Category Archives: Novel.la de creixement personal

El diario de Miguel

El diario de Miguel,

José Luis Ferris, Oxford, 2010, (El árbol de  la lectura, 31)

 

Anabel Sáiz Ripoll

 

En un año hernandiano por excelencia, José Luis Ferris nos ofrece un libro muy cuidado y emotivo: El diario de Miguel. Miguel Hernández, al que llamaron genial epígono de la Generación del 27, es uno de los poetas más queridos y admirados de la literatura española. Su vida y su obra rezuman verdad y compromiso. Por eso, hablar de Miguel Hernández supone siempre un reto porque es difícil apresar en unas páginas todo el torrente apasionado de la voz del poeta de Orihuela.

José Luis Ferris es un buen especialista en la obra del poeta. Tal vez por eso se ha atrevido a imaginar el que podría haber sido su diario, el diario de sus 13 años. No obstante, va más allá y trasvasa, de una manera metafórica, alegórica, incluso, las vivencias que tuvo el poeta de joven y adulto a su infancia.

En el Diario de Miguel asistimos a la peripecia de un niño que quiere ser poeta y que consigue ingresar en la Escuela de Poetas, en Madrid. Esta escuela no es otra, ni más ni menos, que la Residencia de Estudiantes. De este modo, Ferris relaciona, en un mismo tiempo y en una misma escuela, a los que fueron grandes poetas del momento, pero los sitúa también en su niñez. Así, Miguel estudia con otros niños más mayores como Federico, Dámaso o Vicente, los tres grandes poetas del 27. A todos ellos centra en su carácter y en su especial manera de ser, sobre todo se acerca a Vicente. Vicente Aleixandre fue de los pocos poetas que siempre ayudó a Miguel Hernández. De esta manera, Ferris imagina que Miguel y Vicente, de niños, compartieron habitación en la Residencia de Estudiantes. Entre los profesores están, por supuesto, don Antonio, Juan Ramón y don Ramón.

Una de las habilidades de José Luis Ferris es que no emplea los apellidos y es el lector quien tiene que darlos. Don Antonio es Antonio Machado, Juan Ramón es Juan Ramón Jiménez y don Ramón es Ramón Gómez de la Serna. Este procedimiento logra que el diario adquiera humanidad puesto que el niño Miguel lo escribe con sencillez, con total naturalidad.

En El diario de Miguel también se habla de la relación de Miguel Hernández con Pablo Neruda y del distanciamiento del que fuera su amigo, Ramón Sijé; aunque con la misma idea que preside el libro: Ramón es también niño y fallece siéndolo.

Por las páginas de este diario singular se asoman los poemas de Miguel, se asoma la esperanza que pudo haber sentido alguna vez, su difícil relación con el padre, el afecto por su madre y hermanos y tantos otros aspectos que conmueven al lector.

La tragedia llega también al relato con el inicio de la Guerra Civil que José Luis Ferris cuenta también de manera simbólica, como si Miguel hubiera vivido con los otros niños de la Residencia hasta que se quedó solo con Don Antonio y, por último, solo definitivamente. El resto de la historia, por desgracia, todos la conocemos.

El Diario de Miguel empieza un 20 de febrero y termina un 28 de marzo. No se indica el año, porque la historia no fue así, pero pudo haberlo sido. ¿Qué nos lo impide creer?

Sea como sea, el libro es una hermosa recreación literaria que ayudará a entender mejor la figura del poeta y a valorarla.

En el libro se incluye un prólogo, a manera de explicación y un apéndice con distintos documentos acerca de la vida y la obra de Miguel Hernández.

Recomendamos el libro a los jóvenes estudiantes del segundo ciclo de Educación Secundaria. Nos parece que es un libro vibrante, lleno de connotaciones literarias y, sobre todo, de emoción.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El caso del loro que hablaba demasiado

El caso del loro que hablaba demasiado,

Jordi Sierra i Fabra, Barcelona, Siruela, 2011

 

 

 

Jordi Sierra i Fabra aborda el segundo caso de Berta Mir, El caso del loro que hablaba demasiado, con la misma frescura e intensidad que imprimió en el primer libro, El caso del falso accidente; aunque con mayor dominio, si cabe, de la psicología de la joven narradora y protagonista de la aventura, Berta. A Sierra i Fabra a veces se le ha acusado de superficialidad en el tratamiento de sus personajes. Creemos que nunca ha sido así puesto que él siempre ha dado libertad a sus criaturas y les ha dejado mostrarse –y evolucionar- gracias a sus palabras y comportamientos. Si lo que buscamos son grandes descripciones físicas y psicológicas no las encontraremos, pero sí hallaremos la creación de personajes redondos que, como le ocurre a Berta, van madurando y creciendo ante los ojos de los lectores.

