Soy un no muerto de momento,
un no muerto que aún no se despide
de una caja de música con medias,
de todos los recuerdos que dejaste.
Un no muerto feliz porque hizo suya
la fatiga de carne de tus ojos,
el dulce atormentar de tu rutina,
aquella mancha oscura de tu cuerpo.
Un no muerto que quiere no morir
para seguir echándote de menos.
Francisco Díaz de Castro, 1995
Trasmite desamor o la pérdida de un ser querido, el hecho de vivir sin vivir del todo, queriendo seguir, pero sintiendo un vacío que solo llena el recuerdo. El recuerdo de esa persona. Aun así, es optimista ya que quiere seguir viviendo recordándola sin hundirse y por eso me gusta, porque se opone a la mayoría de poemas sobre el desamor que son muy pesimistas.
Anna, yo también me quedo con esos dos últimos versos de supervivencia.
Sin embargo, yo tiendo a distinguir el desamor del fracaso amoroso. Al yo poético del poema no le falta el sentimiento amoroso; ha perdido el objeto de su amor.
El motivo principal de este poema es el mismo que el de Salinas (también leído en clase). ¿Recuerdas?: “No quiero que te vayas / dolor, última forma / de amar.”