Una investigación de la UAB demuestra que utilizar CO2 en lugar de ácido clorhídrico en las piscinas reduce los compuestos nocivos presentes en el aire, manteniendo la eficacia como reductor del pH del agua. Además, el CO2 tiene ventajas ambientales, dado que su uso en el agua reduce el balance de emisiones de gas de efecto invernadero y el agua de renovación, una vez desechada al medio, es menos nociva para los organismos. La investigación ha sido publicada en la revista Chemosphere.
Investigadores de la UAB han analizado el efecto de utilizar dióxido de carbono (CO2) en substitución del ácido clorhídrico (HCl) para controlar la acidez (pH) del agua en las piscinas, en combinación con el hipoclorito sódico (NaClO) para la desinfección. La investigación se ha llevado a cabo experimentalmente a lo largo de 4 años en dos piscinas de la UAB y en una piscina del Consell Català de l’Esport, en Barcelona. El agua de las piscinas era tratada con CO2 y con HCl en períodos alternativos, y los científicos examinaban la composición del agua y del aire más cercano a la superfície (el que respiran los bañistas).