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Curriculum Vitae. JOSÉ ANTONIO AGUADO GONZÁLEZ Lloc de naixement i data: Fayon (Zaragoza), 1962. FORMACIÓ Llicenciat en Filolofia Hispànica per la Universitat Autònima de Barcelona -Taller de teatro: "La mirada del otro" dirigit per Lluís Pasqual a la Universidad Menéndez Pelayo. - Curs per directors de l'ONCE per tractar amb disminuits visual: - Cursos de teatre a la Sala Beckett de Barcelona. EXPERIÈNCIA PROFESSIONAL 1993-2007 Provincia de Barcelona. Professor d'Ensenyament secundari: IES Egara, IES de Cardona, IES de Sallent, IES Torre del Palau i IES Viladecavalls. -Fa Crèdits Variables de teatre a Secundària i una optativa a batxillerat. -1993-2007 Terrassa. Col.laborador de Diari de Terrassa . 2000 Barcelona. Director del grup teatral «Sarau» de l' ONCE. -Dirigeix Morir (un moment abans de morir) , de Sergi Belbel. Espectacle que es va veure per tot Catalunya i al teatre Tantarantana de Barcelona. 2001 - Dirigeix " La nit just abans dels boscos" de Koltés. 2002 - Dirigeix "Hamlet" de William Shakespeare. 2005 Fundació de la companyia "Medusa" amb Miquel Ruiz escenògraf de la companyia de dansa "Nats Nuts": 2005: "Contraindicaciones" basat en textos d' Iván Carrasco i Francesc Reina. 2006: "Maleïda Torsió" basat en textos de Francesc Reina.

Vicente Molina Foix & Luis Cremades, “El invitado amargo

Los caprichos del deseo

 

Vicente Molina Foix & Luis Cremades, “El invitado amargo”, Anagrama, Barcelona, 2014, 410 páginas.

 

Todo proceso de escritura no es más que una lucha estéril contra el tiempo. Los escritores en su afán de retener las horas escriben alegres y tristes historias llenas de amor. Pero cuando el ejercicio de escritura se une no a la ficción y la fantasía; sino a la memoria aparecen páginas llenas de melancolía y deseos de capturar un tiempo que se fue a través de su recuerdo. Los libros de memorias tienen una legión de seguidores porque con su lectura volvemos a un tiempo que fue y que ya no existe. Los escritores Vicente Molina Foix y Luis Cremades han escrito un libro de memorias donde repasan sus biografías intelectuales y sentimentales desde los años cincuenta hasta el presente: “No era, insisto, la enseñanza lo que me ligaba a él. Ni la lujuria, que en nosotros se manifestaba, sin ser castos, de un modo moderadamente animal. En Luis veía por vez primera un modelo que no había encontrado antes en mis predominantes historias homosexuales”.

A la manera de Marcel Proust los dos amigos tocan a cuatro manos una pieza cargada de memoria literaria, por este casi medio centenar de páginas pasan los intelectuales que han marcado a toda una generación de escritores que tuvieron su momento de máxima creatividad a finales de los sesenta y tuvieron su periodo de madurez en los setenta y ochenta, y que ahora como viejas glorias del pasado escriben sobre poesía, cine y literatura: “Pero si los sentimientos y las formas de amarse son genéricos, los modos de expresarlos son específicos. En las seis semanas que pasaron desde que descubrí las cartas de Luis esparcidas por los ladrones en su bienes fungibles, releí toas más de una vez, antes de proponerle nada, y al releerlas fue como si una imagen vicaria del amor, un simulacro, volviera a la casa donde una noche lejana, con la incertidumbre del primer beso y el tanteo de las primeras caricias, él y yo empezamos a idealizarnos. ¿O volvía el invitado en persona se fue haciendo esquivo hasta la amargura, aportando ahora palpablemente el dulce poso del ser original? Nunca he vuelto a recibir ridículas cartas de amor tan sublimes, ni las he escrito yo, ni me ha sido posible amar igual”.

No es frecuente que dos escritores escriban juntos momentos muy especiales de su vida, con personas muy especiales en la historia de la literatura última desde Vicente Aleixandre hasta Juan Benet pasando por Narcís Comadira y Dolors Oller: “La misma noche de su toma de posesión, en el Bocaccio de Madrid, Javier Marías y yo, suplantando las funciones de la Rúmor, la sociedad difusora de bulos fundada en sus horas de asueto por Benet y Hortelano”.

“El invitado amargo” es uno de esos libros repletos de literatura porque se ha escrito desde la relación de sus autores con sus colegas de profesión, de esta manera se convierte en una forma distinta de acercarse a los autores que todos hemos leído, no desde su obra escrita sino desde su lado humano y biográfico. Con la densidad de un Borges y la pasión en las cosas de la vida de un Terenci Moix, los dos escritores a cuatro manos capítulo tras capítulo van desgranando los caprichos del amor homosexual: “Nos habíamos conocido un par de semanas antes en un encuentro para crear una plataforma gay universitaria”. Con el paso del tiempo estos caprichos del amor se convierten en una epopeya sentimental que termina con una amarga reflexión final: “Mi amor por Luis fue un amor sin resguardo, el más cierto, el más excitante y desequilibrante de mi vida, y pese al devenir de los dos años felices y tormentosos, el más perdurable. Del suyo no puedo más que especular, dudar, creer, recordar los muchos momentos de dicha incomparable que me produjeron los trastornos que no lograron quitarme la voluntad de seguir amándole”.

