Arxiu de la categoria: General

Mar Monegal

Un fill uneix o separa una parella?

 

Quedar embarassada, donar a llum i criar un fill. Enmig de tota aquesta pel·lícula, la pel·lícula de la teva vida, mantenir les relacions de parella intactes com el primer dia, amb les mateixes ganes i la mateixa il·lusió. Una aspiració tan antiga com la humanitat. Compartir la criança, el treball, la llar d’infants, la crisi econòmica, la inestabilitat laboral, el canvi emocional que suposa la responsabilitat de l’educació, els lligaments del temps lliure, etc … etc.

“Oxigen” és una comèdia sobre aquests temes. La peça és una comèdia que es pot veure al Teatre Gaudí de Barcelona (TGB) escrita i dirigida per Mar Monegal i interpretada per Helena Bagué, Francesc Ferrer, Albert Mèlich i Netsy Túmez. L’autora del text plasma les seves pròpies experiències.

La tesi de partida parla de com es modifica una relació de parella amb l’arribada d’una criatura? Què passa quan la teva parella no és el tipus de pare que t’havia imaginat? Què passa quan el centre d’atenció de la parella passa al nadó? Com afecta el equilibri emocional a les relacions sentimentals dels enamorats? Un fill s’uneix a una parella o els separa? Què passa quan els avis prenen part en el procés educatiu de la criatura?

Totes aquestes preguntes es posen en marxa en una comèdia divertida sorgida de l’experiència com a infermera i com a mare de la pròpia dramaturga, es tracta de veure amb certa perspectiva aquest imant tan fort que són els fills. L’escenografia realitzada també per la pròpia Mar Monegal està construïda a partir de les cases per jugar que regales als nens: cuineta, l’estenedor, la robeta, fins el gat és de porcellana. Tot respon a aquest esperit de joc amb la realitat que s’amaga darrere de tota obra de teatre.

El naixement del nadó no serà la veloç carrera cap a la felicitat que han planejats seu progenitors, sinó un llarg i sinuós camí d’aventures i desventures, de reflexió i retrobaments i de inesperats descobriments. La vida de dues parelles que decideixen tenir un fill, una té un home i l’altra una nena. La metàfora d’Adam i Eva, jugant amb l’audàcia i d’humor aquesta nova dramaturga ens sorprèn gratament amb una obra fresca, plena de veritat i collita pròpia. Mar Monegal és una dramaturga d’ungles molt afilades que posseeix també l’aptitud per a la paròdia i l’esperpent amable. I es mostra particularment genial quan descriu el després del naixement, una commovedora, alegre i trista odissea que juga amb la idea de l’infant com a centre de totes les coses. Mar Monegal és una dramaturga brillant: hi ha moments de farsa, de tendresa, de poesia, al costat de intel·ligents percepcions de la vida en parella. Si poden vagin a veure-la.

J. A. Aguado

Olga Blanco y Lavinia Hervás

Yo no soy esa

 

En la década de los setenta y los ochenta, los jóvenes de entonces, cantábamos la canciones de Mari Trini, una defensora del feminismo, es sin duda la canción de la cantaautora que mejor define su personalidad, el mensaje que quería transmitir era que las mujeres deben ser libres para ser y actuar al margen de las normas, y que no deben superditarse a los deseos y expectativas de los hombres. El título se opone a otro tema clásico de la copla: “Yo soy esa”. Von estos antecedentes el coletivo Diosloscría de Terrassa presentó el domingo en la Sala María Plans un espectáculo: “Yo no soy esa”, dentro de la programación de Terrassa Nuevas Tendencias que organiza el CAET. La dirección corre a cargo de David Franch despliega ante el espectador la personalidad de dos personajes interpretados por Olga Blanco y Lavinia Hervás. Una obra teatral que se mueve entre el humor y el análisis. Despierta en el espectador preguntas sobre las señas de identidad.

Las dos actrices desde premisas distintas se plantean la exploración del yo, de la malicia a la ingenuidad, de la fascinación al desencanto, todo cabe o puede tener cabida en esa senda de autonocimiento. El ciudadano de a pie con frecuencia sufre la anestesia de la realidad, el bloqueo de las emociones para evitar preguntarnos cuestiones esenciales. Montajes balientes y arriesgados como “Yo no soy esa” se mueven por el camino del intimismo y el desencanto, donde dos mujeres de identidades cambiantes descubren al espectador una forma nueva y radical de enfrentarse a sí mismo.

