La subtitulación en el aprendizaje de lenguas extranjeras

Reseña del libro La subtitulación en el aprendizaje de lenguas extranjeras de Noa Talaván Zanón, publicado por Octaedro en enero del 2013

TalavánEl trabajo que reseñamos pretende demostrar el potencial pedagógico de la subtitulación como metodología para enseñar y aprender lenguas extranjeras, tanto desde el punto de vista de la recepción de clips subtitulados como a través de la creación de subtítulos por parte del alumnado, la vertiente más innovadora de la propuesta.

Más allá de su componente motivador, este enfoque resulta de enorme interés para mejorar la mayoría de destrezas lingüísticas. Múltiples estudios han demostrado la existencia de una correlación entre las prácticas de Traducción Audiovisual  (TAV) dominantes en diversos estados (doblaje o subtitulación) y el nivel de conocimiento de lenguas extranjeras por parte de la población. Si bien parece demostrado que los países dobladores presentan un nivel de competencia en L2 inferior, la autora defiende —a partir de su experiencia y sus investigaciones— que no se trata de cambiar hábitos culturales nacionales sino de promover el uso activo de subtítulos en la enseñanza de las lenguas extranjeras.

Los dos primeros capítulos del libro exploran el marco teórico que fundamenta la propuesta. El primero de ellos muestra como la subtitulación se inscribe en el enfoque comunicativo y en el aprendizaje basado por tareas, puesto que los aprendices son los encargados de conducir su actividad hacia la creación de los subtítulos de un clip. De todos modos, las múltiples posibilidades que esta actividad ofrece a los docentes, les permiten actuar con una metodología ecléctica e integrada que, según la autora, es la más adecuada en la actualidad, atendiendo a las formas lingüísticas y a los contenidos según las circunstancias del contexto.

En el capítulo segundo explora el papel de las nuevas tecnologías y del vídeo en particular en el aprendizaje de lenguas extranjeras y desarrolla sus ventajas y limitaciones. Entre las primeras, destaca la autonomía que propone a los estudiantes.

En el repaso del uso de clips, opina que el vídeo educativo (creado ad hoc para la enseñanza) no contiene el potencial formativo del vídeo auténtico. Este, aunque a priori pueda parecer más difícil, muestra una situación lingüística más cercana a la que se encontrará el estudiante en la realidad, incluye comunicación no verbal auténtica, modelos culturales existentes y, en muchas ocasiones, el rigor de pertenecer a formatos que parten de un guión. En definitiva, propone usar vídeos auténticos breves (de dos a tres minutos), que articulen una sesión en la cual habrá tareas previas y posteriores para explotar la lengua que contiene el clip.

Los cuatro últimos capítulos suponen la segunda parte de la obra, centrada en la propuesta de la subtitulación como herramienta didáctica.

El capítulo 3 define la Traducción Audiovisual:  “La TAV se puede definir como la traducción de productos transmitidos a través del cine, vídeo, DVD, Internet y televisión, así como productos multimedia que se difunden a través de ordenadores o consolas de videojuegos. La principal peculiaridad de la TAV es que el mensaje está codificado en dos canales distintos, auditivo y visual. Se combinan el código verbal y el visual. (…)Las principales modalidades de TAV son el doblaje, la subtitulación y el voice-over o voces solapadas.”

Aunque cada modalidad exija sus propias fases de trabajo, destaca la importancia de la sincronía entre códigos y canales en la tarea de subtitulación, de modo que requiere un esfuerzo tanto del creador como del oyente, ya que, como es sabido, la sincronización convierte a los subtítulos en una versión reducida del diálogo escuchado.
El capítulo siguiente explora el uso pedagógico de la subtitulación, ya sea como apoyo a la comprensión de un vídeo como en su faceta creativa por parte del alumnado. El hecho de recibir información a través de dos canales favorece la comprensión, la memorización de los recursos y da a los aprendices una sensación de seguridad. De todas formas, el aspecto más significativo es que obliga al receptor a monitorizar el discurso escuchado. Además, los actuales sistemas de reproducción permiten distintas combinaciones de lenguas en el audio y en el texto escrito, ideales para distintas situaciones de clase.

Por lo que respecta a la dimensión creativa, la autora ofrece un gran abanico de recomendaciones para trabajar los subtítulos en clase: consideraciones espaciales, temporales, de puntuación y ortotipográficas. El conocimiento previo de estas convenciones resulta fundamental a la hora de activar los diversos software que están a disposición actualmente en la red.

Entre los muchos beneficios didácticos, luce con luz propia los que emanan de la traducción y, en concreto, de la necesidad de seleccionar forma y significado en la resolución de aspectos problemáticos, lo que contribuye a la destreza de mediación lingüística, destacada en el MCER.

Los últimos capítulos repasan las pocas experiencias prácticas que se han desarrollado hasta el momento y detalla una de la autora para trabajar la oralidad. Se trata del uso de la subtitulación tradicional para mejorar la comprensión oral a través de una selección de clips, un proceso de trabajo detallado y un modelo de evaluación de las respuestas del alumnado lo más objetivas posible.

Aunque en estos momentos el uso de la subtitulación creativa con finalidades didácticas esté en un momento inicial, las investigaciones que presenta y ordena este trabajo ofrecen al profesorado y a los investigadores un magnífico punto de partida para desarrollar esta metodología.

No quisiéramos terminar esta reseña sin destacar  la nutrida bibliografía que presenta la autora y que orienta de manera clara el camino de nuevos retos en la subtitulación de clips en nuestras aulas

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