“El invitado amargo” plantea una cuestión familiar, una manera de entender la ecuación que ha marcado a toda una generación que tenía como referente la cultura anglosajona y el concepto de la amistad: Luis Antonio de Villena, Jaime Gil de Biedma, Carlos Bousoño, Francisco Umbral, Francisco Brines, Claudio Rodríguez, Guillermo Carnero, Fernando Savater, José Luis Gómez, Javier Marías, Dolors Ollé, Narcís Comadira,… nombres de la cultura que sobrevuelan estas páginas juntos con los de Vicente Aleixandre, Federico Garía Lorca, o Luis Cernuda. Un mundo de cultura que va desde las lecturas de autores nacionales como internacionales. Momentos míticos que marcaron toda una ideología como los conciertos de los cantautores: “El de Raimon en mayo del 68 abarrotando el hall de la antigua facultad de Economía de Madrid, y del Luis Eduardo Aute en la plaza de toros de las Ventas”. Acontecimientos de la vida intelectual que jalonan la existencia de dos figuras clave en la historia portátil de la literatura reciente y todo ello en un proceso de selección selectiva de la memoria, hay mucho de en busca del tiempo perdido en este libro “El invitado amargo”. Como las canciones de Mecano que ahora vuelven, estos recuerdos de dos amantes en los años ochenta esconden otra realidad, la de los procesos intelectuales de dos personas entregadas a su trabajo literario.

“El invitado amargo” se lee como una autobiografía, pero también se lee como una novela al estilo de Enrique Vila-Matas, esas novelas cargadas de metaliteratura que nos ofrecen una realidad borgiana de la vida, una vida llena de pasiones sentimentales y trampas para poder sobrevivir.

J. A. Aguado

 

 

Alfredo Sanzol & T de Teatre, “Delicades

La generació del silenci

Alfredo Sanzol & T de Teatre, “Delicades”, Edicions 62, 90 páginas, 16 €.

 

Alfredo Sanzol (1972) s’ha inspirat en la seva àvia i les seves germanes, les de “la generació del silenci” perquè van ser educades per “sentir, veure i callar, i patir molt”, per escriure “Delicades”, que ara veu la forma de llibre i primer va ser una obra de teatre. Unes vides fetes literatura sobre el que elles no van arribar a explicar.Aquestes dones que van inspirar aquest llibre, eren les que tractaven els homes com nens, que decidien les coses i ells les executaven i que els servien primer a ells a la taula. Ara sembla de ciència ficció.

Alfredo Sanzol és llicenciat en Dret per la Universitat de Navarra i en Direcció d’Escena per la RESAD. Ha escrit les obres “Carrusel Palace” (2000), “Cous cous i xurros” (2001), “Mòbils” (2003), “Calleidoscopi” (2004), “Com aixecar pedres sense enfonsar en les voreres” (2005), “Riu i destrucció” (2005), “Sí, però no ho sóc” (2008), “Dies Fantàstics” (2010). Eltext escrit del una obra de teatre forma part de la literatura i la seva lectura desperta en el lector aspectes que per l’espectador passen desapercebuts.

El llibre  ha estat traduït al català per Sergi Belbel.Ens trobemamb dinou històries una successió de diàlegs i monòlegs sense més punt de connexió que la vida, units per un pasdoble, una prunera que dóna una poma, i un roser que semblava mort i no ho estava: “És que me´n recordo, de quan eres petita, i venies a tocar-me la cara, i et quedaves adormida quan em tocaves la cara. Perdona. Mai, mai m´hauria pogut imaginar que m´ho arribaria a passar tan malament. Perdona. És que veig com estàs creixent i no sé què fer”.

L’ humor és una constant en la trajectòria de T de Teatre i Alfredo Sanzol. Una manera de mirar la realitat que els ha unit per explicar “Delicades”, una història d’històries, de vegades no tan fràgils ni delicades. Construïda amb fragments, trossos, amb elements que en aparença no tenen relació, però que configuren un univers.Una sèrie de microrelats trepidants: “La Margarita criava unes gallines grosses com galls dindis, i totes les veïnes l´envejaven. Margarita, treu aquestes gallines de la carretera, que encara les atropellarà un estiuejant”.

Històries sempre farcides d’una bona dosi d’amor i records: “Guardo els botons. Guardo els retalls. Guardo el fil que em sobra de les agulles. Guardo les cordes de les caixes. Guardo les caixes. Guardo el paper d´embolicar els regals. Guardo els filferros, les femelles i els cargols. Guardo els cables dels aparells vells. Guardo les rajoles que sobre. Les fustes que sobren. Els testos que es queden sense planes”.

Uns personatges, homes i dones, kafkians que protagonitzen diverses instantànies, com a curts cinematogràfics o relats breus amb la intensitat d’una Julio Cortázar, un Truman Capote o un Pere Calders, amb només uns breus diàlegs l’espectador entra de ple perquè el que escolta i veu d’alguna manera ho ha viscut o ha sentit en pròpia pell: “Jo pinto flors. I em sento compromesa amb aquest acte. No pinto per pintar. Jo veig pintures de flors on el pintor no hi és. Són pintures fredes, mortes, pintures de flors sense ànima, sense cap mena de compromís.”

Un llibre diferent que provoca un sentiment d’agraïment infinit al lector. Però la seva singularitat no és perquè hi aparegui cap innovació. Sinó perquè colpeja a les entranyes del “jo”, que diria Freud, amb intel·ligència, tendresa, ironia i humor, qualitats difícils de trobar amb els escriptors moderns. “Delicades” és un retrat en diverses instantànies virades al sípia, però plantejades des d’una mirada contemporània: “bonica, que ens pensàvem que t´havies mort, i mira el que has tingut. Has tingut una filla. Has tingut un bebè.”