Hay unas atmósfera de comedia cruel, irónica, inocente e inesperada con la que las dos actrices demuestran su talento. Y en sus diálodos nos reencontramos con ese psicoanálisis freudiano de la condición femenina, y un poco más allá la humana.

Olga Blanco y Lavinia Hervás son dos damas muy serias en el escenario que a modo de conferencia comienzan a mostrarse ante el espectador como mujeres muy diferentes, en busca de su identidad y de su autenticidad. Este doble itinerario, a tumba abierta, flanquedado por los abismos de la soledad y el humor, es un tratado en el que las dos mujeres investigan y exploran nuevos lenguajes escénicos. La intención de estas dos actrices es la de arriesgar, buscar, explorar, no se limitan a repetir una fórmula más o menos de éxito. Los personajes son gloriosament impredecibles, fantásticos, excéntricos, alejados de toda grisura social.

“Yo no soy esa” es una propuesta sutil, aguda y sorpendente… de una originalidad que mueve al espectador a la reflexión sobre sus propias claves de pertenencia, un compromiso con el mundo en que vivimos del Facebook y las redes sociales, donde las identidades se falsean o se ponen en tela de juicio. Afortunadamente en occidente el individuo se resiste al contagio de la sociedad en la que vive, en indivudualismo accidental lleva a compañías como el colectivo Diosloscría a proponer experiencias de sociología, psicología, ternura, teatro experimental y mucha, mucha comedia en sus propuestas escénicas. No se las pierdan.

J. A. Aguado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Wonderland” de la Gallim Dance Company

 

El individuo “verus” la masa

 

Este año echamos en falta más espectáculo en el recinto Grec que da nombre al Festival de teatro más imporante del verano catalán. Uno de esos contados espectáculo fue “Wonderland” de la Gallim Dance Company, una pieza de danza contemporánea que plantea, de forma muy física, la ruptura entre el individuo y la masa, curiosamente en la mísma línea que Ayn Rand en el espectáculo que pudimos ver en la Sala Fabià Puigserver, en esta ocasión una pieza de teatro de texto de cuatro horas en neerlandés.

Las dos piezas por caminos distintos de expresión de la mente humana se planetean temas como el que si puede un creador mantenerse fiel a sus ideales o traicionarlos por el dinero o el éxito social. En el caso de la danza contemporánea contraponiendo el movimiento de un bailarín contra el resto, la antítesis funciona visualmente. En el caso de la obra de Ayn Rand se enfrentan el arquitecto que busca el dinero y el éxito social y el arquitecto que busca la honestidad, en una sociedades donde manda el capital y la corrupción está a la orden del día, los ideales de un creador puro son difíciles de mantener.

Después de muchas luchas, movientos contrarios y dificultades varias los creadores de ambas piezas parecen decirnos que lo que realmente debe guiar nuestra conducta es nuestra mente, nuestro instinto de individuo, la masa es gregaria y aplasta la libertad. En el mundo de la danza contemporánea la visión de los bailarines movíendose como metáfora de la sociedad es fuente para el debatre y la discusión.

La mentalidad del rebaño frente a la singularidad de la oveja nos enfrenta a uno de los tema más candentes en este siglo XXI, el individualismo frente al bien común. En el caso de la obra de texto además se introducía el tema del poder de los medios de comunicación para cambiar la opinión de la masa, en la mayoría de los países los medios de comunicación privados están en manos de una persona muy poderosa, que mueve a su interés la opinión de sus lectores. De alguna forma la obra viene a poner en tela de juicio la falta de libertad del profesional del periodismo o de la autocensura que se impone por trabajar en este o aquel medio con esta o aquella ideología. Lo que ocurre es que como pasa en todos los sectores por encima de la voluntad del dueño del medio de comunicación está el mercado que es el que en realidad manda, se trata de vender al fin y al cabo no se puede ir encontra de los lectores parece decirnos Ayn Rand. Con una estética que busca la imagen y el mundo de la comunicación audiovisual las dos obras se entrenta a la lucha del individualismo contra la colectividad y lo hacen para abrir en la mente del espectador un debate que le hace penar. Así el teatro y la danza se convierten en un elemento estético, cargado de belleza, de plasticidad, de elementos visuales cinematográficos o coreográficos que inducen al callejón del pensamiento y el debate, que en estos tiempos tan negros para la lírica no es poca cosa.

