La política monetària de l’eurozona

  1. EL BCE INUNDA EL MERCAT AMB UN BILIÓ D’EUROS.[La Vanguardia,Editorial 23-1-2015]

    El Banc Central Europeu (BCE) ha disparat la seva última i gran canonada, amb la posada en marxa d’una massiva intervenció monetària per més d’un bilió d’euros, per intentar reactivar l’economia de l’eurozona i col·locar la inflació en taxes properes al 2% en un termini de dos anys. Ha trigat molt a fer-ho. Però la decisió adoptada ahir, que s’esglaonarà en el temps, amb una injecció de 60.000 milions d’euros cada mes en el sistema financer europeu, a partir del març, per la via de la compra de deute públic sobirà i altres actius, supera les expectatives creades i significa que la institució monetària ha posat per fi tota la carn a la graella. […] El recurs massiu a la màquina de fer bitllets, tot i això, no és la panacea. Malgrat les grans esperances posades en la gegantina intervenció del Banc Central Europeu, coneguda com a flexibilització quantitativa (QE, en les sigles en anglès), similar a l’adoptada al seu dia per la Reserva Federal dels Estats Units, Mario Draghi ha advertit que això no será suficient si els governs i la Comissió Europea no actúen ràpidament per cumplir amb la seva part […]El principal risc que cal evitar és que la masiva injecció de diners per a l’eurozona acordada ahir generi apostes i bombolles especulatives als mercats, en lloc d’anar directe al crèdit per a empreses, famílies i projectes d’inversió públics.

  1. El BCE comprará el 10% de toda la deuda pública española [El País, 23-1-2015]
  2. La estrategia de la araña [Xavier Vidal-Folch, El País, 21-1-2015]
  3. Todas las medidas del BCE contra la crisis [La Vanguardia,23-1-2015]

 

Atac contra ´Charlie Hebdo´

  • Esclaus de la intolerància [Màrius Carol, La Vanguardia, 8-1-2015]

Charles Louis de Secondat, baró de Montesquieu, va escriure que tot ésser humà és lliure si la seva llibertat no atempta contra la dels altres. Quan tres fanàtics islamistes van irrompre disparant els seus kalàixnikovs a la redacció de Charlie Hebdo de París, no només van voler matar persones, sinó també posar fi a la llibertat d’expressió. Però el que sobretot van aconseguir va ser demostrar que són esclaus de la seva intolerància, el seu deliri i la seva bogeria. La llibertat significa el respecte a les opinions alienes, la capacitat d’actuar de conformitat amb la raó, procedir sense perjudicar l’altre. Res no és més aliè a aquests principis que el bàrbar atac contra periodistes i dibuixants d’una revista satírica fundada fa quaranta-cinc anys, que ha combinat la insolència dels seus continguts i la sàtira mordaç amb la defensa de les llibertats individuals i col·lectives. Charlie Hebdo no és una publicació ideològicament uniforme, sinó que els seus articles i il·lustracions resulten moltes vegades divergents entre si, cosa que posa de manifest la seva pluralitat. Avui França i els periodistes se senten víctimes del fonamentalisme més infame, roí i desequilibrat, però igualment han estat atacats tots els que estimen la llibertat i la consideren la pedra essencial a partir de la qual es construeix una societat democràtica. Fa tres anys, el setmanari ja va patir un atac d’islamistes radicals amb còctels molotov, quan van publicar a la portada un dibuix en què un musulmà i un dibuixant de la publicació es feien un petó a la boca, amb la llegenda “L’amor és més fort que l’odi”. El 2006 havia rebut amenaces després de reimprimir les vinyetes sobre Mahoma publicades en un diari danès. Avui tots som Charlie Hebdo. La seva llibertat és la nostra i el seu drama és el dolor dels ciutadans lliures.

La mediocridad en aforismos [Jorge Wagensberg, El País-Babelia- 03-01-2015]

 

La mediocridad en aforismos [Jorge Wagensberg, El País-BABELIA, 03-01-15]

Hay grupos humanos que funcionan y otros que no funcionan. Y tal cosa ocurre con países, ciudades, barrios, empresas, partidos políticos, universidades, escuelas, clubes, familias, escaleras de vecinos… ¿Dónde están las claves individuales que hacen que un colectivo funcione? ¿Están en el conocimiento adquirido o quizá en la tradición acumulada? ¿Están en los valores morales o quizá en el espíritu de los tiempos? Todo ello está en la receta, no hay duda, pero ¿cómo es posible que la misma cultura en la que florecen creadores como Bach, Beethoven, Brahms, Kant, Hegel, Leibniz, Goethe, Heine, Durero, Cantor, Hilbert, Noether, Einstein o Planck se precipite colectivamente al infierno en un instante del siglo XX? Para comprender, quizá baste con un par de conceptos antagónicos e inseparables: la creatividad y la mediocridad. Probemos a ver.

1. El mediocre sabe que lo es porque ser mediocre es una decisión personal.

2. El mediocre no está interesado por descubrir ese talento que todos llevamos dentro.

3. La humanidad se divide en dos clases de personas, la de las que van más bien a favor de los proyectos y la de las que van más bien a favor de sí mismas.

