Mujercitas

mujercitasMUJERCITAS,
DE LOUISA MAY ALCOTT, Barcelona, Lumen, 2004

Anabel Sáiz Ripoll

¿Quién no ha oído hablar de estas cuatro mujercitas, Meg, Jo, Beth y Amy? ¿Quién no ha visto alguna versión cinematográfica? Es más, seguro que muchos recuerdan a K. Hepburn interpretando a la indómita Jo.
Del libro que hoy reseñamos se han hecho muchas versiones; pero ésta es la definitiva puesto que se trata de la versión íntegra que comprende los dos títulos de la obra, “Mujercitas” y “Aquellas mujercitas” tal y como su autora quiso que se leyesen.
A lo largo de más de 700 páginas el lector disfrutará, sufrirá, se enamorará, tendrás nuevas experiencias y crecerá de la mano de estas niñas que pasan de la infancia a la adolescencia y de ésta a la incipiente madurez, acompañados por unos padres y un entorno propicio, aunque no siempre fácil. Beth, la más tierna de todas, muere muy joven y ése es el episodio más dramático de la obra. Muchas son las lecciones morales que se desprenden de la novela.
Louisa May Alcott nació en Germantown, Pensilvania, el día 29 de noviembre de 1832. Es autora de libros también conocidos como “Bajo las lilas”, “Hombrecitos” y otros más. En Jo refleja mucho de lo que fue su vida puesto que Jo, como ella, es la escritora, la chica que no quiso someterse, que luchó contra los prejuicios. Meg es la hermana mayor, muy sensata, una chica afable, quien se casa primero de las cuatro. Amy es la pequeña, una niña pizpireta, que nos hará reír con sus ocurrencias y que nos sorprenderá cuando se convierta en una espléndida mujer. Jo, ya lo hemos dicho, es la más rebelde de las cuatro, pero también la que más sufre, la más tierna por dentro. Acaso la preferida de quien esto escribe. Y Beth es el ángel del hogar, quien da todo sin esperar nada a cambio. Por supuesto otros personajes las acompañan, los padres, el Sr. y la Sra. March; Laurie y demás. Todos forman, cuando acabamos de leer el libro, parte de nuestra propia familia y, es más, en muchos de nosotros, estos nombres ya son parte de nuestra propia identidad.
El libro, pese a lo que pudiera parecernos, no ha perdido ni un ápice de frescura; es más, pese a los más de 150 años transcurridos desde su publicación, la obra sigue conteniendo toda su frescura y todo su encanto… y no sólo para niños y jóvenes, sino para cualquier edad.
A Gloria Méndez debemos esta magnífica traducción y un prólogo breve, pero condensado. “Mujercitas” no es un libro ñoño, esta versión, al menos, no lo es porque no reduce, como en otras ediciones, parte del original, porque respeta la voluntad de su autora. En otras versiones se eliminaron pasajes enteros y con su supresión el texto quedó desvirtuado y, a menudo, muy edulcorado. La edición que reseñamos no peca de estos defectos, puesto que se divide en dos partes y en 47 capítulos. Auguramos al lector una lectura deliciosa.

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