A mi parecer, esta afirmación no se justifica en un país como en el que vivimos, dada su condición de país democrático.
El estado es quien coordina, redistribuye y administra el desarrollo, los recursos y la riqueza para otorgar los servicios mínimos necesarios en una población, siendo por tanto una afirmación, bajo mi punto de vista, totalmente injustificada.
Pero igualmente, esta no es la visión de todos, y por lo tanto se deben tener en cuenta las posibles perspectivas sobre la justificación de este juicio.
Es pues que esta afirmación va a poder argumentarse en función de quien la formule.
En el caso de un ciudadano que reside en un estado democrático, donde supuestamente se tienen unas libertades individuales y una libertad de expresión, no debería estar conforme con este juicio, al igual que yo. Por otro lado últimamente esta opinión puede estar condicionada desde el punto de vista de la actitud de algunos poderes políticos y ciertos individuos que se han podido aprovechar de las administraciones del Estado que, como administradores de la riqueza y el poder, han tenido la posibilidad de acceder a recursos, desviando estos a su favor. Estos hechos crearían una visión distorsionada de la función política de los organismos del estado y podrían influenciar para fundamentar argumentos a favor del juicio inicial.
En cambio este juicio, para un anarquista, puede resumir los ideales en los que se apoyaría firmemente para argumentar su idea de conseguir un territorio sin Estado, pues para este, las leyes, las normas sociales, estamentos e instituciones son elementos que limitan sus libertades.
Por otra parte, una persona que podría justificar esta afirmación sería un ciudadano perteneciente a un país gobernado por un régimen totalitario. Como esta persona no dispone de voz ni voto para manifestar sus opiniones y puede estar condicionado por la falta de libertades individuales y colectivas, esta, podría estar de acuerdo con lo que se ha expuesto en el juicio.
Es por eso que esta afirmación inicial es completamente relativa dependiendo de la situación o interpretación de cada persona que, utilizando unos argumentos u otros, podrá dar como justificada o injustificada la misma.
J.M.