Las catalanas Balkan Paradise Orchestra conquistan Haizetara
Un grup d’alumnes de l’Institut Investigador Blanxart (Terrassa) han fet un exercici de memòria histórica, cercant poemes d’autors republicans, aproximant-se a la gent adulta que va viure la dictadura franquista i visitant un lloc de memoria de la repressió: el camp de la bota. L’escrit que acompaña l’audiovisual diu el següent:
Us faig arribar l’audiovisual protagonitzat per l’alumnat de 4 d’ESO del nostre centre. El podeu trobar al link que teniu a continuació i també a la pàgina web del centre.És un exercici d’intercanvi generacional que ha pretès apropar els joves a les persones grans, facilitant el coneixement mutu. És un projecte formatiu perquè, a més del treball en l’àmbit de la literatura castellana, incideix directament en el seu desenvolupament social i personal.Ha estat un projecte de memòria històrica sobre la Guerra Civil i la dictadura franquista, amb el fil conductor de poetes represaliats.Un treball que ha insistit en la importància de no oblidar un temps de silenci i de por, que vol subratllar la importància de la lluita permanent per a no perdre els valors democràtics.
En las manifestaciones de Alhucemas (56.000 habitantes) no suele verse una sola bandera de Marruecos. Sin embargo, abundan los símbolos amazigs. Los jóvenes del Rif suelen levantar los tres dedos centrales de una mano, en referencia a los tres elementos que aúnan la cultura bereber: identidad, tierra y lengua. También aparecen, aunque mucho menos, los emblemas de la República del Rif (1921-1926), fundada por Abdelkrim el Jatabi (1882-1963) tras vencer a los españoles en la batalla de Annual. Viendo esas banderas, podría pensarse que no existe ningún apego con el Estado marroquí, o que los manifestantes aspiran a la autodeterminación. Pero ese sería un análisis muy precipitado.
La palabra separatista es un insulto para muchos rifeños. La mayor manifestación que los habitantes de Alhucemas recuerdan en la ciudad se produjo el pasado 18 de mayo, después de que el Gobierno de coalición, formado por seis partidos, difundiera un comunicado en el que acusaba a los líderes de la protesta de actuar bajo intereses “separatistas”. En aquella manifestación, el lema fue: No sois un Gobierno, sois una mafia, en alusión a la frase que Abdelkrim pronunció desde su exilio en Egipto: “¿Sois un Gobierno o una mafia?”
Antes de seguir conviene aclarar algo. Cuando se habla del Rif se hace referencia al norte de Marruecos. Pero la delimitación exacta no existe, ya que el Rif no está reconocido como entidad administrativa. Existe, eso sí, la región de Tánger, Tetuán, Alhucemas. Hasta hace dos años la capital de la región era esta última. Ahora es Tánger. “El desplazamiento de la capital administrativa ha agudizado la crisis económica de Alhucemas”, señala un intelectual de izquierdas que prefiere ocultar su nombre. “Los funcionarios que había aquí tenían un sueldo asegurado e incentivaban el consumo en la ciudad. Esa gente se marchó a Tánger, a cuatro horas de Alhucemas. En Tánger se hacen muchísimas inversiones: un puerto, el tren de alta velocidad, muchos hoteles… Pero aquí no llega nada del dinero que se invierte en Tánger”.
Quienes critican las protestas de Alhucemas a menudo alegan que hay otras zonas del país que son más pobres que Marruecos. Muchos rifeños se encogen de hombros. “Allá ellos sí quieren seguir siendo sumisos y vivir en la Edad Media”, indica un simpatizante del llamado Movimiento Popular. Faysal Ouassar, responsable local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), cree que la clave está en la historia del Rif. “Hay mucha ira acumulada”. Todo el mundo en Alhucemas tiene ciertas fechas grabadas en la memoria. Entre 1921 y 1927 el Ejército español empleó en el Rif gases asfixiantes prohibidos y estrenó el gas mostaza. Un ensayo presentado en 2015 en Rabat estudiaba la terrible influencia de esos gases, 90 años después, en las enfermedades cancerígenas de la región. La investigación indicaba que casi el 80% de los adultos y el 50% de los niños enfermos de cáncer atendidos hoy en día en el hospital de oncología de Rabat proceden de la misma zona del Rif bombardeada por la aviación española. De ahí viene una de las peticiones que el Movimiento reclama con más insistencia: la construcción de un hospital especializado en oncología.
El semanario marroquí Telquel resume esta semana la historia de las represiones en el Rif en una frase: “Cada vez que se trata de aplacar los disturbios rifeños, los españoles, franceses o los marroquíes lo han hecho a través de guerras sucias y de una represión brutal”. En 1958, dos años después de la independencia de Marruecos, las provincias del Rif se sublevaron contra el monarca Mohamed V. El entonces príncipe Mulay Hassan, padre del actual rey, se encontraba al mando de las fuerzas armadas de Marruecos. Desde un helicóptero dirigió la represión donde, según indica desde Francia el historiador Pierre Vermeren, está más que probado que Hassan usó napalm (una especie de gasolina gelatinosa). Vermeren calcula en 8.000 el número de muertos.
Convertido ya en rey, Hassan II volvió a aplastar otra revuelta rifeña en 1984. “Aquella la iniciamos los estudiantes de instituto”, recuerda el activista de Alhucemas Mohamed Moha. “Pedíamos que se legalizaran los sindicatos de estudiantes en los institutos. Yo tenía entonces 16 años. Y aún recuerdo perfectamente las tanquetas que metió en las calles. Metieron en la cárcel a unos 500 jóvenes. Yo fui condenado a dos años de prisión, entre 1987 y 1989. Recorrí 13 cárceles en esos dos años. Desde entonces he soñado mucho con el futuro del Rif. Pero ni en mis mejores sueños imaginé que el pueblo rifeño se iba a unir de forma tan masiva en una protesta como la de ahora”.
