Category Archives: Novel.la històrica

Un hoyo profundo al pie de un olivo

un-hoyo
Un hoyo profundo al pie de un olivo,
de Mª del Carmen de la Bandera, Anaya, 1999.

Anabel Sáiz Ripoll

A finales del S. XV corren malos tiempos para los judíos en España. Muere el rey Enrique IV y los acontecimientos se precipitan. La historia se centra en los años previos a la expulsión de los judíos y en la sinrazón y el desconcierto que eso causó a los luego llamados sefardíes que tuvieron que dejarlo todo. En Sevilla, la comunidad judía vive de manera holgada; pero son muchas las voces que se alzan y a Samuel le pegan en la calle y le roban el dinero. Samuel es un niño de 12 años que se enamora de Carmen, de 13, cristiana, la hija del carnicero. Juntos vivirán esos años con miedo y tendrán que separarse poco antes de 1492, cuando tienen 22 y 23 años, y llega el edicto de la expulsión de Sevilla, previo al edicto de la expulsión definitiva.
La peripecia de la familia de Samuel, su padre, su madre, sus hermanos, las desventuras de otros judíos y el telón histórico exacto y preciso hacen que la novela se lea con avidez. La religión, en lugar de unir, separa; pero los dos jóvenes se mantienen unidos por un pacto, que da nombre al libro, en un hoyo, al pie de un olivo, entierran una estrella de David y una cruz que son los símbolos de sus pueblos y de su amor. Con el tiempo, superados los 30 años, se escribirán y se recordarán en la distancia porque ni el Santo Oficio ni la estupidez humana han acabado con su amor.
A todo esto comenta la autora: “El libro es una auténtica novela de amor entre dos adolescentes: un judío, Samuel, y una cristiana, Carmen. El escenario es la Sevilla de finales del sigo XV en donde los fanatismos y las intolerancias llegan a límites insospechados. Nuestros protagonistas sufren y luchan para llevar adelante su primer amor.
Es un libro para sufrir y gozar, desde luego, nunca para aburrirse y, a pesar de la distancia en el tiempo, el tema, en algunos casos, está de plena actualidad. El lector conocerá una parte apasionante de la historia”.

Cielo abajo

cielo-abajo
CIELO ABAJO,
DE FERNANDO MARÍAS, Anaya, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Cielo abajo” se publica en una colección destinada al público juvenil, la prestigiosa colección Espacio Abierto; no obstante, como hemos dicho ya muchas veces, no hay la menor frontera para la buena literatura y “Cielo abajo” es un relato estremecedor, lleno de sensibilidad, que arrebata al lector desde el principio. No en balde obtuvo el II Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil y el Premio Nacional de Literatura..
La novela presenta una trabajada estructura y un uso del narrador llamativo y muy sugerente. “Cielo abajo” está contada por dos narradores, uno, el actual, en primera persona que es una especie de testigo cómplice de lo que cuenta el que sería el narrador principal, Joaquín Dechén. Sin embargo, aún hay más. Joaquín Dechén, un anciano héroe de guerra, cuenta, por escrito sus peripecias y las encuaderna como si fueran un legado que, por un azar, lee el narrador actual que es quien, al fin, escribe toda la novela. Así, la historia transcurre de manera paralela, cada capítulo pertenece a una de las voces, con lo que ninguno de los dos cuenta qué le pasó de manera continuada, sino que nos lo ofrece en dosis, para que el lector asista, igual que el narrador actual, a lo que no es otra cosa que el testamento de Joaquín Dechén.
Joaquín narra su infancia dura ya que fue huérfano y cómo intercambió con otro compañero su identidad; así él, que se llamaba en realidad Javier Álvarez, pasó a ser Joaquín Dechén porque no aceptó el destino que le habían preparado en el orfanato: ser sacerdote y prefirió ser militar, que era lo que debía hacer el verdadero Joaquín. A partir de aquí vemos cómo conoce al Capitán Cortés, un aviador que le enseña todo lo que sabe y que lo infiltra en el Madrid de los primeros tiempos de la Guerra Civil. Así, Joaquín se convierte en un espía del bando nacional, aunque, poco a poco, su percepción va cambiando ya que vive en casa de Ramiro y Constanza, los que fueron amigos de Cortés y que ahora, por estupideces de la guerra, son sus enemigos. Joaquín vive continuas peripecias en el Madrid que resiste el avance nacional y es testigo de uno de los episodios más terribles de nuestra guerra, a la vez que se enamora de Constanza y promete cuidarla siempre. No podrá hacerlo, ya que la muerte lo impide, pero Joaquín siempre, de lejos o de cerca, va a estar en la vida de las siguientes Constanzas, la hija y la bisnieta de la primera. Es, por lo tanto, su texto, el libro que él quiere legarle a la última Constanza, una carta de amor, una confesión de sus miedos, un testimonio de su historia. Y no contamos más que el lector debe descubrir el resto.
“Cielo abajo” es un libro de amor y de sentimientos límite, puesto que sitúa a los personajes en momentos cruciales de su existencia y les permite escoger ser héroe o villano y Joaquín no es ni una cosa ni otra porque siempre estuvo dividido.
También, la novela es una crítica a todas las guerras y un homenaje a los que lucharon en ellas, en este caso en la Civil española. Un homenaje a todos esos seres anónimos que creyeron en un ideal y que aún siguen creyendo.
Es, por último, una historia de amistad, de lealtad, de problemas de conciencia, de destino aciago, de emociones a flor de piel.
El libro, por lo demás, se inicia con un episodio poco conocido de nuestra historia que dejará al lector intrigado y le demostrará, páginas más adelante, que, ante cualquier circunstancia, la piedad es mejor que la venganza.

