Immigració i asil

Cientos de migrantes son rescatados en medio del Mediterráneo por la ONG MOAS. / /Francesco Malavolta (AP) [El País, 6-11-2016]

  • Ya no es una población de paso [Juan Iglesias, El País, 19-11-2016]

La población de origen inmigrante se ha mantenido estable durante la crisis, pasando de los 6,4 millones en el año 2009, el 13,8% de la población española, a los 6,6 millones en 2015, 14% del total. Así, a pesar de que se agitó el “fantasma” del retorno al comienzo de la crisis, los inmigrantes han apostado por continuar sus proyectos de arraigo en España, a pesar de las malas condiciones. Un dato representativo de esta situación es el crecimiento en el número de naturalizaciones en España. Así, si en 2008 el porcentaje de inmigrantes nacionalizados en España era del 17%, en el año 2016, ese porcentaje casi se ha doblado, y ya es del 33% (INE, 2016).

Un 45% de las mujeres inmigrantes trabajaban en el sector de cuidados domésticos, y entre las que tenían trabajo, solo un 34% trabajaban con contrato indefinido. Parecidas situaciones, se hallaron en una encuesta similar a inmigrantes ecuatorianos del año 2015, realizada por Ikuspegui (UPV) e Instituto de Migraciones (Comillas).

La población inmigrante se asienta principalmente en los barrios populares de las grandes ciudades españolas. Barrios que acumulan muchas de las peores consecuencias de la crisis: altas tasas de desempleo, temporalidad y precariedad, recortes en el gasto social, ausencia de expectativas, etc. Y aunque la convivencia entre población nativa e inmigrante en España es hasta el momento, positiva, los estudios realizados durante la crisis muestran un cierto repunte de posiciones xenófobas y de dificultades de convivencia. Un repunte concentrado, precisamente, en los sectores populares nativos, que son los que más se han visto afectados por la crisis y el desempleo.

La combinación de estos dos elementos, arraigo y precariedad, plantea la necesidad de promover un nuevo ciclo expansivo en políticas de integración social. La inmigración en España ha dejado de ser una población externa, o de paso, y se ha convertido en parte consustancial de la sociedad actual, de su presente y de su futuro. Una población que está incorporada de lleno en sus principales instituciones sociales: mercado de trabajo, barrios, familia, escuelas, organizaciones, negocios, etc. Una realidad que conduce, no solo a cambiar la imagen tradicional que tenemos sobre nosotros mismos como sociedad, por otra más plural y diversa, sino también a asumir que la política de integración social, ya no es, solo, una política para inmigrantes, sino sobre todo una política de estado esencial para el futuro.

En línea con el último plan nacional de ciudadanía e inclusión, PECI 2011-2014, se trataría de impulsar políticas de cohesión social y de gestión de la diversidad. Destinados a la población de origen inmigrante, como por ejemplo puede ser la protección de las trayectorias educativas de los hijos de inmigrantes. Y otros más generales o transversales, destinadas al conjunto de la ciudadanía, como puede ser la inclusión de la diversidad como competencia básica en el currículum educativo, o la mejora de las condiciones laborales. También políticas que tengan como ejes centrales de actuación la Escuela, el barrio y el mercado de trabajo, que es donde se está jugando la convivencia y la integración.

Hay que recordar que el Fondo de Apoyo a la Acogida e Integración de los Inmigrantes y al refuerzo educativo (FAIIRE), clave en el transvase de recursos hacia los diferentes niveles de la administración del Estado, se ha visto recortado intensamente durante la crisis, hasta su práctica desaparición a partir de 2012.

 

  • Un horizonte demográfico demoledor [El País, Ana Carbajosa, 19-11-2016]

La inmigración es un elemento relevante de la ecuación demográfica, que en el caso español es demoledora. Nuestra pirámide de población recuerda cada vez más a una seta. Tenemos pocos hijos y el país no deja de envejecer. La inmigración palió unos años puntualmente el problema pero no lo solucionó.

Entre 2000 y 2008, llegaban 600.000 extranjeros al año, lo que representó más del 90% del crecimiento poblacional, según un estudio publicado por Teresa Castro-Martín y Teresa Martín García.

“La baja fecundidad no es coyuntural; se va a quedar así”, explica Castro, investigadora del CSIC que añade que España es de los países donde las mujeres tienen el primer hijo más tarde. Esta edad ha ido subiendo desde los años 70 y con la llegada de inmigrantes se estabilizó. Pero luego llegó la crisis y las extranjeras también esperaron para tener a su primer hijo.

La falta de estabilidad laboral es el gran problema, piensa Castro. “La clave es que en España se empiece a cotizar antes. Mientras en otros europeos jóvenes tienen hijos, aquí encadenan becas mal pagadas. Defiende también “

políticas de igualdad muy fuertes”, entre otras escuelas infantiles asequibles, permisos de paternidad iguales e intransferibles, racionalización de horarios y ayudas para dependientes.

Carmen González Enríquez, investigadora del Real Instituto Elcano piensa que la baja natalidad es un problema grave, pero “hasta ahora, ningún Gobierno se lo ha planteado en serio, porque los frutos son a largo plazo. Cree que el Gobierno debe plantearse cómo atraer mano de obra extranjera, pero que sin un cambio en la estructura productiva será insuficiente. “La inmigración del boom no bastó para alimentar el sistema de pensiones porque los salarios eran muy bajos”.

Propone visados de ida y vuelt y permisos de residencia para quienes acaben sus carreras en España.

Estats Units (eleccions 2016)

“Descenso a los infiernos”- Ian Kershaw

Viaje de ida y vuelta al infierno [Julián Casanova, El País-BABELIA, 19-5-2016]

‘Descenso a los infiernos’, de Kershaw, es un libro claro y preciso sobre la historia de Europa que ilustra la importancia de la Primera Guerra Mundial en el devenir del continente

La Primera Guerra Mundial, que decidió el destino de Europa por la fuerza, tras décadas de primacía de la política y de la diplomacia, ha sido considerada por muchos historiadores como la auténtica línea divisoria de la historia de Europa del siglo XX. Ian Kershaw, acreditado historiador de Hitler y de la Alemania nazi, comparte plenamente esa tendencia, consolidada desde que Eric J. Hobsbawm comenzara en 1914 su ya clásico relato del “siglo XX corto”. Europa, que se había jactado de ser “el culmen de la civilización”, cayó entre 1914 y 1945 en la sima de la barbarie, hizo un viaje de ida al infierno en la primera mitad del siglo XX, para volver de él en la segunda.

Nada antes de 1914 había preparado el mundo para lo que iba a suceder, aunque la violencia había esparcido ya sus semillas. Por eso ­Kershaw emplea los primeros capítulos para identificar los componentes básicos que desde el siglo XIX allanaron el camino a la violencia que afloraría desde 1919: el nacionalismo étnico-racista; el imperialismo colonial; los conflictos de clase, agudizados por el triunfo de la revolución bolchevique, y una crisis prolongada del capitalismo.

Fue en Alemania donde el acoplamiento de esos cuatro elementos de la crisis se manifestó en su forma más extrema, tras cimentar Hitler su control dictatorial del Estado, y llegó a su punto culminante, en la Segunda Guerra Mundial, en el centro y este de Europa, las zonas más desestabilizadas del continente, principal escenario del genocidio y de la destrucción de todos los ideales de civilización surgidos desde la Ilustración.

Al conflicto bélico iniciado en 1914 se le puso la etiqueta de que había sido “una guerra para acabar con la guerra”, pero preparó el camino para otra aún mayor. Y Kershaw explica por qué esas esperanzas se evaporaron con rapidez y cómo Europa construyó los cimientos de una “peligrosa triada ideológica” —comunismo, fascismo y democracia liberal— que rivalizaron por imponer su dominio.

La crítica a la democracia ganó terreno tras los desastres de la guerra y con el miedo a la revolución y al comunismo que llegaban desde Rusia. Tras la Gran Depresión, que comenzó a sentirse con fuerza a partir de 1930, la democracia aguantó sólo en unos pocos países y un nuevo autoritarismo, representado por los fascismos y los movimientos populistas de derecha radical, triunfó en todos los demás, en un continente económica y políticamente roto.