Un compañero de militancia de Moha, que prefiere mantener el anonimato, añade: “Nosotros le plantamos cara a Hassan II en los años ochenta. Pero no conseguimos nada. Estos chicos del Movimiento, sin embargo, son más inteligentes que nosotros porque piden cosas concretas que llegan al pueblo: un hospital, una universidad. Nosotros andábamos perdidos con causas internacionales y también en discusiones teóricas como la Guerra Fría, la teoría del socialismo o cómo tenía que ser la relación entre los sindicatos y los partidos. Pedíamos también la independencia de Palestina, pero estos chavales reclaman soluciones a los problemas del día a día”.
Hassan II nunca visitó el Rif y condenó a la región a la pobreza más profunda. La única salida fue la producción de hachís y la emigración. En 1999 llegó al trono su hijo, Mohamed VI, y decidió emprender su primer viaje oficial a Alhucemas. El monarca recibió al hijo de Abdelkrim El Jatabi, le estrechó la mano y le dio un abrazo en señal de reconciliación nacional. Desde entonces, Mohamed VI suele pasar unas semanas del verano en Alhucemas. En 2004 un terremoto mató a 600 personas en esta ciudad y quedó más expuesta, más desnuda y más vulnerable la pobreza de la región. Mohamed VI impulsó la construcción de varias infraestructuras, pero la zona sigue aislada, dependiendo en buena parte de los ingresos de los emigrantes que se fueron al extranjero.
“Con las crisis en Europa se ha cerrado esa válvula de escape que era la emigración”, indica otro intelectual de 50 años que también pide ocultar su nombre. Quedan las remesas de los emigrantes en Europa y la industria del hachís. “Hay decenas de miles de hectáreas sembradas que alimentan a unas 800.000 personas”, señala el historiador Vermeren. El activista Mohamed Moha explica: “El hachís ha creado una élite que siempre ha estado manipulada y consentida por el Estado. Esa élite, que gana muchísimo dinero sin exponerse al riesgo, vive en Europa, sobre todo en Holanda. Después está la gente de Ketama, que es muy pobre. Allí el 90% de la población es pobre”.
Pero ni las remesas ni el hachís permiten a la mayoría de los rifeños vivir con dignidad. Si no, no habría tanta gente en las calles ni las huelgas generales tendrían una aceptación tan masiva. Seguimos con la historia de la rabia acumulada. Entre las fechas grabadas con sangre —1926, 1958, 1984— no podía faltar la primavera árabe de 2011. Alhucemas puso las únicas víctimas mortales de Marruecos. Eran cinco jóvenes que murieron calcinados la noche del 20 de febrero en un cajero automático en circunstancias aún no aclaradas.
Y así llega el 28 de octubre de 2015, el día en el que el vendedor de pescado Mouhcine Fikri murió triturado en un camión de basura cuando trató de impedir que le confiscaran la mercancía ilegal. Un desempleado de 39 años, Nasser Zafzafi, subió al estrado de la plaza central y empezó a hablar en voz alta de lo que hasta entonces apenas se cuchicheaba en los cafés: el Gobierno títere a las órdenes del Majzén (Palacio Real), los políticos locales que terminaron enriqueciéndose a costa del pueblo, los abusos de las autoridades… Zafzafi nunca destacó en los estudios y no tenía un discurso muy estructurado. Pero conocía muy bien las lecciones de historia que el pueblo rifeño deseaba escuchar.
Los manifestantes marroquíes tiran piedras contra las fuerzas de seguridad en Imzouren, cerca de Alhucemas. YOUSSEF BOUDLAL (REUTERS)
Los pensionistas echan fuego por los ojos a cuenta del impuesto sobre la dependencia propuesto por los conservadores
Si a los desheredados encima se les engaña, en ocasiones se rebelan. Es lo que sucede en la campaña electoral británica. Y es lo que rebaja la expectativa de una amplísima victoria de la primera ministra y lideresa conservadora, Theresa May.
Los pensionistas, los más y los menos acomodados, echan fuego por los ojos a cuenta del demencial impuesto a la demencia propuesto (y luego a medias retirado, pero siempre vivo), por la jefa tory en su manifiesto electoral para el próximo día 8. Desde que lo hizo público, el 17 de mayo, no logra recuperar su gran ventaja inicial. Al revés, sigue reduciéndose.
El impuesto a la demencia, así bautizado por el líder vétero laborista Jeremy Corbyn, ocupa dos líneas del manifiesto, redactadas personalmente por la propia May. Consiste en un copago sanitario a abonar por los jubilados. Deberán pechar su atención sociosanitaria con sus recursos, hasta que les quede un máximo de 100.000 libras. Y si disponen de vivienda y no de cash (dinero en efectivo), deben venderla.
Al formarse la escandalera hace diez días, May banalizó su idea, asegurando que nadie perdería su hogar. Pero lo harían luego los herederos de padres así endeudados con el Servicio Nacional de Salud.
Para más inri, el copago resultaría asimétrico, según el tipo de enfermedad: los aquejados de demencia o artritis grave y atendidos en sus domicilios afrontarían más costes que las víctimas de cáncer tratadas en los hospitales públicos. De ahí el apelativo de “impuesto a la demencia”.
A diferencia de otras reformas anteriores, maceradas y discutidas con profesionales y usuarios, ésta fue decidida unipersonalmente, se improvisó en el último minuto y en su formulación inicial solo duró 96 horas. Por eso la tarjeta de presentación de May como encarnación de un liderazgo “fuerte y estable” ha sido públicamente ridiculizada por la prensa como “débil y tambaleante”.
¿Por qué, pese a la rectificación, este revés continúa deteriorando la credibilidad tory?
Porque ha tenido el efecto de una caída de máscara. Ya el predecesor de la actual primera ministra, David Cameron, presentó su manifiesto de 2006 bajo un imperativo social: “El principal examen que tenemos que superar es cómo ayudar a los más desheredados de la sociedad, no a los ricos”.
Luego su política económica, aunque logró mantener un buen ritmo de crecimiento, incrementó la desigualdad e hizo poco por los “desheredados”.
