Category Archives: quart

Día de primavera

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Todo empezó hace cinco años, con el inicio de la primavera, y la entrada al instituto nuevo, porque me tuve que mudar de casa. Los primeros días de clase no conocía a nadie y me sentía sola. En el patio me iba siempre a alguna zona donde no hubiese mucha gente. A las pocas semanas ya pude conocer bien a todo el mundo, y me hice muy amiga de una chica que se llamaba Natsuko (“niña del verano”), y también de un chico que se llamaba Fuyuki (“árbol del invierno”), que era muy guapo, y cuanto más pasaba el tiempo, más me gustaba, hasta que me enamoré de él.

Aún recuerdo que me declaré a Fuyuki el primer día del curso siguiente, después de coger fuerzas en las vacaciones. Hoy hace justo cuatro años de ese día. Cada año cuando celebramos nuestro aniversario, escribo con tinta la palabra “primavera”, para recordar que nos conocimos y me declaré en esa época del año. Y cuando el día de primavera llegó para derretir la nieve del árbol del invierno.

¡Ah! Por cierto, yo soy el día de primavera (Haruhi).

Andrea López, 4t C

No todo es lo que parece

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Las apariencias engañan. Más que nada, porque las personas tendemos a escondernos detrás de una máscara, que tan sólo nos quitamos en contadas ocasiones. ¿Por qué? Quizás sea por el miedo. Miedo a lo que puedan pensar los demás. Miedo a su indiferencia. Miedo al éxito. Miedo al fracaso. Qué más da; todos tenemos miedo por igual.

Entonces, ¿por qué criticamos a los demás por la máscara con la que se cubren? Nosotros también llevamos una. Quizás todo venga a raíz del miedo, e intentamos hacer creer a los demás que guardar las apariencias es de covardes, para que no descubran que nosotros es o que hacemos.

Igual que el blanco a veces parece negro, igual que el rojo a veces parece azul; las personas a veces parecen lo que no son.

Júlia Rivas, 4t C

Recorregut de les cartes

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Les cartes durant segles han tingut una gran importància sobretot perquè és una manera de poder comunicar-se. Tenen molts significats, perquè et poden aportar coses bones o coses dolentes. També poden ser per felicitar-te, declarar-se, aportar-te tristesa, etc. Seria bonic que algú que tu estimes molt t’enviés una carta d’amor; en canvi, si algú t’envia una carta amb una mala notícia, això ja no és tan bonic. Però les cartes, tinguin una mala notícia o no, sempre estan perquè tu estiguis atent al que passa.

És veritat que ara ja no s’utilitzen tant les cartes per comunicar-se, sinó que només es fan servir quan et vols declarar a algú o per queixar-te. És una pena que ja no es faci tant perquè escriure és una cosa que et deixa alliberar els teus sentiments i tots els pensaments de manera natural.

Ara mateix, jo també reconec que no n’escric gaires, de cartes, però mai se sap quan en tornaràs a escriure.

Elena Rauta, 4t B

DIARIO DE UN BOLÍGRAFO

Querido diario:

Cada día es un infierno, no aguanto más. Me estoy muriendo, siento que pronto dejaré de existir y nadie me recordará, seré sustituido por otro ¿Qué será de mí? La respuesta es simple: seré desechado, iré a la basura y después de ahí ya no sé qué me espera. Siento que cada día me queda menos sangre… hoy, como cada día, me han sacado de mi casa de tela y me han estrujado para que saliese mi sangre azul. Con mi sangre se escribe, es una crueldad. Además, solo escriben faltas ortográficas. ¡Por Dios! ¡¿Qué clase de inculto escribe “había” sin “h”?!

¡Oh! ¡Cuán feliz era yo en el sitio donde vivía antes! Estaba situado delante de una gran ventana por la que veía a la gente pasar, y nadie me estrujaba para escribir con mi sangre. Sí, lo sé, sé que cada día escribo lo mismo pero, ¿qué le voy a hacer?

Mis días felices acabaron cuando aquel demonio bajito le entregó unas extrañas piezas redondas brillantes a la mujer que vivía allí de día salvo los domingos. A cambio, ella me sacó de aquel sitio en el que había vivido desde que mi memoria alcanza y me entregó al demonio.

Tengo de dejarte, creo que me van a volver a sacar la sangre. ¿Por qué diablos tuve que nacer?

Esther Q. Vallès, 4t B

UNA MÀQUINA D’ESCRIURE AMB HISTÒRIA


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Al creuar la porta me’n vaig adonar. La casa sencera era com un museu del segle XIX. Centenars d’objectes antics adornaven les parets. No hi havia estat mai, en aquella casa, i em vaig sorprendre molt quan em va arribar la notícia que el cosí de la meva àvia me l’havia deixada en herència, a ell no l’havia vist més de tres cops. Vaig passejar-me per la sala d’estar observant vagament els quadres amb marcs daurats i els gerros de porcellana.