 

Clara Segura, La rosa tatuada

Clara Segura, La rosa tatuada

 

“La rosa tatuada” del dramaturg nord-americà Tennessee Williams (1911-1983), el seu veritable nom era Thomas Lainer Williams, s’està representant a la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya, un dels títols que el va consagrar mundialment al costat de “El zoo de cristall”, “Un tramvia anomenat desig”, “Estiu i fum” i “La gata sobre la teulada de zinc calent”. En totes aquestes obres el dramaturg dissecciona les relacions humanes d’una manera incisiva, com un cirurgià amb el bisturí. Ho fa, a més, en un context molt determinat, una societat dotada d’una sofisticada educació però tancada i asfixiant, en què el sexe reprimit i la violència soterrada marquen la vida dels seus personatges.

Les trames intenses, amb personatges turmentats i complexos, van cridar rápidamnete l’atenció del món del teatre i del cinema. El 1952 Elia Kazan va adaptar per al cinema “Un Traviata anomenat desig”, una obra que ja havia dirigit sobre els escenaris de Broadway amb Marlon Brando. Després van venir les adataciones de Richard Brooks, Joseph L. Mankiewicz o John Huston amb actors com Paul Newman, Elizabeth Taylor, Montgomery Clift, Eva Gadner o Richard Burton. El mateix Tennessee Williams va escriure directament per al cinema el guió de la pel·lícula “Baby doll” amb direcció d’Elia Kazan.

“La rosa tatuada” va ser portada al cinema en 1955 sota la direcció de Daniel Mann, protagonitzada per Anna Magnani i Burt Lancaster. La pel·lícula va rebre tres oscars el 1956, millor actriu principal, millor direcció i millor fotografia. La peça teatral es va estrenar a Broadway l’any 1951 sota la direcció de Daniel Mann. A Espanya recordem la versió de Vicente Molina Foix amb direcció de José Carlos Plaza amb Concha Velasco, Paco Morales i Tina Sainz. La versió del TNC té a Carlota Subirós (Barcelona , 1974) com a directora i en els papers protagonistes a Clara Segura i Bruno Oro, amb la tarrasenca Rosa Cadafalch en un paper secundari meritori.

La història de Williams a “La rosa tatuada” se centra en una modista siciliana -Clara Segura-, immigrant als Estats Units i que viu amb la seva filla adolescent. Està de dol per la mort del seu marit al qual venera sense saber que l’enganyava, sofrint de manera molt passional fins que un home entra en la seva vida, un camioner molt semblant al seu difunt marit -Bruno Oro-. Serafina és una dona orgullosa, que intenta sobresortir per sobre de la resta dones pel devot amor que sent pel seu marit, tenint fe en el seu amor i afecte. Per desgràcia, el seu marit amaga un secret d’adulteri, el qual xoca frontalment amb la ideologia moral i de fidelitat de Serafina. Igual que en altres obres de Williams com “La gata sobre la teulada de zinc ” i “De sobte , l’últim estiu”, Serafina s’obsessiona amb la mort del seu marit de manera gairebé malaltissa. S’emfatitza la seva rudesa davant aquesta pèrdua, la supèrbia d’aquesta dona que desafia a qui discuteixi la integritat moral de la seva mort marit. Es tanca en si mateixa i descàrrega seves ires contra la seva adolescent filla. Clara Segura és el cor i ànima de la peça. Els seus canvis de registre passen de la tristesa a certa alegria, contrastant amb alteracions emocionals d’una dona desequilibrada. Total un tobogan d’emocions que sens dubte serà l’obra de la temporada al TNC.

J. A. Aguado

L’Anell del Nibelung” de Richard Wagner

Wagner al Gram Teatre del Liceu

 

Aquesta setmana s’ha estrenat al Gran Teatre del Liceu “La Valquíria” (Die Walküre) és la segona òpera del cicle “L’Anell del Nibelung” de Richard Wagner. La més hipnòtica peça de la teatralogía d’òperes que inican amb “L’or del Rin” que fa de pròleg i que es va representar la passada temporada. La teatralogía es completa amb les altres dues òperes finals: “Sigfrid” i “El capvespre dels déus”. L’espectacle posat al dia amb soldats moderns que corren per aquí i per allà és una subtil barreja de mitologia nòrdica inspirada en sagues que vénen del fred i la calor d’una passió que va més enllà de les convinciones i prohibicions de la moral burgesa i té com a símbol el foc.