El orden pactado de posguerra se desmoronó. La política de rearme emprendida por los principales países desde mediados de los años treinta creó un clima de incertidumbre y crisis que redujo la seguridad internacional. El comercio de armas se duplicó desde 1932 hasta 1937. Importantes eslabones en esa escalada a una nueva guerra fueron la conquista japonesa de Manchuria en 1931, la invasión italiana de Abisinia en 1935 y la intervención de las potencias fascistas y de la Unión Soviética en la guerra civil española. Pero lo que realmente cambió el escenario de la política internacional fueron las pretensiones revisionistas y ambiciones expansionistas de Hitler.

Esa crisis se resolvió por las armas, en una guerra combatida por poblaciones enteras, sin barreras entre soldados y civiles. Según ­Kershaw, a diferencia de la guerra de 1914-1918, “el genocidio constituyó la razón de ser misma” de la de 1939-1945, “un ataque contra la humanidad sin precedentes en la historia”. Toda la construcción de la cultura burguesa e imperial de Europa se hundió en el abismo en tres décadas.

Pero del apocalipsis emergió una Europa cambiada por completo. Estados Unidos y la Unión Soviética pasaron a ocupar el vacío dejado por la desaparición de las grandes potencias, con Alemania destruida y Francia y Reino Unido muy debilitadas. Mientras que la primera de esas guerras del siglo XX había dejado un legado de convulsión, la segunda, una catástrofe todavía peor, dio luz a un periodo de estabilidad imprevisible y, en la mitad occidental, a una prosperidad incomparable. Kershaw cierra el libro, y anuncia la continuación, con una explicación de los elementos que interactuaron para crear la simiente de esa transformación, desde el fin de la ambición de gran potencia de Alemania, hasta la división en dos bloques y la nueva amenaza de guerra atómica.

Esta historia de Europa de Kershaw no destaca por las nuevas aportaciones que hace, sino por el modo en que la cuenta e interpreta. Los mejores historiadores huyen de esos pesados manuales elaborados con una suma de historias nacionales. El telescopio sustituye al relato detallado y la escritura clara y precisa se aleja de las complejas narraciones supuestamente más científicas. La historia sale ganando y el lector lo agradece. Sobre todo cuando detrás de ella está alguien tan experto y documentado.

Descenso a los infiernos. Europa 1914-1949. Ian Kershaw. Traducción de Joan Rabasseda y Teófilo de Lozoya. Crítica. Barcelona, 2016. 769 página

Umberto Eco: “Aquellos que olvidan la historia”

Aquellos que olvidan la historia 

Es una verdad obvia que los jóvenes carecen de conocimientos generales de historia. Pero en my experiencia, para los jóvenes el pasado se ha aplanado en una enorme nebulosa indiferenciada. Es por eso que en una carta abierta publicada recientemente en la revista italiana L’Espresso, le recomendé a mi nieto adolescente que ejercitara su memoria aprendiéndose de memoria un poema largo.

Me temo que las generaciones jóvenes de la actualidad corren el riesgo de perder tanto la memoria individual como la colectiva. Las encuestas han revelado dos tipos de falsos conceptos que persisten entre jóvenes evidentemente con estudios: por ejemplo, leí que muchos estudiantes italianos de universidad creen que Aldo Moro fue el líder de la organización militante Brigadas Rojas, cuando en realidad él era el primer ministro de Italia y las Brigadas Rojas fueron las responsables de su muerte en 1978.

Le escribí esa carta a mi nieto en diciembre, más o menos por el tiempo en que cierto video se había vuelto viral en YouTube. Éste era de un episodio de “L’Eredità”, un programa de concursos de la televisión italiana que al parecer elige a los concursantes por su buen aspecto y afabilidad, junto con un mínimo de conocimientos generales. (Podemos suponer que esto es para evitar llenar la trasmisión con gente bonita pero despistada que se devana los sesos solo para responder a preguntas de opción múltiple como: ¿Giuseppe Garibaldi fue un ciclista, un explorador, un líder militar o el inventor del agua caliente?)

En un episodio, el presentador, Carlo Conti, pidió a los concursantes que identificaran el año en que Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Las cuatro opciones de respuesta eran: 1933, 1948, 1964 y 1979. Los cuatro concursantes que tenían la oportunidad de responder eran: Ilaria, una joven bastante bonita; Matteo, un hombre de buena complexión de unos 30 años, con el cráneo afeitado y una cadena alrededor del cuello; Tiziana, una atractiva joven que también parecía tener unos 30 años; y una joven de nombre Caterina que llevaba anteojos y tenía aires de sabelotodo.

Debería ser universalmente sabido que Hitler murió al final de la Segunda Guerra Mundial, por lo que obviamente la respuesta solo podía ser 1933; las otras fechas eran simplemente demasiado tardías. Pero Ilaria supuso que fue en 1948, Matteo eligió 1964 y Tiziana, 1979. Cuando le llegó el turno a Caterina ya estaba obligada a elegir 1933, pero fingió cierto titubeo al elegirla, no sabemos si por ironía o asombro.

Conti también les preguntó a los concursantes en qué año el entonces primer ministro Benito Mussolini se había reunido con Ezra Pound; aquí también las opciones eran 1933, 1948, 1964 y 1979. Ahora bien, nadie está obligado a saber quién fue Ezra Pound (para que conste, él fue poeta y crítico estadounidense) y de no haber sido una pregunta de opción múltiple, yo tampoco habría indicado el año correcto. Pero dado que Mussolini fue asesinado en 1945, la única respuesta posible era 1933. (Confieso que quedé asombrado al enterarme en qué medida el dictador se mantenía al tanto con la poesía estadounidense.) La dulce Ilaria, pidiendo indulgencias con su tierna sonrisita, supuso que en 1964.

Continua llegint

La Unió Europea (2016): Els 28 estats de la Unió accepten un ‘estatus especial’ per al Regne Unit

 

[Claudi Pérez, El País, 20-2-2016]. “La excepcionalidad británica alcanzó ayer un nuevo hito. Reino Unido selló anoche, tras un maratón negociador de 40 horas, un acuerdo con la UE que consolida el “estatus especial” de Londres en el club: ningún otro país acumula tantas excepciones en Europa. Su primer ministro, David Cameron, hará finalmente campaña a favor de quedarse en la Unión. A cambio, los socios le ofrecen concesiones simbólicas, y sobre todo dinamitan uno de los principios fundamentales de la Unión: Londres podrá discriminar a los trabajadores en función de su pasaporte para tratar de limitar la inmigración.”

[Vilaweb] L’acord preveu que el Regne Unit pugui aplicar un ‘fre d’emergència’ als ajuts socials pels treballadors comunitaris durant un període de set anys. La restricció afectarà al treballador durant quatre anys, i serà gradual: al primer any no rebrà cap mena de pagament, fins que, passats els quatre, ja el rebi sencer. ‘Hauran d’esperar quatre anys per tenir accés total als nostres ajuts’, ha dit Cameron des de Brussel·les.

El pacte també permet als britànics impedir que els nous immigrants de la resta de la UE que hi arribin, o els nens que hi neixin, no estiguin autoritzats a rebre l’ajut per fill, l’anomenat ‘child benefit’ tan bon punt la nova legislació entri en vigor. Pels que actualment reben l’ajut, s’adaptarà a la baixa a partir del 2020. Els països de l’Est de la UE volien evitar que els ciutadans comunitaris que ja cobren aquest ajut no el perdessin, però finalment s’ha imposat la proposta britànica en una negociació molt intensa, segons ha admès el propi Cameron.

El govern de David Cameron també ha aconseguit que la resta de socis facin una referència explícita a excloure el Regne Unit de la frase dels tractats que parla d’una Europa cada vegada més unida. A nivell financer, Cameron ha pogut incloure a l’acord una clàusula que dóna a un país el dret a imposar un fre a la regulació financera controvertida durant les reunions dels líders del Consell Europeu. De facto, un poder de ‘veto’ sobre regulació financera que descartava el president francès, François Hollande.