Theresa May, en parecida línea retórica inspirada en la derecha compasiva de Benjamin Disraeli, prometió que el conservador dejaría de ser “el partido desagradable”, propugnó reducir desigualdades de renta, protección social frente a liberalismo económico, lucha contra la evasión fiscal, coto a los directivos y grandes corporaciones.
Y la receta que se le ha ocurrido es la del impuesto demencial. Trufada con otra, la reducción del subsidio universal del fuel invernal para calefacción dispensado a todos los pensionistas, para hacerlo más selectivo. Por todo eso hay una rebelión en marcha.
Y porque la memoria colectiva no es tan flaca. Margaret Thatcher, la dama de hierro y matrona del neoliberalismo, tropezó también con su instinto social reaccionario al proponer un impuesto de capitación, la poll tax, para unificar los gravámenes locales.
Era un impuesto a pagar por cada individuo sin considerar su nivel de riqueza: antiproporcional, antiprogresivo, antirredistributivo. Las plazas británicas desbordaron de protestas. Sus protegidos la empujaron a dimitir, para escapar, ellos, de la tormenta. Era 1990. Anteayer.
La seva autora, Pilar Salvador, ha fet una investigació on relaciona la història i el Dret, comparant dos textos de caràcter jurídic: el Liber Iudiciorum (segle VI) i el Còdex de Costums de Tortosa (segle XIII). Aquestes fonts històriques de caire jurídic han estat la base per a respondre a una pregunta: quins drets van ser adquirits per les matrones de Tortosa al segle XII? Es tractava de saber si les dones de l’orde de l’atxa havien aconseguit un reconeixement jurídic gràcies als privilegis atorgats pel comte de Barcelona i, consegüentment, si aquest fet va quedar reflectit d’alguna manera en l’ordenament jurídic d’aquells temps medievals.
L’autora del treball de recerca les matrones de Tortosa no tan sols ha utilitzat les fonts primàries sinó que ha consultat tota una diversitat de fons documentals molt rellevants per contextualitzar la conformació de l’orde de l’atxa durant el segle XII. Cal destacar, a més, la utilització de la font oral recollint el testimoni del doctor en dret Jesús Massip i Fonollosa, historiador i director honorari del Museu-Arxiu de Tortosa. El resultat és un treball exemplar que combina les fonts primàries de caràcter històric i jurídic, els documents d’arxiu i les fonts orals.
Centre de recursos pedagògics Vallès Occidental II
Foto de grup de les premiades i membres de la comissió avaluadora (UPF, 2017)
Desde 1957, año de creación de la Comunidad Económica Europea, ha habido siete ampliaciones hasta llegar a los 28 miembros actuales de la Unión Europea. Las últimas incorporaciones desde 2004 corresponden a países del este de Europa.
La Unión Europea superó en 2008 los 500 millones de habitantes. La evolución prevista hasta 2080 indica un fuerte descenso de personas en edad de trabajar y un aumento de la población mayor de 65 años. La superficie de los 28 coloca al territorio europeo como el cuarto más grande del mundo, por detrás de China, Estados Unidos y Rusia.
La mitad de los encuestados son optimistas sobre el futuro de la Unión Europea, aunque esta valoración ha caído 19 puntos en los últimos 10 años mientras el pesimismo ha crecido 20 puntos hasta el 44%. Eurobarómetro de otoño de 2016 realizado entre el 3 y el 16 de noviembre. Realizadas 27.705 entrevistas en los países miembros sobre la imagen de la UE.
Tres articles:
EUROPA BUSCA REINVENTARSE A LOS 60 [Claudi Pérez, El País 25-3-2017]
Tratado de Roma: Europa busca reinventarse a los 60 | Internacional | EL PAÍS
La UE son sus 1.000 kilómetros de muros: quien busque un ejemplo de la debilidad del proyecto no tiene más que contemplar la valla que levanta Hungría ante la marmita borboteante que vuelven a ser los Balcanes. Europa es una restaurante de comida grasienta en Kirkcaldy (Escocia), donde uno puede reflexionar sobre el Brexit y los estragos de la desindustrialización junto a una placa que dice que Adam Smith escribió allí La riqueza de las naciones. La Unión puede relatarse desde un mitin de Le Pen, con una descripción de las cicatrices que deja un paro del 40% en el Campo de Gibraltar. O en Prato, cuna del zapato italiano, para descubrir sus 3.000 negocios de propiedad china, en los que se trabaja en condiciones de semiesclavitud. Crisis migratoria, económica, de seguridad, social: hay mucha crisis en los 10 últimos años. Pero la Unión celebra este sábado 60, y seis décadas dan al menos para otro punto de vista: para ver cómo funciona Europa hay que pasar unas horas en el triángulo formado por Sarrebruck (Alemania), Metz (Francia) y Luxemburgo. Aquí, los prósperos ciudadanos de los tres países se mueven libremente por fronteras invisibles; viven en un Estado, trabajan en otro, van de compras a un tercero. Las conversaciones viajan de un idioma a otro “ajenas a las enemistades históricas que los niños siguen aprendiendo en la escuela pero ya no se corresponden mucho con lo que ven”, dejó escrito Tony Judt.
El 25 de marzo de 1957 se firmaron los Tratados Constitutivos de la Comunidad Económica Europea y de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) que, junto con el de la Comunidad del Carbón y del Acero, constituyen la semilla de la UE. Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo fueron los miembros fundadores.
Nada es más esencial al comenzar que asegurarse de la riqueza del punto de vista: en medio de una policrisis existencial hay que escribir sobre el alambre de espino de la valla de Ceuta y sobre el alambre de espino metafórico de los ultras, pero este diario elige Schoeneck, un pueblo tranquilo en la zona francesa de ese triángulo, para empezar a contar el 60º aniversario del Tratado de Roma, que se celebra este sábado con una sobria ceremonia en el Campidoglio de Roma.
