LA MIRADA OSCURA, de Joan Manel Gisbert
Anaya, (6 2000), Sopa de Libros. (A partir de 12 años)
Regina, la niña de 11 años que protagoniza la historia, vive un miedo intenso, agravado por su imaginación y por la actitud de sus padres y vecinos. Elías, su padre, ha aceptado un trabajo en un pueblo como cuidador de una granja; pero es un trabajo maldito porque allí, hace ya años, sucedieron hechos trágicos que tienen que ver con el propietario, Eugenio Aceves, que ha vuelto al pueblo y es muy mal recibido. Regina intuye el peligro, ve sombras, cree distinguir al hombre frente a su casa y tiene tanto miedo que se paraliza. Después, se desencadenan los hechos que precipitan la acción y Regina acaba por ayudar a este pobre hombre que sólo busca la paz y finge su propia muerte para vivir tranquilo en otra parte.
En tercera persona el narrador nos sitúa de lleno en la mente de la niña, en sus elucubraciones y temores y nos hace vivir una pesadilla hasta que se aclara la peripecia.
Gisbert muestra que el odio, la maldad y la estupidez son cualidades muy humanas que enturbian el entendimiento como les ocurre a los vecinos oscuros y tremendistas que peligros donde no los hay.
Gisbert construye un relato sólido en su línea habitual de texto mágico, lleno de misterios. Así dice de él mismo: “Voy a deciros un secreto: yo soy y quiero ser aquel que a medianoche pronuncia las primeras palabras de una extraña historia que continuará en la madrugada conservando miedos antiguos y nuevos, que, al superarlos, nos harán más fuertes ante el misterio”.
Francisco Solé ilustra, en pequeño formato, el libro, dándole el halo de misterio que completa bien la historia