Monthly Archives: febrero 2019

Hagamos un trato

Compañera
usted sabe

que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

………………..es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

 Mario Benedetti, 1974

Selección de microcuentos

Viñeta del dibujante argentino Liniers

  • Nunca pude alcanzar al amor de mi vida. ¡Cómo corría la condenada! (David Acebey)
  • La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones. (Arreola, Juan José)
  • Hace un año no podía creer que existieras. Hoy no existes. (Aymerich, Patrizia)
  • Hallan cadáver incompleto. Médico compra yate. (Atwood, Margaret)
  • Si tuviera que quedarme solo con una palabra, me quedaría «contigo». (Aymí, Carlos)
  • Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. (Thomas Bayley)
  • Me contaron que ahora besas con los ojos abiertos, porque si los cierras aparezco yo. (García, Armando)
  • Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello. (Gabriel García Márquez)
  • Aquella niebla fue tan fuerte que cuando pasó había borrado los rótulos de las tiendas. (Ramón Gómez de la Serna)
  • Magia es aparecer, no desaparecer. Ojalá lo entiendas un día. (Griss, Benjamín)
  • Muy confundido, leyó su propio obituario. (Meretzky, Steven)
  • Él le pidió la prueba de amor. Ella lo dejó libre. (Hernández, Livia)
  • Si no suena el teléfono, soy yo. (Luelmo, Ana)
  • Había una vez un colorín colorao. (Martín, José Antonio)
  • Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. (Monterroso, Augusto)
    • El dinosaurio estaba ya hasta las narices. (Navarro, Hipólito)
  • Convencidos de que el amor es ciego, pactaron jamás volver a verse. (Pérez, Lenin)
  • La conoció en un sueño y la perdió en un abrir y cerrar de ojos. (Pérez, Víctor)
  • Vendo zapatos de bebé, sin usar. (anónimo, aunque frecuentemente atribuido a Ernest Hemingway)

Las Siete y media de “Don Mendo”

Don Mendo

…Y el de Vedia
Dijo: “No os aburriréis;
os propongo, si queréis,
jugar a las siete y media”.

Magdalena

¿Y por qué marcó esa hora
tan rara? Pudo ser luego…

Don Mendo

Es que tu inocencia ignora
que, a más de una hora, señora,
las siete y media es un juego.

Magdalena

¿Un juego?…

Don Mendo

…Y un juego vil
que no hay que jugarlo a ciegas,
pues juegas cien veces, mil,
y de las mil, ves febril
Que o te pasas o no llegas.
Y el no llegar da dolor,
pues indica que mal tasas
y eres del otro deudor.
Mas ¡ay de ti si te pasas!
¡Si te pasas es peor!

Magdalena

¿Y tú…, don Mendo?

Don Mendo

¡Serena
escúchame, Magdalena,
porque no fui yo…no fui!
Fue el maldito Cariñena
que se apoderó de mí.
Entre un vaso y otro vaso
el Barón las cartas dio;
yo vi un cinco y dije “paso”,
el Marqués creyó otro el caso,
pidió carta…y se pasó.
El Barón dijo “plantado”;
el corazón me dio un brinco;
descubrió el naipe tapado,
y era un seis, el mío era un cinco;
el Barón había ganado.

Otra y otra vez jugué,
pero nada conseguí;
quince veces me pasé,
y una vez que me planté,
volví mi naipe…y perdí.
Ya mi peculio en un brete,
al fin me da Vedia un siete;
le pido naipe al de Vedia
y Vedia pone una media
sobre el mugriento tapete.
Mas otro siete él tenía
y también naipe pidió…,
y negra suerte la mía,
que siete y media cantó
y me ganó en la porfía…
Mil dineros se llevó,
“por vida de Satanás!
Y más tarde…¡qué se yo!,
de boquilla se jugó,
y me ganó diez mil más.

 Pedro Muñoz Seca, 1918