________________________________________________

Guerra freda a Orient: lluita pel poder hegemónic a l’Orient Mitjà

Yemen, la expansión de la influencia Iraní

  • [Ángeles Espinosa, El País, 26-3-2105]
    Los rebeldes Huthi consideran una declaración de guerra contra Yemen los bombardeos aéreos de la madrugada de este jueves por parte de Arabia Saudí. Sus portavoces piden voluntarios “para luchar contra el invasor”, una coalición de una decena de países árabes suníes, algunos de cuyos miembros parecen dispuestos a participar en una eventual ofensiva terrestre. Irán, considerado aliado de los Huthi, ha pedido un cese inmediato de las hostilidades. Mientras, en Saná, la capital yemení, sus habitantes se muestran divididos entre quienes aplauden la intervención y quienes la ven como una nueva inmiscusión extranjera en sus asuntos.”
  • [La Primera Guerra Mundial del Islam, .[Antonio Navalón, El País, 2-4-2015]
  • Un rompecabezas religioso, [Javier Martín, EL PAÍS, 12-4-2015,]
  • ¿Cuál es ese islam que da miedo? [Tahar Ben Jelloun, EL PAÍS, 12-4-2015]

rompecabezas religioso

 

 

David Rieff: “El Islam ha entrado en una crisis profunda”

[“La gran sorpresa ha sido la crisis del islam” | Internacional | EL PAÍS, ANA CARBAJOSA]

A David Rieff (Boston, 1952) hay que escucharle con atención para no perder el hilo de sus argumentos. Salta de un extremo ideológico al otro sin complejos y fabrica conclusiones que rara vez encajan en corsés políticos. Le guían la valentía intelectual y décadas de estudio y observación sobre un terreno que a Rieff le gusta patear. A este historiador, le preocupa el encaje de los inmigrantes en Occidente y la malformación de las llamadas sociedades multiculturales; un asunto del que se ocupa desde hace décadas. Una Europa que percibe desnortada y naif, el islam sumido en una crisis profunda o los derechos humanos como credo absolutista son algunos de los asuntos que desgrana en una entrevista con este diario poco antes de disertar sobre inmigración en el Espacio Bertelsmann en Madrid. Autor de ensayos como El Matadero: Bosnia y el fracaso de Occidente (Aguilar) o A punta de pistola (Debate), Rieff vive a caballo entre Estados Unidos y Europa y escribe y enseña —en el Instituto de Estudios Políticos de París— sobre conflictos internacionales y acción humanitaria.Rieff prefiere durante este encuentro aparcar su faceta de hijo. Su madre fue Susan Sontag, gran referente del pensamiento progresista estadounidense y cuyo legado Rieff se siente en la obligación moral de mimar. “Una de mis responsabilidades en la vida es mirar por su trabajo, pero no me gusta ejercer de hijo profesional”.
 

Pregunta. En los años ochenta ya escribía sobre inmigración y multiculturalidad. Algunos de los problemas de integración de los que hablaba continúan vigentes y otros se han agudizado sin que los Gobiernos de Europa hayan encontrado remedio.

Respuesta. Lo que está pasando ya se podía vislumbrar en los ochenta si querías mirar. No había duda de que pobres del sur iban a venir al norte. En seguida entendimos de qué iba la globalización, a pesar de que algunos pensaran que podía afectar solo a los ricos y que los pobres simplemente no participarían. Por ese lado no me sorprende. La gran sorpresa ha sido el islam y su crisis. La gente no teme a los inmigrantes, teme al islam. Es absolutamente cierto que los gobiernos están ciegos. No es posible que los alemanes en los sesenta pensaran que los gastarbeiter [los que emigraron a Alemania para trabajar] iban a volver a sus países, o que alguien piense que la gente no va a intentar cruzar a Ceuta y a Melilla. Es sorprendente que un cambio territorial minúsculo en Ucrania suponga horas y horas de dedicación para un ministro y que de las muertes en el Mediterráneo se encargue casi de pasada y por obligación. Hace falta más voluntad política.

P. En Europa, el populismo de derechas explota el miedo al diferente, mientras la izquierda, acomplejada, teme si quiera abordarlo en muchos países. ¿Por qué no somos capaces de mantener un debate sereno y racional sobre inmigración?

R. Porque no solo la izquierda progresista defiende a los inmigrantes, también están los empresarios. La inmigración se ha vuelto inevitable gracias a una alianza de la izquierda con la clase empresarial. La ruptura de los sindicatos es en parte consecuencia de la llegada de más inmigración. Los efectos de esta globalización hacen que la clase trabajadora entre en pánico. Ellos son los grandes perdedores de estos cambios globales. El futuro no pinta bien para ellos. Si eres un obrero de Lille, sabes que tus mejores años han quedado atrás, que ahora te enfrentas a deslocalizaciones, a más inmigrantes dispuestos a trabajar por menos dinero. Esto explica por ejemplo que el Frente Nacional sea la fuerza dominante en Francia.

P. Los gobiernos no acaban de reaccionar y los extremistas copan el discurso. ¿Cómo se puede romper esta dinámica?

R. Lo único positivo que veo de la catástrofe de París es que ahora, las élites biempensantes francesas ya no podrán decir que no está pasando nada. Los franceses son la sociedad más esclerotizada que conozco en Europa. Están ciegos, encantados de haberse conocido. Ahora sin embargo, el primer ministro francés habla de apartheid en la banlieue [los barrios periféricos] y eso es bueno. Esos jóvenes [inmigrantes y descendientes de inmigrantes] están muy enfadados y algunos son susceptibles de caer en las redes del Daesh [el Estado Islámico]. Los jóvenes que crecen en Europa saben que el islamismo radical es lo que más asusta aquí. Se sienten impotentes porque no tienen poder económico ni cultural. Su única arma es la brutalidad. Europa tiene que darse cuenta de no ha sabido transmitir su narrativa histórica a los musulmanes. El hecho de que cada instituto judío de Europa esté protegido tiene que ver con que no han asumido la narrativa europea. En 1945 nadie hubiera podido pensar que esto iba a suceder.

P. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

R. Europa está especialmente mal preparada para este tipo de problema. Las élites europeas se han convencido a sí mismas de que el mundo es un lugar racional. No se dan cuenta de que el mundo es irracional y cruel. Creo sinceramente que el periodo que hemos vivido entre 1945 y los noventa fueron una excepción de prosperidad y disminución de la barbarie. Que la vuelta de la barbarie es solo una vuelta a la normalidad. Aquí hay además un componente político. En EE UU o en América Latina, los jóvenes enfadados montan bandas criminales. Aquí se apuntan a la yihad. Es un problema real, no se lo ha inventado la derecha.

P. Usted sostiene que uno de los problemas es que los valores europeos se han diluido casi hasta dejar de existir.

R. A los chicos de la banlieue les dicen: tienes que aceptar los valores europeos. ¿Pero qué valores son esos? Esto es como el póker. No puedes derrotar algo con nada. Los valores se reducían a ofrecer una vida mejor, prosperidad, pero eso ya no está ahí. En Francia además, un factor muy importante fue la crisis del comunismo, que era un motor de asimilación también en los suburbios. Los comunistas controlaban a los conflictivos y mantenían la disciplina social en los barrios. Ahora ya no hay partido; hay imanes. Muchos de ellos hacen lo que pueden, pero no es suficiente. Hoy vivimos en un mundo en el que las cuestiones de identidad cobran mucha importancia. Otra razón fundamental es la crisis del islam.

P. ¿A qué se refiere?

R. El islam ha entrado en una crisis profunda. La brecha entre suníes y chiíes se ha convertido en guerra. Las guerras que observamos en Oriente Próximo tienen que ver con esa fractura. En Siria por ejemplo está claro que se trata de una guerra entre Catar y Arabia Saudí contra Irán. Si nos fijamos en la historia de la cristiandad, también vemos épocas de fanatismo que se llevaron por delante otras corrientes cristianas. Creo que estamos en una de esas épocas en el islam.

P. Chérif Kouachi, uno de los atacantes de Charlie Hebdo dijo en el pasado que fueron las torturas a musulmanes en Abu Ghraib lo que le cambió.

R. No creo que el terrorismo islámico tenga que ver con que Occidente no sea justo en Palestina o en Irak. Es verdad que en el caso de la identidad judía, también en Francia, el gran pegamento que mantiene a la comunidad unida en la diáspora es el sionismo y que eso genera tensiones con otras minorías. Puede haber explicaciones, pero no justificaciones. O crees que se pueden poner bombas en los mercados o no. No hay camino intermedio. Los derechos humanos son un credo absolutista.