Berta Mir, de 18 años, a la fuerza ha debido de hacerse cargo de la agencia de detectives familiar puesto que es la única fuente de ingresos que tiene. Claro que no es lo mismo perseguir a maridos infieles que introducirse en los trapos sucios de los Dalmau, una familia adinerada de la burguesía catalana, lo cual la llevará a destapar la caja de los truenos y a introducirse, de paso, en una red ilegal de importación de animales exóticos. Y todo porque Berta ha aceptado el encargo de una encantadora ancianita, Claudia Dalmau, a quien han robado su loro, un guacamayo de Spix valiosísimo.

Sierra i Fabra tiene la habilidad de introducirnos en distintos ambientes ya que su novela presenta una extraordinaria estructura que no deja ningún fleco suelto. Por un lado, Claudia y su vida como detective en la agencia Mir, ya que su padre, impedido en la cama poco puede hacer, aunque, eso sí, la ayuda de una manera muy peculiar. Por otro lado, Claudia y su relación con el grupo de música en el que toca, las ilusiones y las decepciones que ello conlleva, los amores y las frustraciones. Por otro lado, la familia Dalmau y todos lo que esconden unos y otros y que Berta, de una manera entre ingenua e inconsciente descubrirá. Y, por supuesto, la relación de Berta con el policía Sanllehí, con quien tiene una especie de tira y afloja, aunque siempre por supuesto, Sanllehí es una especie de protector de la joven. Vemos trasvasadas al policía algunas de las cualidades de Sierra i Fabra y de las ideas que siempre ha defendido con vehemencia. Vehemencia que, por supuesto, no falta en la novela.

El caso del loro que hablaba demasiado, escrito en primera persona, atrapa en cinco intensos días, como indica el título, la aventura de un loro que no es que hablase demasiado, sino que provocó mucho qué hablar. El texto se lee con rapidez y combina distintos géneros, el de la novela negra y de detectives, con el del viaje iniciático y la novela realista y aún se podría apelar a otros registros como el sentimental y emotivo del que el libro no está exento.

La crítica de Sierra i Fabra más directa se centra en los traficantes de animales exóticos y no escatima palabras ni ejemplos para mostrar esa realidad que existe en nuestro mundo. Ahora bien, como acabamos de decir, no deja ningún fleco suelto y no descuida para nada el aspecto más personal y humano ni de Berta Mir ni de los personajes que la rodean, la arropan, de alguna manera.

El caso del loro que hablaba demasiado, en suma, se lee con creciente interés, con el aliento contenido, incluso, pero con el suficiente reposo y calma como para descubrir la personalidad de Berta, una joven que, poco a poco, va madurando y va creciendo. Berta acepta que las cosas no siempre son blancas o negras, empieza a comprender a su madre, a su abuela y ella misma se descubre actuando de una manera acaso impulsiva, pero siempre positiva. Y es que Berta va siempre en línea recta, sin pensar en las posibles consecuencias. Por eso cae simpática al lector y, por eso, sin duda, el policía Sanllehí acaba protegiéndola y haciendo la vista gorda en más de una ocasión. Y es que, repetimos, las apariencias pueden engañar –y de hecho engañan-.

Se trata, en suma, de una extraordinaria novela que gustará a los seguidores del escritor todoterreno barcelonés, pero puede causar adicción en lectores que nunca o poco se hayan acercado a Sierra i Fabra. Lo advertirmos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tot despertant la Lluna

Tot despertant la Lluna,

Víctor Panicello, Barcelona, Columna, 2003, (Columna Jove, 183)

 

 

En Xavier és un noi de 12 anys que, de sobte, veu com tota la seva vida podria haver canviat d`una forma dramàtica. La seva mare, embarassada per segon cop, va tenir la criatura més aviat del compte, amb un greu perill tan per ella com per la nena. Totes dues són encara a l`hospital, una a l`habitació i la petita a l`incubadora, lluitant per la seva vida. Mentrestant, Xavier, el seu pare i la seva àvia intenten fer el cor fort i tirar endavant.