EL MISTERIO VELÁZQUEZ

velazquez
EL MISTERIO VELÁZQUEZ, Eliacer Cansino,
Bruño, (3 1999). Premio Lazarillo 1997. A partir de 14 años
Anabel Sáiz Ripoll

Eliacer Cansino nos ofrece una historia llena de misterio en torno a “Las Meninas”. Nicolás Pertusato, en primera persona, cuenta su vida, su llegada a la corte madrileña, sus avatares y, sobre todo, su relación con Diego Velázquez.
Nicolás, pese a su condición física, por su inteligencia y dotes de observación, se va haciendo un sitio y es el muchacho que aparece retratado en “Las Meninas”, con el perro al lado. El niño, de pequeño, aprendió a recitar versos de “La Divina Comedia”, sobre todo del Infierno y ahí se centra el misterio. Velázquez parece que hizo algún pacto con un tal Nerval, un personaje siniestro que gusta de escuchar estos versos del Infierno y, sólo a la muerte del maestro, descubre Nicolás la verdad. Así averigua por qué alguien pintó la Cruz de Santiago en el pecho del pintor y, sobre todo, que la esperanza ha de dejar atrás a las tinieblas; así lo entiende el muchacho que cumple 16 años cuando acaba la historia, aunque él se siente mucho mayor.
El libro se organiza en capítulos breves que son los cuadernos de Nicolás; está escrito con un estilo ágil, respeta la realidad histórica, aunque añade notas de misterio que son las que aportan el ingrediente mágico que tanto ayuda al relato.
Excelente reivindicación del personaje del bufón al que Velázquez tanto defendió.

El disco del tiempo

el-disco-del-tiempo
EL DISCO DEL TIEMPO
MARÍA GARCÍA ESPERÓN, SM, MÉXICO, 2004
(El Barco de Vapor)