La visió que té Sanzol de les dones que van poblar la seva infància, la que tots tenim de les nostres mares, àvies … Una generació de dones “delicades”, que van vestir una fràgil duresa, o una dura fragilitat, i que durant dècades han conformat aquests entranyables matriarcats en què els homes només eren companys de viatge.

J. A. Aguado

Juan José Millás, “articontes complets”

El millor del periodisme i la literatura

 

Juan José Millás, “articontes complets”, Seix Barral, Barcelona, ​​2011, 957 pàgines,

 

 

Aquest llibre que reuneix gairebé mil peces, breus relats, híbrids entre el conte i l’article periodístic, que Juan José Millás (València, 1946) ha anat escrivint al llarg de la seva ja dilatada vida. A aquest singular narrador comencem a llegir-lo amb l’arribada de la democràcia, és un d’aquests autors de la transició que amb el temps s’ha convertit en tot un clàssic, tant del periodisme com de la literatura. Molt lluny queda ja el seu primer llibre “Cèrber són les ombres” de l’any 1975, es tractava d’una original per a l’època proposta de creació de llenguatge, moltes de les seves obsessions i plantejaments posteriors ja estaven en aquesta obra, es diu que hi ha escriptors que sempre estan escrivint la mateixa obra amb diferents enfocaments.

Aquest recull és una forma molt interessant de conèixer la seva manera de fer, perquè d’alguna manera recull l’essència d’una forma d’escriure, d’una postura davant la realitat, una actitud moral presa amb la precisió d’un fuster i la mirada d’un bufó, moltes vegades tapada i oculta per la rutina quotidiana: “Al concebre aquest volum, vaig decidir eliminar els articontes que guardessin alguna relació amb un tipus d’actualitat perible ja que, en expirar aquesta actualitat, l’ articontes referit a ella s’havia quedat també una mica rígid” .

Juan José Millás reuneix en “articontes complets” els seus articles més enganxats a la ficció, un gènere molt personal que, en les seves mans, combina el millor del periodisme i la literatura. De l’ escriptor el que sempre sorprèn és el punt de vista, que segons quin lector atrapi el troba absurd, kafkià o estrany com a mínim. El seu és la realitat i l’aparença, una mirada que s’alimenta dels fets quotidians i del material de la vigília i els somnis. Un material que després plasma en els seus “articontes”, un gènere hereu de Mariano José de Larra. El cor de l’escriptor necessita creure alguna cosa, i creu mentides quan no troba veritats que creure.

Juan José Millás és un d’aquests observadors de la realitat minuciosos, potser es degui a la seva formació autodidacta. Va cursar la majoria dels seus estudis com nocturn mentre treballava a la caixa d’estalvis, després va passar a administratiu d’Iberia, per acabar vivint del periodisme i la literatura. En totes les seves novel·les es pot veure de forma més o menys intensa aquesta crònica del surrealisme quotidià dosificada en perles: “Assegut a la vora del llit, com cada dia a aquestes hores, va pactar amb la realitat els límits de la jornada i després es va dirigir a la cambra de bany per començar a complir la seva part del tracte “.

D’alguna manera el narrador explica la seva vida, es podria dir que aquests relats són part d’una autobiografia fictícia d’una persona interposada que porta el seu propi nom, un personatge que mai perd la mirada d’estranyament d’un nen i la reflexió d’un home que ha llegit molt, potser llegit més que viscut: “Sempre vaig creure que viure sol consistia en fer el que a un li donés la gana, però consisteix justament en el contrari.”

Tots aquests relats breus s’escriuen sempre des del conflicte, perquè si no hi hagués conflicte, no serien necessaris. D’aquesta lluita neixen històries amb finals inesperats, històries que les sentim moltes vegades com a pròpies. El recurs de reduir a l’absurd una situació límit i donar-li la volta s’utilitza una i una altra en aquest voluminós llibre summament atractiu, del qual el seu autor, Juan José Millás, se serveix per posar sobre la taula temes molt seriosos amb un to lleuger.

J. A. Aguado

Michel Houellebecqu, “El mapa i el territori”

Michel Houellebecq, Premi Goncourt

 

Michel Houellebecqu, “El mapa i el territori”, Anagrama, Barcelona, ​​2011, 377 pàgines,

 

El Premi Goncourt és el màxim guardó literari francès que es convoca anualment. Va ser fundat el 1903 per desig d’Edmond Goncourt, escriptor naturalista. És el més important de tots els premis literaris que s’atorguen a França cada any. El premi Goncourt està administrat per l’Acadèmia Goncourt, formada per deu homes o dones de lletres que seleccionen les obres en prosa més imaginatives, en general novel·la, publicades durant l’any anterior. El testament d’Edmond Goncourt estipulava que els membres es reunirien tot sopant un cop al mes per discutir sobre les últimes creacions literàries. Aquestes trobades se celebraven al restaurant Drouant. A partir de 1912, el sopar va passar a ser un dinar i el premi s’anuncia públicament des de llavors després de la trobada del mes de novembre. L’import del premi continua sent 50 francs, el mateix que tenia el 1903, any de la seva creació.