Com un forat negre, l’òpera t´atrapa gairebé cinc hores, t a´spira, el temps es dilata en torn a la múscia. El Bühnen der Stadt Köln de Colònia és el responsable d’aquest drama romàntic. La direcció escènica explora a fons l’èpica germànica de la mà de Robert Carsen per a qui dirigir qualsevol òpera és una experiència músic-teatral extremadament intensa que en aquesta ocasió combina el fred de la neu amb la calor del foc, d’aquesta antítesi entre els dos elements sorgeix una posada en escena implacable i al·lucinant on destaca la il·luminació de Manfred Voss, un geni dels focos amb tocs d´expresionisme alemany, sobre uns grans espais la llum està usada com a correlat objectiu de la tensió dramàtica, utilitzant per a això els carrers laterals.

La direcció musical és de Josep Pons, una de les claus de l’espectacle perquè el lirisme vagneriano necessita solucions amb dosis altes d´energia i l’ambició estètica, en una peça on la música ho pot tot en la ment de l’espectador. A això afegint les veus de Klaus Florian, Eric Halfvarson, Alberr Dohmen, Anja Kampe, Iréne Theorin, Mihoko Fujimura i Sonja Mühlerck. Els aplaudiments per a tots ells al final van ser intensos.

Però no s’enganyi ningú, malgrat el títol, “La valquíria “, en realitat l’òpera tracta sobre la figura del pare, “Wotan i les seves desventures”, un pare obstinat a recuperar un paper que ha perdut per sempre i que no tornarà a recuperar com li passa al rei Lear de Shakespeare. L’obra és un veritable psicodrama de pares i fills. Un pare que descobreix en els humans som un assumpte penós, egoista, cruel, cobdiciós, estúpid, agressiu, despietat i donat a la guerra. El destí de Wotan camina des del moment que escolta la seva dona a un home condemnat a la seva pròpia destrucció, un personatge que pren consciència del que és i del seu amarg destí, l’art de governar té aquests inconvenients, que un cop has aconseguit arribar al cim pots cremar a l’infern del teu propi destí, el nostre panorama polític està sembrat de polítics que han acceptat i caiguda i altres que continuen donant-li la raó a Wagner sobre la condició de l’ànima humana. “La Valkíria” és una obra plena de preguntes, l’únic que ha de fer l’espectador és aprendre a viure amb les respostes.

J. A. Aguado

Vicky Peña

Vicky Peña, Kabul

 

 

Potser ens trobem davant la peça més important en la trajectòria de Vicky Peña, després d’un breu estrena al Teatre Romea l’actriu ha tornat de la mà de Mario Gas al Teatre Lliure amb un monòleg dur, “Homebody/Kabul” de Tony Kushner (1959). Sempre és un espectacle de la cultura el fet de veure un actor enfrontar-se a un text a cara descoberta. El text ens parla d’una dona ingelsa entrada en anys el matrimoni naufraga al mar dels antidepressius i d’un món extraordinari ple de vida que s’obre camí a través d’uns barrets. La dona voreja la bogeria des del sarcasme al més pur estil anglès i s’endinsa mitjançant la lectura d’un llibre de viatges en el món dels somnis impossibles i la fragilitat dels desitjos més ocults als quals la realitat destrossa, uns temps en els que la mentida de la imaginació causen el mateix alleujament que els llibres i la cruesa de la veritat et destrossava la vida.

L’enfrontament entre aquesta dona de classe alta i que cada dia lluita per obrir-se camí entre l’estupidesa dels de la seva mateixa classe de què es avergonyeix i els últims vestigis d’una civilització que ha patit la guerra, la colonització, l’atac dels russos i la desvastación dels talibans donen com a resultat un dels enfrontaments, a sobre de l’escenari de l Espai Lliure , dels mes trepidants del teatre modern. Hi ha una atracció oculta, però poderosa, entre el personatge que interpreta Vicky Peña i la màgia de Kabul, al mateix temps cada un d’ells està acostumat a mantenir el control de la gent del seu voltant, el que augmenta les tensions entre els dos mons. La seva atracció va en contra dels valors morals i culturals dels dos; seus conflictes, d’alguna manera, representen el conflicte entre les societats que representen: la força bruta de la natura és tan poderosa com els prejudicis morals d’una societat anglesa que viu d’esquena a la realitat de Kabul.