4. Los proyectos suelen empezar bien empujados por personas que van más bien a favor de los proyectos y se van arruinando a medida que son reemplazadas por personas que van más bien a favor de sí mismas.

5. Casi todo el mundo tiene la tendencia natural de ir a favor de sí mismo, pero en el caso del mediocre hay un plan, un plan estratégico innegociable.

6. Lo mediocre es peor que lo bueno, pero también es peor que lo malo, porque la mediocridad no es un grado que pueda mejorar o empeorar, es una actitud.

7. El mediocre solo entiende la lealtad en la dirección vertical y en el sentido ascendente.

8. La suma de la mediocridad y de la creatividad es constante: a más de la una menos de la otra.(Versión universal de la Primera Ley de la Termodinámica).

9. Construir es ir de cualquier parte a una parte muy especial, y para ello hay que invertir tiempo, talento y esfuerzo; destruir es ir de una parte muy especial a cualquier otra parte, y para ello no se requiere absolutamente nada.(Versión universal de la Segunda Ley de laTermodinámica).

10. En una empresa aislada la mediocridad aumenta espontáneamente hasta un valor máximo que corresponde a un estado de no retorno desde donde ni siquiera se puede ya empeorar.(Versión social de la Segunda Ley de la Termodinámica).

11. El mediocre está convencido de que no hay función que no se pueda delegar.

12. El mediocre se considera particularmente bien dotado para la función de delegar funciones.

13. El comentario más socorrido del mediocre es ¡no lo veo claro!, y se basa en una esperanza doble: que todo el mundo lo olvide si el proyecto llega a buen puerto y que todo el mundo lo recuerde si el proyecto naufraga.

14. La mediocridad no consiste en pensar que nadie es imprescindible (se puede prescindir de Mozart, claro) sino en pensar que todo el mundo es reemplazable (que me busquen otro Mozart).

15. Cualquier empresa humana tiene un cupo máximo de mediocres que puede soportar antes de entrar en colapso irreversible.

16. El mediocre no reconoce la crítica para corregir, sino que encarga la corrección de la crítica a expertos de reconocido prestigio.

17. Todo mediocre cree haber descubierto lo que es poder: poder es poder hacer sufrir.

18. La mediocridad puede hacer que, durante un instante, se tambalee una cultura de siglos: ciencia, filosofía, poesía, arte, matemática y música.

19. La mediocridad, que nunca duerme, puede sorprender a la creatividad que sestea.

20. Acabar con la élite se puede hacer de dos maneras: matando a todos los que están dentro (opción mediocre) o invitando a entrar a todos los que están fuera (opción creativa).

Memòria/ Història [Reyes Mate/Santos Juliá, El País, 22-11-2014]

¿Memoria o historia?

El dilema: ¿es la memoria del historiador la misma que la del filósofo o narrador?

Liberación de los prisioneros del campo de concentración de Mauthausen. / Getty Images

Un regalo envenenado

Por Reyes Mate

Javier Cercas dice que le tocó la lotería el día que Enric Marco pasó de heroico superviviente a vulgar estafador. Tenía tema, el tema de El impostor, en el que Marco es parábola de nuestro tiempo o arquetipo de cómo nos comportamos. Marco no es desde luego el primer estafador. Hace casi veinte años Wilkomirski, autor suizo de Fragmentos, un libro donde se inventaba una falsa infancia en un lager, provocó un cataclismo. La razón de esta conmoción tenía que ver con la significación de Auschwitz, un acontecimiento singular porque fue impensable, es decir, escapó a las coordenadas del conocimiento. Solo nos era accesible su significación a través de los testigos. La memoria de los supervivientes adquiría un valor epistémico de primer orden. La memoria era el a priori del conocimiento, lo que da que pensar. Un engaño en el testimonio suponía un atentado al pensar después de Auschwitz y eso no se podía tolerar. El debate consiguiente se centró en la verdad de lo ocurrido y cómo contarlo. Estaba claro que había zonas de aquella realidad que escapaban a la historia y solo nos eran accesibles desde la memoria, que no es solo subjetiva, sino objetiva; que no produce solo sentimientos, sino también conocimiento. La memoria del filósofo o la del narrador no es la del historiador. Muchos de estos debates asoman en la poderosa novela de Cercas, aunque él, cuando ejerce de ensayista, opta por desacreditar la memoria. Se cuela en su obra el debate español sobre memoria e historia y eso desorienta mucho. Porque al entender la memoria como quieren los historiadores (algo subjetivo y sentimental), tira piedras sobre su propio tejado. Al fin y al cabo, lo que aquí nos convoca es un caso de falso testigo para descubrir algunas verdades a través de una mirada moral al pasado: la memoria.