Michel Houellebecq va ser guardonat amb el premi per la seva novel·la “El mapa i el territori”. Es tracta d’un escriptor les novel·les del qual evoquen la misèria sexual i afectiva de les societats occidentals contemporànies. Va néixer a l’illa de Reunió. Fill d’un guia d’alta muntanya i d’una anestesista, als sis anys, se li va confiar a la seva àvia, comunista, el nom de la qual va adoptar després com a pseudònim. Un cop cursats estudis en el Liceu de Meaux, va seguir unes classes preparatòries per cursar estudis superiors i va obtenir el diploma d’Enginyer agrònom el 1980. A continuació, va patir un període d’atur, un divorci i una depressió que el van portar a passar diverses temporades en un centre psiquiàtric. Va començar a freqüentar diversos cercles poètics. El 1985 va conèixer a Michel Bulteau, director de la Nouvelle Revue de Paris, que va publicar els seus primers poemes. El 1991 va publicar la biografia de Howard Phillips Lovecraft, H. P. Lovecraft: contre li monde, contre la dv Aquest mateix any va aparèixer “Seguir viu”, el 1992, la seva primera col·lecció de poemes, “La recerca de la felicitat”. El 1994, la seva primera novel·la, “Ampliació del camp de batalla”. La seva segona col·lecció de poemes, “El sentit del combat”, va obtenir el Premi de Flore el 1996. Intervencions, un recull de relats crítics i de cròniques, va aparèixer el 1998, al mateix temps que “Les partícules elementals”, la seva segona novel·la, guardonada amb el Premi Novembre. El 1999, Houellebecq va adaptar al cinema, juntament amb Philippe Harel, “Ampliació del camp de batalla” i va publicar una nova col·lecció de poemes titulada “Renaixement”. El 2000 va treure el seu disc Presència humana, on llegeix els seus poemes amb música de Bertrand Burgalat. Aquest mateix any va publicar Lanzarote, novel·la la curta acompanyada de fotografies. La seva tercera novel·la, “Plataforma”, té com a tema central el turisme sexual a Tailàndia. La novel·la va obtenir una gran fama i va aixecar, com l’anterior, una violenta polèmica. Com a conseqüència de les seves declaracions virulentes sobre l’islam en una entrevista realitzada el setembre de 2001, organitzacions musulmanes i la Lliga dels Drets de l’Home presentar una denúncia per “injúria racial i incitació a l’odi religiós”. Al final d’aquest judici, l’octubre del 2002, l’escriptor va ser absolt dels càrrecs. En les arrels de la seva obra es troba el sofriment. La seva poesia implacable és testimoni d’una impossibilitat de viure i condemna, amb una violència amarga, tota esperança. Aquest sofriment és essencialment de tipus sexual i afectiu. En gran part influït per la seva formació científica, les novel.les de Michel Houellebecq són fonamentalment especulatives.

Novel·lista del sofriment ordinari per a alguns, escriptor cínic i sacríleg per altres, Michel Houellebecq sembla mantenir-se constantment sobre el tall de la seducció i de la provocació, entre abjecció i pudor, ironia i infantilisme.

“Jeff Koons acabava d’aixecar del seu seient amb els braços cap endavant en un impuls d’entusiasme”. Així comença “El mapa i el territori”, una novel·la en què es parla de l’art, els diners, l’amor, la relació amb el pare, la mort i el treball, escrita amb la tècnica de la novel·la negra. Narrada en tercera persona persegueix la vida del seu protagonista un artista de la fotografia que treballa per la guia Michelin, hi ha per descomptat una història d’amor i el nom d’una dona, Olga, en aquest llarg i tortuós camí en què es busca la felicitat.

J. A. Aguado

Mercedes Abad, “Amigos y fantasmas”, Tusquets editores

El estercolero emocional de las buenas personas

 

 

Mercedes Abad, “Amigos y fantasmas”, Tusquets editores, Barcelona, 2004, 217 páginas, 14 €.

 

El cuento, ese género peculiar que ha conocido mejores tiempos, es el protagonista en la producción literaria de Mercedes Abad (Barcelona, 1961). La escritora catalana considera el cuento como un laboratorio de pruebas apasionante en el que puedes cambiar de registro, de persona y de estilo cada pocas páginas. Mercedes Abad pertenece al delgado grupo de los escritores que buscan una visión particular de la realidad, aparte de ser una de las pocas escritoras de relatos breves. Ha publicado libros de cuentos y novelas, entre las que destaca “Ligeros libertinajes sabáticos”, ganadora del Premio La Sonrisa Vertical en 1986. Es también autora de varios guiones de radio y de textos y montajes teatrales (valga mencionar la adaptación del Marqués de Sade para La Fura dels Baus).

Abad ha publicado “Amigos y fantasmas”, una colección de doce relatos que debería ser calificada de historia y los relatos una serie de fragmentos de variada intención que servirían para dar entidad al propio texto. Para ello Abad, escritora muy hábil a la hora de presentar los estados anímicos de sus personajes, muestra una galería de ellos que podrían ser tomados como representativos de algún momento sociológico pero que precisamente brillan por su más o menos rabiosa individualidad. La autora ha evitado el camino fácil y trillado, podría haber caído con pasmosa previsión en la recreación de la extravagancia o de la rara complejidad psíquica de los personajes y, sin embargo, ha actuado justamente como menos se esperaba, otorgando carácter cotidiano a aquello aparentemente fuera de lo normativo y restándole carga dramática pero no en verosimilitud. Este es el caso de “Viaje con turbulencias”, donde una lectora decide emprender un viaje en tren para poder leer una novela, cosa que no consigue por la presencia de un inoportuno compañero de viaje. El humor irónico, un cierto distanciamiento verbal con rasgos fantásticos y surrealistas y saber súbitamente detener la mirada del lector en los planos paralelos que rodean a sus personajes, son quizá las características más destacadas de estos cuentos: “No señor: uno nunca se conforma con lo que le toca en herencia. Yo heredé de mi madre su permanente y noble aspiración a ser moralmente intachable. Habría preferido heredar su elocuencia, o sus ojos verdes, o su gracia para cantar, que ahora me haría mucha compañía, o su dentadura perfecta e impolutamente blanca”.