Anabel Sáiz Ripoll

“El disco del tiempo” fue premio El Barco de Vapor 2004, en México. Han pasado desde entonces cinco años y la fascinación por la historia que narra esta escritora mexicana, María García Esperón, sigue creciendo. Los lectores que se acerquen a la novela encontrarán un relato bien estructurado y una muy exhaustiva documentación detrás de la historia, aunque eso, lejos de lastrar la trama con una carga de detalles eruditos, la dota de mayor realismo y atractivo.
¿Qué haría cualquiera nosotros si fuera requerido por correo electrónico para protagonizar la mayor aventura de su vida? Es lo que le sucede a Nuria, estudiante mexicana de informática y a Philippe, un joven francés que ha dedicado parte de su vida a crear una página web sobre el disco de Festos. Pues bien, ése es el encargo de reciben: encontrar el verdadero significado del disco. El azar o la casualidad o los dioses hacen que estos dos chicos se encuentren y unas fuerzas con un tercero, Marco, también mexicano, y estudiante de historia. Juntos llegan a Creta y juntos viven experiencias que les llevarán a interpretar el disco de Festos como una especie de oráculo, una especie de objeto para viajar en el tiempo. De hecho, María García Esperón lanza esta hipótesis para aguijonear a los estudiosos del tema y hacer que sus mentes y sus corazones se pongan a trabajar y traten, al fin de encontrar, el porqué de esta fabulosa pieza de la arqueología minoica.
No obstante, el libro es mucho más que eso puesto que la autora, enamorada de las lengua antiguas y de la cultura grecolatina, intercala, junto al relato actual protagonizado por los tres chicos, los avatares de los verdaderos protagonistas del disco, aquellos que hicieron posible su creación; esto es, Minos, Egeo, Teseo, Ariadna y, por encima de ellos, Dédalo, el gran Dédalo. Claros y sombras se van tejiendo en torno a estos personajes míticos que hicieron de la griega una cultura floreciente. La escritora les da humanismo y hace que cobren vida para nosotros y que parezcan personajes contemporáneos puesto que sus deseos, pasiones y ambiciones son las mismas que podamos tener cualquiera de los seres humanos que vivimos este convulso S. XXI, no menos convulso que la época en que la cultura minoica vivió su máximo apogeo. Si leemos despacio lo que nos cuenta María García Esperón entenderemos que detrás de los mitos se oculta una interpretación del tiempo, de los fenómenos de la naturaleza, de la vida y de la muerte.
“El disco del tiempo” une Internet con el pasado y lo hace de manera fácil, sin aspavientos porque la escritora sabe de las virtudes de Internet y de sus inconvenientes; por eso trata de implicar a los jóvenes en un proyecto del pasado con herramientas del presente y del futuro. Como dice el profesor Dimitri, uno de los personajes más ambiguos de la novela, “… quiero que sean los jóvenes quienes descubran esos mensajes, por ellos mismos, que los jóvenes los presenten a los jóvenes a través de las herramientas de comunicación que su tiempo les ofrece”.
La novela, creemos, está destinada al público juvenil y adulto, no al infantil como reza en la solapa del libro, porque su lectura requiere un bagaje de experiencias y cultural que los niños aún no tienen. En manos de la autora, el idioma se dulcifica y se transforma, sobre todo, en los capítulos protagonizados por los personajes del pasado; entonces el relato adquiere tonos de gran belleza, casi líricos, puesto que se introduce en la mente y en la voz de esos seres que vivieron hace miles de años y que quisieron atrapar el tiempo, aunque, como a todos los humanos, se les escapó de las manos… ¿o no? ¿O es que el disco encierra un mensaje que, como aventura la autora, nos permitirá entrar en comunión con la eternidad? ¿Algún dios tendrá piedad de nosotros y nos tenderá la mano del conocimiento?
Tampoco hay que olvidar las referencias geográficas, el afán por apresar la topografía griega que es también protagonista del relato. Zeus y Poseidón, cada uno en sus dominios, hacen y deshacen a su antojo y van cambiando la faz de la tierra griega. Los diálogos entre los tres jóvenes son realistas y jugosos y no carecen de ironía. Otros personajes secundarios adquieren interés como el editor griego, el vehemente patriota cretense que se niega a adaptarse a las normas establecidas. El análisis psicológico que realiza de los personajes griegos antiguos es, asimismo, notable. Encontraremos a una Ariadna torturada por su destino, a un Dédalo exiliado una y otra vez, a un Egeo condenado a la tristeza, a un Minos que no sabe qué hacer con fuerza, a una Pasífae consciente de su magnetismo y, en definitiva, a un universo que nos evoca ese tiempo en que el mar, Thalassa, lo fue todo.
“El disco del tiempo” es, por así decirlo, un oráculo de los tiempos modernos. Y es que la palabra oráculo, como explica la propia autora en el epí-logo, es “el lugar de la palabra”.

