es importante, pero aún lo son más los personajes, muy bien trazados, y los sentimientos que nos inspiran. Un personaje cobra especial interés y pasa de secundario a principal, se trata de Elionor, la tía de Meggie, quien empieza siendo una mujer más bien excéntrica y rara, solo pendiente de sus libros y acaba siendo la misma mujer exéctrica y rara, pero que cae bien por su inmensa humanidad.
El relato combina la descripción con la narración, aunque los diálogos son importantes para desvelar el pensamiento de los personajes. Cornelia Funke no deja nada al azar y escribe una novela mágica, un viaje al mundo del mal en estado puro, pero también al mundo del amor, de los sueños, de la fantasía. Así, no es extraño que el propio soldadito de plomo cobre vida gracias a la voz de Meggie, quien tiene el mismo don que su padre, aunque el personaje de ficción más emocionante es Campanilla, el hada de Peter Pan, que acaba viviendo, por así decirlo, una vida de papel distinta, fuera del País del Nunca Jamás.
Queremos reseñar la traducción impecable de Rosa Pilar Blanco quien nos ofrece, al final, una bibliografía en castellano de todos los libros que aparecen mencionados en “Corazón de tinta”, lo cual es un regalo que nos conducirá a nuevas aventuras.
El libro, en suma, nos ofrece más de 600 páginas de lectura, de emoción, de misterio, de intriga e, insistimos, de buena literatura.

La invención de Hugo Cabret

la-invencion-hugo-cabretLA INVENCIÓN DE HUGO CABRET,
DE BRIAN SLEZNICK,SM, 2007
Anabel Sáiz Ripoll

“La invención de Hugo Cabret” es un libro distinto y especial porque aúna la literatura con el cine. Su autor, Brian Sleznick, juega con las palabras, pero también con los dibujos y así, nos ofrece un texto original y muy bello.
El libro se nos presenta como si fuera una pantalla de cine puesto que emplea los colores blanco y negro e intercala imágenes, en movimiento, en la historia escrita. Para ello el autor emplea sus propios dibujos y fotogramas de distintas películas, así como dibujos de uno de los pioneros del cine, Georges Méliès, de quien escribe una especie de biografía fingida puesto que el Sr. Mèliès, Papà Georges en el relato, le sirve para situar los sueños y ambiciones de Hugo Cabret, el protagonista de la novela.
“La invención de Hugo Cabret” acaba de salir a la venta y es una obra editada con mimo por SM, de la que se ha hecho una tirada inicial de 45.000 ejemplares. La novela está cosechando un gran éxito en Estados Unidos y apostamos a que va a tenerlo también aquí, como en el resto de países europeos en donde también se está editando.
De nuevo hablamos de una novela sin edad. En principio, parece que va destinada a niños entre 10 y 12 años, pero, después de leerla y de contemplar sus ilustraciones, sabemos que cualquier lector disfrutará con esta historia que nos habla de la magia, del valor de los sueños, de la lucha por conseguir lo que uno quiere, de la amistad y de un sinfín de sentimientos más que han de conectar, sin duda, con la sensibilidad de cualquier lector.
Hugo Cabret es un chico huérfano, hijo de un relojero, que ha heredado de su padre la pasión por los autómatas y por arreglar todo tipo de relojes y juguetes mecánicos. Vive en la estación de tren, a cargo de un tío suyo muy malhumorado que lo obliga a robar si quiere comer. Su tío mantiene en hora los trenes de la estación y, cuando desaparece, es Hugo quien se encarga de hacerlo, con mucho miedo porque teme que, si lo descubren, lo llevarán al hospicio. La pasión de Hugo es arreglar un viejo autómata capaz de escribir porque, está convencido de que guarda un mensaje de su padre. En su camino se cruza un viejo juguetero, Papá Georges, y la ahijada del mismo, Isabelle; aparte de un joven, Etienne, quien sembrará en Hugo la pasión por el cine.
“La invención de Hugo Cabret” es también una novela de iniciación, puesto que Hugo, poco a poco, va descubriendo su verdadero camino y, para ello, tiene que pasar por diferentes experiencias no todas agradables. Es también la historia del reconocimiento hacia Georges Méliès y lo que significó en el cine.
La historia transcurre en París y el autor hace continuas alusiones a episodios reales para darle verosimilitud a la historia; aunque lo que prevalece es la magia de la gran pantalla. “La invención de Hugo Cabret” se lee con rapidez, pese a ser un volumen considerable, aunque son muchas las imágenes que sirven de apoyo gráfico a la historia o viceversa. Brian Selznick, como dijimos, ya emplea fotografías de películas tan emblemáticas como “El viaje a la Luna” y “La llegada de un tren a la estación”; aunque lo más destacado son sus propios dibujos que, juntos, forman también un texto gráfico lleno de connotaciones y de magia.
Brian Selznick (1966, New Jersey, EEUU) da rienda suelta, en “La invención de Hugo Cabret” a sus principales gustos y emociones. Pensamos que con esta novela dará mucho qué hablar y le auguramos un gran éxito entre los lectores y la crítica. Puede visitarse su web: www.lainvenciondehugocabret.com