P. Siria se ha convertido en el gran imán para el yihadismo planetario. Europa y EE UU parecen estar un poco perdidos sobre cómo actuar.

R. No puedes esperar que habiendo una guerra a las puertas de Europa la gente no huya. Mire, yo soy profesor de intervención humanitaria y le puedo decir que no hay una guerra justa. En el caso sirio, no es posible justificar una intervención internacional, porque las posibilidades de éxito son demasiado pequeñas y ese es uno de los requisitos morales para intervenir.

P. ¿Debe resignarse la comunidad internacional?

R. La comunidad internacional como concepto no existe. Hay un orden global, dominado por EE UU y Breton Woods. Entramos en un mundo multipolar, pero me cuesta imaginar que EE UU no vaya a ser un gran poder. En realidad, no creo que el mundo haya cambiado tanto, que el poder militar haya perdido tanta relevancia. Esa es una ilusión europea que parte de asunciones irreales, según las cuales, las guerras son algo del pasado, y la gente va a ser cada vez más rica. Eso no es así.

P. Resulta difícil no preguntarle por su madre, Susan Sontag. ¿Está trabajando en nuevos proyectos vinculados con ella?

R. Tengo una pequeña fundación que creé en nombre de mi madre y que otorga premios a jóvenes traductores. Ahora tengo que editar el tercer volumen de sus diarios en los próximos seis meses. Hay muchísimo material. Hay que seleccionar, porque ella no lo hizo. Hay miles y miles de páginas, que en el tercer volumen quedarán reducidas a unas 300. Una de mis responsabilidades en la vida es mirar por su trabajo, pero no me gusta ejercer de hijo profesional.

70è aniversari de l’alliberament del camp d’extermini nazi d’AUSCHWITZ (Oświęcim)

 

La Vanguardia-Infogràfic interactiu [Alan Jürgens, Clara Penín y Pablo González ]

[María-Paz López, LA VANGUARDIA, 25-gener-2015]

En la catedral francesa de la plaza Gendarmenmarkt, el coro berlinés Shalom entona Ani Ma’amin, la canción de la profesión de fe judía según los trece puntos compilados en el siglo XII por el cordobés Maimónides. Sus voces resuenan poderosas en este acto conmemorativo del 70.º aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz, en el que la principal oradora es Assia Gorban, una señora ucraniana de 81 años que afronta el micrófono con energía.

“Cuando en julio de 1941 los ocupantes alemanes llegaron a nuestra ciudad, mi abuelo dijo que no había que preocuparse, que los alemanes eran un pueblo culto”, evoca Gorban en esta velada serena, organizada el pasado jueves por la asociación Iniciativa 27 de Enero, que toma su nombre del día exacto de 1945 en que las tropas soviéticas entraron en Auschwitz.

La señora Gorban no estuvo prisionera allí, sino en un campo de concentración de menor tamaño y relevancia dentro de la llamada solución final (la aniquilación de los judíos de Europa planificada por los nazis), pero es una superviviente del Holocausto, y como tal sostiene que seguirá relatándolo mientras le queden fuerzas. Assia era una niña judía que vivía con sus padres y su hermano pequeño en Mogilev-Podolsky, localidad de Ucrania (entonces parte de la Unión Soviética) cercana a la frontera con Rumanía. La población judía de la ciudad era de 9.000 personas.

“Al llegar, los nazis convirtieron Mogilev-Podolsky en un campo de tránsito para judíos expulsados de Rumanía y empezaron a deportarnos a todos”, explicó Assia Gorban, que fue recluida con su familia en el campo de Petschora, regentado por colaboracionistas rumanos. “No había comida, sólo mondas de patatas del rancho de los guardias; intentamos huir dos veces y nos apalearon, pero al final con sobornos lo conseguimos -recordó-. Sobrevivimos a la guerra en parte también porque los rumanos eran menos estrictos”.

El Holocausto -la Shoá, según la denominación hebrea- tuvo muchos nombres de campos de exterminio (Sobibor, Treblinka, Belzec, Majdanek, Chelmno…), pero el de Auschwitz, instalado en 1940 en la localidad polaca de Oswiecim, a setenta kilómetros de Cracovia, se ha erigido en símbolo de aquella ignominia. Víctimas de las cámaras de gas, de trabajo esclavo, hambre, enfermedad, tortura, experimentos de laboratorio o ejecuciones a tiros, murieron en Auschwitz-Birkenau (nombre completo del campo tras sucesivas ampliaciones) 1,1 millones de personas, según estimaciones aceptadas por el museo y memorial instalado en el lugar. La inmensa mayoría eran judíos de países europeos, pero también polacos, gitanos, homosexuales, prisioneros de guerra soviéticos y testigos de Jehová, entre otros.

Hace ahora 70 años, cuando el Ejército Rojo que avanzaba hacia el oeste liberó Auschwitz, halló a siete mil supervivientes macilentos, un millar de cadáveres amontonados para ser quemados y unos 600 muertos diseminados, casi todos asesinados a tiros a última hora. La Segunda Guerra Mundial estaba en sus postrimerías, se palpaba la derrota alemana, y ante el avance de los aliados, los ejecutores de la indecible infamia intentaron borrar las pruebas de sus crímenes antes de retirarse.

El 17 de enero, diez días antes de la llegada soviética, el comandante del campo, Rudolf Höss -que sería ajusticiado en la horca después de la guerra-, comenzó a evacuarlo: 56.000 prisioneros fueron obligados a partir hacia otros campos de concentración en extenuantes marchas de la muerte, casi siempre a pie. En esas marchas murieron al menos nueve mil personas (algunos historiadores elevan la cifra a 15.000) por frío, hambre, agotamiento o ejecuciones. Mientras, en Auschwitz, unidades de las SS procedían a la eliminación: quemaron archivos en grandes piras y volaron crematorios y almacenes. Pero suprimir todo rastro les resultó imposible.

El 27 de enero, soldados del 60.º Ejército del Primer Frente Ucraniano -así llamado porque entró en Polonia desde Ucrania- abrieron las cancelas del recinto de Auschwitz y fueron recibidos con júbilo por prisioneros exhaustos. Médicos militares soviéticos y voluntarios polacos de la Cruz Roja iniciaron la asistencia a los supervivientes. Los exprisioneros que se sentían con fuerzas se marcharon casi inmediatamente, algunos por sí solos y otros en transportes organizados hacia diversos lugares.

Pero al menos 4.500 seres humanos en gravísima postración pasaron entre tres y cuatro meses en esos hospitales de campaña. Estaban tan esqueléticos que se les tuvo que racionar el regreso a la alimentación normal: al principio, sólo una cucharada de sopa de patata tres veces al día. Semanas después de la liberación, las enfermeras aún encontraban pan escondido bajo los colchones de los pacientes, aterrados ante el temor de que dejaran de dárselo.

“Los supervivientes tuvieron que reconstruir sus vidas, traumatizados, con secuelas físicas y psíquicas, algunos con sentimientos de culpa por haberse salvado cuando otros murieron, y sin querer dar detalles de lo que habían padecido, convencidos de que nadie iba a creerles”, explicó en la ceremonia de la Gendarmenmarkt el embajador de Israel en Alemania, Yakov Hadas-Handelsman. Muchos optaron por callar. “Un superviviente del Holocausto me dijo hace poco que en 60 años de matrimonio no había hablado del tema con su esposa jamás”, añadió Gideon Joffe, presidente de la Comunidad Judía de Berlín. En Israel, los hijos de los deportados también prefirieron el silencio; los nietos empezaron a preguntar.

“En unos años ya no quedarán supervivientes del Holocausto, y es responsabilidad nuestra como alemanes preservar el legado de los testigos, para que tengan rostro y voz”, afirmó Harald Eckert, presidente de Iniciativa 27 de Enero. Por circunstancias del destino, Assia Gorban acabó viviendo en Berlín. “En Petschora, mi abuelo salvó a mi padre ofreciéndose en su lugar cuando los alemanes ya se lo llevaban del campo; fusilaron a mi abuelo -explicó en la catedral, ante una audiencia enmudecida-. Pero ahora yo ya no albergo odio hacia Alemania. Sólo quiero que algo así no se repita nunca más”.