Grimpow

grimpowGRIMPOW,
DE RAFAEL ÁBALOS, Barcelona, Mondadori, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

“Grimpow”, desde su publicación, sigue ganando lectores y reconocimientos. En más de 500 páginas, de lectura emocionante y rápida, Rafael Ábalos nos ofrece la transformación de un joven, Grimpow, quien, por un azar o por un capricho del destino, se convierte en el poseedor de uno de los secretos más importantes de la Edad Media: la piedra filosofal. Podríamos decir que todas las aventuras y peripecias que vive Grimpow hasta lograr el secreto de la sabiduría forman parte de un viaje iniciático que hacen que este chico, al final de la novela, ya no sea le mismo mozalbete despreocupado, carne de cañón, incluso, que era al principio de la novela, sino un joven sabio y maduro.
En el invierno del año 1313, este joven encuentra el cadáver de un hombre en Úllpens, donde vive. Corre a decírselo a uno de sus amigos, Dúrlib, un pícaro ladrón de características muy particulares y, juntos, descubren que el cadáver del caballero desaparece como por arte de magia, no sin antes dejarles un extraño mensaje y la piedra que, como dijimos antes, cambiará la vida del muchacho.
Grimpow y Durlib acuden a la abadía cercana de Brínkdum y allí son acogidos por los monjes, aunque pronto cambiará su suerte ya que un inquisidor anda siguiendo los pasos del extraño caballero desaparecido. Grimpow descubre la sabiduría y todo lo que ella puede ofrecer gracias al monje bibliotecario y a otro hermano, muy enfermo y ciego, aunque es quien da en el clavo acerca del misterio de la piedra. Acaba cambiando su vida al hacerse escudero del caballero Salietti. Juntos participarán en unas justas y juntos lucharán a favor de la razón y en contra de la barbarie.
El misterio de los caballeros templarios es la clave de la novela. El misterio que estos caballeros custodiaron hasta Europa, sin saber muy bien qué era, y el misterio que guardaron los integrantes de una sociedad secreta, Ouróboros, cuya insignia es la serpiente que se muerde la cola y que ilustra la portada del libro. La base histórica es el juicio de los templarios y la maldición que el último maestre, Jacques de Molay, lanzó contra quienes los juzgaron, el rey de Francia y el Papa, ambos murieron, por cierto, de manera súbita.
Grimpow, Salietti y la hermosa Weinell viven la aventura de su vida, al ponerse al lado de los que defienden los Castillos del Círculo de Piedra y al tratar de descubrir qué se escondía detrás de un misterioso manuscrito firmado por un tal Aidor Bílbicum. Por fin, Grimpow consigue “sembrar la semilla y ver crecer la flor”, aunque ahí no acaba su historia, sino que empieza de verdad porque sus ansias de saber no van a tener fin. Como le dice Salietti, “Ahora ese universo de sabiduría está en tu mano”.
La novela se ambienta en el S. XIV, como hemos dicho, en las postrimerías de la Edad Media y muestra, con gran riqueza, cómo sería ese tiempo. La vida de los monjes, los secretos guardados en sus dependencias; el terror que sembraba la Inquisición; los misterios en torno al Temple; el Trivium y el Quadrivium; el ansía de inmortalidad que siempre se ha tenido y la búsqueda de la piedra filosofal; las Cruzadas y sus secuelas; las epidemias; los trovadores; las brujas; la construcción de las Catedrales y sus maestros; los gremios; la vida en los castillos; la magia de las constelaciones; las guerras… y un sinfín de elementos más que hacen de “Grimpow” una novela fascinante y llena de registros. Es, como dijimos, un viaje iniciático, pero también es una novela de amor, de amistad; una novela que habla del ansía de saber y mucho más. Los enigmas que resuelven los protagonistas están muy bien presentados y marcan el punto de intriga de la novela que se desarrolla entre Úllpens, Estrasburgo, París y Chartres.
En suma, “Grimpow” es una novela ambiciosa, amplia y llena de secretos que gustará a todos los lectores porque contienen todos los ingredientes para lograrlo en su justa medida.

EL NUDO

el-nudo EL NUDO, de Montserrat del Amo,
Barcelona, Juventud, 1980.
Anabel Sáiz Ripoll

