BEL: AMOR MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
De Care Santos, Madrid, SM, 2009
Anabel Sáiz Ripoll
“Bel: amor más allá de la muerte” es la última novela publicada por Care Santos, una escritora con una producción más que atractiva que nos ofrece, en esta ocasión, una historia que combina la novela sentimental, con la novela de terror e, incluso la fantástica. Una mezcla bien curiosa que adereza con una banda sonora muy particular –que incluye en un cd en el propio libro- y que se ofrece como un relato destinado al público juvenil, pero, como siempre decimos, en esto de las edades solo juega un factor: que sea buena o mala literatura. El lector, que no tiene por qué leer las críticas, ni falta que le hacen, es quien tiene la última palabra y quien, no nos cabe duda, porque somos lectores ante todos, disfrutará con esta fascinante novela.
La joven Bel se encuentra desplazada, no sabe muy bien qué le ha pasado, su mundo le resulta ajeno y solo tiene una obsesión: acudir a la cabecera de Ismael, el chico del que está enamorada. Poco a poco, a la vez que Bel, el apócope de Belinda, descubrimos conmocionados que está muerta y que ha fallecido de manera violenta. Bel, por lo tanto, es un espíritu que está custodiando a Ismael, también en coma. Pero aún hay más. La familia de Bel, sus padres, cada uno por su cuenta, viven el drama como pueden. La madre resistiéndose a olvidar. El padre, que es policía, investigando por su parte porque no le cuadra que Bel se suicidase, como acaso se dijo, tirándose desde una montaña rusa en pleno funcionamiento. Poco a poco, Care Santos, en tercera persona, nos ofrece más piezas de este curioso puzzle y no damos crédito cuando descubrimos la verdad. Su mejor amiga, Amanda, parece estar implicada en los hechos y solo tiene una obsesión: conseguir el amor de Isma. Para ello no duda en acudir a encantadoras, a pócimas secretas y a distintos elementos que harán que al lector se le ponga el pelo de punta, puesto que la bruja embaucadora es una especie de aprendiz de Celestina.
En “Bel: más allá de la muerte” entran en juego muchos elementos, ya lo dijimos. Gracias a la música que Bel le canta a Isma cada noche, él parece despertar del coma. Hay también personajes que intervienen para ayudar a Bel, en su atormentado camino de vuelta, ya que, cuando descubre la verdad, se vuelve un espíritu agresivo, un poltergeist. Para ello Alma, una médium, e Hyerónimus, un parapsicólogo, tratan de ayudarla y hacer que encauce su misión como espíritu antes de irse del todo. Bel resuelve algunos conflictos, no siempre de manera pacífica, ayuda a sus padres, encuentra un hogar al pequeño Bruno, cuyo cuerpo posee durante un tiempo y, en suma, puede reafirmar su amor por Isma quien, con certeza, sabe que Bel no se ha ido del todo.
Se trata de una historia hermosa, pero nada ñoña puesto que tiene momentos de verdadera violencia, de miedo, de terror, diríamos, de duda, de evolución de los personajes y, en suma, de diversos ingredientes que permiten que el lector no se aburra y vaya atando cabos, aunque no se crea del todo lo que está averiguando hasta el final de relato.
En “Bel: amor más allá de la muerte” el tiempo es importante, puesto que se inicia un lunes 2 de febrero y acaba un sábado, 11 de abril. Los capítulos vienen marcados por la fecha exacta y el relato se estructura en tres partes más un epílogo. El relato se ambienta en Barcelona, recrea el parque de atracciones del Tibidabo y da relevancia a una de las leyendas urbanas más atractivas, la de las paradas de metro fantasmas; pero es el lector quien tiene que abrir los ojos y fijarse cuando vaya a la ciudad condal.
Al final del libro, en la nota de la autora y agradecimientos, podemos averiguar algunos detalles del origen de la historia y los títulos de las piezas musicales que son tan importantes para los personajes.
La portada del libro, en blanco y negro, traspasada por un corazón rojo y una flecha –en la o de amor- y con una pequeña calavera presidiéndolo –calavera que aparece sucesivamente en el interior, así como un pequeño disco-, nos da una pista del contenido del libro, aunque ni por un momento nos permite pensar en todos los avatares que va a vivir Bel.
En la novela de faltan momentos de humor, ni de fina crítica, aunque, por encima de todo, la narradora se muestra respetuosa ya que el tema que trata es sumamente delicado y, como bien piensa Bel, cuando ve que sus amigos hacen una sesión de espiritismo en su tumba: “Mientras queda en la tierra un solo ser vivo que te recuerda, no has muerto del todo”.