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Una acera de la calle Pasteur de Schoeneck es el final de Francia; la otra es ya el Sarre alemán. En el lado francés del adoquinado, la conversación con Daniel Schuller, guarda forestal de 62 años, deriva en las elecciones presidenciales, el peligro que supone Marine Le Pen y, en fin, “el malestar de Francia”. Al cruzar la calle-frontera, Daphne, de 33 años, cuenta cómo los jóvenes de la localidad “trabajan indistintamente en Francia, Alemania e incluso Luxemburgo”, y relaciona los comicios de este fin de semana en el Sarre con las presidenciales francesas y las alemanas de otoño: “Año de elecciones, año de riesgos”, apunta condensando el spleen de una época.
Un aniversario tiene siempre una doble dimensión. Exige una mirada hacia atrás, y ahí la foto sale borrosa si se arranca en 2007 —“hay evidencias de divergencia económica entre los 12 países que adoptaron el euro”, según el BCE—, pero brilla con luz propia si se amplía el foco hasta 1957: de 6 a 28 países, de 185 millones de personas a 510, de una renta per cápita de 15.000 euros a 52.000, y sobre todo una historia de relativa paz y estabilidad en la que se han ido asentando las jóvenes democracias de Grecia, España, Portugal o el Este. Los 60 requieren también prospectiva: el resultado es peor. Europa ha sido resistente a una enorme variedad de crisis. Pero está encogiendo: Reino Unido se va. El Este se encierra sobre sí mismo. El ascenso de los ultras genera un equilibrio inestable, con una narrativa cargada de negatividad. Y aquel leit motiv, “una unión cada vez más estrecha”, parece ahora un puñado de palabras de charol.
“Es un aniversario agridulce”, cuenta con un hilo de voz Charles Kupchan, ex asesor del estadounidense Barack Obama. “Con las luces largas, el proyecto es un éxito inclasificable. Pero Europa es ahora más vulnerable que nunca. No ha solucionado sus cuestiones existenciales. La crisis del euro está por resolverse: si vuelve, el continente no tiene defensas. El desencanto es indiscutible. Los populismos pueden poner patas arriba Francia e Italia. El Brexit es la máxima expresión del punto de ruptura. Todo eso, más la agresividad de Putin y Trump, obliga a Europa a reinventarse”.
La Unión entra en una edad muy respetable, pero sus problemas proceden de no haber sabido resolver la crisis de los 40. “Después de asegurar la paz, Europa abrazó el mercado común y así se amarró al mástil imaginario de la prosperidad: esa ha sido la esencia del relato en los últimos tiempos, salvo por el detalle de que los resultados no acompañan”, explica Peter Hall, de Harvard. La UE aún es un éxito: el Estado de bienestar fue una especie de tratado de paz. Pero la última década ha sido demoledora: Paul de Grauwe, de la London School, subraya que los beneficios de la integración se han repartido de forma muy desigual: “La UE se olvidó de integrar a los perdedores. Es una historia parecida a la de la globalización. Y ese olvido es la base del populismo, el mayor desafío para su supervivencia”.
El proyecto da la impresión de sobrevivir sumergido en una especie de crisis líquida, cambiante pero casi perpetura, como para darle razón al padre espiritual de la criatura, Jean Monnet y su “Europa se forjará en las crisis”. El inconveniente de esa profecía es que da a entender que todas las crisis tendrán un final feliz: la tentación del optimismo, a pesar de los pesares, es relativamente habitual en Bruselas. “Los franceses se lo pensarán dos veces antes de votar a Le Pen. Alemania no es problema. Italia sí, por su situación económica y política, pero si el eje francoalemán se recompone todo será más fácil. El Brexit va a ser un divorcio doloroso e impide la música triunfal de otros tiempos, pero nadie debería subestimar la capacidad de resistencia europea”, resume una alta fuente comunitaria.
En la carretera de Luxemburgo a Sarrebruck hay media docena de ciudades industriosas, con ese paisaje idílico salpicado de granjas, casas y bosquecillos de la Europa central. Pinos, hayas, robles: buena parte de los árboles que crecen junto al río Sarre, justo al lado de Schoeneck, hunden sus raíces en un fértil manto de cadáveres. “La paz es uno de los grandes dividendos de la construcción europea”, reflexiona el analista Throsten Beck, “pero es evidente que aún hay riesgos enormes. Izquierda y derecha han fracasado en la gestión de la crisis y han abierto la puerta a fuerzas extremistas. El mayor desafío ya no es una crisis financiera, sino una sacudida política, una Le Pen, una mayoría eurohostil en Italia”.
Los expertos e incluso los eurócratas coinciden en que un salto adelante federalista no es posible. Ni las cancillerías ni la ciudadanía están por la labor: Berlín defiende un enfoque más pragmático. “Frente al idealismo de la unión cada vez más estrecha, se impone un realismo basado en la Europa de las múltiples velocidades con un nuevo énfasis en la seguridad. Eso puede ser un antídoto para el resentimiento contra la UE”, subraya Eric Kauffman, de la Universidad de Londres. Ni rastro de ese resentimiento en Schoeneck, donde Le Pen es una especie de Moriarty de andar por casa. Pero Schoeneck no es la medida de todas las cosas: Roma será una buena piedra de toque para ese examen continuo al que se enfrenta el continente, con sus líderes firmando solemnes declaraciones y dos manifestaciones en la calle, una a favor y otra en contra de la Unión. Así están las cosas: la gran partida, en Europa, se juega en la mente de sus ciudadanos. Si se confirma la ruptura piscológica con la idea de unidad, la crisis dejará de ser una forma difusa de hablar.
El País, 10-1-2017- Nueve frases memorables para recordar a Zygmunt Bauman
El sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman ha fallecido este lunes a los 91 años en la ciudad inglesa de Leeds. Era el creador del concepto de la “modernidad líquida” y fue uno de los intelectuales clave del siglo XX. Se mantuvo activo y trabajando hasta sus últimos momentos de vida. En los últimos años ha concedido varias entrevistas a este diario. He aquí una lista con algunas de sus mejores frases:
1. “Las redes sociales son una trampa”.