Vaig fixar-me en un antic bagul cobert de pols, de fusta fosca. El vaig obrir i vaig trobar-hi una antiga màquina d’escriure i un munt de papers antics. Vaig agafar un del documents; tenia unes vint pàgines, era una història escrita per l’oncle, però no tenia títol. Em vaig asseure al sofà de cuir negre disposat a llegir-la. Explicava la vida de dos germans durant la guerra civil. Quan la vaig acabar de llegir vaig tornar al bagul. Una cosa em va cridar l’atenció, era un detall que m’havia passat per alt abans. Mig amagat rere la màquina d’escriure hi havia un sobre; el vaig agafar, em va sorprendre veure-hi el meu nom escrit. Vaig obrir-lo i vaig llegir la carta. En ella m’explicava el motiu de l’herència: deia que era l’únic dels seus nebots que compartia la passió per l’escriptura. No sé per què deia això, duia mesos sense escriure res de bo, quan m’asseia davant la pantalla de l’ordinador no em venia cap bona idea.

Vaig agafar la màquina d’escriure. Pesava massa i gairebé no la vaig poder subjectar. Vaig col·locar-la sobre la taula i vaig asseure’m-hi enfront. Vaig començar a teclejar i de manera misteriosa la meva imaginació va fluir, a través dels meus dits les idees es plasmaren al paper, era una sensació estranya, les paraules sorgien amb tanta facilitat… no era com amb l’ordinador, hi havia com una espècie de complicitat entre aquella andròmina de més de mig segle i jo. Vaig trigar uns minuts a adonar-me’n. El que aquella màquina tenia d’especial era la història; aquella màquina havia escrit durant dècades les històries del meu oncle, havia sigut l’eina indispensable per tal que les seves idees veiessin la llum. Una màgia, una història que, sens dubte, no tenia el meu ordinador.

Esther Q. Vallès, 4t B

Sin rumbo

Me di cuenta de que ya no era la misma niña que años atrás. Ya no sonreía de la misma manera, a causa de los problemas personales. No voy a negar que me duele recordar todo aquello, sin embargo hay cosas que es mejor no olvidar para poder aprender de ellas. Me habían hecho mucho daño, un golpe tras otro, una lágrima tras otra. Debía pasar página. A partir de entonces, la gente que me quería me dejó de apoyar; necesitaba a alguien, aunque fuera sólo una persona, pero quería dejar aquel dolor.
Pensé en llamar a una vieja amiga para retomar nuestra amistad, pero ella tan sólo me lanzaba largas; su vida y ella habían cambiado de tal manera que ya no quería saber nada de mí. Pasaron unos meses y encontré apoyo en un muchacho que conocí por casualidad, cuando estaba paseando sin rumbo. Choqué con él y en aquel preciso momento noté que lo había encontrado, después de tantos años de soledad, lo había encontrado. Hoy me encuentro a su lado, mirando el pasado con orgullo al saber que pude salir de ese pozo negro, y luchando por el presente .

Iniciado y revisado por Mireia Merideño, 4t C

Corazón en la arena

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Le gustaba una chica y el chico no sabía cómo expresarle su amor y sus sentimientos por ella. Entonces coincidió que fueron a pasar un día a la playa con todo el grupo de amigos y pensó que podría decírselo en algún momento del día. Llegó la tarde y tuvo la situación perfecta: el atardecer, solos y en un lugar romántico. Pero el chico no era especialmente bueno a la hora de expresar sus sentimientos y decidió hacerlo de una manera más original. Empezó a expresarle lo que sentía, pero se quedó sin palabras en el momento cumbre y decidió escribirlo en la arena, pero no con letras sino con un símbolo muy significativo en el amor, un corazón.

Sergi Abajo

4t D

DOS NIÑOS ESCRIBIENDO

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Dos niños, ya sean hermanos o no, con diferente manera de pensar, de expresarse pero al fin y al cabo haciendo lo mismo. A juzgar por las expresiones faciales de los niños, parece que estén haciendo cosas diferentes; uno, el niño, le pone muchas ganas, ímpetu y energía, en cambio la niña es más delicada, pensativa y cuidadosa.

Historias, deseos y sueños diferentes con ese toque de fantasía y magia que todos los niños tienen en sus mentes: princesas, unicornios, castillos, dinosaurios, espadas…

Siempre con un final feliz en sus cuentos, aunque claro, siempre con la personalidad de cada cual, ya que muchas veces hemos querido ser malos y saber qué ocurriría si por una vez el malo se saliera con la suya.