Herida por la historia

Por Santos Juliá

Muchas fueron las voces que se elevaron en la última década del siglo XX, en Francia como en Estados Unidos, para denunciar el delirio conmemorativo, el frenesí de memoria que anegaba la cultura de un presente carente de futuro. La memoria se había convertido en una nueva industria, escribía Kerwin Klein, y Norman Finkelstein publicaba sus reflexiones sobre la explotación del sufrimiento judío bajo el título La industria del Holocausto. El fenómeno tenía que ver con la nueva función del Estado como gran agente cultural, y con el salto de la identidad al primer plano de las políticas de nuestro tiempo. La memoria colectiva alcanzó el valor de lo sagrado para dotar de legitimidad a políticas identitarias en las que el individuo no es nada si no se disuelve en un nosotros ante quien los demás se sienten en deuda permanente: somos víctimas, somos nación. Ante esa avalancha memorialista, el empeño de narrar, tras una dura indagación, los hechos de otros tiempos tal como verdaderamente ocurrieron se despreció como una risible pretensión, como una pasión inútil por conocer ese lugar extraño que es siempre el pasado. Y, sin embargo, nunca se repetirá demasiado que es ahí, en la austera pasión por el hecho, de la que hablaba Yerushalmi, donde radica la única posibilidad de que en la foto del pasado no desaparezca la cara de un hombre para dejar solo su sombrero, que ningún Stalin pueda suprimir del cuadro a ningún Trotski. No que la memoria se reduzca al ámbito de lo privado, sino que, para que cuando sea pública no caiga en mera manipulación o en industria de falsos testigos o de gestores de la cultura, para que sea una memoria ilustrada, ha de ser y sentirse, según la bella imagen de Paul Ricoeur, blessée par l’histoire,herida por la historia.

La creatividad en aforismos [Jorge Wagensberg, El País-Babelia- 19-11-2014]

La creatividad en aforismos [Jorge Wagensberg, El País, 19-11-2014]

Stradivarius de la colección del Palacio Real de Madrid. / Gorka Lejarcegi

Cremona (Italia), 1717: Stradivarius da los últimos toques a un instrumento prodigioso apodado Goldman (los lutieres actuales no logran un sonido como aquel); Köthen (Alemania), 1720: Bach compone la obra cumbre para violín solo (casi nadie se ha atrevido después a componer para violín solo), es la Chacona de la Partita número 2; San Petersburgo (Rusia), 1868: Leopoldo Auer abre la escuela de violín de donde salen los grandes virtuosos del siglo XX (Heifetz, Milstein, Elman, Zimbalist, Seidel… comienza una nueva era para la interpretación de este instrumento); Estocolmo, 1986, Auditorio Berwaldhallen, el 17 de julio, Nathan Milstein interpreta la Chacona de Bach con su strady la audiencia levita. En síntesis: Stradivarius inspira a Bach que inspira a Auer que inspira a Milstein que inspira a los melómanos presentes en el auditorio. El milagro de Estocolmo se produce por la convergencia de tres prodigios: uno católico-italiano (el instrumento), otro luterano-alemán (la partitura) y un tercero judeo-ruso (la interpretación). El lutier, el compositor y el virtuoso aportan su talento a la identidad humana. Hablemos de creatividad:

1. El revoltillo lo inventó un genio aturdido por el fracaso de una tortilla.

2. Solo se puede crear cuando no todo es ley ni todo es azar.

3. La creatividad cultural es un logro de la creatividad natural.

4. Crear es crear conocimiento, ¿qué si no?

5. La frase “nunca hay nada nuevo bajo el sol” nunca debió fugarse del Eclesiastés porque, hoy lo sabemos, el sol ya no es lo que fue ni es aún lo que llegará a ser.

6. Lo improbable asombra a todo el mundo, lo cotidiano solo al genio.

7. Tener un plan es necesario aunque solo sea para apartase de él.

8. El estado de equilibrio es aquel en el que ha ocurrido todo lo que podía ocurrir, es decir, un paisaje creativamente estéril.

9. El humano es un animal creador: su mente se desequilibra positivamente para crear y, si no lo consigue, se desequilibra negativamente para vivir.

10. Crear es buscar, comparar, seleccionar, combinar y reordenar…, por lo que coleccionar es crear o, al menos, una buena terapia para tratar los males de una creatividad frustrada.

11. Para crear agítese antes de usar: agítense las ideas, agítense los métodos, agítense los lenguajes.

12. Fecundar es acercar dos ideas hasta que se inflaman.

13. Para innovar siempre se puede probar con la mera fecundación.

14. El creador necesita una dosis mínima de cambio para vivir, lo cual se consigue entre dos límites extremos: quieto en un entorno móvil (por ejemplo sentado en un cine) o móvil en un entorno quieto (viajando).

15. Crear es la mejor estrategia para sobrevivir en un mundo cambiante.

16. Hay dos clases de innovación: una horizontal que consiste en cambiar de respuesta (evolución) y otra vertical que consiste en cambiar de pregunta (revolución).