Tot despertant la Lluna és una històrica bonica i molt ben narrada. Escrita en primera persona, ens permet veure i entendre el tarannà d`en Xavier, que es fa preguntes, que reflexiona, que té pors i que arriba a algunes conclusions importants. Una és la decisió que pren d`explicar-li a la seva germaneta les coses del món que l`envolten i donar-li així ganes de viure. Gràcies a aquestes xerrades, en Xavier comença a estimar la nena i veu que, entre ella i ell, haurà un lligam per sempre.

Víctor Panicello aprofita les xerrades d`en Xavier per explicar als lectors el funcionament del món i tot allò que ens rodeja i que ens permet viure. Així, ens parla del mar, l`origen de tota la vida; dels animals, del sol i de la lluna i de tantes coses més. Xavier té un projecte molt ben traçat i escriu amb molta cura els apunts d`allò que vol explicar a la nena, a peu d`incubadora. Ell és conscient de que no l`entendrà, però també pensa que, pot ser, quan ho escolti novament, li serà més fàcil entendre-ho.

Tot despertant la lluna és l`opera prima en català d`en Víctor Panicello i ens sembla una lectura agradable i recomanable pels nois i nois del 12 anys fins als 14 o més, perquè, repetim, la història, fins i tot, pot agradar als adults.

Xavier ens parla en la seva vida quotidiana, de com són els seus pares, de com ha patit la seva mare; també ens explica coses del seu institut, on ell és dels més petits i tot el que això comporta. Coneixem també el seu millor amic, l`Andreu. I assistim al seu primer enamorament, que d`alguna manera el va madurar una mica més. Per altra banda, la relació del noi amb la seva germana prematura ens commou. Entrem, amb ell a un lloc quasi sagrat, ens apropem de puntetes a l`incubadora i sabem que els nadons prematurs també lluiten i molt. Gràcies a una infermera, en Xavier se sentirà una mica més confortat quan veu com un petit mor sense que els metges el puguin salvar.

Ara bé, ens falta una part important i és el nom de la nena. Ningú no li ha donat, perquè, pot ser, es pensaven que no sobreviuria, però sí ho fa i amb força. En Xavier ha triat per ella el nom més bonic del món, que també dóna títol a la novel·la: Lluna.

Tot despertant la Lluna és, en definitiva, un cant d`amor i un text que ens fa reflexionar sobre les petites coses de la vida a les quals no els hi donem importància i que, ben mirades, són miracles quotidians, com la llum, l`aire o les plantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El bosque de los árboles muertos

 

 

El bosque de los árboles muertos,

Ana Alcolea, Madrid, Anaya, 2010, (Espacio Abierto, 145)

 

Anabel Sáiz Ripoll

 

La autora que hoy nos ocupa está de actualidad puesto que acaba de ganar el VIII Premio Anaya de Literatura Infantil y juvenil con su obra La noche más oscura, destinada a lectores desde 12 años.

Ana Alcolea, en El bosque de los árboles muertos, retoma motivos que nos son familiares de sus anteriores obras como El medallón perdido y El relato de Carlota. La autora va creando, libro a libro,  su propio universo literario con un estilo personal y lleno de sugerencias.

En esta ocasión la joven protagonista, Beatriz, contra su voluntad, viaja a Escocia para pasar sus vacaciones de verano. Ha suspendido el inglés y su madre ha decidido enviarla a casa de una amiga para que practique el idioma. Beatriz se lo toma con bastante malhumor, aunque, ha de cambiar de idea a lo largo del relato y es que ese verano será tan especial que, al final, Beatriz acabará madurando y aprendiendo mucho acerca del alma humana y de su propio pasado.

Como ocurría en las dos novelas anteriores de Ana Alcolea, esta vez también se trata de un viaje iniciático, aunque mezclado con el misterio y la aventura.