El recurso que Mercedes Abad adopta como idóneo para llevar a cabo ese distanciamiento es el de la ironía y hay que decir que consigue su propósito con largueza: “¿Te gusta la carne? Acompañó su pregunta con una mirada intensa y llena de significado, la clase de mirada que, desde hacía años, yo sólo había visto en versión celuloide”.

Los temas tratan sobre lo que se dice, lo que se escucha o lo que se calla:los nervios ante una primera cita en la que hay que impresionar a la otra parte; el secreto mayúsculo que a un personaje insignificante le toca en suerte compartir; la presencia obsesiva de un antiguo rival de infancia; o la hipócrita y a ratos cruel relación entre un grupo de amigos. Con esos planteamientos Abad nos conduce a un desenlace inesperado, en el que se rompe la lógica o lo convencionalmente esperado. Abad entiende que cualquier cosa que te ocurre, lo vivido, no tiene sentido hasta que no lo explicas. Así, en “Un excelente comienzo”, un encuentro, que puede dar lugar a una aventura sentimental y que es largamente temido, cambiará totalmente por un terremoto que, al obligar a la protagonista a retorcer el cuello a una oca, le permitirá mostrar una encomiable y seductora figura de mujer fuerte y atrozmente seductora.

Las víctimas de sus relatos son los personajes mismos, no hacen daño a los demás, son honestos ciudadanos que se castigan cometiendo perversidades inconfesables, en las que a menudo todo sucede en sus mentes: “Ella ha luchado contra eso, ha tratado de disimularlo, se dejaría torturar hasta entregar el último suspiro antes que confesarlo y se ha sentido siempre vagamente culpable, pero el hecho está ahí, tan cruel como ineluctable”.En “Servicios de caballeros”, un hombre anodino que recibe la confesión del Ministro de Interior en los servicios de un gran hotel, un poco antes de que éste sea asesinado por una complicada conjura, se ve de pronto convertido en alguien que sabe un gran misterio, lo que le hará triunfar en la vida y que los demás jamás le vuelvan a ver insignificante: y todo ello ocurrirá precisamente por no contar jamás ese secreto.

Mercedes Abad coloca a su lector en un estado de completa empatía con personajes y situaciones totalmente inscritos en la cotidianeidad de una realidad que no es ni gris ni rosa, sino de un color cambiante, a medio camino entre la depresión y la alegría, entre la mezquindad y la compasión.

J. A. Aguado

 

Ricardo Menéndez Salmón, “La nit ferotge”

Una cacera humana

 

Ricardo Menéndez Salmón, “La nit ferotge”, Seix Barral, Barcelona, ​​2011, 103 pàgines, 15 €.

 

Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) és un d’aquests narradors que brillen per la seva intensitat i brevetat a l’hora de plantejar-se una història. Com a escriptor reflexiona sobre unes quantes preguntes fonamentals: Per què hi ha el dolor i el mal en el món? Té la bellesa una capacitat redemptora? Com podem sobreviure al sense sentit de l’existència? Com Milan Kundera en les històries de Ricardo Menéndez Salmón hi ha unes gotes de filosofia, molta metàfora lingüística en la recerca d’una forma expressiva plàstica i una trama cruel d’una història que mereix ser explicada en forma de llibre en què queda reflectida la maldat entre la humanitat. En el món de les lletres es va presentar amb els seus relats “Els cavalls blaus”, “La llum és més antiga que l’amor”, “Astúries per Vera”, “El corrector”, “Enfonsament”, “L’ofensa”, “Els arrabassats “,” Panòptic “,” La filosofia a l’hivern “,” Les apologies de Sòcrates “i” Els desposseïts “.

La brevetat dels seus llibres, aquesta novel·la que presentem avui “La nit ferotge” va ser publicada l’any 2006 i ara es recupera per l’editorial Seix Barral. La novel·la té cent pàgines i que es llegeix d’una tirada obeeix a la seva forma d’escriure, equívoca en comptes de unívoca, connotativa abans que denotativa, pràcticament sense diàlegs, una escriptura que ho basa gairebé tot en el poder de la imatge i en la vida interior dels personatges, una literatura de la consciència, en una paraula, que confia en la capacitat del llenguatge per emocionar i revelar abans que en funcions més objectives.

La narració transcorre en un poble inventat asturià Promenadia, (un lloc com García Márquez amb Macondo) suspès en la rudesa del camp, aquesta és una història del tremendisme rural a la línia de “La família de Pascual Duarte” de Cela o els drames rurals del modernisme, que tenen el seu bressol en el naturalisme del segle XIX. En aquesta història és tan important l’espai com els personatges, la naturalesa es converteix en un tercer personatge sempre interposat entre els protagonista de la novel·la, el narrador omniscient que tot ho sap i el lector. “De manera que mentre frega el seu flac cos contra el tremolós costat de les vaques, mentre badalla mostrant la seva boca ja sense moltes dents i la seva gran llengua tumefacta als animals muts, mentre amara de gasolina dels jarrets d’aquests remugants tranquils” …

L’escriptor conjuga el seu gran talent per a la metàfora, ens parla per exemple de la lentitud de la mel, amb la vigorosa independència intel·lectual amb la qual reflexiona sobre la crueltat humana l’any 1936, en els albors de la Guerra Civil Espanyola: “De tots els plaers que coneix l’home, cap més gran que el de causar dolor. La contemplació de la bellesa o el tràngol de l’amor físic no poden comparar-se amb el gaudi de trencar un os. I el fet que els filòsofs no hagin trobat encara una raó convincent, decisiva, irrefutable, per justificar aquesta característica de la naturalesa humana, és un dels misteris més profunds que hi ha “.