En fin, mil y una historias, leyendas y cuentos que hay en cada una de las personas, vidas ocultas detrás de personajes de todo tipo, apariencias que parecen simplemente lo que se ve.

Montse Abajo Tubau

4t D

Diario de una agenda escolar

Domingo 25 de octubre

Hoy ha sido un día muy aburrido ya que sólo me ha sacado de la mochila para poder ver si tenía deberes y exámenes anotados en mí. Aunque la cosa no pintaba mal, mi dueña como de costumbre ha empezado a pintarme y todo lo que me suele hacer; madre mía, un día de estos me cansaré y me romperé; a ver si así me deja tranquila.

Lunes 26 de octubre

Vaya día el de hoy, si no fuese porque estoy más que acostumbrada diría que el día de hoy ha sido de los peores… deberes a montones, exámenes ni te cuento y para rematar el día, de repente a mi dueña le da por poner encima de mí unas hojas de papel blanco enganchado y fotos… sé que soy fea, pero no para tanto… o sí? En resumen, el día de hoy ha sido ajetreado. Ah, sí, y lo peor, lo peor, lo peor de todo ha sido cuando llegamos ya a casa y voy y me pierdo; vaya día el de hoy, si no han pasado cinco horas al menos antes de encontrarme no ha pasado ninguna, y al final, ¿dónde estaba? Pues como siempre en la estantería…, si es que no hay peor dueño que un adolescente.

Martes 27 de octubre

El día de hoy, cómo describirlo… ha sido de lo más raro, ha habido de todo desde deberes y exámenes hasta dibujos, pero lo mejor es que hoy me ha dejado durante todas las horas en la mesa y he podido enterarme de todos los chismes de la gente de clase; he podido por fin conocer a las otras agendas y me han estado contando su vida, y vaya vida la suya al lado de la mía, de lo mas aburrida; si al final esto de tener una dueña como la mía no va a estar tan mal…

Miércoles 28 de octubre

Madre mía, vaya día, vaya día… hoy ha pasado algo muy raro: de repente me encontraba en la mesa donde suelo pasar casi todas las horas de mi vida junto a mi amigo el ordenador y las gemelas lámparas hablando de cómo había ido nuestro día; me estaban contando las gemelas que por la mañana habían tenido una discusión muy fuerte con sus maridos los libros de castellano y catalán, cuando de repente me he dado un golpe… supongo que me he caído de la mesa o más bien me han tirado. Cuando he despertado estaba en un lugar nuevo para mí, si no recuerdo mal el lugar se llamaba gimnasio y allí la diversión nunca acaba; mi dueña no paraba de reír todo el rato, sus otros compañeros adolescentes tampoco y para remate, todo el mundo ha pintado sobre mí; al final me he puesto colorada; claro, es normal, tantos chicos pintando sobre mí nunca había pasado y yo he intentado estar lo más guapa posible.

El día por desgracia ha acabado, querido diario, y te aseguro que en todos los días que tengo de vida hoy ha sido de los mejores, aquel lugar era increíble y espero que me vuelva a llevar…

Macarena López, 4t B

UN DÍA EN EL SALÓN DEL MANGA

Hace dos semanas fui al Salón del Manga con dos amigas. Estuvimos toda la mañana comprando y por la tarde fuimos a hacer una gimcana. Me gustó mucho, ya que los cómics y el manga son dos cosas que me encantan.

Más tarde, cuando salimos de allí, pensamos en ir a cenar fuera todas juntas. Durante la cena estuvimos hablando de lo que nos había gustado más a cada una. A las doce y media nos fuimos todas a mi casa. Al llegar, lo primero que hicimos fue encender el ordenador para poder pasar las fotos y reírnos un rato.

Las fotos estaban muy bien. Había mucha variedad de personajes como: Ichigo de Bleach, Keroro, Allen Walker, Inuyasha, Naruto… y una que nos gustó muchísimo era una en la que salíamos todas con un japonés que había por allí. Cómo nos reímos.

Pero cuando íbamos a apagar el ordenador vimos de refilón una foto, a la que le clicamos con el ratón encima inmediatamente. ¿Podría ser que alguien disfrazado de sailor moon se colara en la foto? Efectivamente, y encima descubrimos que era alguien de nuestro instituto. Cuando nos comenzamos a fijar mejor en la foto en que vimos a sailor moon, a parte de ver que iba a nuestro instituto, vimos que era un chico; ¡estaba transvestido!

Después de reírnos un buen rato, cada una de mis amigas se fueron a su casa a dormir. Una vez en la cama, me puse a reflexionar en todo lo que había hecho, y si podría convencer a mi abuelo para que me volviera a llevar el domingo, que era el último día.  Pero ya sabía que eso era imposible.

4t B, empezado y revisado por Marta Insa