La verdad es que estos apuntes míos están resultando demasiado desordenados, y hasta se me ocurre que caóticos, tal vez a causa del desarreglo general en que todo se encuentra hoy, del nerviosismo que padecemos y de la incertidumbre con que se trabaja. Cuando, con más sosiego y en condiciones más normales, pueda yo redactar el texto definitivo de mi libro, habré de vigilarme y tener mucho cuidado de presentar los acontecimientos, no revueltos, como ahora, sino en su debido orden cronológico, de modo que aparezcan bien inteligibles y ostenten el decoro formal exigido en un relato histórico. Después de todo, no importa: estos papeles no son sino un ejercicio, como el de los músicos cuando templan su instrumento, o a lo sumo recolección de materiales, borrador y anotación de detalles para no olvidarme luego de lo que se me ocurre y debo retener. Por lo demás, solo yo tengo que manejarlos.
Francisco Ayala, Muertes de perro
Sinceramente estos apuntes son un desastre, hasta caóticos. Tal vez sea porque el mundo en el que vivimos está hecho una mierda por la inseguridad con la que trabajamos. Cuando tenga tiempo y esté más tranquilo, escribiré mi libro, tendré que vigilar cómo lo presento, ordenado, para que la historia de lo que pasa tenga sentido. Pero bueno, ¿qué más da? Son sólo apuntes para mí, para tener más recursos cuando no tenga ninguna inspiración.
Adrià Pérez, 4t C