Aquesta novel·la intensa és moltes coses, un examen de la solitud en l’experiència d’estar sol enmig d’enemics, com li passa a Homer, el mestre del poble que viu embolicat en nostàlgia i escriptura, la història d’una violació i un posterior assassinat d’una nena, la història d’una cacera humana, una reflexió sobre el dolor i els mecanismes que porten l’ésser humà a infringir dolor a l’altre. Ricardo Menéndez Salmón és un filòsof que medita sobre la condició humana de manera commovedora, per fer-nos comprendre la complexitat de les coses simples, l’estranyesa que s’oculta en el cor de l’ordinari: “A la paret, al costat d’un espartà Crist de fusta i un clau del qual pengen unes claus, un calendari d’una marca de sabons assegura que corre l’any 1936, però a Homer el turmenta tanta superstició. S’atreviria a jurar que són homes de l’Edat, o més antics fins i tot, homes que no saben “.

Un dels motors de l’acció són els trets i els seus efectes en el paisatge i en l’interior dels personatges, la violència és present en tot moment en un poble amb una estructura de poder clàssica: amo, capellà i mestre. El mestre encobreix als dos fugitius perquè simbolitza la raó enfront de la barbàrie. “La nit ferotge” és una obra mestra.

J. A. Aguado

Eduardo Mendoza, “El último trayecto de Horacio Dos

El maestro Eduardo Mendoza se divierte

 

 

Eduardo Mendoza, “El último trayecto de Horacio Dos”, Seix Barral, Barcelona, 2002, 190 páginas, 16 €.

 

 

 

La última novela de Eduardo Mendoza es un divertimento que se mueve entre la chirigota y la creación quevediana de un lenguaje propio para el género de la ciencia ficción. Todos conocemos al Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) de novelas tan redondas como “La verdad sobre el caso Savolta”, “La ciudad de los prodigios”, “Una comedia ligera” o “El misterio de la cripta embrujada”. Pero existe otro Mendoza empeñado en experimentar con la gaseosa como en “Sin noticias de Gurb” o “La aventura del tocador de señoras”.

El maestro de la narrativa española contemporánea se divierte con sus hijos más asimétricos, en este caso “El último trayecto de Horacio Dos”. En un viaje espacial, en una nave se halla comprimida la historia inesperada e intrigante, disparatada y con un punto de parodia. Los personajes son caricaturas en una mente que juega a la libérrima fabulación que roza, tras lo esperpéntico, el área del prodigio surreal, como muestra el personaje de la señorita Cuerda.

Al comandante Horacio Dos le ha sido asignada una incierta misión, una farsa burlesca y una sátira de los diarios espaciales. La nave sale del planeta Tierra y se dirige a la Estación Espacial Fernat IV gobernada por Propercio Demoniaco, alias Flan de Huevo, y el comandante Horacio Dos tiene que sortear toda una serie de dificultades que se le colocan ante la misión encomendada; entre esas dificultades no podía faltar la rebelión a bordo. La acción se relata en un orden cronológico que empieza un martes 30 de mayo y termina un sábado 22 de julio, todos los sucesos acontecen bajo la perspectiva del personaje principal de la historia, Horacio Dos, comandante de la nave que navega por la zona helicoidal y que vive una aventura en la Estación Espacial Derrida. Con un punto de locura la acción nos habla del instinto de supervivencia física y moral de un grupo disparatado: “también en nombre de todas las Mujeres Descarriadas de a bordo, me informa de que se está acabando el champú y el colorete”. El ingrediente básico de este plato literario es el humor con que su autor maneja las situaciones, los personajes y el lenguaje y que dejan perplejo al lector, como cuando encuentran una gamba de goma en una paella.

“El último trayecto de Horacio Dos” es una narración delirantemente construida que divertirá a aquellos que busquen en una novela simple y dura evasión.

J. A. Aguado

Nick McDonell, “Twelve”

Esto es Nueva York

 

 

Nick McDonell, “Twelve”, Anagrama, Barcelona, 250 páginas, 15 €.

 

He aquí la primera novela de un jovencísimo escritor anglosajón, Nick McDonell (Nueva York, 1984). Se trata de la irrupción en el mercado editorial de las nuevas generaciones, los benjamines de la literatura inglesa que vienen pegando fuerte. En este caso se trata de una novela donde se describe la forma de vida de los adolescentes neoyorquinos, la vida estudiantil en los institutos de Nueva York, algo que conoce muy bien el autor y que es una caja de sorpresas para quienes vivimos al otro lado del charco. El protagonista de esta historia urbana es White Mike: “es pálido y delgado como el humo. White Mike lleva vaqueros, una sudadera con capucha y un abrigo Brooks Brothers azul marino, largo. Tiene el cabello muy rubio, casi blanco, y lo lleva muy corto. White Mike está limpio. White Mike no se ha fumado un cigarrillo en la vida. No se ha tomado jamás una copa, ni le ha dado una calada a un porro. Pero White Mike se ha convertido en un camello de envergadura, aunque empezó trapicheando con su primo Charlie”. Este camello juvenil es un tipo tranquilo, tiene sus amigos, saca buenas notas, está a punto de decidir en qué Universidad ingresar. Pese a vivir rodeado de drogas, White Mike nunca las había percibido más allá de puro negocio. El título de la novela provine del tipo de droga con el que comercianacaudalados adolescentes de Manhattan.En realidad, la droga es sólo el rollo de una de las niñas, Jessica, pero es la adicción la que afecta hasta a los caracteres más inocentes, provocando el estallido final.