L’obra ens parla de la brutalitat de la nostra societat davant el món del somni femenina ple de reflexions culturals. L’autor del text és un dels dramaturgs contemporanis més reconeguts i polèmics als Estats Units, seu és el quión de la pel·lícula “Munich” dirigida per Steven Spielberg, les seves obres mostren una ruptura amb el realisme típic, en aquesta ocasió dóna un pas més rosca a les relacions entre l’Islam i Occident. El personatge que interpreta Vicky Peña inicia una viatge emocional com a forma d’aprenentatge en la recerca del desconegut i la felicitat personal, perduda fa molt temps en el patano del seu matrimoni, en aquesta ocasió Orient no està vist de forma negativa com acostumem a trobar-nos en els mitjans de comunicació, aquí recobra tota la càrrega cultural d’un passat que mai s’ha de perdre.

J. A. Aguad

Mariona Ribas, y Cristina Dilla en la Sala Muntaner

Tiempo muerto

 

Tiempo muerto. Parece el titular de un artículo de la sección de deportes. Se me antoja una proeza darle un sentido literal a las dos palabras. Hilvanar el tiempo con la vida es lo que hacen dos pedazo de actrices, Mariona Ribas, y Cristina Dilla en la Sala Muntaner. El salto temporal en la acción de “Tempesta de Neu” es la excusa perfecta para realizar un viaje interior, que es una cosa que da mucho de sí y encaja en cualquier momento del pasado: los Beatles en la Monumental, el lifting y la cirugía corporal, la televisión en blanco y negro, el Quando, el turismo de la cosa y Londres como meta de todo cosmopolitismo bien entendido.

Ahora nadie quiere hacer grandes viajes exteriores. Tenemos el miedo en el cuerpo. Optamos por el viaje doméstico, nos aplicamos el viejo refrán de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Nos apalancamos ante la tele o volvemos al provincianismo viajero. Resulta doblemente interesante a propuesta de Manuel Veiga porque ahora necesitamos atizanos unos viajes interiores de campeonato.

Las mujeres protagonista de “Tempesta de Neu” junto con el actor secundario que aparece desencadenar el climax de la pieza se mueve en territorio de cercanías, de puertas del alma para dentro.

Una bella camarera en una barra de un café de pueblo. Los ojos, la boca, la nariz, la piel en la que la juventud muestra sus poderosas armas. Al café suspendido en el tiempo pasado llega una mujer en la pendiente de su vida, misteriosa y llena de tensión y sorpresas. El calor de la ginebra, el frío de la noche y la ironía son los ingredientes de este partido de tenis intelectual que evoca una relación muy personal.

El reloj no quiere marcar las horas. En la calle caía una nevada impresionante. Se trata de la noche fe fin de año del 1965. La geografía: el Ampurdán. Una cosa como la que ocurrió solo puede ocurrir en esa geografía de vientos y tormentas.

El tiempo será todo lo relativo que los dramaturgos como Manuel Veiga quieran pero para el común de los mortales el tiempo pasa volando. Se dice pronto: 360 días han pasado desde las últimas vacaciones de Semana Santa y se me ponen los pelos de punta como cuchillos de cocina japoneses, de esos que anuncian en la teletienda. Vértigo me da mirar atrás. Y no te digo adelante. Hemos llegado a unos niveles de inhumanidad tales que la única diferencia entre las cabeceras de los diarios de un día a otro es la fecha. Acojonan las gripes que nos llegan de Asia o las invasiones que causan destrucciones masivas con el pretexto de salvarnos de las armas de destrucción masiva. No me sirve estar en Cuba y tocar sus aguas con la punta de mis pies si luego leo los atropellos a la justicia de Régimen. Yo, como el resto estos días de Semana Santa paso de tour-operator y me conformo con convertirme en un vulgar espectador de andar por casa que va al teatro y decide hacerse un buen chequeo del alma aprovechando la oportunidad que la Sala Muntaner me da para no tomarme a coña los agujeros de mi zurrada alma.

