
Imagen editada sobre el original de Dayron Villaverde en Pixabay
Yo que no he tenido nunca un oficio
 que ante todo competidor me he sentido débil
 que perdí los mejores títulos para la vida
 que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme
………………………………………………………………………………es una solución)
 que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
 que me arrimo a las paredes para no caer del todo
 que soy objeto de risa para mí mismo
 que creí que mi padre era eterno
 que he sido humillado por profesores de literatura
 que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
 que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
 que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
 que tengo vergüenza por actos que no he cometido
 que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
 que he perdido un centro que nunca tuve
 que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
 que no encontraré nunca quién me soporte
 que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
 que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces
………………………………………………….más burlado en mi ridícula ambición
 que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo
…………………………………………..(“Ud. es muy quedado, avíspese despierte”)
 que nunca podré viajar a la India
 que he recibido favores sin dar nada a cambio
 que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
 que me dejo llevar por los otros
 que no tengo personalidad ni quiero tenerla
 que todo el día tapo mi rebelión
 que no me he ido a las guerrillas
 que no he hecho nada por mi pueblo
 que no soy de las FALN y me desespero por todas esas cosas y por otras
……………………………………………………..cuya enumeración sería interminable
 que no puedo salir de mi prisión
 que he sido dado de baja en todas partes por inútil
 que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
 que me niego a reconocer los hechos
 que siempre babeo sobre mi historia
 que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
 que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
 que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
 que llego tarde a todo
 que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
 que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
 que no soy lo que soy ni lo que no soy
 que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas
………………………………..haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
 que he vivido quince años en el mismo círculo
 que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
 que nunca usaré corbata
 que no encuentro mi cuerpo
 que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme,
…………………………………….barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación,
…………………………………….mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente
…………………………………….me suicido al alcance de la mano
 me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros
…………………………………….y de mí hasta el día del juicio final.
 Rafael Cadenas, 2000
 Rafael Cadenas, 2000