17. Una idea inspirando a otras ideas se llama intuición, una idea bloqueando otras ideas se llama folclore.

18. Autoestima versus creatividad: el acierto halaga, pero adormece; el error hiere, pero despierta.

19. Las disciplinas del conocimiento crecen por sus costuras, es decir, por interdisciplinariedad.

20. En la frontera se cree peor y se crea mejor.

21. Solo las ideas tienen licencia para cruzar una frontera sin licencia, que no los métodos ni los lenguajes.

22. La innovación requiere tres cosas: tener una idea buena (uno), darse cuenta de que lo es (dos) y convencer de ello a los demás (y tres)… y casi nunca es una misma persona la que logra las tres.

23. La creatividad requiere barra libre con las ideas.

24. A menos confianza más burocracia, a más burocracia más mediocridad, a más mediocridad menos creatividad y a menos creatividad menos confianza…

25. He asistido a un espectáculo sublime de la creatividad humana: un herrero calzaba una herradura a una mula, primorosamente, amorosamente.

 

L’educació catalana, en caiguda lliure

[Marcel Peix Arqué, La Vanguardia 15-11-2014] 
La educación catalana, en caída libre
Cartas | 15/11/2014 – 04:30h
MARCEL PEIX ARQUÉ

“Si tomamos el modelo educativo de los países nórdicos como referente, puede parecer que dar poder a los directores de los centros educativos para gestionar las plantillas sea una idea fantástica, pero aplicado a una sociedad con unos valores próximos a los del Lazarillo de Tormes, puede convertirse en algo perverso. Soy profesor de matemáticas de secundaria enCatalunya, funcionario de carrera, y llevo casi cuatro años obligado a impartir materias que ni siquiera son afines a mi especialidad.

Para colocar amigos o intentar blindarse la plaza, algunos directores hacen malabarismos tortuosos. Un ejemplo claro lo encontramos en el instituto donde tengo actualmente la plaza definitiva y en el que la profesora de educación física está dando inglés, la jefa del departamento de inglés está impartiendo francés junto con una profesora de tecnología, otra profesora de tecnología da sociales, una de naturales se encarga de un grupo de diversidad de matemáticas, y yo, que soy de matemáticas, debo dar inglés. Eso sí, un docente más afortunado que otros está reclamado por diversidad e imparte clases en bachillerato. Desgraciadamente, esto conlleva un desplome de la calidad de la enseñanza.
El mío no es un caso aislado.
Los compañeros de otros centros de la zona me cuentan historias similares, a menudo rocambolescas. Aun así, quiero creer que la Administración catalana tomará medidas para evitar que este tipo de corrupción basado en el amiguismo se instale definitivamente. Si no cambian las cosas, puede que, como en los dibujos animados, cuando miremos donde tenemos los pies, nos demos cuenta de que hacía rato que habíamos dejado atrás el precipicio y que ahora toca la caída libre.”

http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20141115/54419906331/la-educacion-catalana-en-caida-libre.html#ixzz3JUutLoGF

Música & humanismo

[Jordi Savall, El País 8-11-2014]
Renunciar a una distinción importante como es el premio Nacional de música,
otorgado por el Ministerio de Cultura, como reconocimiento a más de cuarenta años de dedicación apasionada y exigente a la difusión de la música como fuerza y lenguaje de civilización y de convivencia, ha sido un gran sacrificio, pero una decisión al fin y al cabo relativamente clara de tomar. Aunque concedido por un jurado compuesto en parte por músicos y personalidades independientes, ¿cómo podía aceptarlo viniendo de la mano de una institución que desde tiempos inmemoriales ha dado la espalda a los músicos y especialmente al Patrimonio musical histórico del país? ¿cómo podía callarme y beneficiarme de los 30.000 euros que lo acompañan, sin pensar en las voces cada día más numerosas y más desesperadas de tantos músicos que piden ayuda y oportunidades, y que se han quedado sin trabajo ante la rápida desaparición de festivales y reducción de programaciones de conciertos en auditorios de resultas de la drástica supresión de las modestas ayudas?

La cultura, el arte, y especialmente la música, son la base de la educación que nos permite realizarnos personalmente y, al mismo tiempo, estar presentes como entidad cultural en un mundo cada vez más globalizado. Estoy profundamente convencido que el arte es útil a la sociedad, contribuyendo a la educación de los jóvenes, y a elevar y a fortalecer la dimensión humana y espiritual del ser humano. Durante siglos y hasta la Revolución Francesa, fueron la mayoritariamente la nobleza y la Iglesia las que financiaron la cultura y el arte. En tiempos modernos es la filantropía de algunos ricos negociantes y burgueses que, por amor a sus ciudades o países, hace posibles la construcción de museos, hospitales, estaciones, iglesias, teatros de ópera, auditorios. En pleno siglo XXI el mundo económico y las grandes fortunas están totalmente globalizados, y en nuestro país hay que añadir que no ha existido la tradición filantrópica de los países anglosajones y, para mayor desgracia, no tenemos ni una ley de mecenazgo correcta. Pero lo más grave es que, a pesar de un extraordinario y creciente interés en todo el mundo por las músicas barrocas, renacentistas y medievales, no existe en España un pleno reconocimiento institucional de la gran importancia de nuestro patrimonio musical histórico. Ello se debe, en gran parte, a la trágica pérdida de memoria de la conciencia musical europea que había perdurado hasta los años cincuenta, y que todavía continua vigente en nuestro país, ya que nuestro repertorio musical anterior al 1800 permanece sepultado bajo las sucesivas capas culturales que el romanticismo y el modernismo han añadido sobre él. El resultado de esta gravísima desatención de la que no existe tan siquiera clara conciencia, es una imagen incompleta y distorsionada de nuestra tradición e identidad culturales, a las que ha sido cercenado uno de sus aspectos más vitales, brillantes y originales.

