Category Archives: Novel.la històrica

Mi abuelo Moctezuma

moctezumaMi abuelo Moctezuma,
De María García Esperón, Edelvives, 2009, Alandar, 109.

Anabel Sáiz Ripoll

María García Esperón, mexicana de nacimiento y periodista, sabe conjugar muy bien la realidad actual con la historia y así, para ella, no resulta difícil presentarnos a Moctezuma y, a la vez, tratar de arrojar algo de luz acerca de su actuación frente a los españoles, tan juzgada y criticada por la historia.
“Mi abuelo Moctezuma” es un relato hermoso que nos habla de amor, de amistad, de reconocimiento por las propias raíces y de tolerancia. Isabel es una joven mexicana que, a raíz de un trabajo para la escuela, descubre que procede de Moctezuma, aunque nadie se lo cree o, mejor dicho, solo se lo cree un compañero, Francisco, hijo de diplomáticos, español, y muy interesado por descubrir el pasado de caudillo mexicano. El profesor de Isabel parece ser un hombre engreído que no acepta ese parentesco, aunque tiene ocasión de reflexionar y disculparse.
Lo que parece, simplemente, un encuentro académico en la biblioteca de México se convierte en una aventura llena de peligros que les lleva a descubrir el códice perdido del emperador Moctezuma.
La autora tiene una habilidad suplementaria que es mezclar personajes de distintas edades e intereses, así el profesor Zubirú, una especie de sabio chiflado que les lleva a descubrir el documento, el guardaespaldas de Francisco que acaba descubriendo lo importantes que son las raíces para una nación y lo mucho que hay que conservarlas. Es él quien más empeño pone en la conservación del códice y él el que protege al profesor de encuentros indeseados y peligrosos, ya que la novela también presenta momentos de suspense e intriga.
Particularmente simpático es el personaje de la madre de Isabel, una mujer animosa, que presenta un papel secundario, pero que merecería mayor desarrollo.
Entre Isabel y Francisco, en suma, se fragua una hermosa amistad que no desaparece cuando Francisco ha de cambiarse de nación, a causa del trabajo de sus padres. Es emocionante la despedida entre los jóvenes.
En definitiva, una novela interesante que mezcla dos mundos y dos épocas, que nos permite conocer algo más de la cultura e historia mexicanas y que hará pasar un rato de entretenida lectura a los jóvenes –y mayores-, ya que la novela mantiene un tono vivo, juega mucho con los diálogos y no permite que decaiga el ritmo narrativo. Cabe añadir que presenta algunos vocablos distintos al español peninsular, aunque eso se comprende por la procedencia de la autora y enriquece el texto.

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS,
De John Boyne, Salamandra, (13 2006)

Anabel Sáiz Ripoll

“El niño con el pijama de rayas” es uno de esos libros especiales y, me atrevería a decir, esenciales porque, con una sensibilidad extrema y una gran habilidad literaria, consigue que el lector se adentre en el universo infantil de Bruno, un niño de 9 años y, con él de la mano, atraviese uno de los episodios históricos más penosos que se vivieron en el S. XX: la deportación y el exterminio de miles y miles de judíos a cargo del régimen nazista.
John Boyne escribe una historia cotidiana que, en principio, parece plácida, ya que nos habla de la vida de Bruno en Berlín, de su familia, de sus intereses personales, de sus gustos y de su mentalidad infantil que no entiende bien las cosas, pero sí las intuye en toda su dimensión. El padre de Bruno es un hombre severo y muy importante, que hace un trabajo difícil de describir, tanto que lo descubrimos ya casi a la mitad del libro, con horror y estupor. Es uno de los brazos ejecutores de Hitler, a quien Bruno llama Furias porque no sabe pronunciar su tratamiento correctamente y el encargado de poner “orden” en el campo de exterminio de Auchviz; pero eso Bruno lo ignora y él sólo se sorprende porque debe cambiarse de casa y dejar su hogar plácido en Berlín y mudarse a otro lóbrego, que está lejos de todas partes. Para Bruno es una incógnita ver, desde su ventana, a tantas personas con pijama de rayas e, incluso, llega a sentir cierta envidia porque él ha de vestir siempre con corrección y de manera muy incómoda.
Vemos, pues, que “El niño con el pijama de rayas” capta la otra visión de los campos de exterminio, la visión de los familiares de los jefes que, a menudo, nada sabían del proceso y trataban de ponerle orden a tanto despropósito. Es lo que hace Bruno, quien conoce a uno de esos niños judíos y entabla con él una relación de amistad que lo llevará más allá de la propia vida.
Bruno observa a su nuevo amigo y lo ve flaco y delgado, pero es incapaz de darle un nombre a su estado y cree, en su mente infantil, que más allá de su casa, esas gentes viven con normalidad. Y ésa es la magia del relato, que el lector sepa muy bien qué está viendo Bruno, pero que no pueda ayudarlo, porque es una experiencia que ha de vivir él solo.
El relato va dirigido al público adulto, pero consideramos que los adolescentes podrán leerlo y entenderlo muy bien porque el mensaje no deja lugar a dudas. Es un alegato a favor de la amistad y de la igualdad, como muy bien demuestra Bruno.
“El niño con el pijama de rayas” se lee de manera muy fluida y rápida y se introduce, con absoluto dominio, en la mente de un niño de 9 años a quien acompaña en todo momento. El final del relato es estremecedor y el lector averiguará por sí solo a qué nos estamos refiriendo. No obstante, la ternura nunca abandona las páginas de la novela.
Se trata, en definitiva, de un texto conmovedor y cautivador que hechizará a cualquier lector con un mínimo de sensibilidad. Estamos seguros.

