EPODO 2 (BEATUS ILLE)
Dichoso el que de pleitos alejado,
cual los del tiempo antigo,
labra sus heredades no obligado
al logrero enemigo.
Ni el arma en los reales le despierta,
ni tiembla en la mar brava,
huye la plaza y la soberbia puerta
de la ambición esclava.
Su gusto es, o poner la vid crecida
al álamo ajuntada,
o contemplar cuál pace, desparcida,
el valle su vacada.
Ya poda el ramo inútil, y ya injiere
en su vez el estraño;
o castra sus colmenas o, si quiere,
trasquila su rebaño.
Pues cuando el padre Otoño muestra fuera
su cabeza galana,
¡con cuánto gozo coge la alta pera,
y uvas como grana!
Y a ti, sacro Silvano, las presenta,
que guardas el ejido;
debajo un roble antiguo ya se sienta,
ya en el prado florido.
El agua en las acequias corre, y cantan
los pájaros sin dueño;
las fuentes, al mormullo que levantan,
despiertan dulce sueño.
Y ya que el año cubre campo y cerros
con nieve y con heladas,
o lanza el jabalí con muchos perros
en las redes paradas,
o los golosos tordos, o con liga
o con red engañosa,
o la estranjera grulla en lazo obliga,
que es presa deleitosa.
Con esto, ¿quién de pecho no desprende
cuanto en amor se pasa?
¿Pues qué, si la mujer honesta atiende
los hijos y la casa,
cual hace la sabina o calabresa,
de andar al sol tostada;
y, ya que viene el amo, enciende apriesa
la leña no mojada,
y ataja entre los zarzos los ganados,
y los ordeña luego
y pone mil manjares no comprados,
y el vino como fuego?
Ni me serán los rombos más sabrosos,
ni las ostras, ni el mero,
si algunos, con levantes furïosos,
nos da el invierno fiero.
Ni el pavo caerá por mi garganta,
ni el francolín greciano,
más dulce que la oliva que quebranta
la labradora mano,
la malva o la romanza enamorada
del vicïoso prado,
la oveja en el disanto degollada,
el cordero quitado
al lobo. Y mientras como, ver, corriendo,
cuál las ovejas vienen,
ver del arar los bueyes que volviendo
apenas se sostienen,
ver de esclavillos el hogar cercado,
enjambre de riqueza.
Ansí, dispuesto un cambio y al arado
loaba la pobreza;
ayer puso en sus ditas todas cobro;
mas hoy ya torna al logro.
(Traducció de Fray Luis de León)
Beatus ille és el segon dels Epodes d’Horaci i el més conegut i imitat al llarg dels temps. Horaci lloa la vida del camp i dóna lloc al tòpic de la vida retirada. Sens dubte, la més alta expressió poètica en castellà la va aconseguir Fray Luis de León. Primer en va fer la traducció que encapçala aquesta entrada. El poema d’Horaci està compost per versos alternats de sis i quatre iambes (el iambe és un peu de dues síl·labes, una breu i una altra llarga). S’alternen hendecasí·labs i heptasíl· labs. L’estructura mètrica és la següent: aBabB.
Els Epodes eren una forma poètica grega de caràcter acusatori, fins i tot groller. Horaci la suavitza, però no la deforma. Després de seixanta-sis versos de menyspreu de tall i lloança de llogaret, en els quatre versos finals justifica l’epode.
Quan Horaci va escriure el Beatus ille ja havia rebut de Mecenàs com a regal la seva finca de la Sabina, que tan feliç el va fer i August engegava un programa de regeneració moral de la societat romana.
Beatus ille és una lloança a la vida allunyada de la ciutat i els seus lligams per viure refugiat a la tranquil·litat i austeritat del camp ( ideal compartit per Epicur i Sèneca).
D’aquesta manera, el tòpic hauria estat creat per Horaci principalment per idealitzar la manera de vida rural en què es deixa de banda la corrupció i els altres mals de la societat a la qual el poeta critica, i també és una crítica contra els rics que es retiren al camp, només per estiuejar sense desempallegar-se de la riquesa terrenal (això es veu en els quatre últims versos del poema).
Pels perills de les ciutats durant l’Edat Mitjana, la vida senzilla del camp semblava molta més atractiva en el Renaixement. Els autors del Renaixement van escriure molt d’una vida idealitzada i celebrada del camp amb èmfasi en la naturalesa perfecta i tranquil·la. També autors del Renaixement van combinar elements de la mitologia amb els de la realitat del camp. S’utilitzen mites dels déus grecollatins en la poesia del tema del beatus ille. Aquí deixem el poema de Fray Luis de León que reflecteix el tòpic horacià de Beatus ille, val a recordar que va fer aquesta recreació alhora que feia la traducció anterior de l’Epode 2 d’Horaci.
Oda a la vida retirada, de Fray Luis de León
Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado,
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas y mortal cuidado?
¡Oh campo, oh monte, oh río!
¡Oh secreto seguro deleitoso!
roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar süave no aprendido,
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
quien al ajeno abritrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
de ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego sosegada
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo,
y con diversas flores va esparciendo.
El aire el huerto orea,
y ofrece mil olores al sentido,
los árboles menea
con un manso ruïdo,
que del oro y del cetro pone olvido.
Ténganse su tesoro
los que de un flaco leño se confían:
no es mío ver al lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna; al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada
me baste, y la vajilla
de fino oro labrada,
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
en sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido
de yedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
De quina manera recrea Fray Luis de León l’Epode 2 d’Horaci? Us agrada la seva traducció? Coneixeu més poemes en castellà on es vegi la pervivència d’aquest tòpic horacià? Va ser Fray Luis de León el primer en recrear aquest tòpic en llengua castellana? Què en penseu de la crítica que fa Horaci sobre la ciutat? En quins versos de Fray Luis de León hi veieu el també tòpic horacià odi profanum vulgum o menyspreu a la massa illetrada, incapaç de valorar la poesia i de comprendre el pensament dels artistes?
Andrea i Irina Balart
2n batx. C