A White Mike le encantan los samuráis desde que los vio en los dibujos animados cuando tenía ocho años; su madre murió de cáncer de mama y vive con su padre; participa activamente en charlas sobre “El Rey Lear” y en clase siempre se muestra atento e interesado, es lo que se puede clasificar como un alumno brillante. La novela empieza como lo hacían las novelas realistas del siglo XIX, un narrador en tercera persona nos facilita un aluvión de información sobre White Mike; pasadas medio centenar de páginas comienza la acción, un sábado 28 de diciembre: “Un chico negro y un chico blanco con carnets de identidad falsos de Ohio y Oregon son hallados muertos en la calle 117.” Los días que preceden a la noche de fin de año están llenos de acciones trepidantes protagonizadas por multitud de personajes secundarios, a modo de novela coral, que acabarán todos ellos en una misma fiesta que terminará por ser el momento culminante de la novela. Toda la narración está llena de música, que como una banda sonora nos acompaña con los ritmos de estos jóvenes que viven la vida de forma vertiginosa contada en cortos capítulos fácilmente digeribles. Sirva como ejemplo el capítulo 58: “-¿En la calle 45? Pero ¿qué coño se ha creído ese capullo?”. Fin del capítulo, página 153.

La novela está plagada de alusiones a la cultura de la “high school”, como “la chica popular” o “el capitán del equipo”, pues se debe hacer notar la intención del joven escritor de enfatizar el lado oscuro de la cultura pop. La novela es una metáfora de lo despiadada que puede llegar a ser la vida de un adolescente en el camino hacia la edad adulta en una gran ciudad. El protagonista lentamente descubre las afiladas aristas de la soledad.

J. A. Aguado

Ángeles Mastretta, “El cielo de los leones”

El milagro de la vida

 

Ángeles Mastretta, “El cielo de los leones”, Seix Barral, Barcelona, 2004, 237 páginas, 15 €.

 

 

La novela de mayor impacto de la mexicana Ángeles Mastretta (Puebla, 1949) fue su ópera prima, “Arráncame la vida” (Seix Barral 1992), pese a que con “Mal de amores” (1995) alcanzó el premio Rómulo Gallegos, concedido por primera vez a una mujer.

Su nuevo libro no es una novela, sino un revoltijo de textos de diverso orden, lo que en los siglos XVIII y XIX se calificaba como “cajón de sastre”, aunque dominen los de carácter autobiográfico: historias familiares o amistades de las que la autora acostumbra a extraer una moraleja. El libro puede entenderse como una introducción a su personalidad, fruto de experiencias tan diversas como los paisajes, la familia, el amor, la infancia, la política, sus antepasados, el fútbol, su epilepsia, su admiración por Edith Wharton, por Cortázar y, en particular, por el poeta Jaime Sabines, por su ciudad natal, Puebla, o por Nueva York, su compañero, sus hijos. Los diversos temas provocan en el lector una suerte de desconcierto, porque no sabemos si nos encontramos ante la confesionalidad o ante el artículo periodístico inspirado en un tema abstracto.

Sabido es que el desencanto y la contemplación del mundo como lugar repleto de ruindad constituyen un material literario del que se han nutrido generaciones y generaciones de escritores modernos. Sin embargo, esa fascinación del desencanto no es el único resorte que mueve a la literatura contemporánea, y en ocasiones es precisamente la superación de tal desencanto la que impulsa el buen trabajo narrativo. En la línea de confianza en el mundo a partir de un sano escepticismo y una revalorización del poder de los sentimientos el libro apuesta por un punto de vista positivo. La vida puede ir bien o mal, pero de la lectura de los libros de Ángeles Mastretta se deduce que merece la pena vivirla. A todos nos tocan tiempos difíciles, pero lo importante es cómo los vamos afrontando y las acciones que emprendemos para salir adelante.

Ángeles Mastretta, una escritora de la estirpe de Rulfo, nos ofrece ahora una obra narrativa alentadora de la pasión, de las pulsiones de la vida, que viene a articularse a modo de defensa mesurada de la ilusión y la esperanza como fuerzas necesarias para el desenvolvimiento del individuo.El título de “El cielo de los leones” muestra que el paraíso está en la tierra: “los libros van siendo el testimonio de lo que somos y, en los últimos tiempos me han pasado los sueños por encima, me han tomado la vida como milagros inasibles, me han hecho el cada día de un modo tan intenso que nada de lo que imaginé me pesó tanto como la mentira inaudita de lo real”.

Hay en este libro el deseo repetido de contar el mundo para bendecirlo. Todo lo que sucede alrededor de quien lo escribe la sorprende en un canto que no transige con la desdicha como algo insondable. Andar en la vida es irse de parranda en busca de sus mejores instantes y de cada instante como el atisbo de un milagro. La autora de este libro cree en el sensato hábito de la locura, en el desafío diario que es mirar a otros vivir como quien delira: cielo hay para todos, dice, hasta para los leones debe haber un cielo. Por eso nos atrapa la seducción. ¿Qué es la bendita seducción, sino el sueño de que hay tal cosa como el cielo?