2.“El viejo límite sagrado entre el horario laboral y el tiempo personal ha desaparecido. Estamos permanentemente disponibles, siempre en el puesto de trabajo”.
3. “Todo es más fácil en la vida virtual, pero hemos perdido el arte de las relaciones sociales y la amistad”.
4. “Hemos olvidado el amor, la amistad, los sentimientos, el trabajo bien hecho. Lo que se consume, lo que se compra “son solo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos”.
5. “El 15-M es emocional, le falta pensamiento”.
6. “Las pandillas de amigos o las comunidades de vecinos no te aceptan porque sí, pero ser miembro de un grupo de en Facebook es facilísimo. Puedes tener más de 500 contactos sin moverte de casa, le das a un botón y ya”.
7. “Ha sido una catástrofe arrastrar la clase media al precariado. El conflicto ya no es entre clases, sino de cada uno con la sociedad”.
8. “Las desigualdades siempre han existido, pero desde hace varios siglos se cree que la educación podía restablecer la igualdad de oportunidades. Ahora, el 51% de los jóvenes titulados universitarios están en el paro y los que tienen trabajo, tienen un empleo muy por debajo de sus cualificaciones. Los grandes cambios de la historia nunca llegaron de los pobres de solemnidad, sino de la frustración de gentes con grandes expectativas que nunca llegaron”.
9. “La posibilidad de que Reino Unido funcione sin Europa es mínima”, dijo en 2011.
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Con Zygmunt Bauman se apaga una de las voces más críticas con la sociedad contemporánea, individualista y despiadada, a la que definió como la “modernidad líquida”, aquella en la que ya nada es sólido. No es sólido el Estado-nación, ni la familia, ni el empleo, ni el compromiso con la comunidad. Y hoy “nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso”. Esa voz sonó lúcida hasta el fin de sus 91 años. Escribía uno, dos y hasta tres libros al año, en solitario o con otros pensadores, pronunciaba conferencias y respondía a los periodistas en entrevistas en las que había que elegir muy bien las preguntas porque las respuestas se extendían muchos minutos como en una sucesión de breves discursos. Esos sí, muy sólidos
Hablaba despacio porque pulía cada una de sus frases, un hilo de ideas que daría para más libros de los que ha firmado en su prolífica carrera. Algunos tomados al dictado, cabe creer que de un tirón. Quizás con alguna pausa de las que aprovechaba para fumar en pipa.
El sociólogo y filósofo de origen polaco (Poznan, 1925) murió ayer “en su casa de Leeds, junto a su familia”, anunció su colaboradora Aleksandra Kania en nombre de los suyos. En su larga vida sufrió los horrores del siglo XX —la guerra, la persecución, las purgas, el exilio— pero eso no le hizo conformista con nada de lo que vino después.
Durante más de medio siglo ha sido uno de los más influyentes observadores de la realidad social y política, el azote de la superficialidad dominante en el debate público, crítico feroz de la burbuja liberal que inflaron Reagan o Thatcher en los ochenta y que reventó más de 30 años después. Retrató con agudeza el desconcierto del ciudadano de hoy ante un mundo que no ofrece seguridades a las que asirse. Se refería al “precariado” como al nuevo proletariado, con la diferencia de que no tiene conciencia de clase. Figura muy respetada por los movimientos de indignados del nuevo siglo (desde el 15-M español a Occupy Wall Street), él comprendía sus motivos y se interesaba por sus experiencias, pero apuntaba sus debilidades e incongruencias, convencido como estaba de que es más fácil unir en la protesta que en la propuesta. Desconfiaba del “activismo de sofá”, ese que quiere cambiar el mundo a golpe de clic, y relativizaba el poder que se atribuye a las redes sociales, porque pensaba que el verdadero diálogo solo se produce en las interacciones con los diferentes, y no en esas “zonas de confort” donde los internautas debaten con quienes piensan igual que ellos.
Su trayectoria avalaba su autoridad intelectual. Apenas tenía 13 años cuando su familia, judía aunque no religiosa, escapó de la invasión nazi de Polonia en 1939 refugiándose en la URSS. El joven Zygmunt se alistó después en la división polaca del Ejército rojo, lo que le valió una medalla en 1945. Tras la guerra pudo volver a Varsovia, casarse con Janina Lewinson (superviviente del gueto de Varsovia, también escritora, su compañera hasta su muerte en 2009) y compatibilizar su carrera militar con los estudios universitarios, además de la militancia en el Partido Comunista.
La decepción llegó cuando se vio otra vez puesto en la diana por el antisemitismo, durante las purgas desatadas en Polonia en 1968, tras una serie de protestas estudiantiles y de colectivos de artistas contra la censura del régimen y con el trasfondo internacional de la Guerra de los Seis Días. Ese mismo año Bauman tuvo que dejar su tierra natal por segunda vez. Se instaló primero en Tel Aviv y, desde 1972, en la Universidad de Leeds (Inglaterra), de donde ya no se movió más que para explicar su pensamiento por el mundo.
Cuando llegó a Leeds, Bauman ya era una autoridad en el ámbito de la sociología. Luego se convirtió en lo más parecido a una celebridad que se puede ser en esa disciplina: fue a partir del libro Modernidad líquida, editado en 2000, el mismo año que vio nacer en Seattle al movimiento de protesta contra la globalización.
Reacio al término “posmodernidad” (porque falta perspectiva histórica para dar por terminada la modernidad), Bauman clamaba: “La nuestra es una versión privatizada de la modernidad”. Hoy la esfera pública “no tiene otra sustancia que ser el escenario donde se confiesan y exhiben las preocupaciones privadas”. Y advertía contra las “comunidades perchero”, de quita y pon, declaraba “el fin de la era del compromiso mutuo”, advertía de que “ya no hay líderes sino asesores”. Y concluía: “Cuando las creencias, valores y estilos han sido privatizados (….), los sitios que se ofrecen para el rearraigo se parecen más a un hotel que a un hogar”.