Beatriz viaja con su familia de acogida, formada por los padres, un joven de su edad, Peter, y dos pequeños gemelos, hacia un antiguo castillo escocés, lejos del mundo y de la vida, para pasar el verano. Poco a poco, se va empapando del ambiente del lugar y a involucrarse en las historias del pasado. La esposa del capitán, dueño del castillo, Renata, murió hace años, aunque, de alguna manera, se aparece a Beatriz, a Peter y a los hermanos gemelos. El color amarillo de su traje, unas cartas que guardó y las fresas salvajes que tanto le gustaban se convierten en símbolos de su vuelta al mundo de los vivos. No obstante, esta aparición fantasmal no está descrita con aspavientos narrativos, sino de forma muy sencilla y realista. El mundo de los vivos y los muertos parece mezclarse en la novela y no solo en forma de recuerdos, sino de una manera más directa.

Cuando Beatriz, con la ayuda de Peter, averigua el enigma de Renata, a la vez, aprende mucho más de sí misma porque, y eso sí es el destino, el padre de Renata es el mismo idealista inglés, miembro de las brigadas españolas, que luchó en la guerra civil y conoció a la bisabuela de Beatriz con quien tuvo una hija, su abuela, aunque ésta no llegó a conocerlo. Renata y su abuela murieron el mismo día, un 10 de julio, y estaban unidas por algo más que el azar, ya que son hermanastras.

En El bosque de los árboles muertos, como acabamos de ver, se alude también a la Guerra Civil española y a un escritor muy importante, Georges Orwell, quien también luchó por la causa republicada y se retiró a una isla muy cercana al castillo en que veranean Beatriz y sus amigos.

La novela se lee de manera rápida y fluida. Uno de sus aciertos es que maneja distintos tiempos, el presente y el pasado; así, de manera paralela, el lector asiste a la historia de Renata y también a las pesquisas de Beatriz y Peter. Ana Alcolea impregna el relato con una atmósfera de suspense y eso hace que se lea con creciente interés.

Por otro lado, la evolución psicológica de Beatriz está bien trazada. El resto de personajes también cobran importancia, aunque, por supuesto, el más mágico de todos es la figura de Renata.

En definitiva, el lector que entre en el mundo de El bosque de los árboles muertos no quedará defraudado; es más, tendrá ganas de averiguar más acerca del resto de los personajes y se preguntará si entre Beatriz y Peter habrá algo más que la amistad. Eso, tal vez, lo averigüemos en otras entregas.

Queremos, por último, comentar las espléndidas descripciones que traza la autora. La Escocia profunda, más agreste y cercana a los orígenes, con su vegetación autótona –el brezo- y sus habitantes hechos al trabajo y a la sobriedad, quedan perfectamente retratados en la novela.

Biblioburro

Biblioburro (Una historia real de Colombia)

 Jeannette Winter, Ed. Juventud, Barcelona, 2010.

Anabel Sáiz Ripoll

 

Biblioburro es un libro brillante, lleno de color y de fuerza. Jeanette Winter escribe una historia basada en un hecho real de una manera sencilla, directa y muy efectiva. Las ilustraciones, realizadas con pintura acrílica, lápiz y tinta, completan el relato y le dan mayor realce. De una manera naïf, llena de color y de brillo, los lectores entienden mucho mejor el poder de los libros, la magia que encierran las palabras.

Luis, el protagonista del relato,  tiene muchos libros –y su mujer le recrimina que así sea porque los libros no se comen- decide emprender la aventura de su vida y llevar estos libros a las aldeas y pueblos perdidos de su nación. Por eso, emplea a sus dos burros, Alfa y Beto, y empeña todas sus fuerzas en llevar la lectura a los lugares más recónditos. Como sabe que lo esperan, sobre todo los niños, no duda en enfrentarse a los peligros que haga falta con tal de no defraudarlos. Luis es feliz llevando el aroma de las historias escritas y haciendo que todos tengan acceso a las mismas y ésa es su recompensa.

El libro, con tapas duras, va destinado a los primeros lectores, aunque, pensamos, su mensaje es tan importante y rotundo, que puede servir de punto de partida para que lectores mayores –e incluso aquellos que dicen no disfrutar con la lectura- entiendan que hay muchas maneras de acercarse a los libros y que, en otros lugares, no es fácil tener acceso a ellos. Por eso, la tarea de Luis es tan importante y decisiva.