Museu

70th Anniversary of the Liberation of Auschwitz

L’any 1945, les forces aliades comencen a alliberar els camps de concentració. Allà troben autèntiques atrocitats que queden totes enregistrades pels càmeres de l’exèrcit. Amb aquell material, Sidney Bernstein i el seu equip van produir un llargmetratge que per qüestions polítiques mai es va poder concloure. Aquest documental ens acosta a una historia inèdita i profundament commovedora amb intervencions d’alguns supervivents, dels soldats que els van alliberar i també d’alguns professionals que van participar en l’elaboració del reportatge.El reportatge comença amb l’alliberament del camp de concentració de Bergen-Belsen, on el comandant Josef Kramer i el seu equip són fets presoners de guerra. Es mostra també l’alliberament d’altres camps com Auschwitz, o Majdanek a Polònia, a través de les filmacions fetes pels càmeres soviètics, que en un primer moment van ser rebutjades perquè es consideraven propaganda no fonamentada. Oficials i civils alemanys són obligats a presenciar les escenes dramàtiques que han deixat enrere durant els anys de les atrocitats comeses.Aquestes terribles imatges d’arxiu s’alternen amb entrevistes a alguns supervivents com ara Anita Lasker-Wallfisch i Eva Mozes Kor, que descriu l’arribada d’aquells soldats amb uniformes de camuflatge blancs que van alliberar el camp mentre nevava, tot repartint xocolata i abraçades entre els presoners. Un altre dels entrevistats és Branko Lustig, productor de “La llista de Schindler”, que narra l’arribada dels exèrcits al so de les gaites de la brigada escocesa.El documental també inclou una conversa enregistrada amb Alfred Hitchcock sobre la seva participació en el projecte així com l’aportació del propi Sidney Bernstein.

La guerra freda en Amèrica Llatina: la dictadura militar argentina (1976-1983)

Videla y el terrorismo de Estado

Frente al olvido hacia los terrores organizados, sólo caben políticas públicas de memoria

[Julián Casanova,El País, 17-5-2013]

Todo empezó el 24 de marzo de 1976, cuando una Junta de Comandantes en Jefe, integrada por el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Ramón Agosti, tomó el poder. Las Fuerzas Armadas se apropiaron del Estado y en una acción planificada de exterminio, aprobada en una reunión de generales, almirantes y brigadieres que tuvo lugar antes del golpe militar, iniciaron miles de detenciones clandestinas y asesinatos masivos. Proceso de Reorganización Nacional, le pusieron como nombre oficial. Fue terrorismo de Estado, puro y duro, sin precedentes en la historia argentina, una sociedad que había sufrido, no obstante, seis golpes militares en las cuatro décadas anteriores.

Los cadáveres aparecían en las calles, enterrados en cementerios sin ningún tipo de identificación, quemados en fosas colectivas o arrojados al mar. Nunca hubo ejecuciones oficiales, porque todas eran clandestinas. En Argentina, desde 1976 a 1983, no hubo muertos: las personas desaparecían.

La mayoría de las desapariciones ocurrieron en los tres primeros años. Casi treinta mil, según las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Había obreros, estudiantes, intelectuales, profesionales, personas conocidas por su militancia política y social, pero también familiares, gente señalada por otros o mencionada en las sesiones de tortura. Primero se les secuestraba, normalmente de noche, en sus domicilios, en operaciones que incluían a menudo el saqueo y robo de la vivienda. Después se les torturaba y si lo superaban, porque muchos se “quedaban”, permanecían detenidos en dependencias policiales y unidades militares. A la mayoría de ellos les aguardaba, por último, el “traslado”, la ejecución sin dejar pruebas.

Desaparecido fue el eufemismo con que el que se denominó a las víctimas de esa dictadura y el término ya lo había definido el general Jorge Rafael Videla en 1979, en respuesta a las primeras indagaciones y presiones internacionales sobre la represión: “mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido”. Esa cínica visión del exterminio sin pruebas la compartían entonces los militares, algunos cuadros políticos de los principales partidos, empresarios, eclesiásticos y periodistas. “Todos están bajo tierra”, respondió un general, Alcides López Aufranc, para tranquilizar a economistas y ciudadanos de orden que preguntaban sobre la actividad de algunos delegados sindicales.

A esa dictadura, como a otras muchas, más o menos sangrientas, no le faltaron apoyos. Algunos de ellos naturales y previstos, como el del poder económico y financiero o el de la jerarquía de la Iglesia católica, que, salvo excepciones, tal y como ha demostrado Emilio Mignone, bendijo la represión, la santificó, “cruzada por la fe”, y obtuvo a cambio importantes beneficios corporativos. Pero ese episodio de “barbarización política y degradación del Estado”, en palabras de Hugo Vezzetti, no hubiera sido posible sin la adhesión y conformidad de amplios sectores de la población. “Por algo será”, decían muchos para justificar que se llevaran a tanta gente. “Apoyé el Proceso, pero no sabía que la cosa había llegado a tal extremo”, declaraban otros cuando las primeras pruebas de la masacre salían a la luz. Miedo, silencio, complicidad, y también una convicción de que el orden de la dictadura era preferible al “caos” y violencia anteriores.

Cuando la dictadura cayó, la lucha por la información, la verdad, la petición de justicia y el rechazo del olvido se convirtieron en señas de identidad de la transición a la democracia. Tres décadas después, esa dictadura de apenas siete años aparece ya como uno de los más destacados ejemplos de terrorismo de Estado de la historia, de “masacres administradas”, como las llamó Hanna Arendt.

Existen numerosas pruebas incontrovertibles frente a aquel exterminio que pretendía no dejar ninguna. Y la muerte de Videla nos lo vuelve a recordar. Y nos advierte de nuevo que frente al olvido e indiferencia hacia los terrores organizados, sólo caben políticas públicas de memoria basadas en archivos, museos y educación. Enseñar esa historia reciente y transmitir a los más jóvenes valores de tolerancia y libertad.

Julián Casanova es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza.

______________________________________________________________________________

 

El 20 de setembre de 1984, l’escriptor Ernesto Sábato lliurava l’informe Nunca Más, també conegut com a ‘Informe Sábato’, de la Comissió Nacional sobre la Desaparició de Persones (CONADEP), que reflectia l’horror viscut durant la dictadura argentina (1976-1983).

Sábato va ser triat el 29 de desembre de 1983 president d’aquesta comissió per investigar i publicar un informe sobre els crims d’Estat comesos per la dictadura militar.

Fruit d’aquest treball van ser 50.000 pàgines de documentació amb 30.000 de casos d’abducció, desaparició, tortura i execucions. El ‘Informe Sábato’ va servir per processar a part dels culpables d’aquesta pàgina negra de la història recent d’Argentina.

 

________________________________________________________________________________

Informe Semanal – Argentina, memoria del horror [25 mar 2006]: Reportatge realitzat per Informe Semanal en 2006, trenta anys després del cop militar que va instaurar una feroç dictadura militar, on les ferides continuen obertes

 

 

La II Guerra Mundial (IMATGES)