La evocación y los sueños son el culto preciso y continuo que cruza estas páginas, cuyo empeño es persuadirnos de cuán prodigiosa y arrebatada es la vida, de cuántos motivos diarios tiene para hacer que la veneremos: “¿Qué es primero, la seducción o el deseo? Quizás van alternando sus hallazgos y equívocos. ¿Tras cuánto tiempo de anhelar algo, llega hasta nuestros ojos y nos rinde como una sorpresa? Ya creemos olvidado un deseo, ya no lo acoge nuestra piel, desde hace siglos que no cerca nuestra inteligencia, y vuelve un día como un milagro”.

El libro está forjado de historias. Mastretta confiesa en las últimas líneas del libro: “tendré siempre pasión por soltar el tiempo como quien juega con arena entre las manos”. Pero lo que la define es “andar viva”. Sus marinas son intensas, como las de Cozumel o el recuerdo de un añejo Acapulco de pescadores. Los regresos a la fuente de la memoria, de donde procede la mayoría de sus materiales, se agradecen. “El cielo de los leones” es un libro sumamente ambicioso, de una voracidad pavorosa, caníbal que quisiera devorar todos los libros y todas las historias familiares. Una lectura ardua de definir. Practicando del ensayo y de la narrativa, no es una cosa ni otra. Su mayor acierto no es otro que el de servir como puerta de acceso a una escritora que toma conciencia de sí misma.

J. A. Aguado

 

 

 

José Antonio Marina, “Petit tractat dels grans vicis

La filosofia del mal

José Antonio Marina, “Petit tractat dels grans vicis”, Anagrama, Barcelona, ​​2011, 184 pàgines, 17 €.

 

“Penso després existeixo” és una d’aquelles expressions amb què reconeixem el regne llunyà de la filosofia, sembla llunyà perquè no hi ha filòsofs que ens ho serveixin als lectors moderns, afortunadament de tant en tant apareix un d’aquests filòsofs que fa que el seus llibres siguin els reis de la nostra biblioteca, aquest és el cas dels llibres del filòsof José Antonio Marina (Toledo, 1939). La seva tasca investigadora s’ha centrat en l’estudi de la intel·ligència i el pensament divergent, especialment dels mecanismes de la creativitat artística. Marina ha elaborat una teoria de la intel·ligència que comença en la neurologia i acaba en l’ètica.

Estem massa acostumats a veure persones que no pensen i segueixen existint, que quan trobem algú que exerceix l’esport de pensar ens sorprèn com passa amb aquest llibre sobre els usos del mal. Una disciplina com la filosofia, que ens acompanya des de segles ens ajuda i ens dóna pista sobre els mals que afligeixen a aquest present. “L’educació consisteix a fer desitjar el desitjable”, va dir Plató. I, en efecte, desitjable seria que el pensament fos la guia de navegació de molts dels nostres actes quotidians”. Vivim en l’època de les històries mínimes, múltiples, inconnexes, desvinculades, intertextuals, protoplasmàtiques, ameboides, patchworks. Per descomptat, es va acabar també el temps dels herois, aquests pesats. Només habiten el nostre paisatge homes sense atributs i superherois de còmics. El nou llibre de José Antonio Marina és un peculiar tractat de psicologia. S’ocupa de les fonts del mal. És un assaig d’espeleologia íntima, de descens al nucli del volcà humà. La consciència moral ha treballat durant molts segles sobre si mateixa, perforant galeries a la roca amorfa de la nostra intimitat. Els herois grecs de la Ilíada potser no tinguessin capacitat de reflexió. Els nostres sentits, els nostres desitjos, estan abocaments a l’exterior. Són centrífugs per al filòsof toledà.

El pensador s’acosta al cor de les tenebres, d’on acabarà sortint una resplendor fosc. Ho fa investigant una poderosa i duradora tradició de la cultura occidental. El cànon de la perversitat. Durant més de quinze segles es van transmetre uns detallats plànols dels soterranis de l’ànima, dividits en set grans estades: els set vicis capitals. “Els temes importants desencadenen fortes passions o a l’inrevés, aquelles coses que desencadenen passions es tornen per això importants. Així succeeix amb el sexe, la fama, l’amor, els diners, la religió “. Segons la seva opinió, l’educació és fonamental, especialment, per plantejar que l’alternativa a una societat regida per valors simbòlics només és la selva, on el peix gran es menja al petit: “Vicis” i “virtuts” són paraules erosionades i empetitida per les pedres rodades en què resulta difícil reconèixer les artistes originals “.

Respecte a aquest llibre el propi autor confessa que Marina, que creu tenir més tendència a la supèrbia que a la gola, ha comentat que als humans des de sempre els ha semblat més interessant “el mal que el bé”, cosa que ha atribuït, en part, a que ens “diverteix ser espectadors del mal, encara que no viure-ho”. “Vicis” i “virtuts” són paraules erosionades i empetitides per l’ús, pedres en què re difícil reconèixer les arestes originals. Per Marina, en els nens petits, abans dels vuit anys s’han de resoldre en els més petits els problemes d’agressivitat, el que significa que se’ls demani que no s’enfadin, sinó que es “s’indignin pel que és injust”. El filòsof i educador José Antonio Marina aposta per intentar que en el seu procés educatiu tots els nens adoptin postures actives perquè, en cas contrari, seran “éssers vulnerables”.

Per al filòsof nostre temps té tres grans amenaces: La supèrbia tecnològica, la perillosa dignificació de la cobdícia econòmica i la mandra ciutadana, la d’una àmplia majoria que creu que no pot fer davant el que succeeix i que està en una indolència confortable. Com tot llibre de filosofia, “Petit tractat dels grans vicis”, ha de servir per reflexionar sobre el nostre comportament moral diari.

J. A. Aguado