Biblioburro, como leemos en la nota final de la autora, está basado en la historia de Luis Soriano, un maestro colombiano, que vive en La Gloria. Luis ideó la manera de compartir con los demás sus libros y mostrar que no son objetos de lujo, sino de primera necesidad. Cada fin de semana, lleva su empeño a los lugares más recónditos de su país, que, gracias a él, son un poco más felices y más plenos.

La tarea del Biblioburro es tan importante que ojala se contagie a otros lugares porque los beneficios de la lectura ya son de todos conocidos, pero aún hay personas que dudan de ellos y que piensan que leer es perder el tiempo. Gracias a personas como Luis que nos demuestran con su afán que no es así, el mundo merece más la pena.

Biblioburro, en suma, es un libro primorosamente editado, que resulta, como ya dijimos,  un auténtico festín para la vista por sus ilustraciones. Además, podría ser una buena lectura para realizar en el colegio, por ejemplo, porque enriquecerá a los alumnos y permitirá establecer distintos debates acerca de la difusión de la lectura y su “utilidad”.

 

Lior

Lior de Núria Pradas. Cruïlla, SM, (14 2002), Vaixell de vapor, 67. 144 pp., 7.95€. En catalán.

Por Anabel Sáiz Ripoll.

Lior, de Núria Pradas, es una novela que continúa entusiasmando a sus lectores. Publicada en 1995, Lior se sigue editando porque su lectura cautiva a los niños y jóvenes y, por supuesto, a los adultos.

Se trata de una novela de ciencia-ficción que acaba trascendiéndose porque todo el relato no es otra cosa que una bella alegoría en torno a la libertad. Frente a un mundo gris y anónimo en que la impersonalidad es la nota dominante, en que las emociones han desaparecido por completo; frente a un mundo que supone que es más importante ser responsable que amar… se sitúan Lior y sus amigos, los resistentes, aquellos románticos que creen en un mundo mejor y que defienden a ultranza sus cualidades humanas.

Sigue leyendo en Culturamas


Publicado por Blogger para El Blog de Pizca de Papel el 12/06/2010 10:20:00 AM

 

__._,_.___

Abdel

Abdel

 

de Enrique Páez.

 

Madrid, SM, 1994, (34, 2010).

 

112 pp., 7.95€.

Por Anabel Sáiz Ripoll.

Abdel es un libro emocionante de esos que crean lectores. Su autor, Enrique Páez, logra imprimir al relato un tono tal de humanidad que lo acerca al lector desde el primer momento. Está recomendado para niños a partir de 12 años, aunque, como siempre se dice, la cuestión de la edad es más un trámite editorial que real. Pensamos que Abdel puede gustar –y mucho- a los adolescentes, dado la trama que maneja…

Sigue leyendo en Culturamas


Publicado por Blogger para
El Blog de Pizca de Papel el 11/15/2010 09:10:00 PM

La palabra más hermosa

La palabra más hermosa del mundo
de Jordi Sierra i Fabra.
Ilustraciones de Agustín Riccardi.
Algar, col. Algar calcetín, 57, 2010.
120 pp., 8.35 €.

Por Anabel Sáiz Ripoll.

La palabra más hermosa es un nuevo tributo del autor barcelonés Jordi Sierra i Fabra a las letras, a la comunicación, al arte de leer. Se trata de una historia destinada para lectores desde 10 años que, partiendo de una situación real, nos ofrece una alegoría del mundo de las palabras. Georgina y Daniel son dos hermanos gemelos que, a causa de una enfermedad, han estado dos meses ausentes del colegio. Cuando vuelven, han de ponerse al día en todo y no les resulta nada fácil. El profesor Maestro, valga la repetición, es el sustituto de la profesora de lengua y decide no hacerles un examen, sino algo mucho peor: les pone una prueba para decidir si merecen pasar de curso o no. La prueba consiste en una especie de enigma ya que han de descubrir, como dice el título, cuál es la palabra más hermosa…

Sigue leyendo en Culturamas


Publicado por Carmen Fernández Etreros para El Blog de Pizca de Papel el 11/01/2010 01:17:00 AM

El retrato de Carlota

El retrato de Carlota,
de Ana Alcolea.
Madrid, Anaya, 2003,
Espacio Abierto, 104.
184 pp., 8.30 €.