Stalin, Roosevelt i ChurchillLa conferència de Teheran [28 de novembre- 1 de desembre de 1943
La conferència de Teheran, 1943, va ser la cimera de les potències aliades durant la Segona Guerra Mundial on es va pactar el desembarcament angloamericà a França per a l’any següent.
Principals conclusions
1. L’acord es va fer afirmant que els *partisanos de Iugoslàvia  havien de rebre el suport de subministraments i equips i també de comandos.
2. Es va convenir que seria convenient que Turquia hauria d’entrar en guerra al costat dels Aliats abans que finalitzés l’any.
3. Si Turquia entrava en guerra, la Unió Soviètica la recolzaria.
4. Es va prendre nota el 30 de novembre que l’Operació *Overlord s’engegaria durant el mes de maig de 1944, en relació amb una operació contra el sud de França.
5. Es va convenir que els Estats Majors de les Tres Potències havien de  mantenir-se en estret contacte.
6. Gran Bretanya, França i els EUA van prometre a Stalin que enviarien tropes a Europa Occidental. Es va acordar que arribarien en la primavera de 1944.
7. Davant la insistència de Stalin, les fronteres poloneses de la post-guerra es determinaran al llarg dels rius Oder i Neisse i la Línia Curzon.
8. Va ser acordada provisionalment l’Organització de les Nacions Unides (ONU).
9. La Unió Soviètica va acordar declarar la guerra a Japó una vegada que Alemanya fos derrotada.
Churchill, Roosevelt i Stalin
La Conferència de Ialta va ser una reunió dels principals líders dels Aliats de la Segona Guerra Mundial que tingué lloc entre el 4 de febrer i l’11 de febrer de 1945 a Ialta (Ucraïna), concretament al palau de Livàdia. Junt amb la Conferència d’el Caire, va ser l’única vegada que es van reunir Roosevelt, Stalin i Churchill, els tres grans líders aliats dels Estats Units, la Unió Soviètica i l’imperi Britànic respectivament.
  • S’acordà la prioritat de la rendició incondicional de l’Alemanya Nazi.
  • Els criminals de guerra nazis haurien de ser portats davant de la justícia.
  • Celebració d’eleccions lliures als estats europeus alliberats
  • Els Estats Units, la Unió Soviètica i el Regne Unit es comprometien a “constituir autoritats governamentals provisionals àmpliament representatives a tots els organismes democràtics de les poblacions, que es comprometrien a establir, tan aviat com fos possible, per elecció lliure, governs que fossin l’expressió de la voluntat dels pobles.”
  • La Unió Soviètica hauria d’entrar a la guerra contra el Japó abans que es complissin tres mesos de la rendició d’Alemanya. La Unió Soviètica rebria a canvi el sud de l’illa de Sakhalín i les illes Kurils.
  • Destrucció del militarisme alemany i del nazisme.
  • Les reparacions de guerra alemanyes es pagarien, parcialment, en forma de treballs forçats. Aquests haurien de ser per reparar els danys que Alemanya havia causat a les seves víctimes. Es crearia un Consell de Reparacions, amb seu a la Unió Soviètica.
  • Alemanya quedaria dividida en 3 zones ocupades pels tres vencedors, Estats Units, la Unió Soviètica i la Gran Bretanya. Posteriorment Churchill defensaria la divisió en quatre zones, corresponent la quarta a França (la seva zona seria a costa de les zones britànica i estatunidenca).
  • Polònia seria desplaçada a l’oest. Cediria territoris a la Unió Soviètica i rebria, en compensació, territoris presos d’Alemanya. La frontera polonesosoviètica quedaria fixada a la línia del pacte germanosoviètic de 1939 que es corresponia, en part, a la línia Curzon, és a dir, la línia de la demarcació proposada durant la guerra polonesosoviètica de 1919-1920 pel ministre d’exteriors britànic, lord Curzon.
  • Churchill remarcà que s’haurien de celebrar eleccions lliures a Polònia. El líder britànic senyalà que el Regne Unit “mai no estaria satisfet amb cap solució que no deixés a Polònia com un estat lliure i independent.” Stalin acceptà permetre eleccions lliures a Polònia, però mai no complí la seva promesa.
  • Reorganització del “Comitè de Lubin“, govern prosoviètic establert a la Polònia alliberada, “segons les bases democràtiques més esteses, amb la inclusió dels caps demòcrates que es troben a l’estranger”, és a dir, els membres del govern provisional a Londres.
  • Precisions respecte del funcionament de l’ONU, la creació de la qual es decidí a la  Conferència de Dumbarton Oaks al 1944: dret a veto dels membres permanents del Consell de Seguretat; la Unió Soviètica demana tants seients com províncies i regions la constitueixen (és a dir, 16), però només n’obté 3: Rússia, Ucraïna i Bielorússia. Les Nacions Unides estaran presents en qualitat d’observadores a l’organització d’Europa.
[Viquipèdia]
Fitxer:Map-Germany-1945.svg
Fitxer:Map of Poland (1945).png
Fronteres antigues i noves de Polònia el 1945. El territori que prèviament formava part d’Alemanya és en groc.
Clement Attlee, Harry Truman i Stalin
La conferència de Potsdam va ser una reunió duta a terme a Potsdam, Alemanya (prop de Berlín) entre el 17 de juliol i el 2 d’agost de 1945. Els participants van ser la Unió Soviètica, el Regne Unit i els Estats Units, els més poderosos dels aliats que van derrotar les potències de l’Eix en la Segona Guerra Mundial. Els caps de govern d’aquestes tres nacions eren el secretari general del Partit Comunista, Stalin, el primer ministre Clement Attlee i el president Harry S. Truman, respectivament. Stalin, Churchill i Truman (així com Clement Attlee, que va succeir a Churchill després de guanyar les eleccions de 1945) havien acordat decidir com administrarien Alemanya, que s’havia rendit incondicionalment nou setmanes abans, el 8 de maig. Els objectius de la conferència també incloïen l’establiment d’un ordre de postguerra, assumptes relacionats amb tractats de pau i l’estudi dels efectes de la guerra.
Els acords de la conferència foren:
  • L’establiment temporal de la línia Oder-Neisse, que seria la frontera del territori administrat pel govern de Polònia. (La frontera final entre Alemanya i Polònia es discutiria en una conferència de pau final.)
  • El reassentament de forma “humana i ordenada” de les minories alemanyes de “Polònia, Hongria i Txecoslovàquia”.
  • Acord per a la reconstrucció. Els aliats van estimar les seves pèrdues en 200 mil milions de dòlars. Alemanya va ser obligada a pagar únicament 20 mil milions en productes industrials i mà d’obra. No obstant això, la Guerra Freda va evitar que es pagués aquest deute.
  • La declaració de Potsdam, que va subratllar els termes de la rendició per a Japó.
  • La resta dels assumptes havien de tractar-se en una conferència de pau final tan aviat com fóra possible.
  • Això duria més tard a un món bipolar en la Guerra Freda, on per primera vegada el comunisme i el capitalisme se separen d’una forma física.
[Viquipèdia]
__________________________________________________________________________________________________________
Desenvolupament de la guerra
1. (1939-1941): En un principi, Alemanya va basar la seva estratègia en atacs ràpids -el que es coneix com a guerra llampec (BLITZKRIEG)- amb els quals l’exèrcit alemany (Wehrmacht) va obtenir èxits importants. Es tractava de penetrar en el territori enemic usant les divisions blindades (Panzerdivisionen), protegides des de l’aire per una aviació ( la Luftwaffe) que aïlla el camp de batalla de la rereguarda i destrueix les bases aèries enemigues. Ofensives alemanyes: Ocupació de Polònia (1 de setembre de 1939); invasió de Dinamarca i Noruega (abril del 1940, operació Weserübung) per evitar que les forces aliades bloquegessin els subministraments de ferro  provinents de Suècia; el maig del 1940 els alemanys van començar l’ofensiva al front occidental ocupant Bèlgica, els Països Baixos i Luxemburg. A la zona de les Ardenes (entre Bèlgica i Luxemburg) es van concentrar les principals divisions blindades alemanyes, un territori que els aliats consideraven impenetrable pels tancs. L’avanç dels tancs alemanys a través de les Ardenes no va ser descobert i el dia 12 les tropes nazis van arribar al riu Mosa -a l’altura de Sedan-, trencant el front i avançant ràpidament a través del nord de França en direcció al Canal de la Mànega. Més de 350.000 soldats (100.000 dels quals eren francesos) van quedar encerclats dins de Bèlgica: les tropes aliades van tenir que retrocedir fins a Dunkerke. Entre el 26 de maig i el 3 de juny, 338.226 soldats aliats van ser evacuats de la costa francesa. El dia 5 de juny de 1940 les divisions blindades alemanyes van continuar el seu avenç a França per la regió muntanyosa de les Ardenes, eludint la fortificada línia Maginot. París va ser ocupada el dia 14 i França  va haver de signar un armistici segons el qual l’exèrcit alemany ocuparia tot el nord de França i tota la costa atlàntica fins a la frontera espanyola, però al sud es mantindria un govern col·laboracionista francès. Així, a partir de llavors i fins al 1944, França va tenir dos governs: un, col·laborant amb els nazis, amb capital a Vichy i dirigit pel mariscal Philippe Pétain es va anomenar la “França de Vichy”; l’altre, en el bàndol aliat, operant des de l’exili a Gran Bretanya i dirigit pel general Charles de Gaulle es va anomenar la “França Lliure”.
Amb l’ocupació militar alemanya de França el Regne Unit va continuar la guerra amb Winston Churchill com a primer ministre. Els britànics van oposar una forta resistència  en la coneguda batalla d’Anglaterra (estiu i tardor de 1940) amb Winston Churchill com a Primer Ministre. Els bombardejos sistemàtics de  la Luftwaffe (Força Aèria Alemanya) sobre la Gran Bretanya no van assolir els seus objectius: destruir les defenses aèries de Gran Bretanya o forçar al Regne Unit a abandonar la guerra forçant un armistici o la rendició. L’efectivitat de la RAF ( Royal Air Force), particularment dels avions de caça anglesos i l’ús del radar, va impedir el pla alemany d’invasió de l’illa.