Duke

duke1DUKE,
Manuel Quinto, Edebé, 2008

Anabel Sáiz Ripoll

“Duke” es una novela que se publica en una colección juvenil, pero que, como otras muchas, está dedicada al público en general ya que el protagonista no es un joven, sino un anciano, Andrés, de más de 80 años quien, durante un largo fin de semana, cuenta a su nieto, el joven de 20 años que narra los hechos en primera persona, la aventura que marcó su vida.
Duke a quien su nieto apoda así porque le recuerda a John Wayne es un hombre de gran vitalidad. Vive solo en un apartamento situado en un pueblo costero, del Mediterráneo gerundense y toda su vida ha sido un luchador nato. Su nieto lo admira y quiere profundamente, para él, que procede de una familia de padres separados, Andrés es su única referencia familiar sólida. Por eso, se conmociona cuando el abuelo le confiesa que padece cáncer, pero que no quiere que nadie lo vea sufrir si esté con él en los últimos tiempos.
Durante un fin de semana, que es cómo se estructura el relato, Duke decide contarle a su nieto un episodio que marcó su vida y que le sucedió cuando era casi un adolescente en los años terribles de la Guerra Civil. Andrés, que perdió a sus padres en un bombardeo, decidió sumarse a la causa republicana y, tras distintos avatares, apareció en un pequeño pueblo de Tarragona en donde fue tratado como un héroe por una chica, por María. María es el amor de su vida, la mujer a quien más quiso y la mujer que dio la vida por salvarlo a él. María era sordomuda y de una vivacidad excepcional. Andrés, quien luego tuvo un mal matrimonio, ahora, al final de su existencia, habla con María y espera que ella vaya a buscarlo. Su relato conmociona al joven nieto quien, poco a poco, deja de ser un oyente sin más y toma partido ante la historia del abuelo que le habla de las mezquindades que hubo durante la Guerra Civil.
El joven, que estudia cine, pretende hacer un guión con lo que le cuenta el abuelo y, de alguna manera, el libro que escribe, “Duke”, podría ser el embrión de este guión.
Manuel Quinto, escritor polifacético, ha querido escribir un homenaje a los hombres combatientes de la Guerra Civil, a aquellos que lucharon de manera altruista, pero tampoco quiere olvidar el presente, de ahí que sean dos los protagonistas de la novela: un abuelo y el nieto.
Por otro lado, encontraremos referencias abundantes a la cocina, ya que al abuelo le gusta el buen comer; también a la navegación, ya que suelen salir a pescar en un bote estrafalario que llaman ¡Virgen Santa!. Por otro lado, distintos son los personajes que se asoman al libro envueltos en sus propias soledades, entre los que destaca Sebas, el portero esperpéntico del edificio en el que vive Andrés.
“Duke” está escrito de manera elegante y directa, con unos diálogos vivaces y una narración que no pierde el pulso de la historia en todo el relato. Una buena lectura, sin duda que nos habla de la amistad, del amor, de las relaciones personales y nos envuelve, poco a poco, en una atmósfera intimista en donde sólo importa lo que dice Andrés y lo que piensa su nieto. “Duke” es una larga confesión de principios, hecha en voz baja, sin aspavientos, pero llena de verdad, de orgullo y de heroísmo.