No olvidemos que nuestras orquestas sinfónicas, nuestros grandes coros, nuestros grandes teatros de ópera, que también padecen de los recortes, responden a un modelo cultural centroeuropeo especializado en los repertorios del siglo XIX, mientras que nuestro patrimonio más universal –desde las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio hasta las ensaladas de Mateo Flecha, desde las misas de Cristóbal de Morales y de Tomás Luis de Victoria hasta los villancicos de Sebastián Durón, desde las églogas de Juan del Enzina hasta las óperas de Vicente Martín y Soler–, dependen exclusivamente del buen hacer de la iniciativa privada. España necesita un proyecto cultural apoyado por una clara voluntad política que le permita recuperar sus principales músicas históricas, ya que representan uno de los patrimonios intangibles de la humanidad más importantes y más significativos por su especial relación histórica con las culturas musicales del Mediterráneo y del Nuevo Mundo.

“La riqueza cultural de un país depende no sólo de la importancia de su patrimonio, sino más bien de su capacidad de valorarlo, lo que implica un proyecto, el cual supone una voluntad…” Estas palabras, que le recordaba hace exactamente 10 años (en una carta del 25 de noviembre 2004) a Carmen Calvo, ministra de Cultura del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, continúan definiendo las causas esenciales de una grave situación de desinterés e ineficacia por nuestra cultura y sus creadores, y en especial por la música histórica y los músicos que la mantienen viva. Tres palabras clave en toda política cultural: valor, proyecto y voluntad. Todas cualidades que desde tiempos remotos no forman parte del quehacer cotidiano de nuestros máximos responsables al programar una política cultural que tendría que ser digna y generosa, y siempre velando que todas las clases sociales puedan acceder a ella. ¿Las causas de tal desinterés? Primero por ignorancia, ya que no se puede valorar lo que no se conoce. Segundo por falta de proyecto, ya que ninguna política cultural de interés general puede afianzarse sin un proyecto serio. Y, finalmente, por falta de voluntad: sin un mínimo apoyo institucional estable es imposible consolidar la recuperación y la difusión de un patrimonio musical milenario.

¿Cuántos españoles han podido alguna vez en sus vidas, escuchar en vivo las sublimes músicas de Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero o Tomás Luis de Victoria? Quizás algunos miles de privilegiados hayan podido asistir a algún concierto de los poquísimos festivales que programan este tipo de música. Pero la inmensa mayoría, nunca podrá beneficiarse de la fabulosa energía espiritual que transmiten la divina belleza de estas músicas. ¿Podríamos imaginar un Museo del Prado en el cual todo el patrimonio antiguo no fuera accesible? Pues esto es lo que sucede con la música, ya que la música viva solo existe cuando un cantante la canta o un músico la toca. Los músicos son los verdaderos museos vivientes del arte musical. Es gracias a ellos que podemos escuchar las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, los villancicos y motetes de los siglos de Oro, los tonos humanos y divinos del barroco… Por ello, es indispensable idear los mecanismos institucionales para dar a los mejores músicos un mínimo de apoyo institucional estable, ya que sin ellos nuestro patrimonio musical continuaría durmiendo el triste sueño del olvido y de la ignorancia.

La ignorancia y la amnesia son el fin de toda civilización, ya que sin educación no hay arte y sin memoria no hay justicia. No podemos permitir que la ignorancia y la falta de consciencia del valor de la cultura de los responsables de las más altas instancias del gobierno de España, erosionen impunemente el arduo trabajo de tantos músicos, actores, bailarines, cineastas, escritores y artistas plásticos que detentan el verdadero estandarte de la cultura y que no merecen sin duda alguna el trato que padecen, pues son los verdaderos protagonistas de la identidad cultural de este país.

Mi profundo desacuerdo con esta actitud y situación, son la única razón de mi renuncia al Premio Nacional de la Música 2014, y no, como algunos han querido dar a entender, por otras razones relacionadas con la actual situación política en Cataluña y por asociarlo a mi claro apoyo al derecho de los catalanes de votar el próximo 9 de noviembre. Llevo medio siglo de mi vida viajando con mi viola de gamba y mis músicos de Armenia, Turquía, Israel, Marruecos, Siria, Bulgaria, Bosnia, Serbia, del viejo y del nuevo mundo, y mi hogar es donde se venera a la música y la amistad. Pero en un mundo cada vez más globalizado, no puedo olvidarme de mis orígenes, de mi lengua ni de mi cultura, pero esto nunca me ha impedido sentirme en casa tanto en Sevilla como en Paris, en Basilea o en Nueva York, en Toledo o en Florencia. Con la música no se puede mentir, y el oficio de músico nos enseña y obliga a escuchar, a compartir, a respetar, a dialogar, a buscar la armonía y, gracias a todo ello, podemos establecer nuevos puentes entre las culturas y las creencias más diversas y alejadas.