Hitler va ajornar la invasió de Gran Bretanya i nous fronts es van obrir: Itàlia, que va entrar en la guerra al costat d’Alemanya el juny de 1940, va envair Egipte des de les seves bases a Líbia el 13 de setembre.Davant les grans pèrdues que patien els italians, alemanya envià a l’Afrika Korps, comandat pel general Erwin Rommel. Les tropes de l’Eix pretenien arribar al Canal de Suez i accedir al petroli del Pròxim Orient. Després d’una sèrie de batalles de tiba i arronsa pel control de Líbia i Egipte, les forces britàniques, comandades pel General Bernard Montgomery van fer retrocedir a l’Eix fins a Tunísia. El 28 d’octubre  de 1940, Itàlia va declarar la guerra a Grècia, atacant-la des de les seves bases a Albania. Tanmateix, l’exèrcit grec, no tan sols va resistir l’ofensiva, sinó que va fer retrocedir els italians i va capturar algunes ciutats del sud d’Albània. Aquest fracàs va provocar que Hitler intervingués als Balcans conquerint Iugoslàvia i Grècia (abril-juny del 1941).
La matinada de l’1 de setembre de 1939 Alemanya va envair Polònia. Com a excusa, davant la comunitat internacional, Hitler va utilitzar un incident fronterer fictici que ell mateix havia planejat. L’exèrcit alemany (Wehrmacht) va posar en pràctica la Blitzkrieg o (guerra llampec) que consistia en rodejar les posicions defensives enemigues i encerclar-les. Mentrestant, altres tropes continuaven avançant cap a l’interior del país ocupant les ciutats i els punts estratègics. Les tropes encerclades podien resistir durant un temps però, aïllades de la resta de l’exèrcit, tard o d’hora acabaven per rendir-se.
L’exèrcit alemany, amb el suport dels bombardeigs de la Luftwaffe, va superar fàcilment les defenses poloneses i el 8 de setembre ja havia arribat als afores de la capital, Varsòvia. El dia 17, l’exèrcit soviètic va envair Polònia des de l’est, amb el pretext de protegir la població bielorussa i ucraïnesa de la zona. En realitat, la repartició de Polònia entre Alemanya i la Unió Soviètica ja havia estat prèviament acordada en el Pacte Molotov-Ribbentrop d’agost de 1939. Varsòvia va caure el 27 de setembre i les últimes tropes poloneses van rendir-se el 6 d’octubre.[Viquipèdia ].
File:Germans at Polish Border (1939-09-01).jpg
Tropes alemanyes trenquen les barreres del pas fronterer amb Polònia, 1 de setembre de 1939
víctima civil dels bombardejos de Varsòvia, 13 de setembre de 1939
Fitxer:Bundesarchiv Bild 101I-126-0347-09A, Paris, Deutsche Truppen am Arc de Triomphe.jpgTropes alemanyes desfilen per l’Arc del Triomf de Paris
Fitxer:Battle of britain air observer.jpg
Un membre del Cos d’Observadors inspecciona el cel de Londres. Al fons, la Catedral de Sant Pau
_____________________________________________________________________________________
2. (1941-1942):campanya nazi contra l’URSS i la guerra al pacífic
El 22 de juny de 1941 l’exèrcit nazi va iniciar la campanya de Rússia amb l’objectiu d’obtenir els cereals russos i el petroli del Caucas. L’anomenada Operació Barba-roja pretenia destruir el règim bolxevic amb una campanya ràpida- mitjançant l’atac llampec- aprofitant l’efecte sorpresa i la debilitat d’un Exèrcit Roig, sense alts comandaments militars, després de les purgues estalinistes. L’atac de la Wehrmacht es va dividir en tres direccions. En primer lloc, es tractava d’ocupar el nord amb el domini de Leningrad; un segon front al centre pretenia arribar a Moscou, mentre un tercer cos de l’exèrcit nazi s’obria pas per Ucraïna a fi d’arribar a les zones industrialitzades del sud. La resistència soviètica va frustrar els objectius de Hitler: l’arribada de l’hivern, les dificultats de subministraments  i la tàctica russa de terra cremada –és a dir la destrucció  premeditada de tots els béns d’un territori abans no caiguessin en mans dels nazis- van impedir la realització dels plans alemanys d’ocupar Leningrad i Moscou. La ciutat de Leningrad va resistir el setge de les tropes alemanyes fins al gener del 1944.
L’agressió del Japó –dirigit pel govern del general Tojo- a la flota naval nord-americana al Pacífic el 7 de desembre del 1941 va obrir un nou espai bèl·lic a l’Àsia oriental. L’atac a la base naval de Pearl Harbor, a l’illa Oahu de Hawaii,  portat a terme per la Marina Imperial Japonesa provocà de manera activa l’entrada dels Estats Units a la Segona Guerra Mundial i l’abandonament de la seva política d’aïllament. La incorporació dels Estats Units al bàndol aliat significava la mundialització de la guerra. L’11 de desembre, Alemanya  i Itàlia van declarar la guerra als Estats Units: la guerra que fins aquell moment s’havia limitat a Europa i a Àfrica, es va estendre també a l’Àsia i al Pacífic i es va convertir en una veritable guerra mundial. El domini japonès sobre el mar li va permetre conquerir les colònies asiàtiques de la Gran Bretanya, del Països Baixos i de França: fins a mitjans de1942 havien ocupat Indoxina, Siam (Tailàndia), Malàisia, Birmània, les Filipines, Guam, les illes Salomó i Nova Guinea. Japó pretenia atacar Austràlia però va ser contingut pels Estats units a les batalles aeronavals del mar del Corall i Midway, entre el maig i el juny del 1942.
File:Operación Barbarroja 1941.png
El setge de Leningrad
Fitxer:USSArizona PearlHarbor.jpg
Les restes mig enfonsades del cuirassat USS Arizona després de ser bombardejat a Pearl Harbor
Attack on Pearl Harbor Japanese planes view.jpg
Fitxer:Isoroku Yamamoto.jpg
L’almirall Yamamoto
Batalla del mar del Corall
_________________________________________________________________________________________________________
3. (1943-1944): ofensives aliades
L’estiu de 1942 bona part de  la ciutat de Stalingrad (actualment Volgograd) estava ocupada per l’exercit alemany -dirigit per Fiedrich Paulus . Malgrat que els bombardejos de la Luftwaffe estaven convertint la ciutat en un paisatge ple de runes, els soviètics van defensar-se casa per casa i van concentrar la seva resistència a la riba oest del riu Volga. Durant el mes de novembre es va iniciar una contraofensiva russa: l’anomenada operació Urà dissenyada per Zhukov-cap de l’estat major soviètic- va rodejar  el 6è exercit alemany. Hitler va ordenar a Paulus resistir i trencar el setge, però la manca de reforços, la fam i el fred van obligar els alemanys a capitular el febrer del 1943. És la primera gran victòria dels aliats, ara l’exèrcit alemany defensa enlloc d’atacar. Expulsats del Caucas els alemanys van preparar l’operació Ciutadella -coneguda pels soviètics a través d’un infiltrat a l’alt comandament alemany- consistent en atacar la regió de Kursk. La batalla de Kursk (5 de juliol-23 d’agost del 1943) va acabar amb la derrota de les divisions blindades alemanyes, i  va provocar la fi de l’ofensiva alemanya i l’inici del contraatac soviètic. És considerada la major batalla de carros blindats de la història. A partir d’aquesta batalla l’Exèrcit Roig va iniciar un avanç en tots els fronts fent retrocedir als alemanys fins a les fronteres del 1941. Al final del 1944 els soviètics havien ocupat Romania i Bulgària; mentrestant Iugoslàvia i Albania van ser alliberades dels nazis per les principals forces de resistència (partisans).
A l’Àfrica, les tropes britàniques dirigides pel general Montgomery havien aconseguit frenar les tropes alemanyes a El-‘Alamein el novembre del 1942 i van emprendre la contraofensiva. Efectius militars d’anglesos i nord-americans van desembarcar als ports del Marroc i d’Algèria. Els italians i els alemanys van haver d’evacuar tota la regió de Tunis a la primavera del 1943. El 10 de juliol del 1943 els aliats van desembarcar a Sicília i van emprendre la campanya d’Itàlia, la qual cosa va provocar una crisi dins del poder feixista italià: Víctor Manuel III va destituir a Mussolini i va nomenar primer ministre al general Badoglio. El setembre del 1943 Itàlia va signar un armistici amb el aliats i Mussolini va ser empresonat. Hitler va reaccionar ocupant la part nord i centre d’Itàlia, alliberant Mussolini i organitzant la República Social Italiana de Saló -l’anomenada República de Saló- sota el control estret dels nazis; mentrestant, al sud s’hi va instaurar una monarquia controlada per un govern antifeixista que declarà la guerra a Alemanya. Els aliats no van aconseguir arribar a la ciutat de Roma fins al juny del 1944.
A l’oest, el 6 de juny del 1944 va tenir lloc el desembarcament aliat a Normandia i va permetre l’avenç de les tropes aliades. El 24 d’agost la ciutat de París va ser alliberada i a finals d’octubre els territoris francés i belga van ser reconquerits pels aliats.
Al pacífic, la derrota japonesa a Guadalcanal, el febrer de 1943, va posar fi a l’hegemonia  naval japonesa i va anunciar el declivi nipó. Malgrat de disposar de nou material bèl·lic (potents portaavions, tancs anfibis….) l’ofensiva nord-americana va tenir moltes dificultats davant la resistència nipona. Els nord-americans van obrir un primer front ofensiu, dirigit pel general MacArthur, des d’Austràlia fins a les Filipines, després d’haver ocupat Nova Guinea i les illes Salomó. La segona ofensiva es desplaçava des de les Hawaiï, conquerint les illes Gilbert, Marshall i Mariannes, amb l’objectiu d’avançar cap al Japó per l’est. Al juliol del 1944 els nord-americans van recuperar les Mariannes i a l’octubre del mateix any -després de la sagnant batalla de Leyte on van participar pilots suïcides japonesos (kamikazes)- ocupaven les Filipines. Durant el mes de novembre del 1944 Tòkio i altres ciutats japoneses van ser objecte de  bombardejos, que es van prolongar fins a  l’estiu del 1945.


