Kôt

kotKÔT,
De Rafael Ábalos, Mondadori, 2007

Anabel Sáiz Ripoll

“Kôt” es una novela singular en cuanto a su estructura, ya que sigue tres líneas paralelas que, de alguna manera, acaban concluyendo o solapándose. En pleno S. XX, en Estados Unidos, en Nueva York, una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, se suceden, casi en cadena, una serie de asesinatos de científicos célebres que parecen unidos por un nexo: a todos les han extraído el cerebro de una manera sofisticada e increíble y todos aparecen vinculados a la palabra “Kôt” y a un extraño símbolo que reproduce dos serpientes enfrentadas.
El Detective Fowler es el primero en investigar los hechos, aunque después acaba trabajando con la teniente Taylor del FBI. Juntos, poco a poco, van centrando las posibles relaciones de todos los científicos que estudiaron en una misma universidad. Por otro lado, dos adolescentes con conocimientos superiores en informática y astronáutica, entran en un extraño juego virtual que reproduce lo que pasa en la realidad. Beth y Nicholas, junto a su guía en la red, Carol, son los encargados de resolver los distintos enigmas que les llevarán a descubrir la llamada Esencia del Misterio o lo que es lo mismo, la piedra filosofal, desvelo de tantos alquimistas en la Edad Media. Por otro lado, la tercera línea narrativa es la protagonizada por el siniestro Walter Stuck, de apariencia encantadora, pero con un fondo oscuro ya que es el Gran Maestre de una secta extraña que tiene como dios al diablo. Stuck promueve la creación de un gran parque temático dedicado a la Edad Media.
“Kôt” es, en realidad, la abreviatura de “Gótico”, el seudónimo que usó Adam Grosling. Grosling era uno de los científicos que formó parte de un grupo especial, que tenían como objetivo proteger la Esencia del Misterio. Estos científicos son los que mueren y detrás de sus muertes está Grosling y el Centro Grosling que él mismo fundó y que se dedicaba a investigaciones dudosas en torno a trasplantes de cerebros humanos. Grosling quiso vengarse de sus amigos científicos y quiso proteger su propia vida más allá de la muerte –de hecho ha muerto ya al iniciarse la novela-. Uno de los enigmas es que el extraño señor Stuck acaba siendo, ni más ni menos, que el portador del cerebro de Grosling.
Muchos más detalles nos aguardan si leemos “Kôt”, una novela llena de intriga, de aventura, de emoción que tiene mucho de ciencia ficción, pero también parte de novela histórica e, incluso, de novela negra y, como decimos, de aventuras.
“Kôt” se relaciona directamente con “Grimpow”, la novela anterior de Ábalos, ya que los jóvenes Beth y Nicholas acaban descubriendo el fantástico libro que escribiera, en su tiempo, Grimpow, “El manuscrito de los prodigios cósmicos” que entronca con la mítica sociedad Ouróboros, que ya conocimos gracias a la lectura de la anterior novela. Suponemos, incluso, que habrá una tercera entrega ya que “Kôt” termina de una manera enigmática y abierta.
“Kôt” no está dirigida de manera directa a los jóvenes, porque no tiene un público definido, puesto que a todos puede gustar; no obstante son los jóvenes los que representan el futuro en “Kôt” y quienes desvelan los misterios.
Son interesantes los escenarios y elementos que recrea la novela que nos lleva desde la Edad Media –como decorado siniestro- hasta los principales símbolos de la sociedad norteamericana, como la Estatua de la Libertad y los principales recursos de internet. Novela que combina, pues, los misterios del pasado con el potencial que nos depara el futuro en la ciencia; aunque la recomendación que leemos entre líneas es que la ciencia nunca debe perder el aspecto ético o moral en sus investigaciones para no caer en los horrores en los que cayó, por ejemplo, la Dra. Hart.
“Kôt” es una novela extensa divida en tres partes, como iniciales del título, cada parte divida, a su vez, por tres grandes bloques que se van sucediendo ya que, como dijimos, la narración sigue tres líneas paralelas. Como se lee en la contraportada: “Tres historias aparentemente inconexas unidas por un tenebroso secreto que solo dos adolescentes podrán desvelar”.

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