¿Qué es ser cocinero?
Trabajar de 10 12 horas diarias durante 5 o 6 días a la semana con los días libres que cambian constantemente y nunca será un viernes o un sábado, lo que hace que enloquezcas y no sepas en que día de la semana estás y no hablemos de tu vida social. Por lo que nos perdemos cumpleaños, fiestas y celebraciones que a todos nos gusta celebrar.
Un sueldo que si bien te da para vivir mes a mes quizá no compensa otras cosas… Gritos , a veces, o simplemente la frustración de no satisfacer las expectativas del chef o, mucho peor, las de uno mismo. Quemaduras producidas por las prisas y, habitualmente, por la puerta del horno o por coger algo caliente con un trapo húmedo. Cortes que no terminan de cicatrizar por la humedad y que celebran el contacto con los cítricos (bueno creo que no es necesario de explicar) Calambres en las piernas por estar tanto tiempo de pie, sentir que se te engarrota la mano por llevar horas cortando cajas de calabacines a un tamaño determinado. Meterte en cama pensando en lo que has fallado y sin poder dejar de pensar en cocinar. Madrugar, La satisfacción de hacer bien lo que ayer no pudiste, El hablar todo el día un mismo idioma (técnico) con tus compañeros, con los que se interesan por su trabajo. Aprender cada día algo nuevo. La adrenalina que se produce en un servicio cuando el restaurante se encuentra en su capacidad máxima y la presión de que no haya errores. Es una sinfonía de sartenes, de llamadas de las ordenes dadas por el chef, el silencio de los cocineros, de montar un plato y sentirte orgulloso, el sonido de la puerta que abre y cierra y marca el paso de los camareros como si se trataran de soldados y pensar ahí va mi plato y repasas mentalmente, “el sabor era correcto, el punto de sal el adecuado, el crujiente en su sitio; le gustara estoy seguro”.
Pero la sinfonía sigue y eso era sólo un plato y la música, sigue y sigue sonando y sólo piensas en ese momento en que dirijas tu propia sinfonía.
Un cocinero
Font: alumnes del cfgm de cuina curs 2008-09
Il·lustració: J. Etayo www.afuegolento.com