J. A. Aguado

Josep Maria Pou

“Una chica yeyé”

 

Una commovedora història es representa aquests dies al teatre Goya de Barcelona de la mà del director Josep Maria Pou que juntament amb Concha Velasco repassa la vida de l’artista des del seu naixement a Valladolid fins a l’actualitat. L’espectacle és, entre moltes altres coses, un examen d’una etapa de la nostra història del món de l’espectacle, un viatge biogràfic que porta per títol “Jo el que vull és ballar” i dura dues hores. Una senyora de setanta i escaig d’anys enfundada en unes mitges negres, unes sabates vermelles de taló i una camisa blanca canta, balla, recita i interpreta fragments de les seves obres més conegudes entre anècdotes, acudits, monòlegs interiors i notes tretes de la seva gran bossa on hi cap de tot o gairebé de tot i ho fa amb la naturalitat dels grans. Concha Velasco és una mestra brillant: hi ha moments en què el públic se sent reflectit, que el que s’està explicant també li pertany a ell d’alguna manera.

La nit de l’estrena assaborim el seu mestratge per a la digressió, la subtilitat de les seves reflexions com a dona davant d’aquest món tan d’homes que és el teatre, el seu humor que tendeix al del sentit comú i la refinada arquitectura de la composició d’esquema mental ens van fer comprendre la complexitat de les coses simples i la meravella que és viure. A més de moltes de les cançons que l’actriu va popularitzar, com “Las chicas de la cruz roja” i “La chica yeyé”, Concha Velasco ens va regalar números de musicals de Broadway, una de les passions de Pou: “Nothing”, de “A chorus line “, i” Sóc aquí “, del musical “Follies “, tota una declaració de principis. Té setanta-un anys i és una heroïna mística que busca el seu propi paradís artificial com el gran Baudelaire o Pou.

L’espectacle repassa els seus 50 anys sobre els escenaris, una vida dedicada a aquest difícil món de les arts escèniques on teatre de text – Antonio Gala-, cinema, televisió i musical han forjat a una dona amb un somriure a la boca sempre pintada de carmí i una ànima carregada de generositat i humanitat. És de les poques que no busquen l’escàndol com ens tenen acostumats les televisions amb el món rosa, on el propi protagonista es busca l’antagonista i pacten. Aquí no hi ha truc o tracte, tot el contrari, en cap moment de la seva biografia musical es parla malament de ningú, encara que alguns ho haguessin merescut i li van tocar molt de prop.

El viatge cap al cim de l’èxit on ara es troba no ha estat fàcil, un llarg i tortuós camí de cases i maletes ha recorregut des d’aquella jove que va dir a la seva mare allò de “Mama, quiero ser artista”, fins a aquesta actriu de primera línia que ens va seduir amb “La vida por delante” al mateix teatre on avui actua, passant per aquella “chica yeyé” o pel seu paper a Santa Teresa de Jesús. Sens dubte l’últim capítol d’aquesta biografia està per escriure, encara li esperen dies de vi i roses.

J. A. Aguado

 

el Teatro del Grupo Balaña Borrás

De los guionistas de “7 vidas” y “Aída”

 

 

 

Uno de los primeros teatros en abrir puertas en Barcelona ha sido el Teatro del Grupo Balaña Borrás con una comedia que viene de Madrid: “La vida resuelta”. Un retrato de una generación de treinta y tantos años, un grupo de personas que han llegado a un punto en su vida en la que no terminan de estar satisfechos consigo mismos y mucho menos ser felices. Cada uno de ellos, a su manera, han buscado el éxito, pero la frustración preside el salón de sus casas. Todos se encuentran en una guardería de mucho prestigio para conseguir la única plaza libre que queda para sus respectivos hijos. Lo de menos es quien lo consiga, objetivo que parecía al principio de la obra mover las acciones de la comedia, pero poco a poco se van presentando los personajes, verdaderos protagonista de lo que se quiere contar.

La obra ha sido escrita por Marta Sánchez y David S. Olivas, dos dramaturgos que vienen de escribir guiones para comedias de éxito de la tele. Los dos han escrito esta pieza como quien se saca una foto, sin respirar, sin pararse a tomar aliento. Buscando la risa desde el primer segundo.