Volvió a estas obsesiones en decenas de libros. En algunos de los más recientes (Estado de crisis o ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?), dirigió su mirada a los perdedores de una crisis que él no veía como un bache sino como el nuevo escenario. Y en su última obra publicada, Extraños llamando a la puerta(Paidós), observa la crisis de los refugiados desde la comprensión de la ansiedad que genera en la población y el rechazo a vallas y muros. El pensador volvía así a uno de los temas que más le han preocupado: el rechazo al otro, el miedo al diferente, que ya había tratado en sus primeros años en Varsovia en relación al antisemitismo.
Con su figura espigada, sus pelos blancos revueltos y su pipa en los labios, Bauman posaba ante el fotógrafo hace un año en las calles de Burgos con la actitud de una estrella del rock. Quizás era un pesimista, pero nunca fue un gruñón. Solo que nunca quiso escribir para agradarnos. Sino para agitarnos.
La Vanguardia (hemeroteca)
El triunfo de la revolución de octubre (el 7 de noviembre correspondía al 25 de octubre para los rusos, que mantenían el calendario juliano) fue un acontecimiento decisivo en la historia del siglo XX. Por primera vez, un partido surgido del movimiento obrero se hizo con el poder e implantó el comunismo, teniendo como referencia las teorías de Karl Marx y Friedrich Engels. La caída de los zares, en febrero de aquel mismo año, el gobierno provisional de Kerenski y la toma del poder de los bolcheviques, en octubre, liderados por Vladimir I. Lenin, culminó un proceso social que había comenzado a finales del siglo XIX como reacción al despotismo zarista y que conmocionaría al mundo.
Virgin I.Grissom, Edward H. White II, y Roger B. Chaffee, los tripulantes del Apollo I posan en Florida semanas antes del accidente (HO / AFP)
La nave espacial iba a ser la primera misión tripulada del programa Apollo. El lanzamiento estaba previsto para el 21 de febrero de 1967, pero durante unas pruebas en la plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida, se incendió el cohete y la escotilla de la nave no pudo abrirse a tiempo. Murieron los tres astronautas: Gus Grissom, Edward Higgins White y Roger Chaffee. La siguiente misión tripulada sería la del Apollo VII, en octubre de 1968.
Retrato de perfil de José Martínez Ruiz, Azorín, en los años 60 (EFE)
José Martínez Ruiz nació en Monóvar el 8 de junio de 1873. La ciudad alicantina, en los valles del Vinalopó, al sur de la Comunidad Valenciana, es la frontera sur del catalán. Para algunos críticos, el entorno bilingüe de su tierra nativa fue esencial para conformar en Azorín la conciencia de pureza del idioma y la voluntad por la perfección expresiva. Su prosa clara, exigente con los pequeños detalles, de frase breve y riqueza de léxico, hizo que su obra supusiera una auténtica revolución estética. Fue el escritor más fecundo y el más leído de la Generación del 98.
El edificio del Parlamento tras recibir el ataque de un tanque. Imagen de Mijail Evstafiev.
Vedran Smailović tocando en Biblioteca Nacional de Sarajevo, en 1992 / Foto: MIkhail Evstafief (Wikipedia)
El cerco de la capital bosniana fue el episodio central de la guerra de Bosnia-Herzegovina, quizás también de la guerra de Yugoslavia, el último gran conflicto bélico en Europa. El asedio fue llevado a cabo por las fuerzas de la autoproclamada República Srpska (serbios de Bosnia) y el Ejército Popular Yugoslavo, que dominaban las colinas que rodeaban la ciudad. Duró hasta el 29 de febrero de 1996. Se estima que murieron 12.000 personas y otras 50.000 resultaron heridas –el 85% de las bajas fueron civiles–. Durante el cerco los símbolos culturales y religiosos de Sarajevo fueron objetivo preferente de los bombardeos en un intento de borrar las huellas de la convivencia multiétnica y religiosa. La barbarie alcanzó su punto máximo con la destrucción de la Biblioteca Nacional y los manuscritos del Instituto Oriental
La villa de Gernika destruida tras el bombardeo de la Legión Cóndor (EFE)
Pasadas las cuatro de la tarde de aquel lunes, día de mercado en Gernika, la Legión Cóndor alemana y algunos aviones italianos bombardearon la villa vizcaína durante más de tres horas, sometiéndola a un ataque masivo de bombas explosivas, incendiarias y ametrallamiento de sus habitantes. La ciudad fue devastada por los incendios. Las pérdidas humanas son difíciles de precisar con exactitud, aunque los estudios más recientes las cifran entre 150 y 300 muertos, la mayoría perecieron en los refugios o a causa de los ametrallamientos en campo abierto. Pero más allá del número de víctimas, Gernika ha pasado a la historia como el primer ensayo de guerra total y de destrucción sistemática de una ciudad.
Conflicto civil dentro de la Guerra Civil española en el bando republicano. Las fuerzas de orden público de la Generalitat, apoyadas por las milicias del PSUC, UGT y Estat Català se enfrentan a los milicianos de la CNT, FAI y POUM. Los combates en Barcelona durante tres días, causan 500 muertos y más de mil heridos. El Gobierno de la República asume el orden público en detrimento de la Generalitat. Anarquistas y trotskistas pierden poder en favor de los comunistas.
Tras meses de bloqueo y amenazas egipcias, Israel ataca por sorpresa a Egipto, Jordania y Siria, y al cabo de una campaña victoriosa y rápida, basada en el dominio aéreo, ocupa Cisjordania, la franja de Gaza, Jerusalén Este, el Golán y la península del Sinaí. La guerra preventiva desencadenada por israelíes, bajo la dirección estratégica de Moshé Dayán, permite controlar una extensión de territorio cuatro veces mayor que la de Israel y aumentar la seguridad de sus fronteras (el país sólo tenía 14 kms de ancho, pero con unas largas fronteras terrestres de 951 kms y de otros 251 kms de costa). La ocupación de los territorios en 1967 ha marcado de forma irreversible la crisis de Oriente Medio. Los israelíes devolvieron a Egipto el Sinaí y a los palestinos Gaza y una pequeña parte de Cisjordania, pero están profundamente divididos entre los que no quieren devolver nada más y los que están dispuestos a negociar.