Vivimos en una época de gravísimas crisis; política, económica, ética, social y cultural, a consecuencia de la cual una cuarta parte de los españoles está en situación de gran precariedad y más de la mitad de nuestros jóvenes no tiene, ni tendrá quizás, posibilidad alguna de conseguir un trabajo que les asegure una vida mínimamente digna. Una crisis que anunciaba ya Tomás Moro en 1516, cuando decía allí donde todo se mida por el dinero, no se logrará jamás organizar la justicia y la prosperidad social, a menos que consideres justa una sociedad en la que las mejores prebendas vayan a manos de los peores y que creas perfectamente feliz el Estado donde la fortuna pública sea la presa de un grupo de individuos insaciables de placeres, mientras la mayoría es devorada por la miseria” (Utopía: “Sobre la Justicia y la prosperidad social”). La prensa nos da a conocer cada día nuevos casos de corrupción de políticos y hombres de negocios, y al mismo tiempo se dan a conocer la lista de las 100 grandes fortunas de España, desvelando que aglutinan 164.424 millones de euros, y mencionando que sus fortunas habían aumentado en un año un 9’2%, mientras que el umbral de pobreza de la población aumenta día a día (¡solamente en una ciudad como Barcelona se ejecutan una media de 22 desahucios diarios de familias que no llegan a poder pagar su vivienda!). Esto nos hace recordar que vivimos en un mundo cruel y profundamente injusto, en el cual el 1% de la población posee lo que necesita el 99%: mejores viviendas, mejor educación, mejores médicos y mejores formas de vida. Ahora bien, como señala Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía en el 2001, a esa minoría le falta algo “que, al parecer, el dinero no ha comprado: la conciencia de que su destino está vinculado al modo en que vive el otro 99 por ciento. A lo largo de la historia, es algo que ese 1 por ciento superior acaba aprendiendo… demasiado tarde”.

Actualmente como observa con extraordinaria lucidez Tony Judt (1948-2010) “Nuestro culto contemporáneo a la libertad económica ilimitada, combinado con la intensificada sensación de miedo e inseguridad, conducen a la reducción de las prestaciones sociales y a una regulación económica mínima… El miedo resurge como un ingrediente activo de la vida política de la democracias occidentales. El miedo al terrorismo, por supuesto; pero también, y quizá de un modo más insidioso aun, el miedo a la incontrolable velocidad del cambio, el miedo a la pérdida del empleo, el miedo a perder terreno frente a otros en una distribución cada vez más desigual de los recursos, el miedo a perder el control de las circunstancias y las rutinas de la propia vida cotidiana. Y, quizá por encima de todo, el miedo a que ya no sólo no podamos dirigir nuestra vida, sino a que también hayan perdido el control quienes detentan la autoridad en provecho de fuerzas situadas más allá de su alcance”. Judt concluye defendiendo el lugar de la historia reciente en una época de olvido: “Creemos haber aprendido lo suficiente del pasado para saber que muchas de las viejas respuestas no funcionan, y puede que sea cierto; pero en lo que el pasado puede ayudarnos es a comprender la eterna complejidad de las preguntas».

Nos dice Elias Canetti “Cuanto más la población terrestre va volviéndose más densa, cuanto más la vida se vuelve más maquinal, menos podremos pasar de la música. No está lejos el día donde ella sola podrá salvarnos de la ceñida red de lo funcional, y es el primer deber de la inteligencia futura preservar de toda influencia esta formidable reserva de libertad. Ella es la historia viviente de la humanidad pues, sin ella, solamente poseeríamos parcelas muertas”. Son todos los músicos actuales los que mantienen viva esta historia de la humanidad, pues con sus cantos y sus sonidos, con su talento y su sensibilidad, nos transmiten día a día, toda la belleza creada por todos los grandes compositores del pasado. Sin ellos, sin la emoción de este eterno renacer, que es el milagro del arte, dormirían el triste sueño del olvido. Todo ello explica mi renuncia al Premio Nacional de Música 2014, convencido que este sacrificio será comprendido como un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas y pueda, quizás, servir de reflexión para imaginar y construir un futuro más esperanzador para nuestros jóvenes.

Creo, como decía Dostoyevski, que la Belleza salvará al mundo, pero para ello es necesario poder vivir con dignidad y tener acceso a la educación y a la cultura.