Fitxer:StalingradRus.jpg
Soldats soviètics esperant un atac alemany a Stalingrad
Tyske soldater i Stalingrad i 1942
The Nazis destroyed Stalingrad but it did not give up, Stalingrad, 1942 (RIA Novosti / Zelma)
Sniper, Hero of the Soviet Union Vasily Zaitsev examining the task to beginners, Stalingrad, 1942 (RIA Novosti / Zelma)
La batalla de Kursk
Fitxer:Into the Jaws of Death 23-0455M edit.jpg
Soldats americans desembarcant a les platges de Normandia, 6 de juny de 1944

File:Douglas MacArthur lands Leyte.jpg
“He tornat” – El General MacArthur retorna a les Filipines
La batalla de Leyte

3. (1945): La derrota de l’eix i el final de la guerra
Entre finals del 1944 i principis del 1945 va començar l’assalt final de la derrota de l’eix. Mentre els aliats angloamericans avançaven fins arribar a la riba esquerra del riu Rin, al front oriental l’Exèrcit Roig avançava a tot arreu. Hongria va ser ocupada el 13 de febrer, després d’un llarg setge. Des d’aquí, van continuar cap a Àustria, on van entrar el 30 de març, ocupant Viena el 13 d’abril. Simultàniament, estaven avançant a través d’Eslovàquia en direcció a la República Txeca. El 20 d’abril de 1945 va començar l’atac final cap a Berlín. La batalla de Berlín va durar fins el 2 de maig i va ser una de les batalles més sanguinolentes de la història. L’exèrcit soviètic, apostat al llarg de l’Oder, va avançar des del nord, l’est i el sud encerclant la ciutat.  Barri a barri i carrer a carrer, els soviètics van anar prenent el control de la ciutat. Hitler va refusar fugir i es va recloure en el seu búnquer, juntament amb alguns dels seus generals. El 30 d’abril, amb l’exèrcit soviètic ja només a uns quants carrers de distància, Hitler es va suïcidar. Dos dies abans Mussolini havia estat capturat i executat per la resistència italiana. Berlín va capitular el 2 de maig davant del mariscal rus Zhukov. Mentrestant, la guerra continuava al pacífic. Les victòries nord-americanes a Iwo Jima i Okinawa, entre el març i el juny del 1945, no van provocar la rendició d’un Japó assetjat i sense recursos defensius. El nou president dels Estats Units, Truman, successor de Roosevelt -havia mort l’abril del 1945-,va decidir llançar dues bombes atòmiques  sobre les ciutats japoneses  d’Hiroshima i Nagasaki els dies 6 i 9 d’agost del 1945. Els efectes van ser terrorífics sobre la població civil: a Hiroshima  s’ha estimat que van morir 100.000 persones, i a Nagasaki el nombre de morts va ser de 80.000. Al llarg dels anys següents molts milers de persones més van morir per malalties (càncers i altres patologies)provocades per l’exposició a la radiació. El 2 de setembre del 1945 el Japó va capitular. La guerra havia acabat.
Fitxer:Bundesarchiv Bild 183-J31397, Berlin, Bau von Panzergräben am Stadtrand.jpg
Berlinesos cavant trinxeres
Fitxer:Bundesarchiv Bild 183-J31305, Auszeichnung des Hitlerjungen Willi Hübner.jpg
9 de març de 1945. Joseph Goebbels lliurant la Creu de Ferro de II Classe a Willi Hübner, un membre de les Joventuts Hitlerianes de 16 anys, després de la captura de Lauban
Abril del 1945: Hitler condecorant a un grup de joves amb la Creu de ferro de 2ª classe.
Soldats soviètics hissen una bandera de l’URSS en un hotel a Unter den Linden (Berlín)

Imatge presa el 2 de Maig de 1945 a Berlín al final de la II Guerra Mundial pel fotògraf ucraïnès Yevgeni Khaldei (1917-1997) . Representa la fi de la guerra i la victòria de les tropes soviètiques davant l’exèrcit nazi, amb la imatge de fons d’un Berlin arrasat per les bombes. Una de les fotos amb més història i amb més anècdotes de la II Guerra Mundial. Aquesta foto va tenir posteriors retocs  fotogràfics, en concret van sortir a la llum dues versions més d’aquesta fotografia en la qual s’aprecien algunes diferències respecte a l’original. En la part inferior dreta el sergent Mijail Yegorov (que sosté al militar que col·loca la bandera) té dos rellotges. La imatge es va retocar per evitar donar una sensació de pillatge, per part de les tropes russes. Darrere d’aquesta imatge s’amaguen moltes anècdotes, per exemple la bandera comunista que apareix en la imatge són retalls d’unes estovalles vermelles que el propi fotògraf havia portat de Moscou uns dies abans. El soldat que apareix col·locant la bandera és Melitón Varlamovich Kantaria (1920-1973) i va ser condecorat amb Ordre de Lenin i l’Estel Vermell.

Fitxer:Atomic cloud over Hiroshima.jpg
El núvol atòmic sobre Hiroshima després de la detonació de la bomba Little Boy
Fitxer:Nagasakibomb.jpg
El núvol atòmic a Nagasaki arribant a 18 km sobre l’hipocentre
  • Bomba de Hiroshima y Nagasaki