Llega a las librerías de Buenos Aires la novela de Gabriel García Márquez, publicada por Editorial Sudamericana. Se habían acabado de imprimir el 30 de mayo con una portada improvisada de su editor Francisco Porrúa, la de un galeón en medio de la selva, porque la encargada al artista mexicano Vicente Rojo no llegó a tiempo. En la segunda edición la novela se publicó ya con la portada de Rojo. Los ocho mil ejemplares volaron en pocos días. Considerada una obra maestra de la literatura universal, es una de las obras más traducidas y leídas en español. Fue catalogada como la segunda obra más importante de la lengua castellana después de Don Quijote de la Mancha durante el IV Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Cartagena, Colombia, en 2007.
Ceremonia inaugural de Barcelona 92: los atletas y el público, expectantes, en el momento en que la flecha enciende el pebetero (Pedro Madueño)
Celebrados desde el 27 de julio al 9 de agosto, con la participación de 9.356 atletas (6.652 hombres y 2.704 mujeres) de 169 países, compitiendo en 28 deportes y 257 especialidades. La perfecta y modélica organización, la ausencia de incidencias, la increíble participación y apoyo de los barceloneses los convirtieron para el COI y los medios de comunicación en los mejores de la historia hasta entonces. Sin duda lo fueron para la representación española con 22 medallas (13 de oro, 7 de plata y 2 de bronce). 16 días extraordinarios, cargados de momentos inolvidables: el desfile de los atletas españoles encabezados por el príncipe Felipe de Borbón, el encendido del pebetero por el arquero Antonio Rebollo, la canción ‘Barcelona’ de Freddy Mercury y Montserrat Caballé, la mascota Cobi de Mariscal, el Dream Team estadounidense de baloncesto, el oro de Fermín Cacho en los 1.500 m, las tres prorrogas de la final de waterpolo y la ceremonia de clausura con ‘El amigos para siempre’ de la rumba catalana.
Diputado provincial en 1905, presidente de la Diputación de Barcelona en 1907, pasó a presidir la Mancomunidad Catalunya, (la unión de las cuatro diputaciones) al constituirse esta en 1914. En tres años, contando con magros recursos económicos realizó una ingente obra de gobierno, creando e impulsando instituciones como la Universidad Industrial, el Institut d’Estudis Catalans, la Biblioteca de Catalunya o el Consejo de Pedagogía. Su autoridad fue indiscutible, no sólo entre los parlamentarlos de su partido, La Lliga Regionalista, sino entre el resto de partidos que lo veían como el dirigente idóneo para promover el renacimiento cultural y político del catalanismo. Murió en la finca familiar de Castellterçol, Vallès Oriental, donde había nacido en 1870.
El centro de la ciudad de Stalingrado tras la victoria soviética
La decisiva batalla de Stalingrado fue uno de los hitos más importantes y clave para cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial. Su desenlace junto a la victoria rusa en Kursk, impulsó la derrota definitiva de Alemania, que empezó a retroceder poco a poco hasta quedar reducida al área de Berlín. Stalingrado costó la vida de dos millones de soldados y más de 660.000 heridos y enfermos. Fueron seis meses sin descanso, hasta el 2 de febrero de 1943, cuando el mariscal Von Paulus, desobedeciendo las órdenes de Hitler, capituló. Rusia dejó en la pelea casa por casa 1.200.000 muertos y Alemania 740.000. Al entregar las armas, fueron hechos prisioneros 108.000 germanos y enviados a campos de concentración o a Siberia. Sólo 6.000 sobrevivieron y regresaron a Alemania.
El cadáver de Ernesto ‘Che’ Guevara es mostrado a la prensa para certificar públicamente su muerte (MARC HUTTEN / AFP)
Tras una vida dedicada a la revolución, su asesinato en la selva boliviana donde pretendía conseguir “dos, tres, muchos Vietnams” para debilitar el poder de Estados Unidos, le convirtió en un mito revolucionario. El médico argentino, compañero de Fidel Castro en la revolución cubana, abandonó su cargo de ministro de Industria para unirse primero a la guerrilla del Congo y después a la de Bolivia. Tras dos años de combates fue detenido tras un enfrentamiento con las tropas gubernamentales, conducido al pueblo de La Higuera y asesinado a las pocas horas. Tenía 39 años. Su cadáver, rodeado de militares, sobre la pileta de cemento del lavadero del hospital San Juan de Malta, fue exhibido al día siguiente a la prensa para dar testimonio público de la muerte del líder guerrillero.
Martín Lutero clava sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg para denunciar la corrupción de la Roma papal (Herma Silver / Aurimages / AFP)
El fraile agustino Martín Lutero hizo públicas en la ciudad de Wittenberg sus 95 tesis, en las que arremetió contra la venta de indulgencias para financiar la construcción de la nueva basílica de San Pedro, y contra la corrupción en la Roma papal. Aunque según la tradición y una iconografía abundante Lutero, martillo en mano, clavó sus tesis en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg, esa imagen es pura leyenda. Pero más allá de la anécdota histórica, el acontecimiento dio paso a la Reforma protestante, que rompió la unidad de la Iglesia católica, necesitada de un cambio que muchos reclamaban y que el pontificado no articuló.
Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en una escena de ‘Casablanca’ (WARNER BROS / AFP)
Aunque tuvo un estreno decepcionante en plena Segunda Guerra Mundial, el filme de Michael Curtiz se convirtió en una película legendaria, apoyada en las interpretaciones de Ingrid Bergmann y de Humphrey Bogart, que se vio catapultado a la fama mundial tras personificar el papel de héroe cínico y descreído que finalmente se une a la resistencia contra los nazis. La banda sonora también contribuyó a su éxito, especialmente gracias a la canción As Times Goes by, que se convirtió en un clásico de la música popular.