La immigració a Catalunya

[Judit Carrera, El País, 8-11-2014]
En vigílies del 9-N, és interessant constatar la proliferació de projeccions de futur que genera la perspectiva de la independència de Catalunya. Aquesta setmana es va presentar a Barcelona el Llibre Blanc de la capital d’Estat i, fa només un mes, el Llibre Blanc de la Transició Nacional de Catalunya, que inclou reflexions prospectives sobre diferents àmbits de l’organització d’un Estat independent. Benvinguts siguin aquests informes que alimenten el debat raonat i que haguessin estat un bon punt de partida per a una discussió política de fons com la que va tenir lloc en el referèndum d’Escòcia.

Per complementar aquests horitzons de futur, s’acaba de publicar un llibre important que ofereix una fotografia de present de Catalunya a partir de la immigració. Es tracta de Catalunya al mirall de la immigració. Demografia i identitat nacional (L’Avenç), una obra monumental d’Andreu Domingo que analitza l’evolució de la població catalana des de principis del segle XX fins a l’actualitat. És un llibre exhaustiu que, a partir del cas català, recorre molts dels debats polítics, jurídics i culturals vinculats a la immigració en les societats occidentals de les últimes dècades. No obstant això, més enllà dels discursos teòrics, el més interessant del llibre és el retrat demogràfic que fa de Catalunya, la fotografia real de qui som, on hem nascut i on emigrem. En un moment de tantes incerteses i especulacions, és reconfortant trobar un llibre que parteix de la realitat demogràfica que efectivament tenim i que resulta imprescindible per elaborar una idea fidedigna de la nostra societat.

La principal conclusió del llibre és la centralitat de la immigració en l’evolució de la població de Catalunya. Que aquesta ha estat una terra de pas i d’acolliment no és només un tòpic. Domingo demostra fins a quin punt les principals onades d’immigració del segle XX han estat determinants per a la Catalunya actual. Amb la població envellida i la baixa fecunditat pròpies de tot país que ha fet la seva transició demogràfica, Catalunya ha passat de 2 milions d’habitants el 1901 als 7,5 milions actuals gràcies sobretot a tres onades d’immigració: la del primer terç de segle, la que va tenir lloc durant el franquisme i la més internacional i recent de finals dels anys noranta i principis del segle XXI.

Amb aquesta perspectiva de llarg recorregut, Domingo demostra que les migracions depenen essencialment dels cicles econòmics, de tal manera que les tres van tenir lloc durant les fases de creixement prèvies a la crisi del 1929, la del petroli del 1973 i la global i financera del 2008, respectivament. D’entre totes, sobresurt l’última immigració internacional, perquè és la més important en termes absoluts, que avui representa el 17,7% de la població i que ha estat la responsable del 90% del creixement demogràfic recent català. A això últim contribueix sens dubte el fet que els seus integrants tinguin una mitjana d’edat de 31,3 anys. Així, la immigració internacional ha canviat el demos català de manera radical. Com a mostra, una anècdota: tots els estats del món estan avui representats en algun municipi català.

El llibre de Domingo és un triturador de tòpics. Per exemple: la  intensa onada d’immigració internacional no ha comportat la creació de guetos

El llibre de Domingo és també un triturador de tòpics. Per exemple: aquesta intensa onada d’immigració internacional no ha comportat la creació de guetos. Només en 16 municipis catalans el nombre de nascuts a l’estranger supera als nascuts a Espanya, sense que necessàriament això comporti pobresa o marginalitat. De fet, les àrees més segregades de Catalunya estan ocupades per ciutadans d’altres països de la UE, molts dels quals amb un elevat poder adquisitiu.

Un altre tòpic que desfà el llibre és que el català s’ha mantingut no a pesar, sinó gràcies a la immigració. La llengua és el principal tret cultural dels catalans i, com a tal, és molt més obert i fàcil d’adoptar que una nacionalitat, una religió o evidentment una raça. A l’immigrant només se li demana que respecti que el català és la llengua pròpia i que no s’oposi al fet que sigui la llengua dels seus fills. Així, amb el temps, el català s’ha convertit en el principal instrument d’integració i de reconeixement dels immigrants, de manera que l’acceptació, aprenentatge i ús de la llengua han revertit de manera directa en la seva bona salut actual.

Catalunya al mirall de la immigració és un llibre ple de matisos que aborda la complexitat de la immigració i de fenòmens demogràfics d’enorme transcendència i sensibilitat política i social. Així, per exemple, es dilueix la idea comuna que Franco va utilitzar la immigració rural per intentar desnaturalitzar el poble català, o s’alerta del perill de creure que Catalunya està expulsant de manera massiva els seus joves més ben formats davant el risc que es converteixi una profecia autocomplerta.

En un moment en què els catalans manifesten una clara voluntat de passar per les urnes per fixar el seu propi retrat i decidir el seu futur, estem davant un llibre interessant i de gran utilitat.