“El nudo” es una novela que va a ser reeditada, en una versión renovada y muy cuidada, el próximo octubre, afortunadamente para sus lectores, podríamos decir, ya que ha sido una obra con poca fortuna pese a los valores literarios y humanos que contiene.
Montserrat del Amo (Madrid, 1927), su autora, es conocida de todos, pero quizá podamos tratar de esbozar una breve semblanza. Estudió en la Escuela Superior de Comercio el grado de Perito Mercantil. Aprendió el oficio de cajista de imprenta. Al vivir los tiempos duros de la guerra civil y la posguerra, no pudo estudiar hasta ser mayor. Así, en 1976 obtuvo el título de Licenciada en Filosofía y Letras, especialidad de Literatura Hispánica, en la Universidad Complutense de Madrid. Durante unos cursos impartió clases de lengua y literatura españolas, hasta que en 1986 dejó la docencia y, desde entonces, se dedica plenamente a la creación literaria.
Esta autora, que lleva más de 50 años escribiendo, se mueve fuera de los engranajes de la moda y de “lo que se lleva” y sigue su propio camino. Su carrera literaria, por lo tanto, es propia y muy sugerente. Ha escrito y publicado más de 50 títulos y, por supuesto, ha ido evolucionando e incorporando nuevas realidades y nuevas maneras de sentir.
Fue la primera escritora española de posguerra que, en 1958, se reconocía fuera del ámbito nacional. Montserrat del Amo figuró en la Lista de Honor del Premio Internacional Andersen de ese año, al que fue nominada en una segunda ocasión. A partir de ahí, y aun antes, ha conseguido diversos premios que avalan su oficio; en 1956, el “Abril y Mayo” por Patio de Corredor (obra con la que figuró en la Lista de Honor); en 1960, el Lazarillo por Rastro de Dios; el Doncel, en 1968 por Zuecos y naranjas; el CCEI, en 1971 por Chitina y su gato; el Nuevo Futuro por La Torre y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, en 1978, del Ministerio de Cultura por El Nudo, obra que estamos reseñando. También podríamos mencionar el Complutense 1993 de Literatura Infantil y Juvenil, el Premio CCEI por La casa pintada. Dos obras suyas han sido adaptadas para televisión: Patio de corredor, emitida por TVE en cinco capítulos en 1866 y Zuecos y naranjas en 1968. Su cuento poético La noche, con música de José de la Vega fue estrenado en concierto por la orquesta de RTE en 1994.
“El Nudo” es un relato precioso y muy emocionante. Se divide en dos partes, más una central, de la que ya hablaremos. La primera parte se centra en un pueblo prerromano, de la península, íbero, que trata de defenderse de la invasión romana y lo hace con medios muy sugestivos. Los guerreros que vigilan las montañas, empiezan a comunicarse tensando las cuerdas de sus arcos y ese sonido, repetido por el eco, causa miedo en los invasores que se retiran. Dos muchachos son los artífices de la hazaña, Ara y Gud. De alguna manera, han descubierto el poder de la música. A continuación encontramos una parte central en blanco, lo cual es un algo muy original. El lector puede pensar que es un error de imprenta, pero no, está hecho con toda la intención. Montserrat del Amo pretende que esas páginas formen nuestro propio nudo particular en las que anotemos lo que prefiramos. Termina la novela con la tercera parte centrada en un grupo de montañeros, una cordada, que hacen un descubrimiento muy interesante: encuentran a un ser extraño, de otro mundo, que reacciona al amor y se debilita ante el miedo. Ese ser viene a culminar la peripecia que se empezó con el pueblo íbero, porque, al fin y al cabo, todos formamos parte de lo mismo, del nudo que nos ata los unos a los otros. Para cerrar, se incluyen dos noticias de prensa que aluden a las historias relatadas en “El Nudo” y que nos hacen reflexionar.
“El Nudo” es un libro escrito en clave metafórica, muy lírico y que esperamos que, gracias a la nueva reedición, se revitalice su lectura porque lo merece.

El enigma maya (Las hijas de las tormentas I)

portada-el-enigma-maya

EL ENIGMA MAYA (LAS HIJAS DE LAS TORMENTAS),
DE JORDI SIERRA I FABRA, Edebé, Barcelona, 2008.