Cientos de migrantes son rescatados en medio del Mediterráneo por la ONG MOAS. / /Francesco Malavolta (AP) [El País, 6-11-2016]
La población de origen inmigrante se ha mantenido estable durante la crisis, pasando de los 6,4 millones en el año 2009, el 13,8% de la población española, a los 6,6 millones en 2015, 14% del total. Así, a pesar de que se agitó el “fantasma” del retorno al comienzo de la crisis, los inmigrantes han apostado por continuar sus proyectos de arraigo en España, a pesar de las malas condiciones. Un dato representativo de esta situación es el crecimiento en el número de naturalizaciones en España. Así, si en 2008 el porcentaje de inmigrantes nacionalizados en España era del 17%, en el año 2016, ese porcentaje casi se ha doblado, y ya es del 33% (INE, 2016).
Permanecen pero emergen de la crisis bajo diferentes condiciones sociales de integración. Por un lado, se ha acelerado el proceso de etno-estratificación social. La población inmigrante sigue estando concentrada en las posiciones más bajas del mercado de trabajo y de la sociedad española. Así, por ejemplo en la encuesta nacional realizada a mujeres inmigrantes por el Instituto de Migraciones (Univ. P. Comillas) y la OIM en el año 2015, un 84% de las mujeres ganaban menos de 999 euros mensuales, y un 54% menos del salario mínimo profesional (650 euros).Un 45% de las mujeres inmigrantes trabajaban en el sector de cuidados domésticos, y entre las que tenían trabajo, solo un 34% trabajaban con contrato indefinido. Parecidas situaciones, se hallaron en una encuesta similar a inmigrantes ecuatorianos del año 2015, realizada por Ikuspegui (UPV) e Instituto de Migraciones (Comillas).
La población inmigrante se asienta principalmente en los barrios populares de las grandes ciudades españolas. Barrios que acumulan muchas de las peores consecuencias de la crisis: altas tasas de desempleo, temporalidad y precariedad, recortes en el gasto social, ausencia de expectativas, etc. Y aunque la convivencia entre población nativa e inmigrante en España es hasta el momento, positiva, los estudios realizados durante la crisis muestran un cierto repunte de posiciones xenófobas y de dificultades de convivencia. Un repunte concentrado, precisamente, en los sectores populares nativos, que son los que más se han visto afectados por la crisis y el desempleo.
La combinación de estos dos elementos, arraigo y precariedad, plantea la necesidad de promover un nuevo ciclo expansivo en políticas de integración social. La inmigración en España ha dejado de ser una población externa, o de paso, y se ha convertido en parte consustancial de la sociedad actual, de su presente y de su futuro. Una población que está incorporada de lleno en sus principales instituciones sociales: mercado de trabajo, barrios, familia, escuelas, organizaciones, negocios, etc. Una realidad que conduce, no solo a cambiar la imagen tradicional que tenemos sobre nosotros mismos como sociedad, por otra más plural y diversa, sino también a asumir que la política de integración social, ya no es, solo, una política para inmigrantes, sino sobre todo una política de estado esencial para el futuro.
En línea con el último plan nacional de ciudadanía e inclusión, PECI 2011-2014, se trataría de impulsar políticas de cohesión social y de gestión de la diversidad. Destinados a la población de origen inmigrante, como por ejemplo puede ser la protección de las trayectorias educativas de los hijos de inmigrantes. Y otros más generales o transversales, destinadas al conjunto de la ciudadanía, como puede ser la inclusión de la diversidad como competencia básica en el currículum educativo, o la mejora de las condiciones laborales. También políticas que tengan como ejes centrales de actuación la Escuela, el barrio y el mercado de trabajo, que es donde se está jugando la convivencia y la integración.
Hay que recordar que el Fondo de Apoyo a la Acogida e Integración de los Inmigrantes y al refuerzo educativo (FAIIRE), clave en el transvase de recursos hacia los diferentes niveles de la administración del Estado, se ha visto recortado intensamente durante la crisis, hasta su práctica desaparición a partir de 2012.
La inmigración es un elemento relevante de la ecuación demográfica, que en el caso español es demoledora. Nuestra pirámide de población recuerda cada vez más a una seta. Tenemos pocos hijos y el país no deja de envejecer. La inmigración palió unos años puntualmente el problema pero no lo solucionó.
Entre 2000 y 2008, llegaban 600.000 extranjeros al año, lo que representó más del 90% del crecimiento poblacional, según un estudio publicado por Teresa Castro-Martín y Teresa Martín García.
“La baja fecundidad no es coyuntural; se va a quedar así”, explica Castro, investigadora del CSIC que añade que España es de los países donde las mujeres tienen el primer hijo más tarde. Esta edad ha ido subiendo desde los años 70 y con la llegada de inmigrantes se estabilizó. Pero luego llegó la crisis y las extranjeras también esperaron para tener a su primer hijo.
La falta de estabilidad laboral es el gran problema, piensa Castro. “La clave es que en España se empiece a cotizar antes. Mientras en otros europeos jóvenes tienen hijos, aquí encadenan becas mal pagadas. Defiende también “
políticas de igualdad muy fuertes”, entre otras escuelas infantiles asequibles, permisos de paternidad iguales e intransferibles, racionalización de horarios y ayudas para dependientes.
Carmen González Enríquez, investigadora del Real Instituto Elcano piensa que la baja natalidad es un problema grave, pero “hasta ahora, ningún Gobierno se lo ha planteado en serio, porque los frutos son a largo plazo. Cree que el Gobierno debe plantearse cómo atraer mano de obra extranjera, pero que sin un cambio en la estructura productiva será insuficiente. “La inmigración del boom no bastó para alimentar el sistema de pensiones porque los salarios eran muy bajos”.
Propone visados de ida y vuelt y permisos de residencia para quienes acaben sus carreras en España.