Domingo 25 de octubre
Hoy ha sido un día muy aburrido ya que sólo me ha sacado de la mochila para poder ver si tenía deberes y exámenes anotados en mí. Aunque la cosa no pintaba mal, mi dueña como de costumbre ha empezado a pintarme y todo lo que me suele hacer; madre mía, un día de estos me cansaré y me romperé; a ver si así me deja tranquila.
Lunes 26 de octubre
Vaya día el de hoy, si no fuese porque estoy más que acostumbrada diría que el día de hoy ha sido de los peores… deberes a montones, exámenes ni te cuento y para rematar el día, de repente a mi dueña le da por poner encima de mí unas hojas de papel blanco enganchado y fotos… sé que soy fea, pero no para tanto… o sí? En resumen, el día de hoy ha sido ajetreado. Ah, sí, y lo peor, lo peor, lo peor de todo ha sido cuando llegamos ya a casa y voy y me pierdo; vaya día el de hoy, si no han pasado cinco horas al menos antes de encontrarme no ha pasado ninguna, y al final, ¿dónde estaba? Pues como siempre en la estantería…, si es que no hay peor dueño que un adolescente.
Martes 27 de octubre
El día de hoy, cómo describirlo… ha sido de lo más raro, ha habido de todo desde deberes y exámenes hasta dibujos, pero lo mejor es que hoy me ha dejado durante todas las horas en la mesa y he podido enterarme de todos los chismes de la gente de clase; he podido por fin conocer a las otras agendas y me han estado contando su vida, y vaya vida la suya al lado de la mía, de lo mas aburrida; si al final esto de tener una dueña como la mía no va a estar tan mal…
Miércoles 28 de octubre
Madre mía, vaya día, vaya día… hoy ha pasado algo muy raro: de repente me encontraba en la mesa donde suelo pasar casi todas las horas de mi vida junto a mi amigo el ordenador y las gemelas lámparas hablando de cómo había ido nuestro día; me estaban contando las gemelas que por la mañana habían tenido una discusión muy fuerte con sus maridos los libros de castellano y catalán, cuando de repente me he dado un golpe… supongo que me he caído de la mesa o más bien me han tirado. Cuando he despertado estaba en un lugar nuevo para mí, si no recuerdo mal el lugar se llamaba gimnasio y allí la diversión nunca acaba; mi dueña no paraba de reír todo el rato, sus otros compañeros adolescentes tampoco y para remate, todo el mundo ha pintado sobre mí; al final me he puesto colorada; claro, es normal, tantos chicos pintando sobre mí nunca había pasado y yo he intentado estar lo más guapa posible.
El día por desgracia ha acabado, querido diario, y te aseguro que en todos los días que tengo de vida hoy ha sido de los mejores, aquel lugar era increíble y espero que me vuelva a llevar…
Macarena López, 4t B