Anabel Sáiz Ripoll

Lo que en otro escritor sería una historia sin pies ni cabeza, en manos de Jordi Sierra i Fabra se convierte en un relato trepidante que, como suele ocurrirle a este todoterreno de las letras juveniles españolas, se adelanta a los acontecimientos. Esta vez Sierra i Fabra le ha tomado la delantera al mismísimo Spilberg, porque, muchos de los aspectos que el director incluye en la última aventura de Indiana Jones, ya Sierra i Fabra los ha utilizado en “El enigma maya”. Nos referimos a la presencia de unos supuestos extraterrestres que se hallarían detrás de la civilización maya y a otros elementos que coinciden en el libro y en la película; no obstante el escritor va mucho más allá como veremos.
Con un gran dominio del suspense literario y ese estilo tan característico de frases cortas que resumen muy bien el estado de ánimo de los personajes y que nos permiten tomarnos un respiro, “El enigma maya” supone el primer paso del nuevo reto que se ha planteado este camaleón de la escritura. Concretamente es el volumen inicial de la trilogía “Las hijas de las tormentas” que supondrá, sin duda, todo un esfuerzo de recopilación por parte del autor y una serie que, predecimos, dará mucho qué hablar por el contenido, por la escritura y por lo atractivo del planteamiento.
“El enigma maya” se inicia en Barcelona, pero se traslada a México e, incluso, a Colombia. Se desarrolla entre noviembre y diciembre de 2012 y mezcla el relato de suspense, con el conocimiento del mundo ancestral de los mayas y su supuesto enlace con el más allá, representado por las llamadas hijas de las tormentas, cuya protagonista, Joa, Georgina, una joven de 18 años, es precisamente, el fruto de una de estas hijas con un arqueólogo barcelonés.
Joa, una chica con grandes cualidades, ve que toda su vida se desmorona y empieza a descubrir nuevos elementos que le permiten explicarse su origen. De la mano de su guardián, otra figura que inventa Sierra i Fabra, vive una aventura que presagia, sin duda, la siguiente entrega que aguardamos con interés.
“El enigma maya” mezcla ciencia ficción con novela histórica y supondrá una lectura atractiva para cualquier lector que guste de estos ingredientes, aparte de otros muchos con los que Sierra i Fabra suele aderezar sus relatos.

Porta Coeli: La orden de Santa Ceclina

la-orden-de-santa-ceclina
LA ORDEN DE SANTA CECLINA
(PUERTA COELI, I)
SUSANA VALLEJO, Edebé, 2008

Anabel Sáiz Ripoll

Susana Vallejo con “La orden de Santa Ceclina” inicia una tetralogía muy ambiciosa que, seguramente, dará mucho qué hablar y será muy leída que es lo que importa cuando se escribe y publica un libro.
“La orden de Santa Ceclina” es una novela que se sitúa en la Edad Media y que nos habla de un nuevo mundo, un mundo al que se puede acceder desde el nuestro y que, sin embargo, no tiene nada qué ver ya que allí, en el mundo al que se accede por la Puerta, las criaturas, las estaciones, el paso del tiempo… todo es distinto, más diáfano, misterioso y lleno de magia, puesto que las pequeñas criaturas que allí habitan se nutren de los sentimientos de quienes viven en ese mundo.
Nuño y Bernardo, dos antiguos monjes de la Orden de Santa Ceclina reciben la misión, junto a Yebra, una joven que ya ha visitado ese mundo y ha vuelto cambiada por él, de cerrar la puerta, de volver con el libro “Puerta Coeli” para que nadie más pueda traspasarlo y, sin embargo, todo será muy distinto a como pretendía el prior de Santa Ceclina.
Santa Ceclina era un centro de estudio, de investigación y también de formación militar. Un centro que, con el tiempo, empezó a caer mal entre los señores feudales y comenzó a sufrir el acoso de uno de ellos, Arnau. Lo mismo le pasó al convento femenino, Las Inviernas. En este orden acaso podemos ver un trasunto de los templarios, aunque la imaginación supera la realidad.
Bernardo y Yebra han ido a ese otro mundo y han regresado de él muy cambiados. Lo que se encuentran es muy distinto a lo que dejaron y de alguna manera, gracias a esa experiencia, emprenden otra vida, ellos y los monjes y monjas que han sobrevivido al sitio de Arnau; aunque eso debe descubrirlo el lector.
Sea como sea, Nuño es el juglar que recoge estas aventuras y que siembra el ansía de conocimiento entre sus oyentes, los más jóvenes siempre. Nuño es el encargado de encontrar habitantes para ese otro mundo.
“La Orden de Santa Ceclina” es una novela llena de sugerencias en donde el narrador deja paso a menudo a sus personajes quienes, mediante los diálogos, se dan a conocer al lector. Amor, magia, misterio, ideas preconcebidas que se vienen abajo, respeto hacia lo distinto y mucha mucha fantasía son ingredientes básicos de esta primera entrega de “Puerta Coeli”.
Susana Vallejo nos ofrece una nueva forma de ver el mundo en donde nosotros podemos labrar nuestro propio destino. Es respetuosa con el hecho histórico, aunque, por supuesto, se deja llevar por las intuiciones y la fascinación que despierta en ella, y en sus personajes, la posibilidad de que nuestro mundo no sea ni el único ni el menor.
Uno de sus aciertos es empezar la tetralogía en la Edad Media, una época aparentemente oscura que demuestra no serlo tanto gracias a hombres de la talla de Bernardo y a mujeres como Yebra que osaron plantarle cara al destino y ser como ellos quisieron, no de otro modo.
El lector disfrutará sin duda con este volumen y con las descripciones que Susana Vallejo nos ofrece de ese otro mundo, de su fauna, su flora y su especial devenir temporal.