Judit Carrera és politòloga

Corrupció a Espanya

 I AIXÍ FINS A LA CRISI FINAL” [Enric Company, El País 28-10-2014]

D’on ve tot això? Com ha pogut créixer tan vigorosa en un sistema democràtic la corrupció pública entre els governants? L’excusa que alguns pocavergonyes s’aprofiten de certes situacions no explica l’expansió com una taca d’oli de la idea que les Administracions públiques existeixen perquè els polítics les saquegin, que és el que mostren el cas Gürtel i les seves múltiples derivacions o el cas Millet i molts d’altres. No explica tampoc com ha pogut ser tan extensa la convicció d’impunitat, la creença que el poder polític també serveix per protegir, arribat el cas, qui sigui enxampat en una falta. Ni la idea que, si enxampen algú, només hagi de dimitir si el partit l’hi exigeix.

Aquí tenim un intent d’explicació. Durant quatre llargues dècades, des de la Guerra Civil, el que estava permès als titulars de l’Administració pública era, simplement, el que la superioritat permetia. Aquest era el control veritablement existent, tant en el plànol polític com en el de la moral pública. Era així i punt. Era un sistema d’una verticalitat total, que acabava en un vèrtex unipersonal lliure de qualsevol obligació de retre comptes. Es vanagloriava obscenament que, en tot cas, els comptes els retria només davant de Déu i la història. Però, la superioritat, què era, materialment? Era una línia directa, vertical, jeràrquica, en la qual tenir la confiança i l’assentiment directe o indirecte del nivell immediat per dalt assegurava al de baix la correcció del que cadascú decidís que era bo o dolent, correcte o incorrecte. Si la superioritat deia que pel bé del partit, o de la pàtria, calia fer això o allò altre, es feia, per descomptat. Si mentrestant se’n derivaven beneficis marginals i colaven, doncs això, colaven. Des del Govern fins a l’últim alcalde. Per descomptat, no es dimitia, se cessava.

Aquest va ser el model del franquisme i el franquisme va ser, cal recordar-ho, l’hàbitat polític de les dretes d’aquest país des del 1939, o el 1936 en segons quines zones, fins al 1977. Quatre dècades seguides donen per a molt i això explica en gran mesura que aquest model es convertís en cultura, que quallés com la cultura política de gran part de les dretes i de les elits econòmiques crescudes a la seva ombra, que van ser les beneficiàries de la dictadura. L’Administració era patrimoni exprimible per qui la regentava, fins a nova ordre.El que se sap del cas dels ERE a Andalusia parla més d’una mimetització d’aquest model d’arrel caciquista

Se sap de sobres que hi ha hagut casos de corrupció política també en partits com CiU i el PSOE, que a diferència del PP no es van forjar a partir del motlle polític del franquisme. Més aviat al contrari, es van formar o van renéixer com els seus adversaris. El cas més notable que afecta el PSOE, el dels ERE d’Andalusia, mostra similituds amb el comportament del PP en els seus feus de Madrid, València i les Balears. Però en aquesta ocasió es tracta més aviat de l’assimilació d’una altra de les característiques de la tradició política de les dretes, que és anterior al franquisme, la del clientelisme derivat del sistema caciquista de l’època de la Restauració borbònica. Com el del franquisme, són els sistemes que han permès la dominació social i política de les dretes durant un segle, amb intervals breus, brevíssims. El que se sap del cas dels ERE a Andalusia parla més d’una mimetització d’aquest model d’arrel caciquista per una esquerra que, amb els anys, acaba per enquistar-se en l’Administració més que dirigir-la per governar.

Evidentment, no es tracta de remetre al franquisme o al caciquisme del segle XIX la culpa del que passa ara. La descripció d’aquests models tampoc ho explica tot. En un país amb una moral pública mitjanament digna d’aquest nom, l’aparició del nom del president del Govern en una llista de dirigents del seu partit que cobrava en negre, com és el cas de Rajoy, n’hauria provocat la dimissió. Com que en aquesta llista també hi ha el ministre d’Hisenda en plaça i molts altres polítics amb altes responsabilitats, el més normal és que una crisi d’aquesta envergadura requerís una refundació del partit. I unes eleccions. Això no es va fer i des de llavors el que ha passat és una pluja d’escàndols protagonitzats per polítics destacats del PP que, incomprensiblement, no s’afronten. En espera de què? Que la ciutadania se n’oblidi, que cada nou cas tapi el de la setmana anterior?

El Govern format per un partit immers en aquestes condicions està legitimat per dur a terme la venda del patrimoni públic, com vol fer el de Rajoy amb AENA, per exemple? No, no ho està. El fet que ho faci reforça la idea que manca d’una moral pública homologable a la de països similars. Però no d’objectius. A l’inrevés, aquests objectius es converteixen en la justificació de la seva continuïtat a ulls dels mitjans econòmics beneficiats per les seves polítiques. Es tracta de seguir utilitzant la conjuntura de crisi econòmica per continuar amb el gegantí traspàs de riquesa de les classes mitjanes i populars a una fracció privilegiada: la que gestiona els entramats econòmics i la que no para de cridar al Govern: “Així, així”. I així fins que cristal·litzi la crisi de règim.

***************************************************************************************

  1. Funcionamiento de una trama” [El País, 28-10-2014]
  2. Claves de la Operación Púnica” [El País, 27-10-2014]