Por Anabel Sáiz Ripoll.

El retrato de Carlota de Ana Alcolea es una novela de misterio protagonizada por una joven, Carlota, que va a pasar unas vacaciones con su tía Ángela en Venecia. Ahora bien, la historia adquiere mayor emoción porque la tía Ángela es escritora y vive en un palacete remodelado a orillas del canal…”.

 

 

Sigue leyendo en Culturamas

La isla de Nuncameolvides

la-isla

La isla de Nuncameolvides,

De Ricardo Gómez,

Zaragoza, Edelvives, 2004, (Alandar, 58)

 

La isla de Nuncameolvides es un canto a la amistad y a los sueños. Ricardo Gómez, en 72 breves capítulos, nos ofrece una historia poética, en la que los personajes adquieren una dimensión humana extraordinaria. Fabio, un marinero que nació tierra adentro, estuvo a punto de morir de niño y salió de la enfermedad con la firme convicción de que vería el mar y no solo lo vio, sino que, como hemos dicho, se hizo marinero y viajó por todos los mares. Fabio acabó viviendo en una casa, enclavada en un pueblo de costa, porque de allí era su mujer, Luisa, quien murió, pero que, de alguna manera, sigue presente en todas las acciones y pensamientos de Fabio. Este hombre, de carácter algo huraño y reservado, siente una devoción inmensa por las plantas y a ellas dedica parte de su tiempo, cuidándolas y mimándolas. Su casa es un jardín botánico en donde crecen especies de todos sus viajes. Tanto es así, que dos niños, Mario y Nieves, vecinos suyos, acaban rompiendo con esa imagen de lobo de mar feroz que tiene Fabio y se convierten, si no en los hijos que él no tuvo, sí en una especie de nietos.

La lección que nos da Ricardo Gómez es que, a cualquier edad, florecen las ilusiones y surgen los proyectos, ya que, de una manera casual, por el naufragio de un barco, Fabio recibe el mapa de una isla, la isla de Nuncameolvides y, contra todo pronóstico, se embarca con Sirimavo, un marino extranjero que se comunica con gestos porque es mudo. Juntos realizan las proezas que nadie pensó, ya que casi dos “viejos”. Ambos viajan al otro lado del mundo, no una, sino tres veces, para descubrir que la isla, en donde viven los sueños, las esperanzas, lo que quisimos ser y no fuimos, está más cerca de lo que creíamos.

En el relato abundan los símbolos, así el mar, símbolo de lo eterno y a la vez cambiante; las ballenas que acompañan a Fabio en su periplo; el árbol que planta en la tumba de su mujer; las dos plantas que le regala la maestra, Aurora, con quien Fabio vive un amor otoñal, las palabras de Sirimavo no pronuncia, pero que todos entendemos; la relación con el pueblo “inuit” y un sinfín de detalles que hacen de La isla de Nuncameolvides un relato diríamos que iniciático, aunque Fabio ya es mayor, pero aún tiene mucho qué aprender y demuestra es capaz de ponerse metas y alcanzarlas.

Quisiéramos comentar el valor estilístico del relato. Los capítulos, ya hemos dicho, son breves y domina la tercera persona, con la inclusión de pequeñas reflexiones, al hilo de la historia, de los hermanos Mario y Nieves que, en cursiva, nos reproducen sus diálogos y la especial relación que tienen con Fabio, a quien le cuidan las plantas en su ausencia. El texto, por otro lado, está escrito de manera aparentemente sencilla, con frases breves, con un tono muy cercano y conmovedor, aunque, si lo leemos bien, veremos que Ricardo Gómez ha buscado la brevedad para llegar a la esencia, para extraer todo lo accesorio y dejarnos, solos, ante el relato. Las descripciones son básicas en el libro, pero sobre todo los detalles que tienen que ver con los sentimientos, con el paisaje anímico de los personajes.

En suma, un libro que habla de las relaciones entre personas de distinta edad, de que el amor puede llegar en cualquier momento, de que la muerte ha de ser vivida con entereza, de que los sueños existen y pueden marcar toda una vida. “La isla de Nuncameolvides” es una historia que gustará a todo tipo de lectores, puesto que enlaza directamente con el corazón de quien la lee.