La primavera no reía

la-primavera-no-reia1
LA PRIMAVERA NO REÍA
De Mercedes Neuschäfer-Carlón, Ediciones Madú, 2005

Anabel Sáiz Ripoll

De Mercedes Neuschäfer-Carlón se pueden decir muchas cosas (y buenas). De ella destacaría su inmensa humanidad que se plasma en todo lo que escribe. Es una persona amable, afable y muy interesada por el mundo y todo lo que le rodea. Asturiana de nacimiento, vive hoy en Alemania (de allí es su marido), aunque con frecuencia visita Madrid o Marbella, por ejemplo. Su vocación literaria va por el camino de la literatura infantil donde destacan obras como “Antonio en el país del silencio”, “Violín y guitarra”, “La acera rota”, “Tras los muros”, “Una fotografía mal hecha”, “En la guarida secreta”, “La cabaña abandonada” y “El yate blanco”.
Conocí a Mercedes gracias a “La acera rota”. “La acera rota” es un libro sin edad que recoge los recuerdos de Elena, la niña que también fue Mercedes, en los duros tiempos de la Guerra Civil. El libro que ahora reseñamos es su continuación, por lo tanto, no es tampoco un libro que tenga un lector determinado. Pienso, incluso, que requiere una lectura seria y profunda, la lectura de la experiencia porque lo que narra no es fácil, aunque lo cuente una niña de ojos puros. No obstante, también pueden leerlo los niños y jóvenes porque así se acercarán a un periodo de nuestra historia que fue tremendamente duro, en el cual, por mucho que se buscase, “la primavera no se reía”.
La novela está narrada en tercera persona, aunque da la impresión de que es la propia Elena la que nos lo cuenta todo. La reencontramos, tras “La acera rota” con 8 años y la dejamos, al acabar el libro, con 16. Son, pues, los años que cierran la infancia y entran en la adolescencia. Elena ha vivido la dureza de la guerra, aunque no se puede quejar porque tiene una familia que la arropa y no pasa hambre, pero la sensación gris de la época late en todo el relato. Sin embargo, no es un libro triste, en absoluto, es un libro limpio, de lectura diáfana y esperanzada. Nos cuenta, es verdad, la represión de los cuarenta, pero también los anhelos de unas personas, de unas gentes que luchaban por salir adelante. Nos habla de una época en que la magia del cine era importante, en que las relaciones se establecían poco a poco, en que las circunstancias eran distintas y, sin embargo, las ilusiones, los sueños y los amores eran los mismos que pueda sentir un joven hoy en día.
¿Hasta qué punto es una novela sin más? Sospechamos que tras Elena, como ocurría en “La acera rota”, sigue habiendo mucho de la propia autora, aunque animado por la mirada de la distancia, a veces de la nostalgia y siempre de la buena literatura. Es una novela fácil de leer, es cierto, pero no nos engañemos, porque tras su aparente facilidad hay un esfuerzo, precisamente, para ajustarse a los pensamientos de una niña, primero, y de una joven, después.
Bien es cierto que no es un momento de nuestra historia reciente que debamos echar de menos, pero, de alguna manera, todos podemos entender la vida que late tras “La primavera no reía”. Elena sigue viviendo en un pueblo de Asturias, va al colegio, no acaba de entender bien las diferencias de clases, quiere a sus padres, a sus hermanos y lucha por integrarse en su vida; pero de una manera noble, pura, esencial. Elena descubre que no todos somos iguales, y eso le da mucha pena, pero también encuentra grandes sentimientos como la amistad y, sobre todo, el amor. Así acaba el libro, con una puerta abierta a la esperanza. Aunque pueda parecer nostálgico no lo es, precisamente porque se cierra mirando al futuro y porque “para Elena la primavera empezaba a sonreír”.