“La vida resuelta” que podría parecer al inicio que se trata de una competición por conseguir en puesto en una guardería se convierte en la exploración a fondo de la ternura y crueldad de unos personajes superficiales. Personajes que son como un agujero negro que atrapa, aspira al espectador. Adriana Torrebejano, que hemos visto en “Tierra de lobos” y “Hospital Central” interpreta a una joven llamada Lluvia un personaje que provoca la risa y la ternura a un tiempo. La superficialidad de Lluvia es una de las fuentes de malos entendidos que hacen que el público conecte, y cierra de forma agridulce la comedia. A Carlos Santos lo descubrimos en “Los hombres de Paco”, interpreta al periodista en paro que vive de su mujer y que monta toda su vida en una novela que está escribiendo y que nunca escribe, por medio hay una infidelidad que parece que le costará cara. Berta Hernández que hemos visto en “Tierra de Lobos” interpreta a Laura una ejecutiva dominante que nunca está en casa y que deja la educación de su hijo a su marido. Javier Mora a quien hemos visto en una multitud de series desde “Hospital Central” a “Aquí no hay quien viva” pasando por “El síndrome de Ulises” es el típico madurito que se conserva muy bien y que está enganchado de su ex y vive con una jovencita, la diferencia de años y la obsesión con su ex generan todo tipo de situaciones cómicas. Para hacer la vida imposible al pobre Luis, Carlos Santos, aparece Raquel embarazada, Cristina Alcaraz a quien habíamos descubierto en “Física y Química” o “Los Serrano”.

“La vida resuelta” es un ejemplo de cómo los actores de televisión pueden pisar los escenarios teatrales para hacer disfrutar a los espectadores con una comedia de resultado imprevisible. Una exhibición de cómo debemos buscar el lado bueno de la vida.

J. A. Aguado

 

El grup Triclicle i Dagoll Dagom

Un jeta, dos jefes

 

El grup Triclicle i Dagoll Dagom sempre han apostat en els seus teatres per la comèdia, en aquesta ocasió es tracta d’una versió modernitzada d’un clàssic de Carlo Goldoni (1707-1793), “Arlequí servidor de dos patrons”, el títol posat al dia “Un jeta, dos jefes” que vàrem poder veure al Teatre Victòria.

Aquesta nova versió del clàssic de Goldoni s’ha convertit en un dels èxits del National Theatre des que es va estrenar el 2011 i està en cartell al West End de Londres, l’obra està ambientada en els anys seixanta. La fórmula és la de la Comèdia de l’Art, el vodevil, la sàtira, la música, les cançons en directe i cert grau d’improvisació. El dramaturg que s’ha encarregat de l’actualització del text és Richard Bean (Anglaterra, 1956) tan fictici i veritable com la vida mateixa, la seva posada en escena és compulsiva, amb un to retro que el mateix Paco Mir a imposat amb intervencions musicals davant del teló d’Amélie Angebault Quartet, al costat dels músics els actors encapçalats per un inesgotable Diego Molero acompanyat per Mireia Aixalà, Jofre Borràs, Josep Maria Gimeno, Toni González, Anna Gras, Maria Lanau, Miner Montell, Miquel Ropeu i Xavier Serrat que en diversos moments de l’obra trenquen la quarta paret i interactuen amb el públic, incorporant en diversos moments escenes de la “slaptick comedy”. Contrasta la construcció escenogràfica clàssica que li dóna un to d’altres temps. La direcció ha estat a càrrec d’Alexander Herold i l’adaptació del propi Paco Mir. El resultat d’aquest treball és una comèdia accessible, popular, per augmentar l’audiència a les sales i trencar amb la idea que el teatre és avorrit, retrògrad i només per a gent que pensa en la vida com una tragèdia grega o del mestre Shakespeare.

L’obra original de Carlo Goldoni transcorre a Venècia i explica la història d’un criat amb una gola insaciable que es mor de fam i pensa en prosperar per al que es posa al servei de dos patrons, amb dos treballs la tasca de sobreviure sembla més fàcil, però la vida molt més moguda i complicada, a això contribueix una dona disfressada d’home i un embolic sentimental a l’arbitri d’uns pares insensibles que es mouen per interessos econòmics. El dramaturg anglès Bean trasllada la mateixa anècdota a l’ambient gangsteril de Brighton, Anglaterra, en els anys de 1960 i ho fa amb acudits políticament incorrectes, portes que s’obren i es tanquen, escenes de sofà i situacions al límit, l’escena més moguda és quan en el mateix restaurant sopen els seus dos caps d’aquesta manera la peça passa a la categoria de comèdia verbal i visual, una peça de situacions que fan riure.

El sarcasme de Richard Bean és una doble arma a la boca del gran descobriment de la comèdia, estem parlant de l’actor Diego Molero que condueix l’obra pels camins de l’original anglès.

J. A. Aguado