Querida Alejandría

querida-alejandria2

Querida Alejandría
De María García Esperón,
Grupo Norma Editorial, 2007
Anabel Sáiz Ripoll

Querida Alejandría es un relato epistolar escrito con exquisita sensibilidad, ya que María García Esperón maneja una prosa llena de sentimiento, cercana a la poesía para desgranar todas las vivencias e inquietudes de un personaje histórico, poco conocido, como es Cleopatra Selene. La fama de su madre, la gran Cleopatra eclipsó a su hija y le robó la identidad que, de alguna manera, le devuelve María García Esperón en esta libro, que ha sido distinguido con el Premio Norma-Fundalectura 2007.
Tras la caída de Alejandría en manos romanas, Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron para no aparecer derrotados ante la gran Roma, pero sus hijos sobrevivieron y, pese a que fueron muy bien tratados por Octavia, la esposa de Marco Antonio y hermana del emperador, no dejaron de ser rehenes dorados que tuvieron que desfilar de una manera humillante ante el pueblo romano envueltos en cadenas, de oro, eso sí; pero cadenas al fin.
Cleopatra Selene escribe cinco cartas conmovedoras a su ciudad, Alejandría, “porque te extraño, te sueño y reconstruyo tus calles y tus fragancias y los gritos de tus vendedores y tu lengua sorprendida en la encrucijada de los dioses”. Cada una de estas cartas constituye un capítulo que empieza con las cinco letras primeras del alfabeto griego y no es por azar, sino porque María García Esperón quiere recordar, de esta manera, los cinco distritos en que se dividía Alejandría; mejor dicho, quiere recordarlo Cleopatra Selene.
Gracias a estas cartas vemos un alma sensible, instruida y culta que añora su patria, que recuerda a sus padres y que a veces se deja llevar por el fatalismo de su destino, aunque también siente ilusión como cuando la destinan a Juba, otro hijo de rey desposeído, con quien reinará en la Mauritania romana, favoreciendo un oasis de cultura y de paz en esa tierra afrricana.
Cleopatra habla de las costumbres romanas, escribe acerca de sus hermanos, ve con preocupación, desde el presente, cómo lo que ocurrió en Alejandría estaba cantado; tiene palabras de piedad para sus padres y para ella misma. Escribe en primera persona del singular y siempre se dirige a un tú, en ese caso una ciudad que se humaniza gracias al apóstrofe continuado que emplea la autora.
De alguna manera Querida Alejandría es un relato alegórico que introduce a los lectores –jóvenes o no- en un mundo fascinante, que nos habla de la cultura egipcia y griega, con admiración, y que recuerda la fuerza romana y, sobre todo, al gran César, amante también de la madre de Selene. Las intrigas palaciegas por conseguir el poder hicieron que Selene fuese la última descendiente de los Tolomeos y, acaso, del propio Alejandro Magno. Habla de la debilidad de los gobernantes, de Octavio Augusto que enfermaba en cada batalla; de la crueldad de las guerras; de lo duro que es vivir fuera de la patria y de una serie de elementos que hacen de la novela un mosaico vivo y fascinante de una época que ya pasó, pero que aún sigue despertando fascinación y admiración entre el mundo.
El libro termina cuando Cleopatra y Juba contraen matrimonio y la joven princesa se despide de su ciudad, a la manera del Aleph borgiano, evocando todo lo que, en su ensoñación de recién desposada, cree ver y que le lleva a Alejandría, a sus gentes, a su futuro, a su destino: “…vi mi tumba junto al mar, monumento circular sin cesar labrado por el viento y, más allá de cordilleras y ríos salvajes…”.
Querida Alejandría es un libro que nos acerca a la historia antigua, de manera humana, viva y llena de riqueza. La autora, insistimos, emplea una prosa llena de cadencias, de ecos, que se paladea, que sabe a tierra, que sabe a río, que sabe a Alejandría.